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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

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6 de junio de 2021

¿De dónde eran los primeros holguineros?

(Con información obtenida de los Dres. Carlos Antonio Córdova Martínez, Laureano Calzadilla Anido y José Fernando Novoa Betancourt.

Centro de Estudios sobre Cultura e Identidad, Universidad de Holguín)




Se ha dicho mucho y muchas veces que los primeros holguineros vinieron de Jamaica, pero en el presente varios historiadores no lo creen.


José Rosalía de Ávila y González de Ribera, padre del historiador Diego de Ávila y del Monte, en una de las primeras obras sobre los orígenes de la jurisdicción holguinera, de la que solamente se conservan 32 cuartillas1 dice:

La población de Holguín es toda blanca (...) Es la descendencia de la colonia de Jamaica (...)”.

Por su parte dice Pérez de la Riva en claro seguimiento de la opinión anterior:

Holguín es un asentamiento de colonos de Jamaica (...)2,

E igual, la opinión la retoma Joel James cuando asegura que:

Holguín, cuyo enclave primero se crea de manera voluntariosa e interesada, a finales del siglo XVII, con los inmigrantes provenientes de Jamaica (…)”3.

Sin embargo autores actuales desmienten las anteriores afirmaciones.

El Dr. Carlos Córdova insiste que entre los criollos fundadores vinieron decenas de descendientes de judíos conversos asentados en el oriente de Cuba desde antes, y para probarlo muestra apellidos de larga data en la zona que asimismo aparecen en la lista de apellidos sefarditas conformada por las autoridades ibéricas y que son los que clasifican para solicitar la ciudadanía española. (Ver más)

Y el también Dr. en Ciencias Históricas Laureano Calzadilla asegura categóricamente que los colonizadores de Holguín eran esencialmente criollos naturales de Bayamo en su mayoría, y asimismo de Santiago de Cuba y Puerto Príncipe (Camagüey).

Lo anterior demuestra que es difícil estudiar el origen étnico de la población holguinera del siglo XVIII.

Los documentos de ese dicho siglo clasifican los habitantes de la Isla en blancos españoles, libres de color, esclavos y extranjeros, de ahí la imposibilidad de conocer el por ciento de criollos, confundidos como se encuentran en las únicas cifras a las que se puede tener acceso en el presente.

No obstante los historiadores buscan alternativas. Una es la lectura de los Testamentos, porque en ellos se señala el lugar de nacimiento del testador, e incluso el de sus padres. Solo que se sabe que únicamente o casi siempre, nada más testaban los propietarios y esos, la mayoría de las veces, eran blancos. Lo anterior obligó a encontrar otras soluciones para tener información de los clasificados como “de color”. Una fue los propios testamentos de los blancos propietarios, pues en ellos se recogían a los esclavos entre los bienes del testador y la mayor parte de las veces señalaban si esos eran criollos o africanos, y, para mayor felicidad de los estudiosos, muchas veces decían la etnia a la que pertenecía el natural de África.

Otra vía de encontrar la información perdida son los documentos de compraventa de esclavos, que, con frecuencia, contemplaban si el vendido era criollo o africano; de ser criollo, decía si era mulato o negro, y en el caso de los africanos, muchas veces, el origen étnico.

La posibilidad de conocer la composición étnica de los libres “de color” fue menor. En el presente solamente existe una vía: las cartas de horros o cartas de libertad, que indican el porcentaje de criollos que obtenían la libertad.



1 La obra se titula Memorias para la Historia de Holguín en la Isla de Cuba” y fue publicada en: Memorias de la Sociedad Patriótica de La Habana, La Habana, 1856, p. 9.

2 Juan Pérez de la Riva: “La conquista del espacio cubano”, La Habana, 2004, pp. 124.

3 Joel James: “Alcance de la cubanía”, Santiago de Cuba, 2001, pp. 31-32.



¿De dónde eran los abuelos blancos de los holguineros actuales?

(Con información obtenida de los Dres. Carlos Antonio Córdova Martínez, Laureano Calzadilla Anido y José Fernando Novoa Betancourt.
Centro de Estudios sobre Cultura e Identidad, Universidad de Holguín)


La ciudad de Holguín fue fundada por gente blanca y hasta los negros que trajeron como esclavos, se blanquearon.

