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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

8 de diciembre de 2016

Raúl Camayd. Biografía



Para la confección de esta biografía se utilizaron los expedientes laborales y artísticos de Raúl Camayd, su autobiografía, sus entrevistas, incluyendo entre ellas una inédita concedida a Alfredo Saínz Blanco, y los testimonios de familiares, compañeros de trabajo y amigos. 

(El autor, Alfredo Saínz Blanco, fue yerno de Raúl Camayd)

En la fotografía Alfredo Sainz Blanco, Nadia Camayd y la hija de ambos

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El “balo” mayor

Nayib Gemayel regresó al Líbano, pero el color de la Isla lo perseguía en todo momento. Su primer viaje fue en 1903, cuando era muy joven. Ocho años después inició, de nuevo, la larga travesía desde las costas de su patria: la atractiva ribera de Creta, de Sicilia, el animado puerto de Cádiz, todo el Mediterráneo, el inmenso Océano Atlántico, la populosa Nueva York, La Florida cálida y, finalmente, el oriental puerto cubano de Gibara, “la tierra más hermosa…” Venía acompañado de su esposa, Rajil Zogbe Inyaic, mujer muy joven y con los aires típicos de la hermosura libanesa. Ambos traían al primer hijo, la pequeña Lavive.
El emigrante era robusto, de cara redonda y gruesos cachetes colorados. Sus espejuelos, de aros circulares y oscuros, además de corregirle la miopía, le daban aires de distinción. Nacido junto al mar, en la pequeña comunidad de Gazhir, que muy pronto la creciente Beirut convirtió en uno de sus barrios.
La primera dificultad de los emigrantes fue ante el registro de la Aduana, en la villa gibareña. Los documentos de identificación que traían eran absolutamente ininteligibles para las autoridades que no comprendían la exótica prosodia árabe. Según después contó Nayib con su oscura pronunciación del castellano, llegaron a un inicial entendimiento: el Gemayel del apellido lo castellanizaron en “Camayd”, sobre todo, por su coincidencia sonora (y no tanto escrita). Y el nombre se convirtió en Emilio. Rajil, por su parte, fue la señora Argelia. 

Argelia Zogbe, recién llegada a Holguín

Emilio Camayd y Argelia Zogbe, padres de Raúl en 1978

Inmediatamente después de llegar, el matrimonio se trasladó a su destino final, la ciudad de Holguín.
En un caballo alquilado, Emilio recorría los campos vendiendo telas, confecciones, zapatos y prendas de fantasía. Más tarde logró fundar un taller de costura que después convirtió en una sastrería ubicada en la céntrica calle de Frexes. El mismo dueño, con habilidad, hacía muchas de las prendas que ofertaba la casa.
El “comercio y la industria fue la actividad característica de la familia, que fue creciendo hasta la suma de doce hijos. De los nueve varones falleció, muy joven, Miguel, y se sumó Gastón, un hijo que tuvo el padre fuera del matrimonio.
Muchos años después, la noche en el que el Teatro Lírico de Holguín hizo su primera función, Emilio Camayd todavía no había logrado diferenciar la “p” y la “b”. En la puerta del teatro la portera le pidió la entrada. Molesto, el padre del director de la compañía le dijo: “¡Cómo me va a pedir que pague para entrar si yo soy el balo [palo] mayor de esta familia!”.

El barítono
Raúl Camayd nació el viernes 13 de Agosto de 1937. Era “el último y más pequeño de estatura (…) un niño muy simpático, muy sobresaliente (…) desde chiquito cantaba en las reuniones familiares (…)”.[1]
Sus estudios primarios, hechos en la escuela José Martí y en la Academia Buch, los concluyó en 1952, y en ese mismo año matriculó el bachillerato. El primero y segundo año los hizo en el Instituto de Segunda Enseñanza de Holguín, el tercero en el Instituto del Vedado, en La Habana, el cuarto en el Colegio cuáquero “Los Amigos”, de Holguín, y el quinto y final, que hizo en el año 1956, en el Instituto de Segunda Enseñanza holguinero, donde había comenzado esa enseñanza. Fue el mejor alumno de su graduación, por lo que le otorgaron la medalla Jorge Mañach.
En ese año su madre visita el Líbano y también los Estados Unidos y Argentina.


Todo parece indicar que la vida artística de Raúl se inició el jueves 24 de Abril de 1952 en un concierto en la Cruz Roja Cubana (de Holguín). Y se sabe de este concierto por una carta de agradecimiento de la institución en la que se habla de su “magnifico aporte artístico en nuestra velada el día 24 de los corrientes”. Sin embargo y a pesar de que Camayd siempre conservó ese documento, él siempre dio como fecha inicial de su carrera el viernes 25 de Abril de 1952.  

La fotografía es del año 1954. Lo acompaña al piano César Morales

En 1954 comienza sus actuaciones en las radioemisoras CMKF, “La Voz del Norte de Oriente” y Radio Progreso, además en el canal 4 de la TV. Luego su colaboración con esos y otros medios de difusión se va intensificando: CMBF, Tele Mundo, CMQ y el Canal 6 de la TV Cubana. Y aunque la mayoría de las veces participaba como cantante, por esos años incursionó en los radioteatros que se producían en la ciudad de Holguín (Raul Rabert). (Durante toda su vida Camayd se mantuvo cercano y vinculado a los Medios de Comunicación Masiva: fue escritor fundador y con su seductor carisma de comunicador, condujo por varios años el programa de radio “Domingo Lírico” que aún se transmite por Radio Angulo (Alberto Velázquez) También fue fundador y jurado del famoso programa de la televisión “Todo el mundo canta” (Canal 6, 1980-84), integró el Consejo Técnico Asesor del Instituto Cubano de Radio y Televisión y presidió ese mismo consejo en el holguinero Tele Cristal, canal del que fue un permanente colaborador, y en 1990 escribió programas e impartió el ciclo televisivo “El arte de cantar”.

Estudios superiores.
En Septiembre de 1956 inició estudios superiores en la Nacional Universidad de La Habana y en la privada, Santo Tomás de Villanueva, en las que cursó las especialidades de Derecho Civil y Filosofía y Letras. (Derecho lo terminó pero no se tituló porque no hizo el Examen de Estado, de Filosofía y Letras nada más cursó el primer año).
Un aspecto casi desconocido en de vida fue su vinculación a los movimientos juveniles que enfrentaron la dictadura de Fulgencio Batista:
“(…) participé en las luchas estudiantiles en Holguín y especialmente en La Habana, concurriendo a manifestaciones, redactando proclamas y en general todo tipo de colaboración espontánea durante los años 1953-54. En 1957 me vinculé al Directorio Estudiantil Revolucionario organizando células en la Universidad de Villanueva. (…) Durante la manifestación del 15 de Enero de 1953 fui detenido en unión de varios compañeros de la FEU (Federación Estudiantil Universitaria), entre los que se encontraban Echeverría, Azze y Miguel A. Domínguez. Estuve detenido durante seis horas en la Quinta Estación. Por esos hechos mis familiares me presionaron para que regresara a Holguín a continuar mis estudios aquí, donde me vinculé a Roberto Vega, Fernando Vecino Alegret[2] y Antonio de los Reyes, Gaspar Carballido y otros que desde el Instituto de Segunda Enseñanza realizábamos labores de agitación y propaganda en contra del régimen pero sin vinculación directa con ninguna organización revolucionaria.
Durante los primeros meses de 1956 realizamos práctica de tiro y entrenamiento. (…) Luego regresé a La Habana y fue entonces que me vinculé con el Directorio Revolucionario hasta el triunfo de la Revolución cuando junto a otros compañeros ocupamos y defendimos las oficinas del antiguo Partido Acción Unitaria, que estaba en el poder, ocupando numerosos documentos que entregamos al comandante Camilo Cienfuegos. El jefe de este grupo era el compañero Alberto Mora, hijo del mártir Menéalo Mora.
Regresé a Holguín en 1959 donde en compañía del Dr. Silvio Grave de Peralta reorganizamos el Directorio[3].
Paralelamente a su preparación universitaria, Raúl recibía con gran aprovechamiento estudios “de canto, música y artes dramáticas (…) realizando alguna labor profesional como artista cuando el tiempo lo permitía”[4].
Su formación musical en La Habana se inició, “primero con el español Ricardo Sevilla y luego con el prestigioso pedagogo cubano Francisco Dominicis”[5], aunque, según siempre reconoció como su primer maestra a la pianista Ester Mallo, “pionera de la promoción cultural en Holguín. Entonces yo era casi un niño; ella fue la primera persona que me dijo que yo podía ser profesional del canto”[6] 
Ya artista profesional, siguió estudiando, la generalmente de forma autodidacta. El mismo se preocupó por reseñar algunos de los temas estudiados: de 1962 a 1965: Técnica del guión de TV con Armando Cabeza; entre 1964-1968: Armonía solfeo, con los profesores José María Fernández (de México) y Félix Guerrero; Actuación y dirección escénica, con Rodolfo Gutkin (de Argentina); en 1972: Historia y apreciación de las Artes Plásticas con el pintor Cosme Proenza; entre 1985-86: Economía del teatro (en la URSS) y Repertorio con Liliana Yablenska (de Bulgaria). Pudo hablar en inglés, francés, italiano y algo de ruso.
A partir de 1954, durante el periodo vacacional, trabajaba en los negocios de su familia. En 1957 y hasta 1961 fue designado vicepresidente de la agencia Autos Camayd S.A. Más tarde fue administrador de la cafetería-restaurante Autocentro. 

