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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

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29 de septiembre de 2011

LA HORA TERCIA DE PEDRO ORTIZ DOMINGUEZ, expresión de la holguineridad desde un remoto suceso fundacional



LA HORA TERCIA.

Pedro Ortiz Domínguez
En enero de 1987, el jurado de cuento del concurso literario Premio de la Ciudad, integrado por el Premio Nacional de Literatura Abelardo Estorino y los escritores Abilio Estévez y José Lorenzo Fuentes, acordaron por unanimidad otorgar el máximo galardón a la obra, La Hora Tercia, del autor holguinero, Pedro Ortiz Domínguez.

En el Acta de Premiación de este certamen, de la ciudad de Holguín, el jurado fundamenta su decisión exponiendo que:

“A partir de circunstancias concretas de la historia de Holguín, que tocan aspectos fundamentales de nuestra nacionalidad, el autor desarrolla una fabulación que mantiene, a lo largo del libro, innegable unidad estilística y temática, con no escasos aciertos en el manejo del lenguaje y en la creación de situaciones y personajes” (1).
En la obra premiada aparecen tres narraciones: La Hora Tercia, que da título al libro, Míster Turnbull en Gibara y Pasen, muchachos, mis audaces. Los tres cuentos se desarrollan en la zona holguinera durante la etapa colonial.

Cualquiera de los tres serviría para demostrar el apego de este escritor a su región natal, pero escogimos La Hora Tercia, por la recreación que hace de un hecho de singular importancia histórica holguinera. El protagonista de esta narración es un personaje real, se trata de Juan Nepomuceno.

¿Qué dice la Historia holguinera sobre los hechos en que se ve envuelto este hombre?

En el libro Contribución a la Historia Colonial de Holguín 1752 – 1823, el historiador holguinero José Novoa Betancourt narra, las ramificaciones que tuvo la conspiración de Aponte en diferentes puntos de la Isla, incluyendo a Holguín. Valiéndose de documentos de la época Novoa Betancourt va revelando los hilos conspirativos del grupo abolicionista holguinero así como el clima de sospecha y terror de las autoridades locales al ver cómo en Puerto Príncipe y Bayamo tuvieron que enfrentar con duras medidas los intentos de levantamientos.

“A todas estas, el ambiente en Holguín era de plena histeria, aspecto que debieron tener muy en cuenta los conspiradores. Una muestra es una carta del 20 de febrero de 1812 del Teniente Gobernador al Gobernador; allí él refirió como:

(…) los procedimientos de las Villas de Puerto Príncipe y Bayamo contra los negros de aquellas Jurisdicciones, ha sido un recuerdo que ha consternado los ánimos de estos habitantes en términos que los gritos de un loco en el sermón (…) alarmó el pueblo con alguna confusión, que me costó trabajo serenar (1) ”

El Cabildo holguinero, sospechoso de que los negros de acá pudiesen estar involucrados, como realmente lo estaban, decidió tomar extremas medidas, pero:

“Estas medidas tampoco amilanaron a los complotados y estos acordaron realizar el levantamiento de todas maneras en la noche del 14 de marzo o al día siguiente. Pero la traición se impuso: el 11 de marzo, tres días antes, hacia las ocho de la mañana una esclava denunció la trama y comenzaron las represiones.(2)”

Este capítulo de la historia holguinera se cierra trágicamente y así lo concluye José Novoa en su libro:

“Producto de la investigación realizada sobre la conspiración se libró mandato de prisión contra más de cincuenta personas indicadas fundamentalmente como cómplices. Se detectó como jefe de la conspiración al esclavo congo Juan Nepomuceno y a sus colaboradores más cercanos, en los negros Federico, Mateo, Antonio, Miguel y Manuel, de los que no sabemos su estamento aunque suponemos serían esclavos.

El 3 de abril de 1812, al amanecer, en la Plaza de Armas de Holguín, actual parque Calixto García, fue ahorcado dentro de muy aparatosas medidas de seguridad el líder conspirador, mientras se castigaba brutal y simultáneamente a sus cinco más próximos colaboradores, condenados a cadena perpetua, sentencia a cumplir en el Presidio de San Agustín de la Florida.

"Cuando en la noche del 3 de abril los restos mortales de Juan Nepomuceno fueron sepultados en la Parroquia, quedó en la tierra/ holguinera la simiente del primer mártir local en la lucha contra el colonialismo y por las libertades del hombre. (2)”

Parque Calixto García, antigua Plaza de Armas (Foto tomada en 1920)


Es todo lo que hasta ahora ha llegado a nosotros, pero gracias al ingenio y la imaginación del fallecido escritor, ensayista y periodista holguinero, Pedro Ortiz Domínguez la historia ha podido ser recreada literariamente.

El cuento La Hora Tercia recrea las últimas horas de vida de Juan Nepomuceno, desde las 5.00 a.m. hasta aproximadamente las 9.00 a.m. del día 3 de abril del año 1812 en que es ahorcado en la Plaza Mayor de Holguín. Los dos personajes principales son el negro insurrecto y el anciano sacerdote Cayetano Basulto Fonseca quien religiosamente lo asiste en esas horas finales. (A propósito, el título de este cuento alude a las llamadas horas canónicas que durante la edad media se usaban como división del tiempo en los monasterios para identificar los momentos de los rezos, de ahí que, el padre Cayetano va precisando el tiempo de vida del condenado a muerte desde las horas Laudes (5:00 a.m.), Prima (6:00 a.m.), hasta la hora Tercia (9:00 a.m.) en que es ahorcado Nepomuceno).

El cuento, aunque en apariencia es lineal, consta de cambios temporales, para poder rememorar recuerdos del pasado de ambos personajes, pero con mayor énfasis en momentos de la vida de este esclavo. El sacerdote, claro está, responde a los intereses de la metrópoli pero siente cierta simpatía y conmiseración hacia el esclavo insurrecto:

-“-Juan Nepomuceno.

-Diga, padre respondieron con voz cansada desde el piso de ladrillos.

- Son cerca de las cinco. Pronto será de día.

-¿Por qué se ha pasado usted toda la noche conmigo?

-Porque soy hombre de iglesia y eres el primer condenado a muerte en los ciento setenta años que tiene de establecido el pueblo. Es mi deber: para darte el pan de la doctrina y confortarte. Ve preparándote. Cuando salga el Teniente Gobernador de su casa empezarán tus minutos finales. ( …) (2).”

Por la narración descubre el lector las terribles torturas a que fue sometido Juan Nepomuceno y algunos de los negros que conspiraban junto a él. La crueldad de la esclavitud es denunciada por este esclavo en su conversación con el sacerdote.

“-¿Por qué lo hiciste, Juanchito?

