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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

28 de febrero de 2015

Elecciones parciales en Holguín, 1946.



En 1946, año de comicios parciales en Cuba, se puso en juego la mitad del Congreso y las Alcaldías de toda la República. Obviamente obtener la mayor cantidad de los puestos en discusión podía ser un indicador de cómo se desenvolverían las elecciones generales de 1948.

La información que sigue es estrictamente local. En Holguín se perfilaron los candidatos por los partidos o coaliciones de ellos, barajándose entonces los nombres de Waldo Pérez, Cheché Legrá, el Dr. Segundo Sera Serrano, los hermanos Arturo y Armando Infante, Guarro Ochoa, Manuel Cano Rojas, Antonio Díaz Fernández, José G. Pérez San Juan, Martí Sánchez, el Dr. Eugenio Codina Boeras, Federico Carbona y Luis Baire Llópiz; este último por los demócratas, pero en vista de que su partido le quedaba chico para sus aspiraciones congregacionales, Baire Llópiz abandonó a los demócratas y se pasó a los Auténticos. Por último los socialistas proyectaban a Oscar Ortiz o al médico Dr. Antonio Moreno Luna.

Cuando concluyó el tiempo establecido los candidatos a alcaldes por el municipio Holguín fueron aprobados por sus partidos y coaliciones:

Por los Republicanos el candidato fue Melchor Palomo Beceña a quien su propaganda lo presentó como el hombre que encarnaba en su mismo nombre las cualidades que debe tener todo político, “M quiere decir MESURA, MEJORAMIENTO en la MUNICIPALIDAD. P quiere decir PUREZA, PUJANZA, POPULARIDAD puesta al servicio del pueblo, y B quiere decir BENEFICIO Y BUEN recaudo para su pueblo”[1]

Por su parte la coalición de los demócratas y liberales presentaron a Segundo Sera Serrano como candidato a la alcaldía y los socialistas populares y los auténticos presentaron a Eduardo “Guarro” Ochoa, este último hermano del presidente del autenticismo en la provincia Millo Peña. 

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Antes de la presentación del candidato de los Auténticos, otra vez hubo luchas entre los hermanos Ochoa y Manuel Cano Rojas, de Izquierda Auténtica, pero como siempre ocurrió los Ochoa salieron victoriosos, 106 a su favor, 14 a favor de Cano Rojas. Seguidamente narraremos los conflictos dentro de la Asamblea Municipal Auténtica en Holguín.

Para la candidatura a la alcaldía de Holguín en 1946 se proyectaba al auténtico José Pérez San Juan, esperando con tal decisión que Melchor Palomo Beceña, pariente de Pérez San Juan, renunciara a su candidatura y se pudiera conseguir una coalición de los Auténticos y los Republicanos municipales, tal como había ocurrido a nivel nacional, pero Palomo se negó. Entonces Millo Ochoa, que sabía bien de la imposibilidad del PRC(A) de ganar la alcaldía holguinera en solitario, dirigió su mirada a los Comunistas. Estos aceptaron pero con la condición de que Pérez San Juan no fuera el candidato. (No existe documentación que nos explique el por qué de esta actitud de los comunistas, pudiera ser alguna postura anticomunista de Pérez San Juan).

Es entonces que se piensa en Guarro Ochoa como alcalde, al parecer, con el apoyo de la mayoría de los militantes de su partido, incluyendo a la Juventud Auténtica que el 1 de mayo de 1946 comunicó a los Secretarios Generales de los Comité de barrios el acuerdo de calzar la candidatura de Guarro para alcalde.
A quien no le hizo ninguna gracia la candidatura de Guarro fue a Manuel Cano Rojas, quien en un Manifiesto a la Opinión Pública, arremetió contra su eterno rival Millo Ochoa, al que acusó de traidor al Programa del Autenticismo  porque había impuesto a su hermano como candidato, “como hacían los viejos políticos”[2]

Ante tal postura de Millo, dijo Cano Rojas en el Manifiesto, que Izquierda Auténtica había llegado a la conclusión de que ellos apoyarían al candidato de los republicanos Melchor Palomo Beceña que, creían ellos, tenía más popularidad que Guarro Ochoa y quien era hombre de “probada capacidad administrativa, de reconocida solvencia moral y económica, así como sensatez política, manifestada en su magnifico Programa de Administración Municipal”[3]. Y concluía Cano Rojas que lo expuesto por Palomo en su campaña era afín con la ideología de la Izquierda Auténtica.

Para Cano Rojas apoyar a Melchor Palomo en su aspiración a la alcaldía de Holguín era la mejor manera de “combatir cívicamente a la Dictadura política” de Millo Ochoa[4]. El pacto que ya habían hecho cuando dan a conocer el Manifiesto a la Opinión Pública se sustentaba en la participación proporcional en todas las Dependencias de la Alcaldía y en las Alcaldías de Barrios, “siempre que se produzca el triunfo del candidato”[5]. Igual, para Cano Rojas los republicanos sí que cumplirían con el pacto, cosa que no hicieron los Auténticos en las elecciones alcaldicias anteriores con los republicanos[6].

Otros que se opusieron a los hermanos Millo y Guarro Ochoa apenas se supo de la candidatura de Guarro a la alcaldía de Holguín, fueron los hermanos Rolando y Rodolfo Masferrer Landa; para ellos Millo y Chibás terminarían separándose del partido Auténtico por poseer una actitud ácida hacia el gobierno de Grau San Martín.

Muy pronto a los hermanos Masferrer en su oposición a los Ochoa se les une Rubén León y sus acólitos en la ciudad. La oposición de León a los Ochoa la había provocado la postura asumida por los hermanos Ochoa, (y otras figuras importantes del Autenticismo holguinero), de apoyar al candidato a Alcalde de Camagüey, el comunista Ramón Pareda Pulgares. Pero la verdad absoluta de la posición de Rubén León estaba en su aspiración a la Jefatura Provincial del Auténticismo en Oriente, cargo que ostentaba Millo Ochoa. Para León, derrotar a Guarro en las elecciones alcaldicias de Holguín serviría para debilitar a Millo. (Rubén León nunca pudo derrotar a Millo en la jefatura provincial y solo pudo escalar al puesto de Millo en Oriente cuando este abandonó el autenticismo y creó el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo).

Aún con tatos opositores, los hermanos Ochoa y sus seguidores en el Autenticismo holguinero llamaron a la campaña electoral de Guarro, “Campaña de la Victoria”. En el mes de marzo recorrieron los barrios de Pueblo Nuevo, Velasco, Vista Alegre y Cacocum, en abril se fueron a los barrios de Alcalá, La Aguada, Barrio Norte, Sao Arriba, La Cuaba, Melones, Salida hacia San Andrés y Floro Pérez, y en mayo a Yareyal, San Agustín, San Andrés, Mir, San Germán, Báguano y Holguín donde terminaron la campaña con una concentración que se produjo el día 26. (Al observar cuáles fueron los barrios visitados en esta campaña nos damos cuenta que eran los más importantes del municipio, esto es, los de mayor fuerza electoral).

A todos los actos del partido concurrieron, además del candidato, los candidatos a Representantes por el autenticismo Dr. Antonio Díaz Fernández, Rodolfo Rivero y los 27 aspirantes a Concejales del Ayuntamiento por el partido. Además contaron con dos ediciones diarias del periódico radial “Autenticismo en Victoria”, dirigido por el Dr. Oscar Albanés Carballo.

Justo es reconocer que con la candidatura de Guarro estaban comprometidos todos lo sectores del autenticismo holguinero que más exigían los cambios en el aparato burocrático del partido y un nuevo rumbo en el Gobierno de Grau, esto es, que el Gobierno Nacional retomara el camino del programa que dio origen al partido, asimismo los seguidores de Guarro consideraban su candidatura como la única que podría hacer realidad un anhelo colectivo de los habitantes de la ciudad y que Guarro había prometido si lo elegían alcalde: “ACUEDUCTO, ALCANTARILLADO Y PAVIMENTACION DE HOLGUIN”, además de un programa mínimo para satisfacer las “necesidades más perentorias y urgentes de todo el término municipal”[7]

En su campaña Guarro era presentado como el que conseguiría el cambio necesario y urgente que necesitaba la ciudad, con posteridad Chibás fue presentado exactamente igual pero en este caso para el país entero. (No debe olvidarse que fue Millo Ochoa quien proclamó en Holguín la candidatura de Chibás a la presidencia en las elecciones de 1948).

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Finalmente se produce la primera vuelta de las elecciones. Guarro: 24 419 votos, Sera Serrano: 18 910 votos y Melchor Palomo Beceña: 10 410 votos. Los dos más votados debían concurrir a una segunda vuelta. Inmediatamente ambos candidatos comienzan sus maniobras para obtener los electores que habían votado por Melchor Palomo.

Dr. Segundo Sera Serrano
Sera Serrano se acercó a la Asamblea republicana con el fin de obtener el apoyo de ellos, pero lo hizo a espaldas de su Presidente municipal, Melchor Palomo. Cuando Palomo se entera invita a Sera a que se reúnan. Ambos políticos acuerdan que Palomo dejará libre a Sera para que continuara con los cabildeos, pero sin que él tuviera que tomar una postura; incluso, en la reunión se acordó que Sera Serrano asistiera a la Asamblea Municipal republicana para que expusiera las condiciones del posible pacto, pero Sera no asistió personalmente, sino que, según Palomo, “utilizó como instrumento de sus turbios manejos antidemocráticos al Delegado Republicano Juan Bracho, quien, apoyado por un grupo de liberales, trató de coaccionar la voluntad de la Asamblea para ponerla de parte de la candidatura del Dr Sera Serrano”[8].

La respuesta de la Asamblea republicana consistió en dar un voto de confianza a su Presidente para que fuera él “quien determinara a cuál de los dos candidatos habría de apoyarse” y “cuáles serían las bases del pacto político que habría de formalizar dicha actuación”.[9]

Después de razonar la situación política en Holguín, de analizar las propuestas de ambos candidatos y de consultar al Ejecutivo Nacional del Partido Republicano, Melchor Palomo Beceña propuso a la Asamblea Municipal de su partido el apoyo al candidato Auténtico. Por unanimidad la Asamblea aprobó la decisión[10].

