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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

23 de octubre de 2014

"La primera tierra que se ve cuando se toma SSO a partir de las Islas de Arenas es la Silla de Gibara"

Por Cosme Casals Corella
 
Como se sabe, aun está en discusión sí Guanahaní es el lugar de desembarco de Colón en las Bahamas. De aquí que la identidad de las restantes islas también esté en dudas, excepto la Islas de Arena, identificadas con las actuales Ragged Islands.  

Colón estuvo frente a esas islas, exactamente en el lugar que actualmente es conocido como Banco de Colón y el día 27 de octubre de 1492 decidió el Almirante partir de allí a encontrarse con la isla de Cuba. 

El Almirante arribó a nuestras costas la noche de ese mismo día 27 pero esperó a la mañana siguiente para desembarcar.

Se supone que el Almirante ancló el 27 de octubre en la noche a unas 20 millas náuticas de las costas de Cuba, pero... ¿en cuál punto de la costa de Cuba?. 

Si mantuvieron el rumbo Sursuroeste, como indica el Diario, entonces, al amanecer del día 28 de Octubre de 1492 el cerro amesetado del que dijo el Almirante que veía claramente es el que conocemos como Silla de Gibara. Y si ese cerro fue la Silla, entonces el espacio visual que el Almirante tenía delante de sí es el que está entre la bahía de Gibara y la de Naranjo.

Aceptando como cierta la anterior suposición (y no hay nada que haga pensar que fue diferente), entonces suponemos que desde el lugar que estaba el Almirante, al dirigirse a la tierra más cercana, el rumbo más probable fue el que lo llevó hacia la bahía de Bariay. Sin embargo a lo largo de la historia diversos autores han elucubrados tesis diferentes variando los lugares de desembarco desde Puerto Padre al Oeste, hasta la Bahía de Nipe al Este. 

Ver o Descargar video: Viaje al Plus Ultra
(Se trata de un video en el que se recorre Bariay a la vez que se leen fragmentos del "Diario de Nacegación de Cristóbal Colón)

No obstante el lugar exacto depende de si Almirante vadeó el Banco de Colón por su beril Occidental o por el Oriental. Para comprobar lo anterior el colombista cubano Dr. Armando Álvarez Pedroso, mediante un cuidadoso análisis de las medidas itinerarias y los rumbos del diario de Colón, hizo mediciones que lo llevaron, finalmente, a la identidad de San Salvador, que fue como el Almirante renombró al puerto adonde llegó en Cuba, como Bariay. Los resultados de su utilísima investigación los publicó en su libro de 1944: “Cristóbal Colón: Biografía del Descubridor”.

“Si se sigue el rumbo SSO, que Colón llevaba, la tierra de Cuba más cercana es el tramo de costa que corresponde a los alrededores de Gibara. La primera tierra que se ve cuando se toma el rumbo SSO a partir de las Islas de Arenas es la silla de Gibara, pero enfilando esta altura se llega al puerto de Bariay y no al de Gibara, según han comprobado repitiendo este recorrido varios colombistas en los últimos años”. (Pichardo, 1978:68-69).[1]


Es reconocido el conocimiento práctico de los indios (tainos) en la navegación, y por ese conocimiento que tenían, Colón los tomas como guías para navegar por las Bahamas, Cuba y la Española. La sabiduría marítima de los aborigen queda probada en los datos que recoge el Almirante y que son ellos quienes se lo informan: los rumbos, las corrientes, los vientos y las distancias más cortas. 

Precisamente el rumbo SSO recomendado por los indios que Colón lleva en su nao, es el tramo más corto para llegar a la costa cubana partiendo de la Isla de Arena. Y para navegar por dicho rumbo se tiene como guía a la Silla de Gibara, que es la mayor alturas del grupo orográfico de Maniabón. Debió ser esa montaña la que sirvió al Almirante como orientación para su enfilación y llegada a la costa, precisamente entre los puertos de Gibara y Sama. 


En 1952, por iniciativa del Grupo Humboldt y el aporte de los dueños del central azucarero "Santa Lucía, S.A.", se construyó en la costa Este de la bahía de Bariay,  muy cercano a  playa Blanca, un obelisco  que dice: "Bariay, 28 de octubre de 1492. Lugar del primer desembarco de Colón en Cuba. Este lugar señalado en virtud de los trabajos de investigación realizadas por los señores J. Van de Gucht, S.M. Pajarón. Acuerdo del Segundo Congreso Nacional de Historia, Samuel E. Morison y el Grupo Humboldt de la Sociedad de Geografía e Historia de Oriente. El monumento que se debe a la iniciativa de la marca indicada Santa Lucía Company, S.A. Año 1952."

Entre 1969 y 1979, el destacado geógrafo cubano Antonio Núñez Jiménez, realizó varias expediciones que le permitieron completar el bojeo a Cuba. Los resultados de sus investigaciones fueron publicados en el segundo volumen titulado Bojeo”, de su enciclopedia Cuba: “La Naturaleza y el Hombre” en 1984.