Familias holguineras fundadoras (manuscrito)
Autor: Don Diego de Avila

En la notaría de Holguín se conservan 350 testamentos aproximadamente dictados entre 1746 y 1800. En esos se demuestra la supremacía criolla en la población, en particular entre los blancos.

Del total de testadores habían nacido en Holguín 301 lo que representa el 40,03 %. (El dato anterior evidencia un proceso formativo en el que los nacidos en la ciudad aun no superaban el 50 % de la población).

Los no nacidos en Holguín, pero residentes en la comarca, eran inmigrantes procedentes de las jurisdicciones vecinas.

Bayamo: 270 individuos, que representan el 35,90 %.

Santiago de Cuba: 78 individuos (10,37%).

Puerto Príncipe: 60 individuos (7,98%).

Otras regiones y jurisdicciones están menos representadas.

De todos los testadores:

El 86,25 % eran criollos blancos

El 0,69 % criollos “de color”, lo que representa el 86.94%.

Españoles era el 11,0 %, de ellos, un 7,56 % peninsulares y el 3,44 % canarios.

Las etnias españolas más representativas en el Holguín entre los testadores de la segunda mitad del siglo XVIII son:

En primer lugar, los canarios con 12 individuos;

los castellanos, 10;

los mallorquines, 7;

los andaluces 5

y para el resto, las cifras oscilan entre 1 y 3.

Como se ve los canarios eran los más numerosos, pero seguidos muy de cerca por los castellanos y mallorquines; (esta última etnia pobremente representada en el resto de la Isla).

Conforme con los documentos, la mayoría de los que dictaron testamento contaban con más de 50 años, por lo que debieron nacer en las primeras décadas del siglo XVIII e incluso, algunos, a fines del siglo XVII. A juzgar por esos datos, los progenitores de los testadores nacieron, en su mayoría en el siglo XVII y la casi totalidad era natural de la región oriental.

Entre las madres de los testadores solamente tres NO nacieron en Cuba: una era originaria de la capitanía general de Venezuela y dos de España. Esta exigua cifra testifica el indiscutible papel desempeñado por las progenitoras criollas en la conformación de la sociedad holguinera.

Al analizar la naturaleza regional de los padres de los testadores se comprueba que la costa norte del Cabildo Bayamés (Holguín) fue sometida a un proceso de colonización desde el principio de la llegada ibérica, pero detenido a poco y reiniciado en el siglo XVII, pero la colonización más notable se produjo a principio del XVIII y se intensifica a lo largo de este último siglo. La anterior hipótesis se basa en los datos proporcionados por los testamentos. De ellos se deduce que la mayoría de las familias acomodadas se asentaron en la región antes de primera mitad del siglo XVIII, constituyendo la aristocracia que posteriormente apoyó la separación de Bayamo y que controló el Cabildo holguinero en la segunda mitad de este siglo.


19 de marzo de 2018

Origen de los apellidos García e Íniguez



Por:Evelyn Hernández Cobas 

Una ligera búsqueda en la Internet inmediatamente nos aportó información sobre el origen de los apellidos del Mayor General independentista cubano Calixto García Iñiguez.


García
“Es un apellido patronímico, lo que quiere decir que es un nombre que se convirtió en apellido, de origen vasco, muy extendido por la península ibérica y por América. Proviene del vasco medieval Garçea.
En ese nombre se encuentra el étimo (o sentido verdadero) del adjetivo gaztea, que significa 'JOVEN'. Sin embargo, otras fuentes lo relacionan con el germánico wars: 'JOVEN GUERRERO' y también con el godo garxa o garcha, 'PRINCIPE DE VISTA AGRACIADA'. (Lo anterior significa que antes de la invasión musulmana ya el nombre existía en otras regiones españolas).
Las primeras referencias al apellido GARCIA se remontan al año 789 en la Baja Navarra donde el nombre de Garsea lo mismo se usaba para hombres, Garseand, como para mujeres, Garsinde, en las familias emparentadas con la familia ducal de Vasconia. De ellos, uno de los primeros en llevarlo fue un hermano de Sancho I de Gascuña, ambos, Garseand y Sancho I eran hijos del duque Lupo II”[1]
Para comprobar el origen y extensión del apellido, la autora examinó los cuadros comparativos de la extensión de los nombres, que aporta una solución para el origen geográfico de los nombres:
“En tales cuadros se comprueba cómo García era un nombre medieval muy frecuente en Navarra, algo menos en La Rioja y bastante menos en Burgos oriental y sobre todo en la Castilla del Norte de entonces, o sea, su uso frecuente era desde Burgos a León y Galicia. Su más probable origen se halla en la zona pirenaica, es decir zona vascófona. Nos hallamos, pues, ante un antropónimo (nombre propio de persona) que, sea cual sea su etimología, tiene su nacimiento en el área vasca. Quizá ello sea de importancia para enfocar el problema etimológico”[2].
Iñiguez
“(…) apellido patronímico castellano que significa 'HIJO DE IÑIGO'. El sufijo ez, es la forma patronímica de indicar la filiación (…) las primeras referencias de Iñigo en lengua castellana se remontan al siglo XI (y las de Íñiguez al XII), (Se sabe que antes de estas fechas, siguiendo los usos de la época, los escritos oficiales se realizaban en latín o en lengua latina autóctona). Tanto en la España visigoda, como en otras culturas germánicas, era común formar el apellido de un individuo añadiendo al primer nombre del padre una de las formas patronímicas az, ez, iz u oz; de esa manera tenemos a Fernández ('hijo de Fernando'), Ramírez ('hijo de Ramiro')”.[3]