Por lo tanto para la segunda vuelta de las elecciones irán unidos los auténticos, los socialistas, los abecedarios y los republicanos. Ahora Guarro Ochoa era el candidato más fuerte, no obstante continúa su campaña. Por la emisora radial CMKO transmitía dos emisiones diarias, a las 6 y 40 de la tarde la titulada “Actualidad Auténtica” y a las 10 de la noche “Autenticismo en Victoria”. Los dos programas tenían 20 minutos de duración y era su director el Senador Dr. Millo Ochoa, cooperaba con él Oscar Albanés Carballo y posteriormente Nicolás de la Peña Rubio.

Nada parecía que podría opacar la victoria de Guarro, ni siquiera Cano Rojas, que continuó apoyando al contrario del candidato auténtico, en este caso Segundo Sera Serrano. Sin embargo a Guarro le nació un oponente inesperado y muy poderoso, el mismísimo Presidente de la República, Dr. Ramón Grau San Martín.

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Para entender la actitud de Grau debemos narrar acontecimientos que ocurrieron entre la primera y la segunda vuelta de las elecciones parciales y que pusieron muy tirantes las relaciones de los hermanos Ochoa con la burocracia del Partido Auténtico y en especial con el Presidente.

Fueron estos: la censura de los hermanos Ochoa a la actuación del Gobierno, el apoyo de Millo a la candidatura de Chibás para la presidencia del país y el sostén del comunista Ramón Pereda en su lucha por la alcaldía de Camagüey, y en especial, la abierta oposición del Senador y Jefe Auténtico en Oriente a la reelección de Grau.

El Presidente y sus servidores consideraron la necesidad que tenían de debilitar a Millo y para hacerlo deponen al hermano de aquel, Guarro Ochoa del puesto de Director del Instituto Tecnológico de Holguín, (ITH), y todo ello antes de la segunda vuelta de las elecciones alcaldicias.
 
Instituto Cívico de Holguín. Fotos actuales



La deposición de Guarro significaba que muchos de los empleados del Instituto perderían sus puestos y con la cesantía el Director ni tendría los votos de sus empleados ni podría seguir recaudando dinero con vistas a fortalecer la economía del autenticismo entre sus empleados. La prueba de las recaudaciones de dinero está en un recorte de periódico con el título “Así estamos” en el que dice que en reunión de los empleados del ITH con el Senador Ochoa éste les comunicó que aparte del 5 % que se les descontaba a favor del PRC(A), ahora se le descontaría el 20 % durante cuatro meses para pagar una deuda partidista de 11 000 peros. “En la reunión no se hicieron comentarios por los allí reunidos ante el temor de perder su empleo”[11].

Inmediatamente después que se sabe de la deposición de Guarro Ochoa como Director del Tecnológico, los esposos, el Senador Luis Baire Llópiz y la Representante a la Cámara Angélica Rojas, solicitaron y consiguieron que fuera nombrado en el puesto el Dr. Etayo Bosch y asimismo Llópiz descaradamente dejó de apoyar al candidato de su partido (Auténtico), para pasarse al bando de Sera Serrano.

Cuando Luis Baire Llópiz se pasó al PRC(A), un grupo de militantes de este partido, importante por su cantidad e influencia, lo criticaron por actuaciones políticas anteriores y reclamaban que lo expulsaran por traidor y batistiano. Igual, el Secretario General de los Jóvenes Auténticos escribió un telegrama al Presidente de la República preguntando si Llópiz estaba “autorizado por usted para apoyar al candidato liberal a la alcaldía de Holguín contra auténtico Eduardo Ochoa para desplazar Senador Ochoa punto Rogámosle desmienta este infundio del batistero Llópiz que intenta torpedear dirigencia auténtica”[12].

El Dr. Etayo Bosch, por su parte, era un adversario de Millo y de Guarro que inmediatamente que fue nombrado para el cargo dijo que en el Tecnológico no quedaría en su puesto ninguna persona que no fuera un auténtico de verdad. Sin embargo según los opositores del Director eran Bosch y sus seguidores los auténticos apócrifos que hasta hacía poco habían sido batistianos y machadistas[13].

La reacción inmediata de la Sección Juvenil Auténtica holguinera fue tomar el Instituto a fin de evitar la toma de posesión de Etayo, considerando que aquel y sus amigos estaban desplazando a los verdaderos “auténticos revolucionarios de sus cargos burocráticos y de sus posiciones políticas”[14].

Hasta el 31 de agosto la toma del Instituto había sido reservada, esto es, sin mucha publicidad, pero, decían los jóvenes auténticos holguineros, que ellos estaban dispuestos a emplear “los medios más violentos antes que dejarnos vencer o desalojar”[15]

Los que habían tomado el Instituto no estaban armados y por lo tanto no podrían hacerle frente a una acción violenta. Más, ellos planteaban que se mantendrían allí a toda costa y reclamaban el apoyo del Ejecutivo Nacional y Municipal de La Habana de la Sección Juvenil del PRC(A); ese apoyo, decían los holguineros, debía hacerse tomando edificios públicos y trasladando la mayor cantidad de jóvenes a La Pantoja[16], (que era como se llamaba el lugar donde se construyó el Instituto), armados si fuera necesario, para responder a cualquier acción. Y mientras tomaban las anteriores previsiones, los jóvenes auténticos esperaban por Millo Ochoa para definir cuál sería su plan[17].

