(María Eugenia Barrios, soprano)
Raúl está entre nosotros. Así de simple. Está, es.
Miles de anécdotas puedo contar, pero voy a contar esta:
hubo un momento muy crítico de mi carrera, un momento en que yo andaba muy mal
de la voz y cuando él se enteró me llamó a La Habana y me hizo venir a Holguín. Aquí me dijo:
“Quédate aquí sin ningún tipo de compromiso, descansa, relájate, pasea y cuando
quieras cantar, canta”. A la semana ya yo estaba pidiéndole un concierto que se
dio en la Biblioteca Alex
Urquiola de Holguín. Me acuerdo que hasta Ester Borja asistió, ella fue la
primera que se puso de pie y gritó “Bravo”. Volví a tener confianza en mi,
aunque después volviera “fosca a su rincón mi alma trémula y sola”. Eso se lo
debo a Raúl Camayd, él me devolvió al arte, porque Raúl siempre tuvo esa fuerza
de carácter, no solo poderosa y dinámica, sino muy noble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario