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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

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29 de septiembre de 2011

LA UNITED FRUIT Co. EN CUBA



Fachada de la entrada del viejo edificio United Fruit en la avenida St. Charles, Nueva Orleans, Luisiana, EEUU

Para leer sobre la United Fruit Co. en Wikipedia haga click aquí

Las actividades de la United Fruit en Cuba representaron hasta cierto punto una anomalía dentro de las líneas operativas de esa empresa, puesto que en la mayor isla antillana fue el azúcar, y no el banano, el centro de su interés.

Asimismo producir azúcar en Cuba con la experiencia acumulada en la gestión de las plantaciones y el comercio bananero, otorgó también un perfil distintivo a la United entre las compañías azucareras norteamericanas que actuaban en Cuba. Cómo organizó la División Cuba de la United la esfera laboral la hace diferente a todos los otros monopolios que actuaban en la Isla.


La apuesta cubana de la United Fruit

Mucho antes de la llegada de la UFCo. a los territorios que rodean a las bahías de Banes y Nipe, al noreste de la isla, era el marqués de Esteva de las Delicias el dueño de un extensísimo latifundio de 70 000 has.-conocido como “Terrenos de Nipe”.



Este marqués se habían propuesto instalar una gran fábrica de azúcar en sus propiedades prácticamente despobladas. Pero, pese a haber conseguido el respaldo financiero de un banco parisino, el proyecto azucarero de Nipe en el siglo XIX no llegó a fructificar. La zona continuó mal viviendo su lánguida existencia, al margen de la dinámica económica que en 1893 permitió a Cuba producir más de un millón de toneladas de azúcar.

Leer además genealogía del marquesado de Esteva de las Delicias en GRANDES DE ESPAÑA
o en WIKIPEDIA

Mejor suerte que las tierras del marqués tuvieron otras aledañas en las que comenzaron a fomentarse plantaciones de banano.

Gracias a los avances registrados en materia de navegación y almacenaje, así como al cultivo de una variedad más productiva –Gros Michel-, el consumo bananero había crecido rápidamente en los Estados Unidos, mercado que en los años finales del siglo XIX importaba ya unos 17 millones de racimos.

Para satisfacer tan pujante demanda, en distintos países del Caribe se desarrollaron extensas plantaciones, a menudo estimuladas –o directamente promovidas- por empresas comerciales y navieras que operaban en los principales puertos del Atlántico norteamericano.

Con una exportación que -en 1892- superaba los siete millones de racimos, Cuba figuraba entre los mayores productores bananeros del momento. En la gran Antilla este cultivo era muy antiguo, pero fue en la década de 1870 cuando llegó a alcanzar una verdadera escala comercial, principalmente en la zona de Baracoa. Precisamente fue desde esa localidad desde donde los comerciantes y empresarios se encargaron de propagar la producción de bananos por las llanuras y valles de la costa norte de la provincia oriental (hoy territorios de la Provincia de Holguín).

Hacia 1887, una familia de comerciantes fruteros radicada en Baracoa, los Dumois, se asoció con algunos terratenientes de la zona de Banes para fomentar una extensa plantación.

Mediante la adquisición de tierras o el establecimiento de contratos de cultivo con campesinos del área, los Dumois consiguieron controlar más de 8 000 hectáreas de platanales y en 1895, valiéndose de tres empresas –todas ellas acreditadas en New York-, exportaban hacia Estados Unidos casi dos millones de racimos de banano.

Más, el estallido en ese propio 1895 de la guerra de Independencia en Cuba constituyó toda una catástrofe para los empresarios bananeros, cuyas propiedades y plantaciones en Banes fueron destruidas por las fuerzas del Ejército Libertador cubano.

Con sus negocios en suspenso y acuciados por algunas deudas, en 1897 los Dumois optaron por traspasar un importante número de acciones de sus empresas a la Boston Fruit Company, una gran entidad bananera estadounidense con la cual mantenían viejos nexos mercantiles.

Se sabe que en 1899 la compañía frutera bostoniana fusionó sus intereses con los de Minor C. Keith, otro empresario del giro, para crear la United Fruit Company. Entre los activos de la joven UFCo se incluían tierras cubanas y dos de los hermanos Dumois -Hipólito y Simón- figuraban en su directiva.


Pocos meses antes del nacimiento de la United, en Cuba había concluido el conflicto independentista con la intervención de los Estados Unidos. La Isla fue ocupada por el ejército norteamericano.