- Quiero ser libre, y también por ellos, los que mueren en el campo.

- ¿Los matan a golpes?

-No es el látigo ni el hambre lo que los acaba tan rápido en los trapiches y cañaverales, señor. El fuete y el poco comer no matan así. Es que nunca los dejan dormir. Están ahí, sin parar, cortando caña o pegados a las pailas de meladura hirviente, revolviendo la miel hasta que cuaja, asándose como puercos. Los alambiqueros, cuando pueden, para que se olviden del cansancio, le dan su jigüera de aguardiente escondidos de los mayorales. La malafia los ajuma y a veces caen en las calderas donde se cocinan.

-Sí, trabajan como ordenó el Rey, que Dios guarde: desde el amanecer hasta el anochecer. ¿Y que más, muchacho?

-Y también para que se termine el cambalache con negros. Los traen apilados como chivosa en carreta. Vienen entongados en alijos, como dicen el amo y sus apegados por Gibara. El amo me llevaba y los vi. Los bajaban del barco y/ los llevaban en botes hasta el desembarcadero del río, muertos de hambre y cansancio por el tiempo del viaje y el amontonamiento; apestosos a meao; llenos de mierda propia y ajena hasta las pasas; con las piernas y los pies hinchados, y ciegos por el sol. ”

A través de la ficción literaria, Pedro Ortiz logra ofrecernos una imagen de la reunión del Cabildo holguinero en el que se da a conocer la conspiración liderada por Juan Nepomuceno:

“Don Francisco de Zayas, Teniente Gobernador de Holguín, y don Ramón Armiñán, jefe militar de la plaza, citaron a sesión extraordinaria del Cabildo. Estaba presente la corporación completa: los alcaldes mayores y de policía, los regidores con sus varas, el Síndico Procurador General, el Alcalde Mayor de la Santa Hermandad, el Alguacil Mayor, el Escribano Público y el Alférez Mayor. Los funcionarios presentían que era algo importante, pero se horrorizaron con la revelación.

-¡Señores se ha descubierto una conspiración de negros en el país! - anunció don Francisco.

-Sí- recalcó el jefe militar-Recibí una comunicación del Capitán General, su excelencia el Marqués de Someruelos, donde informaba que él mismo, ante la gravedad de la situación ordenó prender el diecinueve de marzo pasado al caudillo de la conjura, un negro apellidado Aponte, y sus principales secuaces. Habían extendido la confabulación a toda la isla. ¡Hasta aquí mismo, señores! Y el jefe de los sediciosos es nada menos que el esclavo Juan Nepomuceno, de la dotación de nuestro Teniente Gobernador. (3)”

Resulta, además, interesante observar cómo este escritor reconstruye la vida del Holguín de entonces, sus calles, casas, costumbres, etc., tanto a través de la mirada del esclavo como de la del propio sacerdote:

“Miró hacia la iglesia. En la reconstrucción lo había puesto a trabajar su amo. La nave central, de cinco varas de alto, con horcones de júcaro que él había ayudado a cortar por los montes del río Matamoros, y dos más en los laterales de tres y media, las tres con anchas paredes de embarrado y el techo de tejas. Cuatro campanas medianas colgaban de una armadura de palo fuerte y jiquí, bajo una puntiaguda cubierta de cuatro aguas terminada en una fina cruz.

Dos cuadras más allá estaba la casa del Teniente Gobernador, su dueño, sólida, también de embarrado y tejas, con la fachada encalada, de blancura enceguecedora en los días de sol inaguantable, con una cenefa añil de vara y media de ancho, y franjas del mismo color alrededor de la puerta principal y las dos ventanas del frente. (…) (3)”

“Era apacible la vida en el pueblo antes de ese alboroto, recordó don Cayetano. Transcurría entre fiestas por los nacimientos de los hijos de los soberanos, del Gobernador de Cuba y del Teniente Gobernador de la Villa; sus cumpleaños y casamientos: los días de los santos patronos San Isidoro, la Virgen del Rosario y el batallador San Miguel. Romerías de la Loma de la Cruz el tres de mayo y paseos a caballo por el Llano. (…)(3)”

“Juan miraba hacia adelante, al final de la calle San Miguel, cerrándola como una enorme res en descanso, la Loma de la Cruz. Vio el trillo sinuoso por el que escalaban en romerías de devoción los peregrinos que iban a pagar promesas, a encender agradecidas velas a los santos de su inclinación, y hacer nuevas rogativas alrededor de la gran cruz, visible desde el pueblo, colocada en un limpio de la cima. Desde la cumbre, en los días claros, se distinguía el mar de la bahía gibareña, envuelto en una bruma azul que lo hermanaba con el cielo. (…)(3)”

“Más allá de la calle Santiago, en Santa Cecilia, a tres cuadras de la iglesia, los negros y mulatos, libres y esclavos autorizados, fabricaban sus casas de embarrado o yaguas y techos de yarey. Después del Marañón estaban los tejares y las finquitas de estancieros negros, quienes veían silenciosos cómo algunos blancos les arrebataban en carretones los ladrillos que terminaban de quemar, llenaban los serones de las bestias con sus animales y cosechas. (…)(3)”

“Llegaron a la esquina del paseo de San Pedro, a la Plaza de Armas que se extendía hasta la avenida del Rosario, una vez y media más larga que ancha, buena, de acuerdo con el dictamen de su señor, para celebrar las fiestas de a caballo y las paradas militares, con las casas de portales a la calle para que en ellos, protegidos del sol o de la lluvia, pudieran hacer sus compraventas los tratantes. (…)(3)”

El final del cuento recoge los momentos del ahorcamiento en la Plaza de Armas de Juan Nepomuceno y es verdaderamente patético ese hecho: “En el silencio de páramo la trampa se abrió con estruendo de disparo y Juan cayó al vacío, haciendo restallar la soga (…)(3)”

En ste cuento el autor, apoyándose en hechos de nuestra historia local le confiere a la memoria histórica una dimensión, que quizás la historia, propiamente, no puede lograr: ahora sentimos la vida de los hechos, hechos que, siente el lector, ocurrieron a seres humanos. Tal contribución de Ortiz apuntala los sentimientos de identidad holguinera o la holguineridad como algunos ya van diciendo. Holguineridad que se objetiva en el espíritu irredento que vino a tomar cuerpo en el negro Juan Nepomuceno. Y asimismo el cuento nos permite conocer cuáles eran las fiestas y costumbres de la época, el nombre que tenían, por entonces, aquellas polvorientas calles limitadas por las casas de embarrado, incluso caminarlas y subir a lo alto de la Loma de la Cruz, para desde el cielo, contemplar aquella pequeña villa situada entre los ríos Jigüe y Marañón.