Pero la toma del Instituto no trascendió. Los jóvenes allí congregados fueron desalojados, Etayo Boch tomó posesión del cargo y se iniciaron las cesantías de los trabajadores partidarios de los hermanos Ochoa. Sin embargo ahí no terminó el debate sobre la salida de Guarro de la dirección del Instituto, sino que ahora las discusiones se trasladaron al interior del partido y al Senado de la República.

En el mes de diciembre el Senador Millo Ochoa presentó en el Senado de la República una Moción en la que pedía la creación de una Comisión Investigadora sobre la actuación de Guarro en la Dirección del ITH. 

En un principio los Senadores auténticos estuvieron de acuerdo en sostener la Moción, pero luego, en una maniobra dirigida contra Millo Ochoa, dejaron que fueran los miembros del Auténticismo en la Cámara Alta quienes tomaran la decisión, (ello permitía la no aprobación de la iniciativa). 
Para desaprobar dicha Moción se argumentaba que la misma llevaba implícita una censura a la actuación del Gobierno Auténtico, pero el trasfondo no era otro que el enfrentamiento de los Auténticos a un grupo de senadores rebeldes que estaban llevando una política de crítica permanente al Presidente Grau. Ese grupo era encabezado por el senador Eddy Chibás y a él pertenecía el senador Millo Ochoa.

En los debates en el Senado sobre la Moción salió a la luz lo acontecido en la segunda vuelta de las elecciones (que para entonces se había celebrado y Guarro había sido elegido) y cómo se produjeron los sucesos que llevaron a la sustitución de Guarro. Según opinión de Millo detrás de la postura oficial del partido con respecto a la lucha por la alcaldía de Holguín se encontraba la mano siniestra del Ministro de Educación Manuel Alemán. “Mi hermano le pidió al Ministro, señor Alemán, en una entrevista que celebraron en Camagüey, que designara dos inspectores de la Dirección General para que comprobaran la labor que rindió como Director del Tecnológico, pero el señor Ministro no lo complació”[18].

Obviamente el Ministro era lo suficientemente hábil como para dejar correr el tiempo necesario para poder atacar a los Ochoa y maniobrar con el objetivo de obtener para sí la postulación a la primera magistratura. Millo dijo que desde el año 1945 el Ministro de Educación no atendía las solicitudes que se le hacían desde el tecnológico de Holguín y que en lo que iba de año solamente se les había pagado un mes de salario a los empleados y ellos gracias a un préstamo del PRC(A) y dijo también que si la Comisión Investigadora no se aprobaba presentaría el caso a los tribunales de justicia.
Como la espera continuaba, Millo Ochoa fue enfático cuando dijo en el Senado que “hasta el 14 de junio en que proclamé la candidatura presidencial de Chibás, para el Ministro de Educación todo marchaba bien en el Tecnológico, pero a partir de aquella fecha han comenzado las persecuciones”[19]

El Senador Díaz Pardo le preguntó, “¿entonces la persecución es contra Chibás?”.  La respuesta de Millo fue que sí, que la persecución era exactamente contra Chibás y Chibás, que estaba presente, soltó una risa sarcástica. A partir de ese instante el debate sobre lo acontecido con Guarro en el Tecnológico de Holguín tomó el cariz de crítica al Gobierno y al Ministro de Educación, Sr. Alemán[20].

Cuando hubo transcurrido el tiempo suficiente, Alemán mandó a Holguín unos empleados de su Ministerio para que encontraran los hechos que pudieran inculpar a Guarro, y tan así fue que los empleados del Ministerio de Educación amenazaron con pistolas al Jefe de la Policía del Instituto Tecnológico y a los demás empleados y asimismo extrajeron de sus botiquines las medicinas que se encontraban en ellos, con el fin de acusar a Guarro de habérselas robado.


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La segunda vuelta de las elecciones parciales de 1946 en Holguín.


Aún con todo lo que hicieron los opositores de Guarro, éste ganó la alcaldía al obtener 26 650 votos contra 25 322 que consiguió Sera Serrano.

Para el éxito de Guarro y con él los Auténticos holguineros, fueron imprescindibles los votos de los Socialistas Populares (Comunistas): 3 493 en la primera vuelta y 3 480 en la segunda. Si se restara esa cifra a la cantidad de votos totales obtenido por el candidato auténtico, Guarro hubiera perdido las elecciones, pero no hubo que restar nada, el compromiso comunista con Guarro fue total y sin matiz ninguno, llegando a decir uno de los máximos representante comunista en el territorio que “Guarro era el futuro de Holguín porque traería a la ciudad el acueducto, el alcantarillado y la pavimentación”[21]. Estas posturas asumidas por los comunistas locales de compromisos sin matices, antes con Batista y ahora con Grau, contribuyeron a que aquellos perdieran electores dentro del pueblo, en especial entre los jóvenes e Intelectuales.