Andrew W. Preston (1894)
 Gerente General de United Fruit Co.
 La circunstancia no podía resultar más favorable para la United Fruit: sus propiedades en la isla gozaban ahora de la garantía representada por las autoridades militares estadounidenses. Y cuando surge la República de Cuba bajo el tutelaje de los EE.UU la seguridad de la Compañía se proyecta al futuro.

Apenas firmado en París un documento que acordaba la retirada de España después de 400 años de coloniaje los Dumois, que se habían ido a los EE.UU huyendo de la guerra, regresaron a Banes, pero ahora no eran los empresarios independientes que los vecinos habían conocido, sino que volvieron como funcionarios de la United, con las tareas de administrar –y acrecentar- las ya extensas propiedades territoriales de la compañía en aquella zona.

Aunque la empresa reanudó sus negocios bananeros rehabilitando algunas viejas plantaciones de los Dumois, el interés de la compañía, y en particular de su presidente Andrew Preston, se desplazó hacia el azúcar, producto para el cual avizoraba un futuro promisorio en tierras banenses.

Por exceder el marco tradicional de operaciones de la United (el banano), la decisión del azúcar fue calificada por algunos como “la locura cubana de Preston”. No obstante Preston siguió pensando en la caña y casi de inmediato comenzó a concretar su nuevo plan con la colaboración de Hugh Kelly, un avezado promotor azucarero que desde años atrás explotaba ingenios en Cuba y Santo Domingo.

Las oficinas de Kelly en New York se encargaron de realizar las compras de equipo y brindar el asesoramiento necesario para la instalación de un central azucarero, el Boston, en Macabí: punto costero enclavado en el mismo centro de las propiedades de la United Fruit en Banes.

Con el nuevo rumbo empresarial de la Compañía, Hipólito Dumois cesó en su condición de manager de la UFCo. en Cuba –y también desapareció de su directiva-, pero continuó actuando como un estrecho colaborador de la empresa. Hipólito era especialmente útil para lo que la United consideraba su objetivo inmediato: la expansión de sus propiedades agrarias.

Pretensión que se veía favorecida por el confuso régimen de tenencia territorial característico de las regiones orientales de Cuba: las llamadas “haciendas comuneras”, vestigios de la organización agraria inicial de la isla implantada por los conceptos feudales españoles.

Las haciendas comuneras se habían mantenido indivisas a lo largo de siglos, aunque en la práctica su explotación las fue fragmentando de manera harto imprecisa, mediante los llamados “pesos de posesión”.

“Pesos de posesión” significaban una especie de unidad de cuenta que -en cantidades variables- representaba el equivalente aproximado en tierras de una porción del valor de la hacienda. De hecho, las propiedades de la United en Banes no eran más que determinadas cantidades de pesos de posesión en cada una de las seis haciendas de la zona.

Esta anteriormente señalada situación resultaba un evidente obstáculo al traspaso de las tierras en calidad de mercancía y, por ende, un obstáculo para el desarrollo capitalista de la agricultura. Para superar aquel escollo el gobierno interventor norteamericano puso en vigor a principios de 1902 la Orden Militar No. 62, que establecía el procedimiento para la demolición de las haciendas en los términos más favorables a las voraces compañías norteamericanas que estaban invirtiendo en las provincias del este del país.

Con la asesoría de Dumois y los servicios de habilidosos abogados, la United se las ingenió para hacer valer sus pesos de posesión –fuesen estos legítimos o falseados- y descalificar a los de decenas de indefensos campesinos, apropiándose de la mayor parte de las haciendas de Banes, hasta integrar esas tierras en un enorme latifundio de más de 30 000 hectáreas. Pero todavía mayor sería la tajada territorial conseguida por Don Hipólito para la United en la zona de Nipe.

Conocedor de que sobre el extenso latifundio de los “Terrenos de Nipe” pesaba una amenaza de remate judicial como resultado de las deudas contraídas por sus propietarios con el Banco Romano de París, el habilidoso empresario se las ingenió para adquirir, mediante una maniobra de sabor fraudulento, las 75.000 hectáreas de esa inmensa propiedad por la ridícula suma de 189.370 dólares.

Al año siguiente –y por una cifra casi idéntica- Dumois “traspasaba” esas tierras a los señores Preston y Keith, principales cabezas de la United.

Inaugurado en 1901, el central Boston demostró casi inmediatamente que era una inversión acertada: apenas un par de años después y ya producía casi 20.000 tns. de azúcar y, lo mejor: sus perspectivas se tornaban todavía más halagüeñas, pues tras la firma el tratado de Reciprocidad Comercial entre Cuba y EE.UU. en 1903 el precio del dulce comenzó a experimentar un sostenido ascenso.