En el mes de Octubre de 1974 Núñez Jiménez recorrió el tramo costero de Gibara a Baracoa, continuando en Septiembre de 1976 por el tramo de Baracoa hasta Punta de Maisí. Durante el recorrido el geógrafo prestó singular interés a la geografía colombina, utilizando el método de la reconstrucción crítica para identificar los lugares descritos por el Almirante en su Diario. (Anteriormente ya se había usado este método por Vander Gucht y Parajón, Morison, Álvarez Pedroso entre otros). Por cierto, todos los que habían usado el método habían llegado a la conclusión de que Bariay era el lugar de arribo de Colón en Cuba.

Pero aunque, como dice el mismo Núñez Jiménez, si bien tales distancias y rumbos dados por Colón “ayudan a dilucidar la ruta descubridora, no es menos cierto que puede conducirnos a no pocos errores, ya que no se sabe el valor exacto dado por Colón a las leguas y milla que utiliza. Igual puede decirse de los rumbos observados por el Almirante con su primitiva brújula, pues la declinación magnética pudo haber cambiado algo con los últimos 500 años y, por lo tanto, había que hacer pequeños ajustes a los rumbos señalados". [Núñez, 1994:86].[2]

El resultado de las investigaciones sobre el recorrido de Colón en Cuba, Núñez Jiménez las publica en su obra El Almirante en la Tierra Más Hermosa” de 1985 y reeditada en 1994 con el título Cristóbal Colón en Cuba”.

Si como todo hace creer fue Bariay el lugar de arribo, todavía hay algo que no conocemos: el lugar exacto donde Colón fondeó sus naves adentro de la Bahía de Bariay y desde donde, posteriormente, llegó a tierra. Núñez Jiménez (1985, 1994a), consideró que al entrar a la bahía de Bariay, Colón se dirigió a la costa oriental, exactamente al lugar denominado como Playa Blanca, donde actualmente aun existe el monumento alegórico al desembarco erigido por el Grupo Humboldt en el año 1952. (Del tema abundaremos en este escrito, pero más adelante).

En 1973 el ruso B. Lukin visitó a la bahía de Bariay tomando varias fotos del lugar y luego publicó un artículo en la revista América Latina titulado “Huella de Colón en Cuba”. En él, el científico dice que “En Cuba esta reconocido oficialmente que el 28 de octubre de 1492 Colón condujo sus naves a la bahía de Bariay.” Entre las fotos contenidas en su trabajo se destaca la tarja erigida por el Grupo Humboldt en 1952.  [Lukin.1973:1].[3]


El 23 de junio de 1978  el Dr. Antonio Núñez Jiménez viaja a España donde visita la Peña de los Enamorados y estudia su morfología. Después de su regreso a la Habana Núñez Jiménez viaja a Holguín y visita a Bariay para comparar la Peña con la Mezquita de Colón, entonces dijo que “no había dudas, que ambas montañas eran exactamente parecidas”


Luego, tras volar todo el Grupo Orográfico de Maniabón desde puerto Padre hasta Banes, por toda la costa, el geógrafo no encontró ninguna otra elevación con semejante morfología como no fuera la Mezquita de Colón. (Comunicación personal Hiram Pérez Concepción).


El 28 de febrero de 1983, el Consejo de Ministros de la República de Cuba promulgó el decreto número 112[4], firmado por Fidel Castro Ruz, que crea la Comisión Nacional Conmemorativa del medio Milenio del Descubrimiento Mutuo de las Culturas del Viejo y el Nuevo Mundo. Se nombra como presidente al Dr. Antonio Núñez Jiménez.

En sus primeros por cuanto el Decreto reconoce a la Bahía de Bariay como el lugar de llegada de Cristóbal Colón a Cuba y determina que debe erigirse un monumento conmemorativo en dicho lugar que represente el acontecimiento histórico-universal. Para seleccionar la obra, dice, debe efectuarse un concurso nacional y, asimismo, deben celebrarse festividades y determinar definitivamente el lugar de la llegada de los españoles a América latina, además de estudiar las consecuencias históricas de dicho suceso.

La Comisión Nacional de Monumentos el 18 de Marzo de 1983 analizó y valoró la bahía de Bariay y su entorno geográfico como el sitio histórico y el paisaje natural que fue el escenario del arribo a nuestra isla del Almirante Cristóbal Colón, el 28 de octubre de 1492. Por lo que en resolución # 68 aprobó declarar Monumento Nacional a la Bahía de Bariay y su entorno natural en la provincia de Holguín.

Y la Comisión Nacional Conmemorativa del Medio Milenio del Descubrimiento Mutuo de las Culturas del Viejo y Nuevo Mundo, encargo a la sección de investigaciones históricas del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Holguín la misión de crear un grupo multidisciplinario con especialista de instituciones científicas nacionales y del territorio para estudiar y presentar el 16 de enero de 1984 los proyectos del Parque Monumento Nacional Bariay. En estos trabajos se confirma una vez más a Bariay como el primer lugar de recalada de Colón en Cuba.