Famosos en Holguín: Autocentro y garaje Camayd en Holguín.
Emilio Camayd Zogbe, hermano de Raúl. Famoso cirujano y hombre de negocios de la Ciudad.
 
En marzo de 1962 comenzó a trabajar en la Delegación Municipal de Cultura junto al Dr. Silvio Grave de Peralta, entonces al frente de esa dirección. En noviembre de ese año funda el Teatro Lírico de Oriente, conocido por todos como Teatro Lírico de Holguín. Al fallecer en 1980 el ilustre compositor cubano y gran admirador de la compañía holguinera, maestro Rodrigo Prats, el Teatro Lírico toma su nombre.
Raúl trabajó en el proyecto de fundar el grupo lírico desde 1961. la primera función la dan el 16 de Noviembre de 1962 en el Teatro Infante. Memorable noche aquella que veinte años más tarde el propio Camayd reseñó:  

Este breve pero valioso texto (que por añadidura evidencia un dominio estilistico poco explotado por su autor), fue escrito por Raúl Camayd durante la celebración de veinte aniversario del Teatro Lírico (1982)
Argelio Cobiellas encendió por centésima vez lo que quedaba de su heroico habano y marcó el último trazo de su experimentado pincel, sobre una ferma que simulaba una cerca de piedras para utilizarla en el segundo cuadro del acto primero de Los Gavilanes. “Bueno, arriba con eso…” Y los dos compañeros que esperaban, cargaron con gran esfuerzo aquel voluminoso elemento de bagazo prensado que pesaba no menos de sesenta libras. Eran las siete y treinta de la noche del 16 de Noviembre de 1962, faltaba una hora para el estreno de la obra. Ya se había formado una larga cola frente a la taquilla del teatro Infante y los dos “cargadores” la emprendieron Aricochea abajo con la enorme cerca que despertó la curiosidad de los transeúntes, hasta llegar a la puerta del fondo del Teatro, en la calle de Luz y Caballero. Un tramoyista que esperaba frente a la puerta dijo “Eso no cabe por ahí. Hay que desarmarlo”, pero a esa hora nada podía detener a aquellos dos portadores jadeantes*. “Desbarata la puerta, hermano, que esto está recién pintado y va para adentro así mismo!!!”


