Por Adelfa Hernández
Por
decisión del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, después del triunfo de de la
Revolución Cubana los cuarteles se convirtieron en escuelas, verdaderas fortalezas
del conocimiento.
En
aquel entonces más del 90 % de los ciudadanos de la Isla apenas sabían leer y
escribir, tampoco había suficientes maestros, ni escuelas especiales, ni
deportivas, ni técnicas, ni mucho menos escuelas primarias.
Así
se produjo en Holguín la transición de un Regimiento militar en hermosa ciudad
escolar. Al acto asistieron Fidel Castro junto a Che Guevara y Armando Hart,
Ministro de Educación. Fue el 24 de febrero de 1960.
En
el discurso dijo Fidel:
"Ustedes
se pueden considerar que han tenido la fortuna de poder estudiar en condiciones
muy distintas de las que estudiaron los niños anteriormente en esta ciudad de
Holguín. Incluso, antes pasábamos por aquí, ¿y qué veíamos? Guardias, fusiles,
esbirros, hasta que llegaron los rebeldes y conquistaron esta fortaleza, y la
conquistaron no para quedarse con ella, porque los rebeldes no necesitan esta
fortaleza, los rebeldes conquistaron esta fortaleza para entregársela a los
niños".
"Los
rebeldes no necesitan fortaleza, el pueblo de Cuba no necesita fortaleza, ¿por
qué? ¿Quién defiende ahora a la Revolución? ¿Dónde están las fortalezas de la
Revolución? En el pueblo, y en los caminos, y en las cooperativas, y en las
montañas. ¿Para qué queremos estas fortalezas, si tenemos la Sierra Maestra
completa, la Sierra Cristal, la Sierra de Gibara, y tenemos todas las sierras
de Cuba? Y tenemos, además, una fortaleza en cada pueblo, tenemos una fortaleza
en cada casa. Pues nosotros no necesitamos fortalezas; ellos sí necesitaban
fortalezas, ellos necesitaban fortalezas porque no tenían una fortaleza en el
pueblo, ellos necesitaban una fortaleza contra el pueblo, y por eso, a pesar de
que, por ejemplo, Holguín era una ciudad desarmada por completo, ellos tenían
que tener aquí un gran regimiento, ellos tenían que tener estas lomas
convertidas en fortalezas, ellos tenían que tener estas fortalezas rodeadas de
aspilleras".
"¿Para
dónde apuntaban esas aspilleras? Para el pueblo. Y aquí tenían que tener una
fortaleza muy grande. ¿Por qué? Pues porque tenían que defender los grandes
latifundios que hay en toda esta zona norte de la isla de Cuba; pero como ahora
no hay que defender los latifundios, pues no hace falta la fortaleza esa. Como
ahora el pueblo es el que defiende la Revolución, no hace falta que haya
fusiles apuntando contra el pueblo, porque los fusiles no apuntaban hacia otro
peligro, no apuntaban hacia el extranjero; los fusiles apuntaban hacia el
pueblo. Y a pesar de que en el pueblo no había fusiles, pues ellos necesitaban,
aquí en Holguín, que era un pueblo desarmado, un ejército completo. ¿Eso tiene
lógica? ¿Tiene sentido eso? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") Ahora es
cuando el pueblo comienza a comprender todas estas cosas. Antes se había
acostumbrado a pasar por aquí y ver una fortaleza. No podía pasar nadie porque
le ponían un fusil. Y el pueblo veía aquellas cosas y no entendía bien para qué
hacían falta tantos soldados, y tantos fusiles y, sobre todo, tantas
fortalezas; ¿qué hacían más de 1 000 soldados ahí en esa guarnición?"