[1]Origen etimológico de García. Información obtenida en el sitio web. http://www.euskaltzaindia.org/index.php?option=com_eoda&Itemid=191&lang=es&testua=gartzea&view=izenak.
[2]Idem.
[3]ÍÑIGUEZ, Eduardo: “Íñiguez de Valdeosera” (linajes riojanos en Chile),1987.http://www.euskaltzaindia.org/index.php?option=com_eoda&Itemid=191&lang=es&testua=gartzea&view=izenak

Los apellidos y su origen. Genealogía de Calixto Garcia Íñiguez



El apellido como medio para diferenciar a unas personas de otras y para identificar a un sujeto con su linaje familiar, surgió en Europa Occidental a partir del siglo XII.
Muchos apellidos de origen español tienen su origen del nombre de un antepasado lejano, esclavizado por colonizadores castellanos, ejemplo Álvarez, (de Álvaro); Sánchez, (de Sancho); González, (de Gonzalo);  Díaz, (de Diego). Pero asimismo, en España y las tierras con clara influencia de esa cultura, existe una gran variedad de orígenes de apellidos, como se verá a continuación:
Apellidos de origen toponímico: nombres de ciudades, pueblos, ríos, montañas y accidentes geográficos, como Salamanca, Ávila, Toledo.
Apellidos de profesión u oficio: Carpintero, Cardenal, Monje, Alcalde, Rey, Conde, Marqués.
Apellidos de apodos y nombres: Una de las formas más primitivas y tradicionales de los humanos es llamar a los otros por alguna característica física o moral que les permitía diferenciarlos: Delgado, Feo, Hermoso, Rubio, Moreno, Prieto, Negrín, Negrón,  Leal, Travieso, Malo, Mellado, Calvo, Doblado, Cejijunto, Cabeza de Vaca, Barragana, Expósito, Santana (por Santa Ana).
De origen extranjero y españolizados: O´Donnell, Swartz, Osborne, Cólogan, Hamilton, Waló, Wangüemert, Yanes, Melo, Dorta, Carballo.

6 de junio de 2012

Pascualito


Nacido en la villa de Gibara a las seis de la tarde del domingo 10 de noviembre de 1901, Andrés Avelino Pascual Mariño, más conocido como Pascualito, creyó firmemente en la necesidad de dejar constancia escrita del diario acontecer de la población que le sirvió de cuna.  Consecuente con el autoimpuesto oficio de historiador de la cotidianidad, llevó un registro del pulso de la vida social, económica y política de Gibara a lo largo de decenas de años; haciendo incluso referencias al estado del tiempo, con observaciones meteorológicas realizadas personalmente. Recogió además los precios que alcanzaban los víveres en las bodegas de barrio, la entrada y salida de buques al puerto, y simples hechos curiosos que matizaban la existencia del gibareño común.