 
En las fotografías, imágenes de una puesta de Los Gavilanes (no se trata de la memorable función de inauguración del Teatro Lírico) En la última se ve a Raúl junto a María Remolá y Ana Julia García

A las ocho y treinta se escucharon las primeras notas del bello preludio orquestal de “Los Gavilanes” bajo la batuta del desaparecido maestro Carlos Avilés** y allí estaban Románico, Náyade, Tey, Sergio, Yoyita, Zenayda, Brito, Graciela, Mandy y Raúl***, este último terminado de maquillarse cuando ya el telón se abría. Minutos después el aplauso del público hacía ceder la tensión. Tal fue el inicio del Teatro Lírico Rodrigo Prats que desde entonces ha recorrido un largo y fructífero camino.
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*Los portadores del pesado elemento escenográfico eran Raúl Rabert Montoya y el propio Raúl Camayd.
**Carlos Avilés, integrante de la tradicional familia de músicos holguineros, fallecido en 1969. fue pianista y director de orquesta.
***Se refiere al grupo de fundadores que trabajaron esa noche: románico “Papi” Leyva; Náyade Proenza; Ester “Tey” Aguilera; Sergio Ochoa; Gloria “Yoyita” Herce; Zenayda Cardet Hernández; Graciela Morales; Armando “Mandy” Díaz García y Ramón Brito. Salvo Yoyita Herce, Mandy Díaz y Brito (este último protagonizó la segunda historia de la película “Lucía” de Humberto Solás), los restantes permanecieron el en Teatro Lírico hasta su jubilación.
Según el programa de esa temporada inicial, en noches sucesivas trabajaron como actores: Jorge L. Marrero, Juan Acosta, Irma Camejo, Mildred Herrera, Mercedes del Forn, Manuel Millán, Aramís Infanzón, Argelina Laurencio, Tey Aguilera, Marta Aballe, Cruz Hernández y Latzis Méndez. Bocetos: Raúl Rabert Montoya, Realización: Moisés Pérez, Pintura (escenográfica): Argelio Cobiellas, Vestuario: Talleres La Teatral, Maquillaje: Xiomara Almaguer y Olga Sardiñas, Luminotecnia: Arturo Cruz, Director de Escena: Sergio Ochoa, Dirección Musical: Carlos Avilés, Dirección Coral: Graciela Morales, Coreografía; Mercedes del Forn, Dirección General: Raúl Camayd.

Raúl y su esposa Náyade Proenza

El 22 de diciembre de 1963 contrajo matrimonio con Náyade Proenza  y el 28 de Diciembre de 1964 le nació su única hija, Nadia.

 

En 1969 sus padres se van al Líbano haciendo tránsito por los Estados Unidos, país en el que radican nueve de sus hermanos. En La Habana permaneció Emilín, cirujano de profesión y en Holguín, Gastón. El 19 de octubre de 1984 le nació su única nieta, Diana.

Raúl y Náyade con Diana, la nieta

Obra artística.
Desde el primer momento Raúl se desempeñó como Director General, artístico y primer solista del grupo. En 1974, además, dirigió el Teatro Lírico Nacional de La Habana por necesidad de esa institución, pero siempre alertó que se trataba de una responsabilidad temporal.
En Holguín, junto al trabajo de rigor, desarrolló una intensa actividad pedagógica con su colectivo, y también fue maestro en las escuelas de arte de la Ciudad, en la Ignacio Cervantes de La Habana (en la que además fue Jefe de Cátedra), y en la Unidad Docente para la enseñanza de canto en Holguín, del Instituto Superior de Arte (ISA), institución esa que le otorgó en 1988 la categoría de Profesor Asistente y en 1990 la de Titular Adjunto. La Filial holguinera del ISA para la especialidad de canto, consecuencia del entusiasmo creativo de Camayd, inició su primer curso en Septiembre de 1988.
El prestigio creciente de Raúl y si compañía propició, casi desde sus inicios, un intercambio con otras instituciones y personalidades, entre ellas: Gonzalo Roig, Rodrigo Prats, Adolfo Guzmán, Rafael Somavilla, Gonzalo Romeu, Enrique González Mántici, Valdés Arnau, Manuel Dúchense Cuzán, Alicia y Fernando Alonso, Adolfo Gutkin, Ester Borjas, Rosita Fornés, Félix Guerrero, Norman Milanés, María Remolá, Conrado Quevedo, Leo Brower…
Como solista y director general y artístico participó en decenas de obras: maría la O, Cecilia Valdés, Amalia Batista, Estampas cubanas, Estampas martianas, Estampas de María la O, Sensemayá, Los gavilanes, Luisa Fernanda, La del Soto del Parral, La del manojo de rosas, La tabernera del puerto, La viuda alegre, El conde de Luxemburgo, y también en decenas de revistas de variedades como De Broadway a la Alambra, De aquí y de allá, Llegó el Lírico y durante sus últimos años hizo varios conciertos con fragmentos de óperas.
En mayo de 1982 presidió la delegación de la Semana de la Cultura en La Habana y asumió la dirección general de la gala que se celebró en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional, con guión y dirección artística del dramaturgo Carlos Jesús García, “Carlín”.
En 1986, con 25 mil diez votos, ocupó el tercer lugar en la encuesta “Girasol de la popularidad”, que auspiciaba la revista Opina. Al año siguiente, durante la rendición de cuentas de la provincia ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, hizo la dirección general de la gala que durante los días 15, 16 y 17 de Julio se llevó al escenario de la Sala Avellaneda. La dirección artística fue de Nelson Dorr.
En octubre de 1989 se estrenó íntegramente en Holguín la ópera La Traviata, con un éxito extraordinario. Antes Camayd había protagonizado un centenar de obras de diversos géneros y estilos y con la Ópera Nacional de Cuba había trabajado en esa obra de Verdi en 1974.
1989 fue el de mayor número de funciones del Teatro Lírico Rodrigo Prats, 89 670. En 1977 habían tenido una cifra cercana: 86 180.
Entre las actividades artísticas que Raúl Camayd consideró más significativas durante toda su carrera están las actuaciones que hizo con las Orquestas Sinfónicas de Moscú, Lima en Perú y Cuba. Y asimismo presentaciones en Europa, Asia y América. 