Bibliografía

Lorenzo Fuentes, José: Acta de Premiación del jurado del Premio de la Ciudad. 1987.

Novoa Betancourt, José: Contribución a la historia colonial de Holguín 1752-1823. Ediciones Holguín, 2001.

Ortiz Domínguez, Pedro: La Hora Tercia. Dirección Municipal de Cultura, Holguín, 1987.


Notas:
(1) José Novoa Betancourt: Contribución a la historia colonial de Holguín 1752-1823, p. 114.

(2)Ibídem, p. 18/19.



28 de abril de 2011

Emerio Medina.

En 2011 le otorgan el más importante premio literario que se entrega en Cuba  (El Casa de las Américas), a un escritor mayaricero, Emerio Medina, por el libro de cuentos La bota sobre el toro muerto. El jurado al explicar su decisión argumentó:
"El libro constituye un conjunto de relatos autónomos, escritos con una prosa precisa y efectiva, que aborda temáticas que van desde un dramatismo contenido hasta una truculencia que nunca desborda la estética de contención y precisión que anima el punto de vista del narrador. Además, constituye un gran ejemplo de lo que el dominio del idioma y de las hablas populares puede lograr cuando se abordan con audacia temáticas, que lejos de ser convencionales, revelan mundos marginados en el marco de una sociedad en pleno proceso de cambios políticos y culturales"

Escuche la entrevista que concedió Emerio Medina a la Radio de la Aldea



Síntesis biográfica

Nace el 2 de abril de 1966 en Mayarí, hijo de Emerio Medina Ramírez, campesino y obrero industrial, y Virginia Peña Díaz, ama de casa. Es oriundo de la zona rural de Valle 2 perteneciente al Consejo Popular Chavaleta.

Cursó los primeros estudios en la Escuela Primaria Eraides de la Cruz Sánchez, en la zona de Franco. A los 12 años, por los resultados académicos satisfactorios obtenidos en primaria, va a estudiar a la Escuela Vocacional José Martí en la ciudad de Holguín; luego retorna a Mayarí a cursar el Preuniversitario en el IPU Carlos Manuel de Céspedes.

Estudia Ingeniería Mecánica en Uzbekistán, Unión Soviética. Los cinco años de estancia en ese país centroasiático le permitieron apropiarse de una cultura nueva, rica en matices y lecturas. Esta etapa fue decisiva en su formación como lector consagrado.

Se gradúa en 1990 de Ingeniero Mecánico, regresa a Cuba y comienza a trabajar en la Fabrica de Implementos Agrícolas de Cajimaya, luego lo ubican en la Termoeléctrica de Felton y desde allí transita por varios centros de trabajo: Empresa Eléctrica de Mayarí, ECOA # 40 en La Habana, IPUEC ¨Valle 2¨, ECRIN, Nicaro.

Desde el 2005 labora en el Sectorial de Cultura como promotor cultural. La vinculación de Emerio con el sector de la cultura le posibilitó consolidarse como escritor además de vincularse con la vanguardia artística y literaria del territorio (UNEAC) y participar en proyectos importantes para el desarrollo cultural de Mayarí. 
"Escribir para adultos resulta relativamente fácil, sólo es necesario dejarse llevar por la historia y lograr un lenguaje adecuado. La escritura para niños es más compleja, exige un mayor respeto por leyes establecidas de antemano, por lo tanto resulta más difícil. Para un escritor de ficciones como yo, la necesidad de separar estas dos vertientes de la literatura obliga a una búsqueda mayor. Como escribo fantasías, tengo que desprenderme de la realidad para lograr algún resultado. Pero puedo moverme con facilidad en estos dos campos: uno sirve como referencia para el otro, de manera que las dos formas de narrar nunca se contraponen, sino que me sirven mutuamente de ayuda y soporte."
Su espacio de creación es la terraza rústica de su casa, dedica de cuatro a cinco horas dos o tres veces por semana a trabajar.
"Veo hoy en la literatura cubana una creciente necesidad de retornar a la fábula. Los textos de crónica social ya van pasando de moda. La impronta de la inmediatez en la escritura ha llevado a la narrativa cubana a abordar la realidad de manera demasiado objetiva, y yo creo que en la narrativa la realidad debe ser abordada con el extrañamiento necesario como para que una historia común se convierta en fábula. Diseñar mundos, recrearlos, establecer leyes propias que obliguen al lector a detenerse y reflexionar sobre el mundo propio: ese debe ser el camino".

Lea además:

¿Quién es Emerio Medina? (Entrevista)

Emerio Medina, el último Cortazar (Entrevista)

Escribiré mientras tenga cosas que responderme... (Entrevista)

Trayectoria como escritor de Emerio Medina.

Los días del juego (Cuento ganador del Premio Cortazar)

Fantasma (Cuento)

El Muro (Cuento)

El martillo y la hoz (Cuento)

La salida (Cuento)







10 de noviembre de 2010

Donde las arenas son más diáfanas


Por: Gabriel Pérez
 Cada siete de diciembre en la Catedral de San Isidoro, la iglesia de San José o la Parroquia Nuestra Señora de la Caridad de Vista Alegre, a las seis de la tarde, un sacerdote ruega por el alma de quien fue el enfant más terrible de la historia holguinera, un hombre que se marchó dramáticamente de este mundo, en 1990, suicidándose con una sobredosis de barbitúricos en su solitario apartamento de Manhattan.
Reinaldo Arenas

Oneida, su madre, es una gran lectora, nació en parajes bucólicos que rodean la ciudad. Entre los libros que alcanzo a ver en un stand de la casa sita en calle 10 de Octubre, en la Ciudad de los Parques, se encuentran: Balzac, Víctor Hugo, La Biblia... Ella está cumpliendo años esta tarde gris en que conversa, nostálgica pero lúcida, con la misma diafanidad del primer día. El médico diagnostica que los calambres y su desequilibrio al caminar se deben al Mal de Parkinson. La catarata se está haciendo sentir en sus ojos ávidos de lectura. Y cerca de sus manos, pero lejos de su corazón, hay maletas...
Tanto ha cambiado el panorama dejado por nuestro escritor el 4 de mayo de 1980 que en la ciudad existe, como evidente homenaje al personaje más significativo de la novelística holguinera, un certamen auspiciado por la Asociación Hermanos Saíz bajo el nombre de Concurso Celestino de Cuentos.
 - Hay mareas constantes en la vida, obra y muerte de Reinaldo. Pero el mar de Gibara está de fondo en muchas de sus descripciones de otros mares. Allí tuvo su prístino baño frente al Atlántico, yendo hasta él de manos de la abuela Toña.
Oneyda, madre de Reynaldo Arenas
- Ese día había ido a Gibara con el círculo de abuelos en el que yo estaba en esos tiempos, y cuando llegué a mi casa... no ese día, porque ese día no me lo dijeron, pero al otro día me dijeron que mi hijo había muerto. Y juré que nunca más volvería a Gibara. Yo me había ido para Gibara pensando en él, porque siempre lo recordaba cuando veía los paisajes campesinos. A él le encantaba el campo. Yo venía ese día tan triste. Y era eso, mi hijo estaba muerto.
Recuerdo que estuve gritando tanto por la muerte de mi hijo como nadie es capaz de considerar, porque él luchó y pasó tanto trabajo y nunca fue feliz. Siempre se sintió triste. Solitario. Él iba mucho a Gibara. Y en La Habana, como vivía cerca del mar, siempre estaba en el mar. Se pasaba la vida allí, en el mar.
- Conozco a mucha gente con la inquietud de saber las opiniones albergadas en el alma de una madre, que puede considerarse una gran lectora, sobre un hijo escritor que ha dejado una de las literaturas más polémicas y controvertidas de los últimos tiempos...
- De las cosas que él escribía lo que más me gustaban eran sus cuentos, eran cuentos sanos, de un niño sano. Yo he perdido una revista Unión donde él publicó sus primeros cuentos: La punta del Arcoiris, Con los ojos cerrados, y otros que no recuerdo ahora.
Me gustaban más sus cuentos que las novelas. Las novelas eran más crudas. Más duras. Y los cuentos eran de un muchacho sin esa maldad que adquirió en La Habana. En La Habana había mucha maldad.
Cuando triunfó la Revolución él sintió que aquello era lo más grande que había ocurrido. Que al fin iba a ser lo que él siempre había anhelado. En Holguín todo el mundo lo quería. En La Habana tuvo amistades buenas, pero también muchas amistades malas. Hay gente que le hace sombra al otro y no cesa hasta acabar con él...
- Reinaldo, durante sus cuarenta y siete años vivió en ciudades que van desde Holguín, La Habana, Miami, hasta Nueva York... en ninguna se sintió completamente a gusto. Es archiconocida su definición de Holguín como "una inmensa tumba, con sus casas bajas simulando panteones castigados al sol..." ¿Usted se marcha de nuestra ciudad?
- Es necesario. Holguín es una ciudad muy bonita, pero con mucho abandono. Nosotros hemos sido muy holguineros, todos los hermanos. A Reinaldo le gustaba Holguín también. Lo que pasa es que en La Habana vio más oportunidades. Yo viví en los Estados Unidos pero regresé y ya siempre me quedé aquí en Holguín. Juré que ya había pasado bastante trabajo en mi vida y que mi hijo no iba a pasar lo que yo sufrí... Porque lo más triste que hay es la ignorancia. Me duele que me sacrifiqué y nunca fue feliz. Él fue pobre, pero nunca con miseria. Y no fue feliz.
Uno tiene que ser en cada momento lo que en cada momento sea necesario, como dijo Martí, y es verdad. Yo siento muchísimo irme, pero mi hermana Onelia se va y yo siempre he vivido cerca de ella. Ella se va, su hijo es periodista y vive en La Habana, y yo no sé qué sería de mí si me quedara sola sin ella.
Mi hijo nunca quiso que yo me fuera a vivir para La Habana. Él decía: "Quédate en Holguín siempre, que Holguín es muy tranquilo". Pero la vida va cambiando de acuerdo a las circunstancias, y hay que asumirla.
- Después que Reinaldo dejó la Isla, partiendo en 1980 por el puerto de El Mariel, ¿volvió a encontrarse con él fuera de Cuba?
- La primera vez que fui, lo vi de lo mejor. Estaba contento. Trabajaba bien. Me ayudó a comprar algunas cosas para la familia. Me dijo que tenían buena acogida sus libros, sus conferencias...
Después, la última vez que fui lo hallé muy mal. Yo le dije: "Tú estás enfermo, Reinaldo". Y él me dijo que no, que estaba bien, que eran ideas que yo me hacía... Hasta última hora, me lo negó.
Cuando él estaba en La Habana y lo visitaba, yo regresaba para Holguín llorando en la guagua. Veía a mi hijo tan triste, era terrible cómo yo sufría al verlo así, solitario, apartado de todo el mundo. No quería tener amistades. Estaba tan amargado, con tan mal carácter. Los últimos días de mi hijo deben haber sido de mucho sufrimiento, como casi toda su obra.
- En el libro Termina el desfile hay un cuento: La madre y el hijo, en el que un personaje dice: "Deberías leer menos. O no leer nada. Eso hace daño..." ¿Cuáles son los recuerdos que mejor conserva del niño escritor-lector?
- Lo recuerdo escribiendo en los árboles, escribiendo en papeles de regalo, en cualquier papel que caía a su alcance. No sé qué cosas escribía, pero era una obsesión que lo hacía diferente. Yo siempre supe que él iba a ser diferente de todos. A él le gustaba tanto leer. Él comía con un libro en la mano. Al lado de la comida, un libro. Su vida era leer, leer, leer.
Yo no he podido leer todas sus cosas. Hay cosas muy fuertes. Las empiezo a leer y paso unas cuantas páginas para seguir leyendo. Me gusta lo que dice de sus viajes, sus amistades. Pero después tiene cosas tan pesadas, tan terribles, habla mal de la familia, cosas que no son ciertas. Esas son cosas negativas. Sin embargo, tiene muchas cosas bonitas, de sus amistades, sus viajes por los Estados Unidos. Él dice que llegó allí huyendo del comunismo y se encontró con un pueblo sin alma.
- Refiriéndose a la primera novela de Reinaldo, el poeta Eliseo Diego dijo que se trataba de un hallazgo prodigioso… antes de convertirse en el personaje mítico de nuestra literatura, ¿quién fue Celestino?
- Reinaldo se inspiraba en los nombres de la familia. Cuando a él le publican Celestino antes del alba, yo estaba en Holguín. Celestino fue un tío. El tío más querido en la familia, el hombre más honesto del mundo. El tío que más lo quiso a él... Celestino murió en la calle Cervantes, aquí en Holguín, después de un infarto al miocardio… Un día, mi hermana pasó un telegrama desde La Habana diciéndonos que a Reinaldo le habían dado la Mención de honor por su novela.
A él lo ayudó mucho Camila Henríquez Ureña. Yo tenía en casa un libro escrito por ella donde hablaba muy bien de Reinaldo. También Lezama Lima. Pero cuando él odiaba, odiaba de una manera terrible. Eliseo habló bien de él. Pero él se amargó tanto que también habló mal de Eliseo Diego. Eliseo dijo que una vez él fue a Rusia por un amigo que lo invitó y cuando regresó, Reinaldo le reprochó su viaje a Rusia.
También Delfín Prats. Delfín es un gran poeta, lo que pasa es que es medio loco. Es una buena persona. Es noble, sencillo como no hay otro. Lo que pasa es que él ha vivido siempre muy solo, en mucho abandono. Mi hijo y él tenían muy buena amistad, con sus problemas, como es natural. Delfín es muy bueno, pero ya te digo, es algo loco.
- ¿Qué suerte ha corrido la madre de un escritor cuya vida y obra han sido llevadas, incluso, hasta Hollywood? ¿Qué significan para Oneida Fuentes Rodríguez, las palabras: derecho de autor?
- Nada he recibido ni por su película ni por los libros. Lo que más desearía es volver a ver a mi hijo, te lo he dicho varias veces que sueño con reencontrarme con él. De España, de Francia y de los Estados Unidos hay gente maravillosa que me escribe y me da aliento. Margarita y Jorge Camacho, por ejemplo. Ya murió Roberto Valero en Washington. Alberto Lauro también se comunica conmigo desde Madrid. Y Luis Marcelino, un poeta de aquí que vive en Miami. Pero los derechos de mi hijo yo no sé en qué han parado. Yo creo que todo está detenido.
-Before night falls es el título en inglés de la película basada en la autobiografía Antes que anochezca…
- La autobiografía la hizo él. La película no. Unos dicen que la hallan bonita y otros dicen que no tiene nada que ver con mi hijo... Pero eso es como todo. Cada cual sacará su propio partido. Antes de la película, cuando él estaba lejos de la muerte, ya era así. Tal vez la película hubiera tenido más suerte si la hubieran hecho aquí, quienes lo conocieron en su dolor más grande, sus días en la cárcel, y ese desasosiego por todo que lo mantenía tan ansioso, siempre luchando, buscándose problemas.
Oneida está preocupada. Si las cenizas se pierden, se perdería la última huella del cuerpo de su hijo en Manhattan... Lázaro, amigo de confianza en la "aventura" de 1980 se ha comprometido en salvarlas.
- Él fue cremado como pidió en su testamento. No he sabido nada más. Sólo que sus cenizas están guardadas en Nueva York. Yo hubiera querido traerlas para Holguín, guardarlas aquí, pero no me lo permiten... y eso me causa una gran preocupación. No sé si de verdad las tienen guardadas. Lázaro, su amigo, no me contesta. Yo le he escrito varias cartas pero nunca me ha contestado. Él debe tener las cenizas, pero quién sabe. No es cuestión de caprichos. Creo que al menos sus cenizas tengo derecho de reclamar. Yo creo que pensándolo bien ya lo he perdido casi todo.
- ¿Cómo desea despedirse de los lectores de su hijo sabiendo que, sin dudas, son muchos en esta ciudad y más allá de sus colinas?
- Deseándoles mucha felicidad. Y, que aunque sea algo tarde, les agradezco que hayan reconocido la obra de Reinaldo aquí. Y que se quede en la memoria de los holguineros, sobre todo, su obra y todo lo que se quedó inconcluso. Todo lo que él quiso hacer y que ya el tiempo no le alcanzó. Les agradezco que lo admitan y les deseo muchas felicidades.
Tomado de El Caimán Barbudo

18 de septiembre de 2010

Aguas Claras


En Aguas Claras se bifurca el camino recto por el que se sale de Holguín rumbo a la costa. A la derecha siguen los que van para Gibara, a la izquierda los que van para Velasco, Chaparra y Puerto Padre.


"Aguas Claras era una aldea graciosa que pasaba rauda por las ventanillas del tren, pero Holguín era un pueblo sin gracia que quería ser una ciudad espléndida".
Guillermo Cabrera Infante, un Gibareño que hizo el trayecto en tren



"Reynaldo Arenas nació en Aguas Claras, no lejos de Gibara donde nací. Aguas Claras había sido una última estación del tren Gibara-Holguín en los años treinta. Pero cuando nació Arenas, que por su apellido podía haber comido arena, en las playas de Gibara, la parada del tren que venía de la costa había desaparecido (...) Sus futuras biografías dijeron luego que había nacido en Holguín". 
Guillermo Cabrera Infante 

14 de febrero de 2010

Apuntes sobre la naturalidad del poeta Gastón Baquero: Primero textos.

Por: Lic Ana Gloria González Ochoa.
banes@baibramacult.cu


RESUMEN:

Se aborda de forma explícita diferentes elementos que muestran y aclaran el lugar de nacimiento del poeta Gastón Baquero – importante escritor cubano y de Hispanoamérica, quién fuera miembro del grupo Orígenes. A través del análisis de fuentes bibliográficas que incluyen las actas literales de la familia Baquero – Díaz; se presentan pruebas que atestiguan lo de su nacimiento, lo que queda abierto para un proceso legal.




Gastón Baquero (1914-1997) es una personalidad relevante en la literatura cubana y hispanoamericana, que legó una extensa obra creativa y la aplicación de un método literario novedoso. Graduado como ingeniero agrónomo y químico azucarero en Universidad de la Habana. Traduce autores de habla inglesa y francesa, integra movimientos literarios como el grupo Orígenes (1944-1956), liderado por Lezama Lima (1910-1976). Fue redactor principal del periódico: El diario de la Marina. Participó en varias revistas literarias y fundó la revista “Clavileño” de ese mismo estilo. En España trabaja en el Instituto de Cultura Hispánica y en radio exterior de España. Colabora en los periódicos y revistas literarias e imparte docencia en la escuela oficial de periodismo. Entre su obra poética se destaca: Saúl sobre la espada (1942), Poemas escritos en España (1960), Memorial de un testigo (1966), Magias e Invenciones (1984), Poemas Invisibles (1991). Entre su obra ensayística resalta: Escritores hispanoamericanos de hoy Madrid (1961), La poesía como problema (1966). Indios, blancos y negros en América (1991) y Acercamiento a Dulce María Loynaz (1993), entre otros.
Los nacimientos constituyen un acontecimiento esencial en la vida de las diferentes naciones, enriquecen y nutren la memoria, como historia y existencia de los pueblos, a través del devenir histórico. Conjuntamente con los matrimonios, defunciones y ciudadanía se inscriben dentro de los Registros Civiles en los diferentes países.
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Por primera vez en el año 2000 aparece en Cuba una antología de una de las voces más autenticas y poco difundidas del siglo XX “la patria sonora de los frutos” de Gastón Baquero (1914 – 1997, con selección, prólogo, notas y compilación del apéndice del poeta Efraín Rodríguez Santana (1953), quien además de mostrar el universo lírico del escritor desde sus primeros versos escritos en Banes hasta los últimos producidos en Madrid expone la certificación del poeta donde queda plasmado que no era natural de Banes, como se pensaba y él nos acostumbró a creer; sino que era natural de La Habana y había nacido en 1914 y no en 1918.

No cabe dudas que este documento generó un cambio en la naturalidad del escritor y aclaró definitivamente la fecha de ésta, pero desde el punto de vista bibliográfico suscitó discrepancia entre la intelectualidad como se verá después, Gastón Baquero siempre precisó literalmente que era natural de Banes y en todas las fichas biográficas o estudios que se hacían sobre el autor, donde se incluyeron estas referencias, se citaba a Banes como su lugar de nacimiento.

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En esta investigación se utilizaron diferentes métodos que nos permitieron obtener nuevos conocimientos de las fuentes consultadas.

Dentro de los métodos empíricos se utilizó la entrevista a familiares y amigos del escritor residente en Banes, asimismo se recurrió al método biográfico con la consulta de documentos personales del poeta.

Aplicamos como métodos teóricos,: El análisis y crítica de fuentes donde se trabajó con las certificaciones literales de la familia Baquero – Díaz existentes en el Registro Civil de Banes, y con entrevistas documentales realizadas por estudiosos del escritor donde se abundaba sobre el origen del mismo.

Finalmente aplicamos el método hermenéutico que nos sirvió para la interpretación de algunas terminologías presentes en las certificaciones literales de Gastón Baquero (1914- 1997) sobre la poesía.



¿Cómo contribuir a esclarecer la naturalidad del poeta Gastón Baquero(1914-1917) a partir de una documentación probatoria ?, es nuestro problema científico lo que implica argumentar sobre el tratamiento dado al tema dentro de la bibliografía del país y fuera del mismo.

En los libros “Diez poetas cubanos” (1948), “Cincuenta años de la poesía cubana”( 1952), y “Lo cubano en la poesía”, en su segunda edición (1970), todos de la autoría de Cintio Vitier (1921), se incluye al poeta Gastón Baquero(1914-1997) y se muestra en la ficha biográfica ,que es natural de Banes; sin embargo el autor es impreciso en la fecha. En el primer libro la enmarca en 1916, mientras que en los dos restantes en el 1918.

En 1993 el escritor banense Remigio Ricardo Pavón (1953) en coordinación con la Editorial La Vasca en España, publica el libro: “Gastón Baquero: Un recuerdo familiar y otros textos del poeta”, en entrevista realizada a Ebert Baudín - tío de Baquero por parte materna en un segundo matrimonio -, señalaba: Gastón nació en esta casa de calle 3ra norte número38 …Gastón era mellizo, nacieron el 4 de mayo de 1914, aquí mismo en ese cuartico que se ve ahí, viejo y destartalado.

Nótese que desde el punto de vista editorial es la primera vez que se hace referencia a la hermana melliza del escritor como un elemento esencial de su naturalidad.

Gastón Baquero Díaz muere en Madrid el 15 de Mayo de1997. Un año después de su fallecimiento la Editorial Betania en España publica una serie de entrevistas realizadas a partir de 1984 hasta su muerte por diferentes intelectuales cubanos la mayoría residentes fuera del país, - con la excepción de Niall Bins de Londres,- bajo el título: “Entrevistas a Baquero”, texto que aborda aspectos literarios y civiles del autor que nos ocupa.

En libro citado, Felipe Lázaro-uno de los autores- interpela a Baquero:

¿Cómo influyo en tu formación y vida literaria el haber nacido en un pueblo como Banes?

_ Mi pueblo natal no era exactamente un pueblo campesino con predomino de lo rural sobre lo urbano… Por la presencia allí, desde el año 2 de la United Fruit Company…

Del mismo modo otro Bladimir Zamora - otros de los entrevistadores- , interroga a Baquero sobre su nacimiento:

¿ Nacer en Banes, allá en el Oriente, fue bueno o malo para el futuro poeta?

_ Será por el amor a mi cuna, pero encuentro que Banes es un pueblo con vocación de poesía … porque en mi pueblo la poesía era una aparición cotidiana.

Nótese que el propio escritor Gastón Baquero (1914- 1997) hace alusión a Banes como su lugar de nacimiento. En la ficha bibliográfica del libro “Entrevistas a Baquero”, se expone que el poeta nació en Banes.

Asimismo el libro “Nueve poetas cubanos del siglo XX”(2000), publicado en España que incluye textos de Gastón Baquero, resalta que el mismo nació en Banes pueblo Oriental de Cuba en 1918.9 También La Universidad Pontificia de Salamanca en homenaje internacional a Gastón Baquero, los días 27 y 28 de abril de1993 publica que el poeta nació en Banes el 4 de mayo de 1914.

Contrario a lo publicado en la certificación de nacimiento expuesto en la antología póstuma” la patria sonora de los frutos”(2000), la mayoría de las bibliografías refieren el año de nacimiento Gastón Baquero (1914- 1997) en 1918 y no en 1914 como ocurre; sin embargo todos los sitúan en Banes. Del mismo modo ocurre un proceso asimilativo de la critica a favor de la difusión de la obra de este escritor y se ve la naturalidad desde un ángulo capitalino, queda divida la opinión en el oriente del país que argumentaba la naturalidad del escritor a partir de sus propias palabras y el comportamiento bibliográfico del tema a nivel nacional e internacional.

En el año 2000 se publica el libro:” Gastón Baquero: el Testigo de su Lámpara”, con el que su autor Walfrido Dorta (1976), obtuvo el premio UNEAC de Ensayo “Enrique José Varona” y este autor asevera con toda potestad que: Gastón Baquero nació en la Habana en 1914. También en la Revista Correo de Cuba ,año 7 , tercer trimestre 2001, publica Fernando Rodríguez Sosa , el artículo ”Magias e invenciones de Baquero, donde esgrime las mismas consideraciones que se señalan sobre la naturalidad de Baquero desde la publicación de su antología póstuma.

Internacionalmente a través de diversas publicaciones por internet se seguía publicando que Baquero era natural de Banes, del mismo modo publicaciones de derecha como: Diario de Las Américas en el 2002 ,en el artículo “El municipio es un poema de Gastón Baquero , se testifica que nació en Banes en 1918,al igual que el periódico “El banense libre ,Miami 2 febrero 2003.

La Fundación Central Hispano en Madrid en 1995 publica los libros “Gastón, Ensayos” y “Poesía completa (1935- 1994”),en estos textos no se hacia alusión a la naturalidad del escritor ; sino a su ciudadanía, y en las referencias bibliográficas se mencionaba “al poeta cubano” Gastón Baquero. Asimismo algunos estudios ensayísticos sobre este intelectual como: “Gastón Baquero y la identidad nacional cubana(1994), de Isabel Castellanos y “Gastón Baquero, ensayista en celebración de existencia,” de Pedro Shimos, entre otros, señalan dentro de los elementos biográficos a la ciudadanía.