Este hombre, de personalidad muy peculiar, que desde joven trabajó como mensajero de la Aduana de Vita y posteriormente realizó distintos oficios, tales como conductor de trenes de carga y auxiliar de laboratorio de azúcar en Santa Lucía, hasta finalizar su vida laboral como trabajador de la Cultura en Gibara; merece ser reconocido por la constancia demostrada en el cumplimiento de la labor que escogió como eje rector de su vida. Es posible que no coincidamos muchas veces con los criterios que emitió sobre determinados acontecimientos, fenómenos y procesos; pero la contundente realidad del hecho, exactamente ubicado en fecha y en contexto, la explicación pormenorizada del desarrollo de los sucesos, avalada con recortes de la prensa y hojas sueltas de propaganda impresa, conque matizó sus narraciones, constituyen hoy una fuente de conocimiento de inestimable valor para quienes pretendan escribir sobre la historia de esta Villa.


Bien vale la pena el estudio de sus cuadernos y ficheros, actualmente dispersos y solo parcialmente conservados, como vale la pena también que aunque sea en el espacio, que llamaremos estrecho, del mundo cultural en que se desenvolvió, se le rinda un día el pequeño y merecido homenaje post mortem que no se realizó en  noviembre de 2001 al cumplirse el centenario de su natalicio.



16 de mayo de 2012

José H. Beola, el último de los capitalistas afortunados de Gibara.

Por: Enrique Doimeadios


En el enlace se puede oír al  historiador de Gibara Enrique Doimeadios narrando la historia de don Pepe Beola

Don ­José Homobono­  Beola­ y­ Valenzuela ­fue ­un ­personaje­ al que se habrá de tener en cuenta  cada vez que se narre la historia ­de­ la­ Villa­ Blanca­ durante­ el­ último cuarto ­del ­siglo XIX ­y­ los ­siete­ primeros ­lustros­ del ­siglo ­XX.

Nacido ­en­ Gibara,­ según ­su­ propia ­confesión ­el­ 13­ de ­noviembre­ de 1850;­ fue  bautizado ­en ­la ­Iglesia­ Parroquial de­ San­ Fulgencio­ de ­esta­ villa. Era­ hijo­ natural­ de ­Don ­José  Ignacio­ de­ Beola­ y­ Ustoa,­ nacido en­ Coro, ­Venezuela,­ de­ padres­ españoles­ establecidos en ­aquel­ lugar. Y de la gibareña Doña Cecilia Valenzuela de Banegas y Díaz. (Esta mujer nunca supo quiénes fueron sus padres; recién nacida dejaron la niña en el portón de entrada de la ­casa­ de­ la­ familia Valenzuela ­en­ Gibara. Estas personas la acogieron, ­criaron ­y­ dieron­ apellido ­pero consignando­ siempre­ que ­había­ sido­ una ­niña­  expósita).

Pocos­ meses­ después ­del­ nacimiento de­ José ­ Homobono­ sus­ padres contrajeron ­formal­ matrimonio­ eclesiástico­ y­  legitimaron­ al hijo  ­que ­ya ­tenían.

El­ padre de Beola se ­dedicó durante­­ mucho ­tiempo ­al comercio,­ y­ al­ morir ­­de cistitis catarral­ crónica cuando había cumplido 60 años de su edad, el­ 16­ de­ febrero ­de­ 1876,­ sólo dejó­ como ­bienes­ una ­casa­ gravada­ en ­hipoteca­ que fue­ valorada­ en 6000­ pesos. ­De­ acuerdo­ con­ sus ­hermanos­ Don­ José Homobono ­se­ encargo  ­de ­redimir ­la­ hipoteca ­y­ conservar ­la­ casa­  familiar.

El­ 19­ de Febrero ­de­ 1883­ José Homobono­ Beola contrajo ­matrimonio­ eclesiástico­ en ­la parroquia ­de­ San­ Fulgencio ­con­ Doña­ Cecilia­ Tauler y­ Benítez, ­vecina­ de  Gibara. Él­ aportó ­bienes­ al­ matrimonio­ por valor­ de­ 15 ­000­ pesos;­ mientras­ que­ su­ cónyuge no ­hizo ­aporte­ alguno.­ Para­ esta­ época ­Beola era­ condueño ­de ­la­ casa­ comercial­ denominada Beola­ y Compañía.  

Leer además: Restauran Museo de Arte colonial de Gibara. (Esta bella casona gibareña fue la vivienda principal de José H. Beola)

Hombre ­muy­ bien ­relacionado;­ trataba­ con­ casas­ comerciales­ de­ Alemania ­y­ de­ los Estados ­Unidos,­ además­ de­  realizar­ negocios­ con firmas españolas y miembro prominente­ del­ Casino­ Español ­de ­la Villa. 