Raúl Camayd y Raúl Calzadilla en Viet Nam.
Raúl Camayd, María Remolá, Raúl Calzadilla y Esteban Taylor en Viet Nam


Realizó numerosas giras por el extranjero. En el continente europeo visitó diez de las antiguas Repúblicas de la Unión Soviética (Camayda) entre 1973-1975 y Bélgica y Checoslovaquia en 1987 como turista. En África (1973): Marruecos, Siria y Sudán. En Asia: (1973): Mongolia, Viet Nam, China, Corea del Sur, Laos, Birmania y la India. En América (1987): Panamá, Ecuador, Colombia; y en 1979: Canadá, Puerto Rico y Estados Unidos, éste último país en visita a sus familiares. (Regresó en 1991).
Al frente de su Compañía actuó en Perú durante la segunda quincena de Noviembre de 1987, con un programa que incluyó selecciones de zarzuelas españolas y María la O, acompañados por la Orquesta Sinfónica de Lima, dirigida por el maestro cubano Gonzalo Romeu. La temporada se desarrolló en el Teatro Principal de la capital peruana y en el Palacio de Convenciones del Hotel Crillón, que por esos días celebraba su 40 aniversario.
En Mayo de 1988 se desarrolló la primera edición del Concurso Nacional Rodrigo Prats para Jóvenes Cantantes Líricos, una brillante y vieja aspiración de Raúl Camayd, quien presidió el jurado[7]. El Concurso logró reunir a una gran cantidad de personalidades del género y fue un acontecimiento de impresionante repercusión social. En Mayo de 1990 se celebró la segunda edición, el Jurado lo presidió Adolfo Casas a petición de Camayd, por tener él varios de sus alumnos en concurso, una de ellos, María Dolores Rodríguez, ganó el Gran Premio.
En Octubre de 1990 fue sometido a una intervención quirúrgica en el Hospital Hermanos Ameijeiras de La Habana. Aparentemente restablecido se incorporó a sus tareas habituales. En Diciembre recibió el “Hacha de Holguín”, distinción provincial calificada por él como “la más preciada”.