No teníamos una fe de bautismo que confirmara el nacimiento de Gastón Baquero; pero si existían las actas literales sobre su naturalidad en el Registro Civil de Banes, que recogían con minuciosidad los detalles del acontecimiento. En el tomo 20 con folio 391 se registra que, José Eduardo Gastón Baquero Díaz fue inscripto el 20 de febrero de 1918 ante el señor José Rafael Arbucias Talón, juez municipal y el secretario Inocencio Quiñones Benítez, por su tío Sixto Díaz Vázquez, natural de Banes, mayor de edad, soltero, barbero, a petición de sus padres. Al efecto el tío declara: “Que dicho varón nació en el domicilio de sus padres a la cinco pm, del día cuatro de mayo de mil novecientos catorce. Que es hijo legítimo de José María Baquero Prieto y Fredesvinda Díaz Vázquez … y vecinos de la Habana”.

De una forma más explícita que el certificado de nacimiento, este documento nos conducía al mismo camino, Gastón Baquero era de la Habana. No obstante confrontamos el acta literal de su hermana melliza, donde se señala en el tomo 20 con folio 392 que, Carmen Hilda de la Caridad Baquero Díaz fue inscripta el 20 de febrero de 1918 ante el señor José Rafael Arbucias Talón, juez municipal y el secretario Inocencio Quiñones Benítez, por su tío Sixto Díaz Vázquez, natural de Banes, mayor de edad, a petición de sus padre, quien declara: “Que dicha hembra nació en su domicilio a las cinco pm del día cuatro de mayo de mil novecientos catorce. Que es hija legítima de José María Baquero Prieto y Fredesvinda Díaz Vázquez … y vecinos de la Habana”.

No existía una correspondencia entre estas dos actas, era imposible que ambos mellizos nacieran a la misma hora - cinco de la tarde - en lugares tan distantes como la Habana, - domicilio de sus padres - y Banes, - domicilio del declarante - , que era el tío Sixto.

El error pudo ser del escribiente y de hecho así se evidencia; pero conocemos de otras circunstancias que fueron propicias para esta situación, como fue la ruptura matrimonial de los padres de Baquero en el 1915 y la incomunicación de estos, acentuada por la negativa de los parientes , - especialmente la abuela materna Carmen Vázquez - en la aceptación de José María Baquero Prieto( Padre) como parte de la familia, por su condición de mulato y por haber causado serios problemas dentro de los valores morales de este hogar, pues sus hijos fueron concebidos antes del casamiento.

Los folios 534, 535 y 536 del tomo 7 de la sección de matrimonio del Registro Civil de Banes, refieren los pormenores del matrimonio de José María Baquero Prieto y Fredesvinda Díaz Vázquez , quienes contraen nupcias a la edad de 21 años en Banes: “a las nueve pm del día veinticinco de julio de mil novecientos catorce, ante el señor Eduardo Franco Ballat,… José María Baquero Prieto, natural de las Martinas; provincia de Pinar del Río, vecino de Banes, estado soltero, profesión telegrafista… y Fredesvinda Díaz Vázquez, natural de Banes”.

Para 1914 ambos cónyuges eran vecinos de Banes y residían allí como se constata. Retomando la fecha de nacimiento de los mellizos, destacamos que esta ocurre el 4 de mayo de 1914 y en ese mismo año; pero el 25 de julio se casaron sus padres, por supuesto que era incompatible con la época y la visión de la familia, reconocer - aquellos hijos concebidos en la ilegalidad - antes del matrimonio, siendo ello una de las razones por la que son inscriptos posteriormente.

Después de cuatro años de rompimiento matrimonial, las escasas comunicaciones entre el padre de Gastón y su familia se suscitaron a través del hermano mayor de los Díaz. Desde ese momento comenzó un intercambio cruzado entre las familias. Sixto como mediador, se encargó de actualizar a José María Baquero Prieto de la situación precaria que atravesaban.

En el año 1918 se legalizan los nacimientos, enfatizando el telegrafista su deseo, de que su único varón fuera a estudiar y a vivir con él a la capital.

El periódico El Pueblo (1915- 1958) , reseña el 15 de junio de 1915 que el padre de Baquero deja definitivamente la ciudad de Banes y se traslada para La Habana como telegrafista. En 1918 Sixto – tío materno del poeta-, a petición de sus padres y como intermediario inscribe a los mellizos, por convenio familiar ,Gastón Baquero se irá para capital con el padre, mientras que su hermana Carmen Hilda se quedará en Banes con su madre.

Aproximadamente a los 13 años, Gastón Baquero deja a Banes para ir a la Habana a reunirse con su padre, donde inicia sus estudios de nivel medio y bachillerato. Finalmente matricula en la Universidad de la Habana, graduándose de ingeniero Agrónomo, simultáneamente su vida se funde a la literatura, que será una pasión que lo llevará a una intensa y renovadora actividad creativa, que realizará en Cuba desde los años 30 hasta finales de los 50, vinculándose a figuras muy importantes como: Lezama Lima, entre otros, al grupo Orígenes, y diversas publicaciones literarias, donde él también fue fundador como: la revista “Clavileño”.

Entre las influencias literarias podemos señalar su fusión a las poéticas de Unamuno, Vallejo, T. Eliot, Rilke, Paul Valery, Borges, etc, que hicieron al poeta más integral y distintivo. No podemos eludir las incidencia en su obra de las primeras lecturas en Banes de autores como: Darío y José Martí unido a el propio entorno banense que a él le parecía fantástico.

El grueso de su producción literaria, donde incluye la poesía, el ensayo y el periodismo el poeta lo realiza fuera de su país.

En la obra de Baquero tiene una especial resonancia su infancia en Banes y la magia que ejerció éste en su poesía, “porque en mi pueblo la poesía era una aparición cotidiana”. A pesar de vivir con grandes dificultades económicas, su medio familiar propició un desarrollo cultural favorable, alentándolo al gusto por la lectura, en particular su tía Mina, que le inducía a leer poesía romántica - delectación muy generalizada entre los pobladores de aquella época _, así como su doble condición de estudiante en varias escuelas y de aprendiz de barbero con su tío Sixto, donde cuenta el destacado músico de la ciudad José Alberto Alemany, - amigo de Baquero - , que este no mostraba ningún interés por el oficio, solo le gustaba leer, cuando llegaba el Diario de la Marina, se olvidaba de los clientes y de los encargos de su tío, nos aseveraba Alemany. Nunca imaginaron sus amigos que años más tardes Baquero, sería el redactor de ese periódico y un escritor de relieve hispanoamericano.