Por demás, se dice con toda razón que el voto femenino favoreció a Guarro porque el candidato tenía un físico admirado por las mujeres.

La elección de Guarro Ochoa a la alcaldía, aún con la división de los auténticos locales, era expresión de la fuerza de los hermanos Ochoa, que salieron exitosos aunque estaban maniobrando abiertamente contra el aparato nacional del Partido y contra la burocracia del Gobierno de Grau.

Por otra parte, fue novedosa en estas elecciones la aparición de Luis BaireLlópiz dentro del autenticismo y su transmutación en rival de Millo Ochoa. Hubiera sido interesante presenciar a aquellos dos colosos de la política criolla holguinera actuar desde el mismo partido, pero fue breve el tiempo en que los dos estuvieron juntos y ya se vio el enfrentamiento que tuvieron. Luego Millo fundó el Partido Ortodoxo y otra vez él y Llópiz se enfrentaron desde lados opuestos.

En estas elecciones el Partido Auténtico obtuvo el mayor apoyo electoral, desplazando a los Liberales al segundo puesto, aunque estos últimos continuaron como una fuerza importante con una diferencia de votos de 200 a 1  000.
Asimismo durante las elecciones parciales de 1946 en Holguín se eligieron las siguientes cantidades de Concejales: 9 por el Partido Liberal, 8 por el PRC(A), 4 los Republicanos y 2 percápita los Demócratas los Comunistas y los Abecedarios. Fueron electos como Representantes a la Cámara el Dr. Antonio Díaz Fernández, por el PRC(A), Armando Infante Maldonado por el Partido Liberal y a José Sera Serrano por el ABC. Fueron derrotados en la intención de llegar a la Cámara: Rivero, Etayo, Escalona, Mastrapa y Oscar Ortiz Domínguez, este último por los comunistas.

A escala nacional el PRC(A) pudo controlar las principales alcaldías de la Nación y fortalecer su presencia en el Congreso. Fue este éxito lo que condujo al Presidente Grau a rechazar el apoyo de los comunistas en el Senado (estos apoyaban a Grau desde su asunción al poder, permitiéndole al Presidente gozar de la mayoría en ese órgano). A partir de entonces los comunistas son perseguidos y desalojados de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), que dominaban desde la constitución de aquella en 1939.


[1] Hoja de propaganda. Al electorado del término de Holguín. Firma: Luis Batista Font. En Archivo Personal de Hernel Pérez Concepción.

[2] Manifiesto a la Opinión Pública de Manuel Cano Rojas. Archivo personal de Nicolás de la Peña Rubio.

[3] Ibídem

[4] Ibídem

[5] Ibídem

[6] Ibídem

[7] Hoja de propaganda. Al electorado del término de Holguín. Firma: Luis Batista Font. En Archivo Personal de Hernel Pérez Concepción.

[8] Manifiesto de Melchor Palomo Beceña. Archivo Personal de Nicolás de la peña Rubio.

[9] Ibídem

[10] Ibídem

[11] Archivo Personal de Nicolás de la Peña Rubio.

[12] Telegrama de Ángel González a Ramón Grau San Martín. Archivo Personal de Nicolás de la Peña Rubio.

[13] Peña, Nicolás de la. ¡Así no, Doctor!. Manuscrito de una intervención radial. Archivo Personal de Nicolás de la Peña Rubio

[14] Ibídem

[15] Carta a Hugo Mir de Roberto Bush y Nicolás de la Peña. Archivo Personal de Nicolás de la Peña Rubio.

[16] Así se llamaban los terrenos donde fue construido el Tecnológico de Holguín.

[17] Carta a Hugo Mir de Roberto Bush y Nicolás de la Peña. Archivo Personal de Nicolás de la Peña Rubio.

[18] Recorte de periódico. Archivo Personal de Nicolás de la Peña Rubio.

[19] Ibídem

[20] Ibídem


[21] Declaraciones del líder comunista Oscar Ortiz, en Yen Mastrapa Cruz. Las luchas políticas en Holguin de 1944 a 1950. Trabajo de Diploma para el Diplomado en Historia de Cuba. 199. p. 23

Reorganizacion partidista de Oriente en 1945 con vistas a las elecciones parciales de 1946 y generales de 1948.


Con vistas a las elecciones parciales de 1946 y a las generales de 1948 se iniciaron las reorganizaciones de los partidos políticos; a partir de ese momento comenzaba a hacerse visible la proyección que cada partido seguiría, incluyendo, claro está al muy popular Partido Auténtico. En éste  caso no precisamente en su programa sino en las figuras que deberían dirigirlos, en la captación de nuevos integrantes y los aliados que tendrían en futuras coaliciones que le asegurarían el mantenimiento del status político alcanzado. 