 A lo largo de su carrera recibió un centenar de reconocimientos, entre ellas las distinciones “Por la Cultura Nacional”, las medallas “Raúl Gómez García” y “Vicente García”; las órdenes “El Cucalambé”, “50 Aniversario de la CTC (Central de Trabajadores de Cuba)” y “Lázaro Peña” y las placas “Máximo Gómez” y “Calixto García”. En Viet Nam y Leningrado le otorgaron medallas al mérito artístico.
Lamentablemente solo grabó un disco de larga duración titulado “Raúl Camayd canta canciones de siempre”

“Raúl Camayd canta canciones de siempre” 1982, estudios de grabaciones y ediciones musicales Siboney, Santiago de Cuba.
El disco, que apenas tuvo difusión, tiene palabras de presentación de Miguel Sierra Lahens y en él piezas de Lecuona, Gardel-Lepera, Grenet, Greever y otros. Lo acompaña la orquesta Siboney bajo la dirección de Norman Milanés, entre los arreglistas (que lamentablemente no aparecen acreditados), está el músico holguinero Antonio Cuenca. Laproducción es del tenor Daniel Vázquez.
Puede consultarse, periódico ¡Ahora!: “Raúl Camayd, el primer disco de larga duración y un año significativo de su carrera”, por Fernando Beramendi.
En los festejos por la celebración del Nuevo Milenio la grabación fue relanzada en formato de cassette y disco compacto bajo los auspicios del Centro Cultural Plaza de la Marqueta, con un hermoso diseño de Dagoberto Driggs y palabras del escritor Manuel García Verdecia

Según puño y letra de Raúl, en escrito que se conserva, su repertorio llegó a ser de “más de mil obras de distintos autores, épocas y estilos, interpretados en 15 idiomas”.
Sus inquietudes artísticas lo llevaron con éxito a la dirección de espectáculos de cabaret, labor que compartió durante varios años con la dirección de su Teatro Lírico. También colaboró activamente en la organización de varios espectáculos del carnaval de Holguín, otros actos culturales y veldasa de carácter histórico. 

Enfermedad.
En octubre de 1974 falleció su hermano Emilín, al que Raúl era muy apegado. A fines de ese año su esposa Náyade Proenza comienza a percibir en él algunos problemas de salud que no llegaron a reflejarse en su trabajo. En Octubre de 1990 lo someten a una operación quirúrgica de la que supuestamente se restableció. En 1991 nuevamente le comenzaron a afectar sus padecimientos. En los primeros días de Mayo de ese año lo internan en el Hospital Hermanos Ameijeiras de La Habana donde permaneció una sola semana porque en 21 de Mayo partió hacia los Estados Unidos a reencontrarse con su familia. Allá es sometido a un chequeo riguroso y lo ponen un tratamiento médico, pero a pesar de eso su salud empeoró.
El 23 de Junio regresó a La Habana y fue vuelto a internar en el Hospital Ameijeiras donde lo someten a una segunda intervención quirúrgica. Luego de la operación tuvo una efímera sensación de mejoría y concedió una entrevista de gran repercusión en Holguín.

SER QUERIDO ES MAS IMPORTANTE QUE SE IMPORTANTE
Por: Alfredo Sainz Blanco
“Usted debe ser una persona muy importante porque lo llaman mucho por teléfono”, le dijo una enfermera del Hospital Hermanos Ameijeiras a Raúl Camayd y el conocido barítono respondió con sabia afirmación: “Yo no creo que sea una persona muy importante, pero soy querido, que es más importante que ser importante”
Y la anécdota me sirve hoy para iniciar estas líneas que reproducen un breve diálogo telefónico que da testimonio del cariño recíproco existente entre el pueblo de Holguín y el fundador de su Teatro Lírico:
“Yo me siento muy agradecido por esta oportunidad de saludar a mis queridos holguineros que tanto se han interesado por mi salud y me han estado llamando constantemente. Quiero que sepan que con el tratamiento que tengo en este Hospital espero muy pronto estar nuevamente con ustedes para seguir luchando por el desarrollo de la cultura holguinera y cubana.
“Quiero decirles que no se preocupen demasiado. Sé que ha habido un poquito de alarma porque regresé de un viaje al extranjero y debería estar en Holguín, pero lamentablemente tuve una afección en una pierna y fui ingresado en este Hospital de la Capital, pero no es motivo de alarma, espero pronto estar con ustedes nuevamente lo más pronto posible, tal vez pueda ver los Juegos Panamericanos desde allá y estar presente en el estreno de La del manojo de rosas, que sé la están montando mis compañeros del Lírico.
“Un abrazo para ti, para todos los compañeros de los medios de difusión, del sector cultural y, claro, para todo el pueblo de Holguín. Les agradezco nuevamente su preocupación por mi salud. Pronto estaré junto a ustedes y un gran abrazo”*.
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*Esta es la última entrevista concedida por Raúl Camayd. Podemos considerarla como su despedida pública. Se produjo en condiciones bien singulares: el periodista mantenía periódicamente comunicación telefónica con él por una relación y afecto familiares (era su yerno), pero hasta ese momento ninguna de las conversaciones había tenido ningún interés periodístico. Sin embargo, ese día Raúl experimentaba un momentáneo estado de mejoría y, a pesar de su irreversible padecimiento, mantenía todo su optimismo vital. De manera espontánea periodista y barítono coincidieron, durante el diálogo, en grabar la entrevista. Hoy, al leer el último párrafo cabe preguntarse si Camayd estaba conciente de que era aquella su despedida.
La grabación se difundió por la CMKO, cadena provincial de Radio en Holguín con gran repercusión. Casi inmediatamente fue transcripta y apareció en las páginas del periódico ¡Ahora! El 23 de Julio de 1991, esto es, cinco días antes del fallecimiento de Camayd.

