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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

17 de febrero de 2017

“Un Rostro Local para la Arqueología Cubana”



La editorial La Mezquita de Holguín y Ediciones Nuevos Mundos de Estados Unidos acaban de publicar el libro “Un Rostro Local para la Arqueología Cubana”. No es este un libro de arqueología sino sobre la arqueología. Sus textos son miradas a esa ciencia que estudia el pasado humano siguiendo el sendero de las evidencias materiales dejada por el hombre.
Coordinado por Roberto Valcárcel Rojas y José Abreu Cardet el libro reúne una serie de ensayos y entrevistas a arqueólogos holguineros.






  Isaíris Rojas París y Margarita París Johnson  


  Dr. Roberto Valcárcel Rojas


  Iván Rodríguez López


  Nury de los Ángeles Valcárcel Leyva, José Corella y Francisco Cuesta

  José Novoa Betancourt
 

ENTREVISTAS: 










OTRAS LECTURAS













15 de febrero de 2017

Últimos días del Regimiento Militar No. 7 de Holguín



Por la Ley 16 del 22 de noviembre de 1957 el Gobierno de Batista hizo cambios en la nomenclatura y organización de sus fuerzas armadas y creó el Estado Mayor Conjunto de los tres brazos armados de la República: Ejército, Marina y Policía. Dichos cuerpos tendrían a partir de entonces sus propios jefes, pero quedaban supeditados al Jefe del Estado Mayor Conjunto, Francisco Tabernilla Dolz al que se le ascendió al grado creado para ese fin de General en Jefe; el Jefe del Estado Mayor fue el teniente general Pedro Rodríguez Ávila. El presidente de la República, quien jurídicamente era el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, en conformidad con la nueva Ley pasó a ser General Jefe Supremo.
Nueve meses más tarde, el 5 de agosto de 1958 se adoptó el acuerdo-Ley No. 54 para modificar la organización y cuadro de las Fuerzas Armadas: Ejército, Marina, Policía Nacional y los Cuerpos Auxiliares y fijar los haberes anuales y gratificaciones para la oficialidad en servicios de ayudantía[1].
Entre el 12 de septiembre y el 15 de diciembre se produjeron numerosos cambios y sustituciones en los mandos de grandes unidades, zonas de operaciones, cargos militares en servicio diplomático, etc. Mediante los Decretos 3101, aprobado el 12 de septiembre; 3243, del día 20; 3535; del 20 de octubre y 4241, del 15 de diciembre; la alta dirección del Gobierno relevó al Jefe de la División de Infantería, General Alejandro Rodríguez, al Jefe del Regimiento Mixto de Tanques “10 de marzo”, a los Jefes de los Regimientos 1; 3 y 7 y a los Directores de Personal G-1 de la Escuela Superior de Guerra y la Escuela para Oficiales. Relevó también a los Jefes del Regimiento 10 de Infantería del SME y al Jefe del 2do. Distrito Militar, así como a los Agregados Militares en Washington, México y Honduras.

Coronel Manuel Ugalde Carrillo

En el Regimiento No. 7 “Calixto García” de Holguín, también se introdujeron cambios. En octubre el general de brigada Dámaso Sogo fue relevado por el coronel Manuel Ugalde Carrillo quien tuvo el mando por un brevísimo periodo; el 23 de ese mismo mes fue enviado a la Dirección del G-3 del Ejército.  Para sustituirlo se nombró al coronel José Aguiar quien mandó las últimas operaciones del Distrito Militar. Por su parte en la Zona de Operaciones del Regimiento, el comandante Pino Águila fue sustituido por el capitán Sosa Blanco y luego desde el G-3 el coronel Ugalde Carrillo mandó al Teniente Coronel Cándido Curbelo del Sol[2] para que actuara como asesor táctico del Distrito con sede en Holguín. Tres días después de su nombramiento el “asesor táctico” pidió a Ugalde Carrillo que autorizara el traslado del comandante Rafael Morales del cargo de Inspector Auxiliar del Regimiento “por no reunir condiciones para el cargo” y que en su lugar enviara a Holguín al del 2do Distrito Militar, lo que fue concedido[3].

Sosa Blanco ante los tribunales revolucionarios

En los últimos días de diciembre de 1958, el cerco de las tropas del II y IV Frente rebelde se cerró sobre la ciudad de Holguín. Para el 1ro de enero de 1959 estaba previsto el ataque del Regimiento, pero precisamente ese día llegó la noticia de la huida de Fulgencio Batista. En horas de la tarde una comisión de ciudadanos compuesta por los señores José Caimary Fernández, Silvio Grave de Peralta, Aurelio Sueiro y Carlos de Góngora Mason, tuvieron un encuentro en Aguas Claras, lugar este ubicado a menos de diez kilómetros de la ciudad, con las fuerzas rebeldes al mando del capitán Eddy Suñol; luego se dirigieron al Regimiento para tratar la rendición del mando. 

Capitán del Ejército Rebelde Eddy Suñol (Ascendido a Comandante póstumamente) Foto tomada del archivo de su ex esposa Lola Feria
Primer almuerzo de las tropas de Eddy Suñol después de entrar a Holguín. La fotografía fue tomada de los archivos particulares de Lola Feria, ex esposa de Suñol

Finalmente el mando militar aceptó conversar con los representantes del Ejército Rebelde en Logia Masónica “Holguín”, ubicada en la calle Narciso López. La reunión se llevó a cabo después de las once de la noche del día 1ro de enero. Por el mando del Regimiento asistió el comandante Cecilio Nápoles; en representación del mando rebelde estuvieron el comandante Abelardo Colomé, los capitanes Eugenio Codina Boheras, Carlos Dominicis Manduley, Alfonso Gorrín y Leopoldo Riera Echenique y el teniente José López.
El representante del Ejército planteó que la rendición de sus fuerzas no debía ser incondicional, “puesto que quería con ello evitar que hubiera humillaciones y vejámenes para algunos oficiales en hechos de sangre, quienes todavía actuaban en el mando”[4]. El comandante Colomé Ibarra dijo que la rendición debía ser incondicional y, además, de dio su palabra de caballero de que todos los oficiales y soldados serían respetados y podrían conservar su arma. Solo aquellos que habían asesinado, torturado o se le imputara delito tendrían que responder ante los Tribunales Revolucionarios.
En horas de la madrugada del día 2 de enero se produjo la entrada de las columnas armadas  del  Movimiento 26 de Julio  en  el  Puesto “Remigio  Marrero  Álvarez”, sede del Regimiento No. 7 Calixto García. Desde esa misma hora las tropas rebeldes comenzaron a patrullar las calles de la ciudad de Holguín y a hacer sus postas en las dependencias del Estado, entidades bancarias y comercios para evitar que se produjeran desórdenes y saqueos.
El comandante rebelde Delio Gómez Ochoa fue nombrado Jefe del mando. Meses después fue relevado por el capitán Eddy Suñol Ricardo

Finalmente el Regimiento fue transformado escuela, hecho que ocurrió el 14 de febrero de 1960, después que la instalación militar había funcionado como tal por 16 años. Al acto asistió el Primer Ministro, Comandante Fidel Castro, el Presidente del Banco Nacional Comandante Ernesto Che Guevara y el Ministro de Educación Armando Hart.
Según el periódico local “Surco”, la Ciudad Escolar que recibió el nombre de “Oscar Lucero” se construyó en 15 días; en su construcción participaron 1500 hombres que eran parte del Ejército Rebelde y del Distrito Norte de Obras Públicas. El encargado fue el ingeniero Alfonso Menéndez.
La reconstrucción consistió en adaptar las barracas en aulas y en construir un parque infantil, un campo de béisbol, un campo deportivo para Educación Física, dos campos de softball, dos canchas de baloncesto, un “stand” para espectadores con capacidad para 1500 personas y una piscina. Asimismo se reconstruyeron los comedores y el Club de Oficiales se transformó en Club Infantil. Se derribó la capilla consagrada a Santa Bárbara que existía en el costado derecho de la casa del Jefe del Regimiento y desapareció la pista de aviación. Se eliminó la garita de control que estaba a la entrada, se construyó la Avenida de las Palmas, las instalaciones del alcantarillado y numerosas calles, aceras y contenes. Las obras abarcaron también la construcción de la soberbia escalinata y el alargamiento de la calle de entrada que pasaba frente a la Jefatura, el Batallón de Infantería y el Escuadrón 71, hasta la carretera cruzando por  la derecha del  Club Infantil (antiguo de Oficiales).
La Cuidad Escolar tenía capacidad para más de 2000 alumnos distribuidos en 6 escuelas primarias de 6 aulas cada una, 3 secundarias básicas, 2 kindergarten y 1 escuela formadora de maestros primarios.
En 1982 la Ciudad Escolar se convirtió en Instituto Superior Técnico de Holguín “Oscar Lucero Moya” (ISTH) hasta su traslado a la sede actual. Entonces el viejo Regimiento se convirtió en una comunidad de viviendas.


[1] Archivo Instituto de Historia de Cuba. N-23-9. Arch. 26. Habana.
[2] En el expediente No. 16.1/3.110.5 del Archivo Instituto de Historia de Cuba dice que el Teniente Coronel Cándido Curbelo de Sol, nació en Camaguey el 2 de octubre de 1909, ingresó al Ejército como soldado en 1931, ascendido a cabo el 26 de julio de 1940, primer teniente en 1945, capitán para el Ejército en 1949, después del golpe del 10 de marzo fue ascendido a Teniente Coronel. Ejerció como profesor de la Academia Militar, de la que fue Director y que igual cargo ocupó en las escuelas de Artillería y Superior de Guerra. Causó baja el 7 de febrero de 1959.
[3] Partes de Operaciones del Ejército. Enero a diciembre de 1958. Exp. NC-1-C-958 SOpns Ejto #455.
[4] Periódico Norte. La Rendición del Regimiento de Holguín. Jueves 8/1/1959, p. 2.