Es durante ese momento de reorganizaciones cuando se produce la renuncia del Senador Miguel Portuondo Domenech a la Jefatura del Partido Liberal en Oriente, quien, según el furibundo batistiano Mario Riera, fue “un buen jefe histórico”[1]. Lo sustituye el segundo al mando Juan Antonio “Tontón” Vinet, asimismo el holguinero José Sera Serrano sustituye al Dr. Jorge Mañach en la dirección del ABC. (Este partido se encontraba en franco descenso y el cambio de dirección no pudo hacerlo resucitar; los días del ABC estaban contados). Se promovió a la presidencia provincial por los demócratas a Ciro León, Ramón Corona continuó en la jefatura del Partido Republicano, César Villar en la de los Socialistas Populares (comunistas) y Emilio “Millo” Ochoa en la jefatura provincial del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico).

Millo Ochoa
Para mantenerse al frente de los auténticos orientales, Millo Ochoa tuvo que vencer la resistencia de una fracción auténtica que surgió dentro de la Asamblea Municipal de Holguín denominada Izquierda Auténtica (IA) y cuyo principal líder fue Manuel Cano Rojas. Por cierto, la dicha fracción se formó con el único fin de combatir la jefatura política del Senador Ochoa, aunque en una comunicación pública que hicieron circular decían que IA se formaba “primordialmente para la defensa y engrandecimiento del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), para mantenerlo vivo, grande y fuerte, con el estimulo de nuestros entusiasmos”[2] 

Los de Izquierda Auténtica entendieron que enfrentarse a Millo en la Asamblea Municipal del partido era una forma de limpiar al Partido de elementos no afines con los intereses fundadores de la organización y consideraban a Millo como una persona que perseguía a todos aquellos opuestos a sus criterios, incluyendo entre sus presas al “infeliz auténtico del barrio que reclamaba sus derechos” y también a los revolucionarios y a los hombres de mérito. Sin embargo y a pesar de esos enfrentamientos, la victoria de Millo en la Asamblea Municipal del autenticismo holguinero fue por un margen significativo. Ello llevó al periódico Diario de Holguín a decir que Cano fue “aplastado y pulverizado por el carro triunfante que guía al senador Ochoa”.

Días antes de la Asamblea, Millo se encontraba en La Habana, pero cuando llegó a Holguín llamó a sus acólitos y les ordenó que había que ganar la mayoría de los Delegados. Para conseguirlo empleó toda la inteligencia y suspicacia política que había acumulado en su ya largo bregar partidista[3]. Y para colmo de males para IA, Manuel Cano Rojas no fue elegido para asistir a la Asamblea Municipal por el Barrio Sur, donde vivía. Su asistencia la logró gracias a que el aspirante por el barrio de Guabasiabo, Rogelio Barreras, le cedió su puesto. Este simple hecho nos habla de la fortaleza de Millo Ochoa en el Auténticismo holguinero y corrobora la debilidad de Cano, quien en otras varias ocasiones intentó acciones contra Ochoa.

Para comprender la disputa entre Millo y Cano Rojas hay que retrotraerse a la creación del Partido Auténtico en Holguín cuando Millo usó a Rafael Masferrer Landa para crear el Comité Gestor Municipal y cuando después que ese mismo Comité eligió a Masferrer a la jefatura holguinera del autenticismo, Millo consiguió que las direcciones nacional y provincial diera marcha atrás a la decisión y entonces él creó un nuevo Comité y nombró al frente del Auténticismo holguinero nada menos que a un abecedario que se había enfrentado al Gobierno de los Cien Días.

Cuando en 1945 Rafael Masferrer Landa se separa de la contienda política, es Cano Rojas el hombre que mantiene la oposición a Millo Ochoa por el Auténticismo y la creación de Izquierda Auténtica es una de las formas de esa oposición. Cano Rojas dijo que él conocía muy bien a Millo, sus cualidades y característica personales, por eso estaba seguro de que lo podría vencer, pero no pudo porque, como dijo el Diario de Holguín, Millo Ochoa era un “jefe cauteloso, sereno, inteligente, (…), un hombre templado para la vida política, imperforable por su sólida manera de actuar y desarrollar sus planes”[4]

El 1 de septiembre de 1946 el tristemente célebre por ser posteriormente jefe de un grupo paramilitar, Rolando Masferrer, hermano de Rafael, publicó en el periódico Heraldo holguinero un artículo titulado “La precipitación del ochoato” donde explica las causas de las contradicciones entre Millo Ochoa y la Izquierda Auténtica. Dice Rolando que era aquella “una vieja disputa que ya duraba, por lo menos, 12 años” cuando Millo Ochoa y otros, entre los que figuraba el Partido Comunista, se negaron a pagar los impuestos “para ahogar económicamente a la revolución (del 30)”[5]
 
Y asimismo la censura de Rolando Masferer a Millo incluyó la acusación de que durante la dictadura de Batista aquel se había mantenido en una “posición de oportunista neutralidad sin vivir riesgo alguno al amparo de su amistad y parentesco con el general Manuel Benítez, uno de los grandes responsables de los desmanes de la dictadura. Menos neutrales que Millo resultan sus amigos Oscar Albanés, Andrés Torres, Guarino Aguilera y Salvador López".




[1] Mario Riera. Ob. Cit. P. 479. 
[2] De la Izquierda Auténtica al Pueblo de Cuba. Archivo Personal de Hernel Pérez Concepción. 
[3] Política y políticos. Diario de Holguín. 26 de noviembre de 1945. P. 1. 
[4] Política y políticos. Diario de Holguín. 26 de noviembre de 1945. p. 1. 
[5] Rolando Masferer. La precipitación del Ochoato. Heraldo de holguinero. 1 de septiembre de 1946. p. 2.

