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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

26 de diciembre de 2016

En 1929 el Ayuntamiento de Holguín emprendió una de las más grandes restauraciones al parque Calixto García (la que le dio la imagen que hoy le conocemos)


Camino de entrada a Holguín antes de la construcción de la Carretera Central
 
La carretera Central llega a Holguín

 
En 1929 y por acuerdo del Ayuntamiento local se emprendió una de las más grandes restauraciones que se le han hecho al Calixto García. Para  dirigir la misma fue contratado el italiano Giuseppe Pecorelli, un maestro de obras asentado en la ciudad que, posteriormente continuó contribuyendo a darle al Calixto la imagen que ha llegado hasta las generaciones actuales. Tanto hizo este italiano por el parque que en alguna de sus esquinas debería levantársele una tarja de recordación.

Pecorelli y sus operarios construyeron hermosos bancos personales de granito sin respaldar, sustituyeron el pavimento de losas de barro por cemento prensado, colocaron lámparas redondas y jardines con plantas ornamentales. El nuevo parque fue inaugurado el 8 de diciembre de 1929 con la presencia del gobernador provincial José R. Barceló[1] y un programa de festejos[2].

 

Recién restaurado el parque, el Ayuntamiento, mediante la Comisión  de Fomento y Policía, exigió que los edificios de los alrededores fuesen pintados con colores uniformes, prohibiéndose colores subidos como el amarillo canario y el azul prusia con blanco, que se consideraba que afectaban el ornato. Posteriormente se exhortó a los dueños de comercios a que colocaran anuncios lumínicos de neón para dar la apariencia de gran ciudad.

También se establecieron regulaciones para el tránsito, aunque no se pudieron evitar indisciplinas y hasta accidentes insólitos, como el publicado por el Diario de Cuba, que fue uno de los más importantes periódicos de Oriente, el día 12 de octubre de 1930. Consistió el dicho accidente en la entrada en retroceso de un auto hasta el interior del parque, causando lesiones graves al industrial José Thompson y destrozando varios bancos.

Una de las grandes atracciones en el parque de entonces siguió siendo la tradicional retreta que solía realizar los jueves y domingo la Banda Municipal u otras de mucha calidad que existieron en esos años en la ciudad, entre ellas la de los Boys Scouts y la de los Caballeros de San Isidoro. Incluso, para tocar en las retretas del parque durante las fiestas del Santo Patrono (San Isidoro, 4 de abril), venían a Holguín bandas de otros pueblos y provincias[3].

Maestro Juan Márquez
Por los años 20 la Banda Municipal de Holguín vivió un período de particular esplendor bajo la dirección del maestro Juan Márquez Gómez[4]. Este hombre, que estuvo al frente de la Banda por más de 60 años, también deben los holguineros algún monumento de recordación. El maestro Márquez Gómez, con mucho esfuerzo y dedicación ubicó la Banda local entre las mejores de Cuba, gestionó relucientes instrumentos y uniformes, y consiguió que fuera laureada en certámenes provinciales y nacionales.

Cada retreta de la Banda Municipal era un suceso de gran impacto en la ciudad. Sus integrantes, con el tambor mayor al frente, salían en marcha militar desde La Periquera hasta el centro del parque y luego de interpretarse el Himno Nacional ejecutaban un programa de escogidas obras de diferentes épocas y estilos que eran arregladas por el propio director o por otros connotados maestros como José María Ochoa y Agustín Morales.

Muestra de la variedad y riqueza del repertorio que tuvo la Banda Municipal desde los primeros días del maestro Márquez al frente fue el interpretado el 8 de marzo de 1928, que apareció reseñado por el corresponsal del  periódico santiaguero Diario de Cuba. En esa ocasión interpretaron la obertura de la ópera Guillermo Tell, de Rossini; Selecciones de la ópera Lucía de Lammemoor, de Donizzeti; pasodoble El veterano, de J. Franco; popurrit De La Habana a Manzanillo, de F. Rojas; el danzón El Pajarillo;Polka de Concierto y Dúo de Cornetín.

La amplia gama de géneros y estilos de incuestionables valores artísticos y la calidad interpretativa de sus integrantes fueron elementos decisivos para el reconocimiento y prestigio de la Banda holguinera. Hasta el dictador Gerardo Machado reclamó la presencia de los músicos de Holguín en varias actividades y la invitó al concurso nacional de bandas que en  mayo de  1929, como parte de las actividades por la toma de posesión de su segundo mandato, se realizó en La Habana. En esa ocasión los holguineros ganaron el  cuarto premio entre las bandas de segunda categoría[5].

 


[1] Tan agradecidos estuvieron los holguineros de entonces a este Gobernador que la escalinata y rotonda de la Loma de la cruz lleva su nombre.

[2] Brillante inauguración de las obras del parque Calixto García. “Diario de Cuba” ,p.8, Santiago de Cuba,13 de diciembre de 1929.

[3] La década de 1920 fue una etapa de auge y esplendor para las bandas de música en Cuba. Por esos años en Holguín existieron varias de calidad, entre ellas la Banda Militar (1918-1922), la Banda de los Caballeros de San Isidoro(1922-1926),y a Banda de Exploradores o Boys Scouts, (1926-1933). En en ese decenio también se presentaron en el Parque otras procedentes de pueblos como Banes, Palma Soriano, Santiago de Cuba y San Andrés.

[4] Juan Márquez Gómez es el padre de quien posteriormente se ubicó en la sagrada lista de los grandes músicos de Cuba: Juanito Márquez. 

[5] Durante su estadía en la capital durante el Concurso Nacional de Bandas, la agrupación de Holguín realizó otras presentaciones en la redacción del Diario de la Marina y el Palacio Presidencial. Véase Diario de Cuba, Santiago de Cuba, 24 de  mayo de 1929.

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