A
la vez que las contradicciones políticas antes narradas, el parque Calixto
García de Holguín, poco a poco, va cambiando su fisonomía. Y así llega 1925,
fecha esta en que ocurre una de las transformaciones más relevantes al serle eliminadas
las rejas coloniales[1].
A
partir de entonces ese importante espacio de la ciudad comienza a adquirir un
ambiente de modernidad, al que
contribuyen también, los nuevos comercios y edificaciones que se inauguran en
sus inmediaciones, entre ellos, especialmente, el palacete de la Colonia
Española, el cine Martí y el Teatro Oriente.
Calle
Maceo. Al fondo se puede ver uno de los marinetes del edificio sede de la Colonia Española.
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Colonia Española en Holguín |
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Foto del Parque Calixto García. Puede apreciarse que al fondo todavía no se había construido el teatro Oriente, la casona que se ve, y que posteriormente ocupó el nuevo teatro, era propiedad de la familia Grave e Peralta. |
La fotografía es de finales de la década de 1920 o principios de 1930. Muestra una actividad dominical en el parque. Al fondo se ve el teatro Oriente. |
La
apertura del teatro Oriente[2]
permite la presentación en Holguín de las más grandes e importantes figuras y
agrupaciones que recorrían Cuba, entre ellas las compañías de Esperanza Iris,
Luisa Martínez Casado y Ernesto Lecuona, o artistas de la talla de Rita
Montaner y Narcisín e Hipólito Lázaro.
La
cartelera del Oriente daba un brillo diferente a las tranquilas noches
holguineras.
Ocurría
muchas veces que cuando en el teatro se ponía alguno de esos espectáculos o
cuando los cines proyectaban alguna película exitosa, e igual cuando había una
“buena” actividad en alguna de las sociedades de instrucción y recreo, el
parque quedaba desolado. Pero una vez que terminaba la presentación, el parque
recobraba su ritmo. Ritmo que comenzaba desde muy temprano cuando los
compradores tomaban un descanso en sus bancos después de salir de las tiendas El
20 de Mayo, El Buen Gusto, La Luz
de Yara u otros establecimientos que se mantenían abiertos hasta tarde en la
noche, y en los que se ofertaban desde ropas y alimentos hasta autos del último
modelo. Era ya una vieja costumbre de los holguineros exhibirse dando paseos
alrededor del parque; por eso todos los que salían del Café El Fénix y de las fastuosas
fiestas del Liceo no se marchaban hasta darle la tradicional vuelta.
Obviamente
que del Liceo solamente salían los miembros de la más rancia burguesía local,
que para entonces ya dejaban sus automóviles últimos modelos parqueados en los
alrededores del parque.
Destaca
entre los grandes propietarios los muy influyentes Infante Maldonado. Eran
estos propietarios de numerosos inmuebles ubicados en los alrededores del
parque. Uno de ellos fue el bello edificio que actualmente sirve de Casa de
Cultura; levantado en 1913 entre la Farmacia Sirvén y la tienda El Buen Gusto (hoy
Casa de la Trova).
En la planta baja del palacete Infante funcionó El Banco Español y otros
establecimientos y en la planta alta la residencia de la familia.
La
Casa
Infante
desde el Parque Calixto García. (La fotografía es de la década de 1950)
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Por
su ubicación los balcones de la
Casa Infante sirvieron de tribuna a imponentes actos y
desfiles; entre ellos el recibimiento al presidente Gerardo Machado cuando
aquel vino a Holguín en 1927 para presidir la inauguración del panteón de los
veteranos de la independencia en la necrópolis local[3].
Leer además: Familia Infante de Holguín.
Desde
el balcón de los Infante el Presidente vio un parque muy diferente al actual;
aún conservaba algunos atractivos de antaño, pero demandaba mejoras que las
autoridades locales no emprendían por falta de dinero o desidia.
Y
tanto fue así que el Club Rotario y el médico Rafael Avilés Cruz tuvieron que
esforzarse en dotarlo de nuevos jardines, un moderno alumbrado y el segundo
reloj público con el que aún cuenta la ciudad, el cual se compró en Suiza y fue
instalado en los altos del cine Martí en 1929[4].
Leer además: Los relojes públicos de Holguín.
[1] Las verjas del
parque. Periódico “El Eco de Holguín”, p.1.Holguín, 10 de enero de 1925.
[2]
Anécdotas del Teatro Oriente. Tomado de Notas de Juan R. Albanés, Fondo Raros y
Valiosos de la Biblioteca Provincial:
El Teatro Oriente ocupaba parte del espacio que hoy ocupa el edificio del
antiguo Teatro Infante. Ni el de abajo ni el del medio, se atrevían a gritar o
protestar cuando las imágenes se superponían. Pero cuando eso ocurría era
cuando el gallinero, con voz tronante,
gritaba al unísono alargando las últimas vocales: “Cuadra Chinooo,
Cuadraaaa!!!!!”, y, allá, encerrado en su cabina, el chino Armando Pedrás
Fornaris rectificaba el desorden, visualizaba las imágenes y asunto concluido.
[3]
Papelería de Juan Albanés, Tomo 3 p 20. Fondos Raros y Valiosos, Biblioteca
Provincial Alex Urquiola .También se reseña la visita en el periódico “El
Pueblo” del 27 de julio de 1927. Museo Provincial La Pesquera.
[4] El
médico Rafael Avilés Cruz, fue uno de los grandes benefactores del Parque.
Nació y creció en sus alrededores y allí amenizó las retretas con la orquesta
familiar cuando solamente era un adolescente. De su bolsillo Rafael Avilés Cruz
compró el reloj y también contribuyó a la compra de luminarias. Generalmente se
dice que el reloj empezó a funcionar en 1930, pero se puede probar que fue
meses antes leyendo el título: Relojes públicos, aparecido en el periódico “El
Eco de Holguín”, p.1, de 9 de octubre de 1929.
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