Concluido su periodo de ingreso en el Hospital, aunque en precario estado de salud, Camayd fue trasladado a la casa de su cuñada Consuelo Esteva, viuda de su hermano Emilín.
El sábado 27 de Julio, repentinamente le atacaron dolores muy agudos. Lo ingresaron de emergencia en el Hospital militar Carlos J. Finlay. Al amanecer del día siguiente, domingo 28, falleció víctima de un coma hepático, consecuencia de una agresiva neoplasia.
Sus restos fueron expuestos en la Funeraria de Calzada y K de la capital por unas horas. Esa misma noche los trasladaron a Holguín.
En su ciudad natal se realizó el velatorio en la sede de la Unión de Artistas y Escritores. (El velorio de Camayd fue la primera gran acción de la joven sede de los artistas y escritores de Holguín).
El entierro se inició a las 3.00 de la tarde del 29 de Julio. Fue uno de los más grandes y conmovedores que recuerdan los holguineros.

Así reseñó la prensa la  muerte de Raúl Camayd

En el Cementerio Municipal, que estaba colmado por el pueblo, incluyendo los alrededores y azoteas cercanas, se volvió a escuchar su voz en la histórica grabación de “La Salida de Juan” de la zarzuela Los gavilanes. Ello provocó escenas de un dramatismo desgarrador.
Cada año, en la misma fecha, el pueblo y los integrantes del Teatro Lírico regresan al Cementerio de Holguín donde se vuelve a oír la grabación hecha por Camayd.

 




[1] Entrevista a Náyade Proenza, esposa de Raúl Camayd.

[2] Llegó a ser Comandante de la Revolución y Ministro de Educación Superior.

[3] Tomado de la Autobiografía de Raúl Camayd.

[4] Idem

[5] Hasta ese momento Camayd cantó en la cuerda de tenor. Fue Dominicis el que por primera vez identificó acertadamente su voz como barítono.

[6] Caridad Franco. El sueño lírico de mi ciudad. Entrevista.

[7] A partir de 1992 el Gran Premio pasó denominarse Raúl Camayd.

1 comentario:

  1. Juan Gabriel Camayd27 de mayo de 2024, 19:05

    Soy sobrino de Raúl Camayd. Tuve a mi cargo organizar y ayudar en su tratamiento. Mi padre el Profesor Dr Emilio Camayd, falleció en Octubre de 1989, ( nunca fue hombre de negocios) Tío Raúl estaba en La Habana. En Cuba quedaron 4 hermanas Camayd Emilio, mi padre, Emilia (Lola), una extraordinaria persona, Raúl y Gastón. Todos los hermanos Camayd eran muy conocidos y sobresalientes, nunca sé por cuál van a preguntar cuando digo mi nombre, tampoco he oído hablar mal de ninguno de ellos. Todos nosotros guardamos entrañables recuerdos de ellos; per Raúl es más notable. Lo recuerdo a todos y los extraño cada día.

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