Elecciones parciales de 1944. Los "auténticos" ganan casi masivamente.



La nueva legislación electoral establecía para los comicios de 1944 que se declararía Alcalde Municipal al candidato que obtuviera la mitad más uno de los votos válidos emitidos, ello provocó segundas vueltas en varios municipios del país. Asimismo los alcaldes electos solamente lo serían por dos años con tope en 1946 para ajustar los calendarios después de la constitución de 1940. En 1946 habría nuevas elecciones parciales eligiéndose alcaldes por un periodo de cuatro años, como lo normaba la Constitución.

En la provincia de Oriente resultaron electos 17 alcaldes del Partido Auténtico, 2 Republicanos, 1 Liberal y 1 que formaba parte del Partido Nacional Cubano, que tenía carácter local. 

En el caso holguinero el auténtico-republicano Dr. Antonio Díaz Fernández enfrentó a Mario Leyva González que era el candidato por una coalición de los  partidos Liberal, Demócrata, Socialista y ABC. Aunque esta última coalición la integraba un mayor número de partidos fue derrotada al alcanzar solamente 28 188 votos contra 30 060 que obtuvieron los auténticos-republicanos. Antonio Díaz Fernández sube al sillón alcaldicio holguinero.

En el resto de los municipios orientales que en la actualidad forman parte del territorio de la actual provincia de Holguín, todos los alcaldes elegidos fueron auténticos. En Mayarí, Alberto Sánchez Pérez; en Gibara, Arsenio Serrano; en Sagüa de Tánamo , Guillermo Dumois Cárdenas y en Antilla, Rafael Rojas Domínguez. 

Así, con el dominio de los auténticos en las principales Gobernaturas, Alcaldías y Ayuntamientos de la nación, comenzó el gobierno de Ramón Grau San Martín; el apoyo popular casi fue total y los augurios de su gobierno eran prometedores.



El gobierno de Ramón Grau San Martín. El "autenticismo" en el poder en Cuba.



“Al asumir la presidencia de la República Ramón Grau San Martín tenía 57 años y una fortuna apreciable como consecuencia de la herencia familiar y por su profesión de Fisiólogo donde alcanzó gran reputación, tanto dentro como fuera de las aulas universitarias. (Grau) fue miembro de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales, entre otras, además de ser un esgrimista consumado”[1].
 

Millo Ochoa y otros auténticos visitan a Grau San Martín en el Palacio Presidencial
Su discurso presagiaba que era su partido el único “gran núcleo que puede hacer y que hará en Cuba  la revolución nacionalista, socialista y antiimperialista (…). La Revolución Auténtica es el porvenir inmediato de Cuba”[2]. Lógicamente estas perspectivas transformadoras colmaron de esperanzas al pueblo e igual, el flamante presidente sabía cómo ganar las masas a su favor, de ahí su programa nacionalizador que logró capitalizar el descontento popular.


Incluso, al tomar posesión de la Presidencia Grau juró ante notario público de la posesión de sus bienes y convocó a sus Ministros a que hicieran lo mismo, pero eso no pasó de un gesto teatral, aunque muy visto por los cubanos, hastiados como estaban de tanta corrupción.


Se reconocía en Grau al “Mesías de la Cubanidad”, tal como le decían sus acólitos, el hombre que iba a transformar la sociedad neocolonial cubana, por lo que alcanzó un apoyo mayoritario al iniciar su gobierno. Junto a ello el presidente contó con buen desenvolvimiento económico durante su periodo presidencial durante su periodo presidencial y con él quedaba atrás el ciclo castrense al eliminarse a todos aquellos que dentro del Ejército estuvieron cerca de Batista. Y para colmo de felicidad para Grau, logró mayoría en el Congreso cuando los tres senadores del Partido Socialista Popular apoyaron su gestión administrativa.


Sin embargo el primer Auténtico en el poder no hizo nada de lo que prometió durante su campaña. Se caracterizó su Gobierno por la corrupción administrativa y por autorizar el gangsterismo, amén de que en su gabinete se integraron algunas personas sin calificación para los cargos a los que habían sido designados. El primer gabinete de Grau lo formaron: Luis Pérez Espino, como Secretario (Ministro) de educación; Manuel Fernández Supervielle, hacienda; Sergio I. Clark, comunicaciones; Carlos Cruz, justicia; Germán Álvarez Fuentes, agricultura; Salvador Menéndez Villoch, defensa; Alberto Inocente Álvarez, comercio; Carlos Azcárate, trabajo; Gustavo Cuervo Rubio, estado; José A. Presno, salubridad; Segundo Curti, gobernación; Gustavo Moreno, obras públicas y Julián Solórzano, presidencia. 


Posteriormente llegó al Gabinete un nuevo Ministro de Educación, José Manuel Alemán, quien era descendiente del General de División del Ejército libertador José Braulio Alemán. Desde entonces y por presiones de la cuñada del Presidente, ese ministerio junto al de la construcción, se convirtió en centro de las botellas que ampararon el inciso K. entonces el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) se convirtió en la vía idónea para escalar posiciones en la administración.