De está época surgen los primeros textos del poeta.“ El Parque” y “Niña muerta”, reveladores por sí mismo de parte de la psicología de esta ciudad.

“Niña Muerta” es un poema que forma parte de la memoria colectiva, a partir, de en un hecho real ocurrido por la década del veinte en Banes.

Una niña es encontrada muerta cerca del puente de la ciudad, desconociéndose las causas del fallecimiento.

Para Gastón Baquero fue un sueño donde él según cuenta, no se explica porque soñó una noche que se había ahogado en el río de su pueblo una amiga pequeña, historia que traduce poéticamente en un soneto, hecho aproximadamente a lo trece años y que de inicio tituló “Elegía”, y que compartió con su admiradora y guía, la tía Guillermina (Mina).



Niña muerta

A la niña que ha muerto esta mañana
le hemos puesto en el pecho una azucena;
y hemos puesto además una manzana
junto a su mano pálida y serena.

Los niños han venido. Ya está llena
su habitación de leve porcelana.
Parece que se mira en la azucena
y que tiende su mano a la manzana.

Nos alejamos que dos de su lecho
contemplando otra vez su faz serena.



La atmósfera del poema “El Parque” muestra una empatía con el tiempo vivido por el poeta y la actualidad.

Cuando se conoce a Banes y se leen estos textos no hay duda, que estamos en este lugar, el mismo que hace alusión Gastón Baquero.



El parque

El parque de mi pueblo tiene
cuatro laureles y el busto de un patriota
cuando la tarde es hecha una lumbre tranquila,
arriban silenciosas las ancianas.

La tarde es lo más bello de este pueblo,
y son tristes sus noches,
cuando el parque se queda desolado,
con sus cuatro laureles y el busto de un patriota.




En el año 2000 se publica la antología poética “La Ensenada”:Ediciones Holguín por la autora, por la autora de este trabajo, quien hace una selección de veinte ocho poetas del siglo XX incluye en la misma a Gastón Baquero(1914- 1997)y sus datos biográfico donde apunta que es natural de Banes. El 2001 la misma escritora realiza la investigación. “ Antología Poética banense siglo XX: Estudio temático y estilístico, donde en el acápite dedicado a Gastón Baquero, muestra diferentes argumentos sobre la naturalidad del escritor basado esencialmente en el estudio de la documentación registral. Esta investigación se publica en el Anuario de Investigación 2001.Ediciones Holguín, asimismo lo inherente a la naturalidad poeta se expuesto en diversos eventos como: Cultura y Desarrollo(2002), Festival del Caribe y Evento científico provincial de las ASCUBI, con muy buena aceptación y recepción del mismo para el esclarecimiento de la naturalidad del poeta a Gastón Baquero.

Conjuntamente con las valoraciones realizadas por el propio Gastón Baquero sobre su naturalidad, el estudio bibliográfico sobre la misma y la documentación del Registro Civil queda implícita la naturalidad del poeta que se esclarece en el orden teórico y no en el judicial ,la expiditación de este certificado según la ley 51 del Registro Civil en Cuba es oficial y sólo podrá ser subsanado por un pariente cercano ó interés institucional.

Gastón Baquero (Banes, 1914-Madrid, 1997) es un escritor muy significativo dentro de la literatura cubana e hispanoamericana. El esclarecimiento de su naturalidad es muy importante para el estudio biográfico de este escritor y la inserción bibliográfica de su obra en el país y fuera del mismo. Recuérdese que vivimos en la” Era de la comunicación”, y no basta estar informado, sino estar actualizado en la documentación que se utilice.



BIBLIOGRAFÍA

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Binns, Niall. Una visión de la poesía cubana del siglo XX. Madrid: Betania, 1998. 87 p.
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Cordova Martínez, Carlos. Consideraciones sobre la Metodología de la investigación. __ Holguín: Universidad de Holguín:Centro de estudio sobre cultura e identidad, 2006. __ 114 p.
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Pogollotti, Graciela. Política Cultural: una mirada, un universo. Santa Clara: Ediciones Sed de Belleza, 2001. 75 p.
Prieto Jímenez, Abel. La Cigarra y la hormiga. Santa Clara: Ediciones Sed de Belleza. [s.a.]. 47p.
Registro Civil Banes. Actas literales sección de nacimiento folios 391-392._ tomo20 / José Gastón Eduardo Baquero Díaz , Carmen Hilda Baquero Díaz.
________. Actas literales sección de matrimonios. folios534-535,536, tomo7 / Fredesvinda Díaz Vázquez, José María Baquero Prieto.
________. Actas literales sección de matrimonios. folios 234- 235, tomo 1 / Carmen Hilda Baquero Díaz, Antino Rafael Pérez Mayea.
Vitier, Cintio. Lo cubano en la poesía. La Habana: Instituto Cubano del libro, 1970. 469 p.

Memoria de la belleza

Por: Rubén Rodríguez

La belleza es un pretexto para filosofar acerca de la vida y sus eternas preguntas en el poemario La memoria fracturada, de Libni Roberto Díaz, recién publicado por Ediciones Holguín en su colección Premio.

Como apunta la editora Lourdes González, Díaz ha escrito este libro «inducido por varias tentaciones: la tentación de la belleza, la del análisis familiar y la del lenguaje», y usa los recuerdos para provocar al lector «distintos estados de disfrute».

Asiste al cuaderno de Díaz (Banes, Holguín, 1969) una singular presencia de la metáfora, a partir de imágenes dotadas de una áspera armonía que vadea lugares comunes y recrea, desde lo individual, la porción de universalidad que le toca al poeta, al filo de sus cuatro décadas.


La memoria fracturada deviene fe de vida y prontuario de verdades humanas, vividas y estudiadas desde dos islas: una tangible, geográfica y otra sensible, construida a partir de percepciones, ideas, convicciones más o menos firmes y por qué no, también de sueños: «Sin embargo, lo efímero es eso: un punto desnudo discordante./ Esbozando la desnudez de un cuerpo…».

Estructurado en tres partes, el cuaderno recurre por igual al verso libre, la espinela y la prosa poética, sin que se resienta su unidad de estilo, antes bien reafirman la vocación testimonial del artista, que confiesa: «mi historia (lamentable) no es decente,/ mordí todo lo alcanzable,/ todo lo proscrito,/ todo lo obsceno,/ todo lo inocente».


El autor ha publicado los poemarios El cetro y la palabra (1990) y El pan sobre las aguas (2007), ambos por Ediciones Holguín; obtuvo mención en el concurso nacional de poesía Adelaida del Mármol 2008 y está incluido en las antologías Provincia del Universo (1993), de autores del territorio, y La ensenada (2001), que recoge textos de escritores banenses, también editadas por el sello local.

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