Al comenzar la última etapa de
la lucha de los cubanos contra el dominio español, se inició en Holguín otro
período de parálisis económica. La administración municipal se vio obligada a
reparar las obras de defensa y construir otras, dejando a un lado la atención a
las necesidades de la plaza y de otros sectores sociales.
Entre los cientos de
holguineros que se incorporaron a la manigua, estaban insignes
guerreros, pero también sencillos hombre de pueblo que no eran diestros
en el uso de las armas, pero que también
dieron muestras de heroísmo y amor al suelo natal. Entre estos últimos estaban casi todos los músicos
de las dos orquestas locales, la de Ochoa y la de Avilés.
Esos músicos, que tantas veces
habían amenizado las retretas en la Plaza de Armas, fueron
escogidos por el holguinero José Isidoro Urbino cuando el general Antonio Maceo
le ordenó que escogiera a los mejores
para formar la Banda
de la Invasión
a Occidente, o la Banda
de Holguín como la llama José Luciano Franco en su biografía de Maceo.
La historia de Cuba jamás puede olvidar que al partir la columna
invasora desde los Mangos de Baraguá, el 22 de Octubre de 1896, iban
al frente los músicos de Holguín interpretando La Bayamesa. Y tampoco que la Banda Invasora escribió otras páginas inolvidables, por lo que José Miró
Argenter, en sus Crónicas de la guerra,
le prodiga merecidos elogios.
Por su
parte Constantino Pupo escribe en su
libro Patriotas Holguineros, que esta
Banda fue: “(…) la que anunció a los camagüeyanos que las huestes del Gran
Maceo habían salvado el linde de Oriente, y la que, en la famosa carga de Mal
Tiempo electrizó a los soldados de la libertad, dando al aire las notas
vibrantes del Himno Invasor, y la que en Mantua, término feliz de la gloriosa
jornada, conmovió la campiña pinareña (…)”[1]
Tampoco se debe olvidar que sus directores, Manuel
Dositeo Aguilera y Jesús Avilés Urbino, tuvieron un papel muy significativo en
la creación del Himno Invasor, del que Loynaz del Castillo se atribuyó luego la
total autoría.
En el siguiente material de 1943 se puede ver al General Enrique Loynaz del Castillo narrando su versión de la historia del Himno Invasor:
En el siguiente material de 1943 se puede ver al General Enrique Loynaz del Castillo narrando su versión de la historia del Himno Invasor:
Al concluir la guerra varios de los músicos de Holguín
retornaron al pueblo con la satisfacción de haber cumplido con el más sagrado
deber de un patriota y una vez en la ciudad, reorganizaron las dos orquestas
que se encargaron de tocar en las populares retretas de la Plaza, hasta 1922 en que se
funda la Banda Municipal.
Lamentablemente
cuando los independentistas cubanos prácticamente habían conquistado la
victoria, el Ejército norteamericano interviene y se hace dueño de Cuba.
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