Germán Pinelli (Locutor
extremadamente popular. Por años fue el más importante animador de la difusión
cubana, periodista, actor y comediante de gran carisma).
Lo quise mucho como amigo y lo admiré como artista, y más
cuando hizo esa obra ciclópea del Teatro Lírico de Holguín. Nadie trabajó tanto
y con tanto entusiasmo y con tanto sacrificio como Raúl para lograr que su
compañía estuviera en primerísimo fila, al extremo de que podía discutirle el
primer lugar al lírico de La
Habana o a cualquier grupo de ese tipo.
Lo conocí porque fui amigo de su hermano Emilín, el gran
cirujano.
Camayd no era barítono, lo que pasa que en Cuba le dicen
barítono y tenor a cualquiera. Él era bajo-cantante, que es una clasificación
que hay dentro del canto; pero eso es una cosa técnica, un tecnicismo. Por eso
se atrevió con obras del lírico español y con operas. Pero además, tenía una
tremenda sensibilidad, una gran espiritualidad, un alto concepto del honor y la
amistad; y los que tienen todas esas virtudes y las ponen a contribución del
arte son los mejores. Por eso él podía cantar mejor que cualquiera.
Era, además, un descubridor y un gran maestro. Los
músicos que encontró por las calles de Holguín pueden ir a cantar a cualquier
parte del mundo. Ahora Raúl encontró una chiquilla que estaba estudiando para
maestra y él se la llevó para su casa y la enseñó a ser una soprano ligera que
es una maravilla, se llama María Dolores Rodríguez y canta una “Francisquita”,
de Amadeo Vives, como no se la he oído cantar a nadie.
Y aunque parece que no he estado muy cerca de Holguín, no
es verdad, yo he estado muy cerca de esa tierra donde nacieron Camayd y Calixto
García, y dentro de su Teatro Lírico. Holguín es la capital más bella de la República, ¡la más
bella!!! Y sus mujeres, ¡las más hermosas!!!! Es que en Holguín ¡hasta sus
hombres son bonitos!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario