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22 de diciembre de 2016

Brevísimo resumen de la participación holguinera en la guerra de 1895



Al comenzar la última etapa de la lucha de los cubanos contra el dominio español, se inició en Holguín otro período de parálisis económica. La administración municipal se vio obligada a reparar las obras de defensa y construir otras, dejando a un lado la atención a las necesidades de la plaza y de otros sectores sociales.

Entre los cientos de holguineros que se incorporaron a la manigua, estaban  insignes  guerreros, pero también sencillos hombre de pueblo que no eran diestros en el uso de las armas,  pero que también dieron muestras de heroísmo y amor al suelo natal. Entre  estos últimos estaban casi todos los músicos de las dos orquestas locales, la de Ochoa y la de Avilés.

Esos músicos, que tantas veces habían amenizado las retretas  en la Plaza de Armas, fueron escogidos por el holguinero José Isidoro Urbino cuando el general Antonio Maceo le ordenó que escogiera a los mejores para formar la Banda de la Invasión a Occidente, o la Banda de Holguín como la llama José Luciano Franco en su biografía de Maceo.

La historia de Cuba jamás puede olvidar que al partir la columna invasora desde los Mangos de Baraguá, el 22 de Octubre de 1896, iban al frente los músicos de Holguín interpretando La Bayamesa. Y tampoco que la Banda Invasora escribió otras páginas inolvidables, por lo que José Miró Argenter, en sus Crónicas de la guerra, le prodiga merecidos elogios.

Por su parte Constantino Pupo  escribe en su libro Patriotas Holguineros, que esta Banda fue: “(…) la que anunció a los camagüeyanos que las huestes del Gran Maceo habían salvado el linde de Oriente, y la que, en la famosa carga de Mal Tiempo electrizó a los soldados de la libertad, dando al aire las notas vibrantes del Himno Invasor, y la que en Mantua, término feliz de la gloriosa jornada, conmovió la campiña pinareña (…)”[1]

Tampoco se debe olvidar que sus directores, Manuel Dositeo Aguilera y Jesús Avilés Urbino, tuvieron un papel muy significativo en la creación del Himno Invasor, del que Loynaz del Castillo se atribuyó luego la total autoría.

En el siguiente material de 1943 se puede ver al General Enrique Loynaz del Castillo narrando su versión de la historia del Himno Invasor:
 


Al concluir la guerra varios de los músicos de Holguín retornaron al pueblo con la satisfacción de haber cumplido con el más sagrado deber de un patriota y una vez en la ciudad, reorganizaron las dos orquestas que se encargaron de tocar en las populares retretas de la Plaza, hasta 1922 en que se funda la Banda Municipal.

Lamentablemente cuando los independentistas cubanos prácticamente habían conquistado la victoria, el Ejército norteamericano interviene y se hace dueño de Cuba.






[1] Constantino Pupo. “Patriotas holguineros”, (s.e), p.123.

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