[1] Márquez Sterling, Carlos. Los partidos políticos. En Revista Bohemia, 19 de mayo de 1946. P. 53.


[2] Ibídem.

25 de febrero de 2015

Elecciones generales de 1944



Ramón Grau y Fulgencio Batista

En 1944 hubo elecciones generales en Cuba. Entonces Batista salió del sillón y lo ocupó Ramón Grau San Martín, iniciándose un periodo de ocho años de dominio Auténtico que estuvieron matizados por la corrupción y el latrocinio más descarnado de la historia de Cuba. Pero asimismo fueron años de esperanza para el pueblo cubano, que nunca dejó de aspirar a que se produjeran los cambios necesarios en la sociedad cubana que los programas teatrales de los Auténticos habían esbozado.


En las elecciones de 1944 rigió el Código Electoral de 1943, que establecía el voto directo, poniendo fin a las elecciones por compromisarios que se habían establecido desde el principio de la República en 1902. Con el nuevo Código la elección de los Representantes y Concejales era por el voto preferencial y selectivo directo para los Senadores. (Estos últimos serían seleccionados, seis por la mayoría y tres por la minoría). Asimismo se estableció el voto obligatorio con sanciones para los infractores y se sustituyó la Cédula Electoral por el Carné de Identidad del votante.


A medida que se acercaban las elecciones de 1944 todos los partidos valoraban más los 800 000 electores sin partido que estaban obligados a asistir a las urnas; sin lugar a dudas que estos serían los que iban a definir al ganador y por eso hacia ellos se dirigió la propaganda (y asimismo los partidos se interesaban por tener el control de las provincias catalogadas como grandes: La Habana, Las Villas y Oriente).


En estas elecciones discutieron la Presidencia de la República dos coaliciones: la Coalición Socialista Democrática (CSD), que en esos momentos tenía el poder y la opositora Alianza Auténtico-Republicana. La primera estaba integrada por los Partidos Demócrata, Liberal, ABC y el Socialista Popular (PSP), que llevaba como candidatos al demócrata Carlos Saladrigas como Presidente y al Liberal Ramón Zaydín como vice. La segunda estaba integrada por el Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) y el Republicano y llevaba como candidatos al Auténtico Ramón Grau San Martín como Presidente y como Vicepresidente al Republicano Raúl de Cárdenas.

Si ganaba Saladrigas se mantendría el continuismo del poder de Batista. Pero esta coalición tenía en su contra los cuatro años de actuación del régimen constitucional del General, caracterizado por la corrupción política y administrativa. El Autenticismo, por su parte, contaba con el voto de los elementos populares, seguidores estos del esperanzador programa de gobierno del Partido, que basó su campaña en destacar la labor del Gobierno de los Cien Días y en hacer suyas las medidas revolucionarias aupadas por Antonio Guiteras. El único grave problema que podía alejar al autenticismo de sus aspiraciones era el posible fraude.
 
Sin embargo el criterio general calificó estas elecciones como las más democráticas de todas las celebradas en el país, aunque en verdad ellas no estuvieron exentas de él, sin embargo el desgaste del gobierno batistiano fue merecedor del voto de castigo de los electores. La Alianza Auténtico Republicana obtuvo la victoria en cinco provincias con una votación de 1 041 822 contra 839 220 votos de la Coalición Socialista Democrática. Esta última, que perdió la presidencia, sin embargo ganó la mayoría del Congreso lo que le permitió elegir al liberal Eduardo Suárez Rivas como Presidente del Senado y al demócrata Miguel A. de León Fuentes como Presidente de la Cámara de Representantes.

Fue el Autentico el Partido que más votos obtuvo (808 244), siguiéndole el Liberal con 333 335, el Demócrata con 325 316, el Republicano con 234 977, el Socialista Popular con 118 520 y en último lugar el ABC con 64 740. El éxito de los auténticos y sus aliados, los republicanos, fue catalogado por Eduardo Chibás como “Jornadas Gloriosas de Junio”.

En la provincia de Oriente el Autenticismo y su alianza con los Republicanos obtuvieron la mayor votación (274 872 contra 176 725 de la Coalición Socialista Demócrata), eso le permitió elegir seis senadores. En cuanto a la gubernatura provincial la ganó el republicano Ramón Corona García apoyándose en los auténticos con 209 527 votos contra 163 506 que obtuvo su oponente Luis Grau Agüero, quien fue el candidato de los liberales, los demócratas, los abecedarios y los comunistas. 


Página de una Revista holguinera

Por Holguín resultó electo como Senador de la República Millo Ochoa con 114 748 votos y como Representantes fueron electos los holguineros del Partido Auténtico Luis Ochoa Rojas con 7 659 votos y Juan García Benítez con 6 804, los liberales Felipe Carbonel Soler (9 519 votos) y Sebastián Beltrán Moreno (8 751 votos), la demócrata Angélica Rojas Garcés (9 301 votos) y la Socialista Popular Esperanza Sánchez Mastrapa (5 381 votos).





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