Vías por las que el Regimiento holguinero recibía información e inteligencia



El Regimiento No. 7 Calixto García de Holguín recibía información de inteligencia  a través de los puestos de la Guardia Rural. Así, por ejemplo, entre los días 7 y 13 de Agosto de 1957 llegan mensajes confidenciales a la Jefatura del Escuadrón 71 (con sede en Holguín) en los que se les comunica la lista de individuos más peligrosos del territorio. Los que informan son los Jefes de los Puestos, cabo Gϋeris W. Torres L., de Mir; sargento de 3ra. Félix Veitía, de Cacocum; sargento de 3ra. Braulio Méndez S., de San Andrés; cabo J. P. Armas, de Velasco; 2do. teniente A. Martínez, de San Germán y subteniente G. Rivero, de Báguano. En el listado se incluía a opositores políticos que eran parte del Movimiento 26 de Julio y militantes de los Partidos Auténtico y Ortodoxo, más algún ratero o alterador del orden público.  En el único caso donde solo se incluyeron individuos por delitos comunes sin señalar a ningún revolucionario fue en el informe del sargento Braulio Méndez, Jefe del Puesto de San Andrés. En dichos documentos se agregó, además, una caracterización breve de cada individuo “peligroso”.
Tomada del Fondo Lucha Insurreccional del Archivo Provincial de Historia. Documentos 121 y 129, copiamos la “lista negra” que llegó a la alta Jefatura del Ejército.

  • De Mir: Hernán Pérez Concepción, Carlos Borjas Garcés, José de la Torriente y Mario Peña Almaguer (Mario de la Peña), junto a otro individuo informado como ratero.

  • De Cacocum: Eugenio Proenza, Rafael Batista (Fillo), Mario Serrano Machado (Alias: Mario Chiquito), Juan Matías Pérez y Rafael Arias Sanfield.

  • De Velasco: Reynaldo Llandys (Alias: El Moro), Isidoro González, David Pérez, Hernán Oliva y Alfredo Goya.

  • De San Germán: Gerardo Vásquez Sierra, Cristino Rodríguez, Inocencio Ramos, Francisco Galván y Urbano Noris.

  • De Báguano: Jorge Muriño Téllez (Alias: La Gallineta), Carlos Peña Pérez (Alias: La Perra), Vibino Teruel, Francisco Hernández y Oscar Landrove.

El 16 de mayo de 1995 el historiador Armando Cuba entrevistó al revolucionario Antonio González Feal y éste le dijo que después de muchos años pensando en informaciones que el enemigo tuvo durante la lucha, él había llegado a la conclusión de que efectivamente, pudieron haber sido penetrados por sus servicios de Inteligencia.
Por otro lado, el Jefe del Escuadrón 74 (Mayarí), comandante Pino Águila, entrevistado por el mismo historiador, dijo que él pudo infiltrar con agentes suyos el Movimiento 26 de Julio en las zonas de Cueto, Nicaro-Mayarí y Sagua de Tánamo. La información de Sagua de Tánamo, dijo, la obtenía del chofer de un camión. Y dijo, además, que ese dicho chofer se sintió descubierto por el Ejército Rebelde y por eso escapó a la zona de Guantánamo, pero igualmente sintiéndose inseguro en aquel lugar, una noche se apareció en la casa de Pino Águila en Holguín. Conversaron y el Jefe del Escuadrón 74 elaboró un informe que envió al Estado Mayor del Ejército. (No se sabe el destino del chofer).
Pero no hay pruebas que corrobore ambas informaciones anteriores. Sin embargo pudo ocurrir como mismo sucedió en otros casos. Roberto Reyes Gómez, agente del Servicio de Inteligencia del Regimiento se infiltró en la Célula del Movimiento 26 de Julio que dirigía Mario Escalona y daba cuentas de cada tarea que el grupo iba a realizar. Al triunfo de la Revolución el Agente  fue descubierto y llevado ante los Tribunales Revolucionarios que lo condenaron a muerte[1].
En igual sentido se expresan los documentos de la Causa 1020 de los Tribunales Revolucionarios, que se conserva en el Archivo Provincial de Historia. Dice allí que en octubre de 1957 fueron detenidos y llevados al Cuartel del Central Báguano los revolucionarios Antonio Vidal, Ramón Téllez y Mario Heredia, y que fue registrada la casa de Manuel Prieto Sánchez; tres meses más tarde cundo fue derrocado el Gobierno del Presidente Batista en el Puesto de la Guardia Rural de ese mismo lugar apareció un listado enviado a las autoridades con el nombre de los detenidos, a quienes se les calificaba de agentes fidelistas y los culpaban de entorpecer la zafra. Un ex soldado de la Guardia Rural en Báguano identificó al autor de la delación, a quien detuvieron y presentaron ante los Tribunales Revolucionarios, pero ese fue absuelto por falta de pruebas.
Otras de las vías a través de las que el Regimiento obtuvo información fue por delaciones de algunos revolucionarios detenidos que hablaron después que fueron sometidos a muy crueles torturas.


[1] Norte, 15 de enero de 1959. pp.1 y 4.

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