Alentado por la favorable coyuntura, Preston consideró oportuno fomentar otro central azucarero. Para ello procedió a segregar unas 50.000 has. de los antiguos Terrenos de Nipe.

Como la operación implicaba ciertos riesgos, el proyecto no fue asumido directamente por la UFCo., sino que se constituyó una nueva empresa, la Nipe Bay Company que, con la garantía de las tierras traspasadas por Preston y Keith, lanzó valores al mercado por algo más de $ 5.000.000.

Dichos fondos financiarían la construcción de un nuevo central, el Preston, y el fomento de plantaciones cañeras aún más extensas que las de Banes.

Cuando en 1907 la nueva fábrica entró en operación, la United “compró” la mayor parte del stock de acciones de la Nipe Bay. La Nipe Bay murió completamente absorbida por la UFCo. en 1923. Para esa fecha sus propiedades se valoraban en algo más de 12 millones de dólares.

Tras la absorción de la Nipe, las propiedades cubanas de la United quedaron organizadas en dos divisiones, “Banes” y “Preston” con un total de 105.000 hectáreas: la mayor propiedad territorial que -de manera concentrada- poseyese una compañía azucarera norteamericana en Cuba. (No era la UFSCo. la Compañía norteamericana con mayor cantidad de centrales azucareros en Cuba, pero sí eran sus dos centrales los más grandes productores de dulce).

Discurso pronunciado por el Presidente de la República de Cuba Fidel Castro Ruz, en la Tribuna Abierta de la Revolución en acto de protesta y repudio contra el bloqueo, las amenazas, las calumnias y las mentiras del presidente Bush, en la Plaza Mayor General "Calixto García" de Holguín, el 1ro de junio del 2002.




23 de septiembre de 2010

Gibara, una mirada marina y costera






Gibara vista desde la costa




El parque eólico Gibara II, de tecnología china y con una capacidad de generación de 4,5 MW, construido en Punta Rasa, en el municipio holguinero de Gibara.



Estatua de Camilo Cienfuegos, Gibara


Viejísimo cadáveres de barcos que quedaron en la costa


A la búsqueda de las gaviotas eternas que pueblan Gibara. (Fotos de Juan pablo Carreras)




Y los pelícanos también


Eran los pelícanos y las gaviotas lo que el fotografo buscaba, pero las Auras tiñosas se mostraron: una quieta, pensativa, meditabunda, las otras en plena trifulca:


19 de septiembre de 2010

Los Haticos

Es uno de los Consejos Populares en que se subdivide el municipio Báguano. A unos 15 kilómetros de distancia de Holguín y a la vera del la Carretera hacia el Este.


Para el autor de Aldea Cotidiana, Los Haticos tiene una significación muy especial: aunque nací en Holguín vine a vivir a este lugar después de mis primeros tres días, y aquí estuve hasta los 9 años. Todavía allí vive la mayor parte de mi familia.





Según la "Historia de Báguano", escrita por José Novoa:

Entre las décadas de 1830 y 1840, se realizó la demolición de los Hatos de Báguano, el de San Fernando, Alcalá y el del Purial – desconocemos cuando se formó este último.
En el demolido Hato de El Purial se encontraban 13 sitios, algunos de ellos en el lugar Los Haticos y un ingenio. Precisamente en 1843, Antonio Rojas le vendió a Manuel Santos Peña, en los Haticos del Purial, 10 pesos de posesión tasados en 100 pesos.
Para 1810 ya existe la posesión de Los Haticos. Ese año Manuel González le vendió en ese lugar 100 pesos de posesión a Luís de G. Pupo.
El Consejo Popular de Los Haticos cuenta con quince asentamientos poblacionales de importancia, así como algunas viviendas dispersas:
Ceuta
Charco Prieto
La Flor
Los Haticos
Los Haticos del Purial
La Macagua
La Macagua de Güirabo
El Mijial
Potrerón
San Joaquín
El Sitio de Guayabal
Camino Casanova
Santa María
Distrito Pecuario (Charco Prieto)
Hatico Camino a Limonar

18 de septiembre de 2010

Mala Noche

Crucero de los caminos de Holguín, Tunas y Bayamo, Mala Noche. Después de partir de Mangos de Baraguá capitaneando la Invasión durante la guerra del 95, y cuando ya llevaba recorridas 41 leguas, el bravo Antonio se detuvo en este lugar donde  organizó definitivamente la marcha invasora.