Fue en­ el­ local­ social­ de­ su ­negocio donde ­tuvo­ lugar­ la­ reunión preparatoria­ para­ el ­inicio ­de ­las ­gestiones­ de­ construcción­  del Ferrocarril ­de ­Gibara ­y­ Holguín,­ proyecto­ que­ fue Beola uno de los que soñó y que viabilizó después ­con­ su­ enorme ­sentido­ práctico­ para­ ejecutar­ empresas­ y­, asimismo, Beola llegó a monopolizar el ferrocarril hasta tener en sus propiedades el ­80,9­% ­de ­las­ acciones. Y como si no fuera suficiente, Beola copó totalmente­ la Junta ­Directiva­ ferrocarriles hasta que esta quedó­ en­­ manos­ de­ sus­ familiares.

Locomotora de Vapor del ferrocarril de Gibara y Holguín

Gibareño­ de ­pura­ cepa,­ en ­los­ distintos ­testamentos­ que­ dictó­ dejó­ aclarado­ que todos­ y ­cada­ uno ­de­ sus ­hijos­ nacieron ­en ­la­ Villa­ y­ fueron bautizados ­en ­la­ Iglesia de ­San­ Fulgencio­ de­ Gibara. A todos los envió a escuelas de Alemania­ y­ de­ los Estados­ Unidos.


Preocupado­ siempre­ por­ el ­brillo­ social ­de ­la­ Villa, es­ posible seguir­ su­ trayectoria a ­través­ de ­las­­ actividades ­del ­Casino ­Español ­y­ sus­ esfuerzos­ para­ lograr ­que  Gibara­ contara ­con ­un­ teatro­ digno­ de­ una ­pequeña­ ciudad. ­Por otra parte en la hermosisima casa­ particular­ de Beola se hicieron las reuniones­  que ­hicieron­  época ­en ­la­ sociedad gibareña­ de­ aquel tiempo,­ (sociedad­ de­ corte ­hispano,­ con­ rasgos de ­cosmopolitismo ­gracias­ a­ su entonces­ favorecido puerto). Beola llegó a ser nombrado cónsul de los Estados Unidos en Gibara. Por tal motivo cuando en 1898 Estados Unidos interviene en la Guerra por la independencia de Cuba y declara la guerra a España,­ Beola ­se­ vio ­en ­una­ situación ­embarazosa,­ pues­ era­ él, también­, uno­ de ­los jefes­ del­ cuerpo­ de ­voluntarios ­de­ la­ Villa.­ 

Su primera reacción fue ponerse al lado de España,  ­y­ cuando pasa ­una ­tropa­ de voluntarios ­marchando­ frente­ al ­edificio ­del consulado,­ arrió la bandera­ norteamericana­  y ­la­ lanzó­ al­ suelo ­para­ que ­los­ voluntarios la pisotearan.­ Unos pocos años después, cuando ya Gibara había sido ocupada por las tropas y estando ­el ­buque­ de ­guerra­ norteamericano Nashville anclado­ en ­la ­bahía, ­Beola­ volvió ­a ­izar ­la­ misma­ bandera­ norteamericana­ en­ el consulado. ­El­ comandante­ Maynard,­ capitán ­del­ buque, ­enterado de­ lo­ ocurrido ­le­ ordenó­ que­ arriara­ inmediatamente­ la­ bandera­ referida y Beola lo hizo,  pero ­tan ­pronto ­el­ Nashville­ abandonó ­las­ aguas ­de ­la­ bahía­ Beola izó la bandera una vez más y siguió desempeñándose como cónsul de los ­Estados ­Unidos.

Asimismo Beola supo ­aprovechar ­al­ máximo ­las ­oportunidades ­que­ brindaba ­la­ guerra­ por la independencia de Cuba en­ un ­lugar como ­Gibara, y más para lo que en verdad era él, un­ capitalista ­emprendedor: Gracias a una serie ­de ­préstamos hipotecarios­ que­ concedió­ sobre­ propiedades inmuebles logró convertirse en el dueño ­de­ las­ mejores fincas­ del­ territorio, tanto que tras­  complicados ­manejos­ obtuvo­ el ingenio "La­ Victoria"­ de los herederos­ de­  Atanasio Calderón ­y­  los ingenios "Santa ­María"­  y ­"El­ Vapor"­ de ­la­ Sucesión Chapman.