Parque Monumento Nacional Bariay

Por otra parte durante la segunda reunión de las Comisiones Nacionales del V Centenario del Descubrimiento de América celebrada en julio de 1984 en Santo Domingo, el Dr. Antonio Núñez Jiménez en su condición de presidente comunica que:

“La comisión cubana centra su atención en el establecimiento de un Parque Nacional en la zona de la bahía Bariay, el primer lugar que viera Colón; se estipula llevar a cabo trabajos cartográficos, geográficos y arqueológicos, así como investigaciones históricas (concernientes, en particular, a las culturas indígenas), e impulsar la restauración de monumentos culturales y la publicación de documentos, realizar certámenes, elaborar programas especiales de estudios, etc”. [Zemskov.1985:68].[5]

El profesor Alexei Serbarinov, doctor en ciencias geólogo-mineralógicas y geográficas, público en 1988 en la revista de Historia de Holguín su trabajo investigativo Tres días en la vida de Colón” que escribió tras explorar la bahía de Bariay y su entorno y realizar una reconstrucción paleogeografía de la misma: “Los datos que hemos expuestos vienen a confirmar las conclusiones a las que arribo el Dr. Antonio Núñez Jiménez y el acta que aprobó el primer Congreso Nacional de Geógrafos acerca de aceptar la bahía de Bariay como el lugar adonde arribo por vez primera Cristóbal Colón en Cuba”. [Serbarinov, 1988:69].[6]
 


En mayo de 1991 el Dr. Francisco Pérez Guzmán, investigador del Instituto de Historia de Cuba, recorrió los lugares colombinos desde Puerto de Padre hasta Baracoa con el propósito de hacer una investigación que luego se convirtió en el libro “La Aventura Cubana de Cristóbal Colón”[7]. En él se confirma que por sus características Bariay cumple con la descripción dada en el  Diario de Colón al que él llamó puerto y río de San Salvador.

Asimismo a raíz del 500 Aniversario del Encuentro de las dos Culturas en 1992 y luego de varios años de investigaciones, en 1991 el Departamento Centro Oriental de Arqueología bajo la dirección del Dr. José Manuel Guarch encontró lo que el notable arqueólogo llamó “la última pieza del rompecabezas”. 


Museo de Sitio de los restos de la aldea aborigen encontrada
Replica de la Aldea Aborígen de Bariay

Luego de extensas excavaciones arqueológicas Guarch apareció la aldea aborigen de pescadores descrita por Colón en el Diario. Estaba aquella diametralmente opuesta a donde se encuentra el monumento en Playa Blanca, exactamente ubicada al SurOeste de la bahía, en el lugar conocido como Punta del Gato. 

Este último es un detalle interesante que hasta 1991 no se había dilucidado: el lugar exacto donde Colón fondeó sus naves y desde donde, posteriormente, llegó a tierra dentro de la Bahía de Bariay. Por un tiempo se consideró que al entrar a la bahía de Bariay, Colón se dirigió a la costa oriental, al lugar denominado Playa Blanca, donde actualmente aun existe el monumento alegórico al desembarco, pero cuando se encontró la aldea ubicada al SurOeste de la bahía ello permitió determinar aproximadamente dicho lugar.

Boya en Bariay que señala el supuesto lugar donde fondearon las naves de Cristóbal Colón

Ya que se conocía las profundidades y el ancho de la bahía,  la zona del fondeadero se ubico unos 500 metros después de la entrada y a profundidades de unos 20 metros, lo que se corresponde con la descripción dada por Colón en su Diario de Navegación, “(…) tenia la boca del río doce brazos y es bien ancha para barloventear; surgió dentro, diz que a tiro de lombarda (…). El sitio donde debieron echar sus anclas al mar las tres naves del Almirante Cristóbal Colón actualmente esta señalizado con una Boya amarilla en la bahía de Bariay. Corona la boya las banderas que traía la Santa María, que era la nao capitana, y eran esas, las banderas de Castilla y León, esto es, la de Fernando y la de Isabel y también la bandera del Almirante Cristóbal Colón.







[1] Pichardo. Hortensia. (1978): Capitulaciones de Santa Fe y Relación del Primer Viaje de Cristóbal Colón. Editorial de Ciencias Sociales. Colección Nuestra Historia. Ciudad de La Habana. Pág.87.

[2] Antonio Núñez Jiménez. (1994): Cristóbal Colón en Cuba. Edición del Instituto de Cultura de Tabasco. México.

[3] B. Lukin  “Huella de Colón en Cuba” revista América Latina revista América latina. No 2. 1973.

[4] Gaceta Oficial correspondiente al 30 de marzo de 1983.

[5] Zemskov, Valeri, (1985): Al encuentro de la histórica fecha: ¿Celebrar o conmemorar? Revista América Latina. No.8. Editorial Progreso. Moscú. USSR. P. 58,59, 68.

[6] Serbarinov,  Alexei (1988). Tres días en la vida de Colón. Revista de Historia de Holguín. Enero-Marzo 1988. Editada por la sección de investigaciones históricas del Comité Provincial del PCC en Holguín.


[7] Este libro se publicó con motivo del Quinto Centenario del Encuentro entre las dos Culturas, por la Editorial de Ciencias Sociales, la Habana, 1992.

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