31 de Octubre de 1895: En el campamento de Mala Noche, donde los libertadores permanecieron hasta el 3 de noviembre, Maceo desplegó actividades y energías fecundas. Allí concibió planes, maduró proyectos, dictó disposiciones y ordenó, por último, la marcha de la columna en términos que aseguraban su buen éxito.

Las bisnietas de Justo Majín Valdés, prefecto de Mala Noche




En Mala Noche se preparó un baile en honor del General Antonio Maceo. Ese día se conocieron el General Enrique Loynaz y Consuelo Alvarez Valdés. El se enamoró de ella perdidamente. Ella lo rechazó al final de la guerra. Se dice que los restos de Consuelo descanzan en el panteón familiar de los Loynaz en La Habana.



Lugares cercanos a Mala Noche

La Melero (2.2km)
 La Piedra (3.3km)
Demajagua (3.6km)
La Perrera (4.4km)
San Andrés la Rioja (4.8km)
Caña Yarey (7.3km)
Palmarito (7.7km)
Pozo Negro (10.2km)
Washington (10.3km)
La Purísima (10.5km)
Maguanos (10.6km)
El Ciego (10.6km)
Salvial (10.7km)
La Horqueta (11km)
Segundo Maguanos (11.4km)
Punta Roja (12km)
Caña Jobo (13.1km)
Moscones Número Siete (13.5km)
Paso Viejo (14km)
San Francisco (14.2km)
Ramírez (14.2km)
Tranquera (14.5km)
Aguada del Almiquí Picado (14.6km)
Cayo Alto (14.6km)
Santa Lucía (14.8km)
La Horquita (15.4km)
La Algarroba de Padierne (15.5km)
San Diego (16.5km)
Reflejo (16.9km)
El Jucaral (17km)
Primer Maguanos (17.6km)
Terrenos de los Infantes (17.6km)
Limones (18km)
Altamira (18.6km)
Jobo Santo (18.8km)
Melchor Palomo (18.8km)
Santa Gertrudis (19.3km)
San Lorenzo (19.9km)
Monte Alto (2.4km)
Mir (7.7km)
La Rioja (10.2km)
Cupey (12.8km)
Sabanazo (14km)
La Manteca (15.6km)
Sao Piedra (19km)
Sao Churroso (11.3km)
Canalitos (14.3km)
Los Moscones (17.6km)
Las Coloradas (17.8km)
Vivian (19km)

Antiguas Grandes Haciendas cercanas a Mala Noche

Hacienda Las Coloradas (16.2km)
Hacienda Maguanos (17km)
Hacienda Calabazas (17.9km)
Hacienda Yaguanabos (18.7km)
Hacienda Maguanos (19.9km)

Elvaciones cercanas a Mala Noche

Ramirez (13.5km)
Loma de Plata (14.4km)

Ex ingenio azucarero

Cupey (13.8km)

Río

Río Cabezuelas (19.8km)

Bahía de Naranjo



Esta bahía penetra en la costa entre punta Sotavento y punta Barlovento. Las costas del canal de entrada son bajas, acantiladas y rocosas, con  segmentos de playas. Pero en el interior los acantilados son más altos y están cubiertos por una extensa vegetación arbustiva. Al sur Naranjo es baja y cubierta por manglar. Hay allí varias instalaciones turísticas y un parque ostrícola.

 






Bahía de Naranjo, antiguamente un refugio preferido por los piratas que arribaban a las costas de la jurisdicción holguinera, hoy sorprende agradablemente a los visitantes por ser un acuario en medio del mar.









Solo es posible llegar hasta aquí en botes que parten desde la costa y que les permiten a los visitantes contemplar la diversa vida marina de la zona e incluso, zambullirse en sus aguas para nadar y hacer snorkel. Hay delfines entrenados que ofrecen sus espectáculos en la rada, lugar donde está enclavado el acuario...






Bahía de Naranjo posee 30 kilómetros de costa con cinco playas naturales donde hay yacimientos arqueológicos, cuevas y pequeños cayos vírgenes, más un arrecife coralino de 6 kilómetros...


Alto Cedro





En la vieja estación del pueblito de Alto Cedro, una tarja anuncia: “Aquí comienza la Ruta del Chan Chan, homenaje a Compay Segundo”, uno de los músicos cubanos de mayor trascendencia internacional y miembro de Buenavista Social Club.




Miembros de la Asociación Internacional de Motociclistas Latinoamericanos (LAMA) hicieron el recorrido que describe Compay Segundo en su trovada: El Chan Chan. Salida obligatoria desde Alto Cedro. (Ver más)




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