Tan­ pronto ­se ­restableció ­la­ paz­ Beola también aprovechó­ al­ máximo las posibilidades que ­la nueva calma le brindaba. Otra vez estuvo en la lista de vecinos importantes, tanto que fue un  telegrama­  suyo­ desde los Estados Unidos el que confirmó­  al alcalde­ de­ Gibara ­la ­llegada al país por ese puerto del primer presidente de la República recién electo, don Tomás Estrada ­Palma. (este suceso ocurrió ­­en­ abril­ de­ 1902). Y como mismo Estrada Palma, otros presidentes ­y­ muchas­ personalidades­ influyentes­ fueron­ sus ­huéspedes­ en­ la­ Villa durante ­la republica.

Los ­protocolos ­de ­la ­notaría­ pública­ de Gibara­ durante ­el­ primer lustro­ del siglo  XX ­están ­llenos­ de ­compras ­hechas ­por ­él ­de­ los derechos de­ pensión  de ­los veteranos­ de­ la­ independencia.­ Este turbio ­negocio­ le ­permitió­ sin­ duda­ alguna aumentar ­considerablemente ­su­ capital

Amigo ­de­ los­ dueños ­del ­Ingenio­ Santa ­Lucía,­ Beola fue­ durante­ muchos años­ su representante­ en­ Gibara. También ­estrechamente ­relacionado ­con ­la familia­ Dumois, adquirió ­junto ­a­ ellos ­propiedades­ territoriales en ­Banes­ e­ hizo ­inversiones ­en ­el central­ Tacajó. ­Sus­ relaciones con ­la ­empresa­ norteamericana­ United ­Fruit Company ­también­ le ­resultaron ­provechosas ­para­ el ­aumento ­de­ su­ fortuna personal.

Por otra parte adquirió muchas ­acciones ­en ­la ­hacienda­ comunera­ de­ San Felipe­ de­ Uñas,­ de ­ahí  su ­interés ­en ­el­ deslinde­ de­ la­ misma, pero esta operación­ que ­no llegó­ a­ ejecutarse­ entonces por ­la­ férrea y valiente ­ ­oposición ­de­ los­ campesinos ­que vivían en­ el ­lugar.

En ­la década ­de­ los­ años treinta ­del ­siglo ­XX ­Beola vivía ­prácticamente­ casi todo ­el ­tiempo ­en ­La­ Habana, ­lugar ­donde ­le alcanzó ­la ­muerte­ el 3 ­de ­diciembre ­de ­1934, ­en ­su ­casa ­de ­la­ calle­  San­ Lázaro­ entre Genios­ y ­Cárcel.­ Sus ­restos­ descansan ­hoy ­lejos ­de ­la ­villa ­en ­la­ que ­hizo ­su­ fortuna;­ lejos­ del terruño ­­que ­a ­pesar ­de ­todo, ­siempre ­amó.

No queda dudas que fue Beola un hombre­ extremadamente­ pragmático y afortunado ­en ­los­ negocios,­ sin embargo no­ tuvo­­ igual suerte ­en ­la ­vida ­familiar: ­Seis ­de ­sus ­nueve­ hijos fallecieron antes­ que  él ­y sus ­hijos ­varones­ no­ dejaron­­ descendencia que ­le ­permitiera­ la­ continuidad ­del apellido.

FUENTES:
ARCHIVO ­DEL ­MUSEO   ­MUNICIPAL ­DE ­GIBARA:
Protocolos ­de­ la­ Notaría ­Pública ­de ­la­ Villa.
Libros ­de­ Actas ­del ­Casino ­Español.
ARCHIVO ­ PROVINCIAL­DE­HOLGUIN
Libro­ de ­Registro­ de­ Ferrocarriles.
ARCHIVO ­DE­ LA ­IGLESIA ­DE ­SAN ­FULGENCIO ­DE ­GIBARA:
Libros ­de ­Bautismos.
Libros ­de­ Matrimonios.
LEMUS­ NICOLAU,­ ANTONIO:­ "Crónicas­ Gibareñas:­ El­ Teatro­ Colonial"
LEYVA ­AGUILERA, ­HERMINIO;­ "Gibara­ y­ su­ Jurisdicción"

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