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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

10 de julio de 2010

Así es Gibara (Cuarta parte)



Y cosa curiosa en el gibareño, que no solo a su Villa y a sus cosas canta, sino que por el más insignificante de los acontecimientos rivalizan unos con otros en una inagotable vena humorística.

Así, Fermín Fernández Garrido, contemplando en el patio de su muy humilde, pero honrada casa, a un sorprendido cerdo ante el cantar de un sinsonte posado en las ramas de un granado, nos da:

EL SINSONTE Y EL CERDO

Un cerdo desde el corral
atentamente escuchaba
a un sinsonte que cantaba
desde un cercano rosal;
como a su juicio era mal
ejecutado aquel trino,
así le dijo, vecino,
su canto es de mal sabor;
y le contestó el cantor:
oiga, usted, señor cochino,
el que no le haya gustado
mi canto, no es de extrañar,
lo que pudiera asombrar
es que fuera de su agrado,
no es su gusto delicado
para saborear mí trino,
su paladar no es tan fino
para apreciar su valor,
pues la música, señor,
no es comida de cochino!
Que en otro día observaba como su Pavo Real orgullosamente le mostraba su vistoso traje al embelesado perico:

EL PERICO Y EL PAVO REAL

Un Pavo Real que notó
de su traje la elegancia,
con vanidosa arrogancia
así al Perico habló:
¿No es verdad que mi plumaje
es de lo más primoroso?
¿No debe estar orgulloso
quien se viste con tal traje?

Así dijo el Pavo Real
al Perico cierto día,
el que al punto respondía,
a fe que no viste mal,
pero escucha, he observado
( porque no estés engreído)
que si vas muy bien vestido,
también vas muy mal calzado.

Tal vez pensó el Pavo Real
que iba vestido correcto,
sin advertir el defecto
de su traje natural.

Siempre a la vista resalta
el defecto en el vestido
o bien por algún descuido
o bien por natural falta.

Que le sirva de escarmiento
al que crea ir bien vestido
no vaya a quedar lucido
como el Pavo Real del cuento.
Que don Graciano Daguerre adquiere para su Tenería un burro puertorriqueño, y que éste, ante el exceso de trabajo y la poca alimentación, enflaquece y muere, don Raimundo Sosa, nos deja su constancia:

LAMENTO DE UN MULO PUERTORRIQUEÑO

Desde que vine a esta tierra
estoy pasando un tormento,
y la alegría ni un momento
en mi corazón se encierra;
siendo mi suerte tan negra
¿a quién me voy a quejar?
si aliviar mi malestar
Granciano no lo ha querido,
y por hallarme aburrido
la vida me voy a quitar.

Estoy tan abochornado
que no me atrevo a salir,
pues sé que se han de reír
de mi desgraciado estado;
estoy flaco y jorobado
de darle vuelta al molino,
y según tengo entendido
me quedan muchas que dar
para acabar de penar
me ahorco o me pego un tiro.

Trabajo de noche y de día
y nunca tengo descanso,
ya de vivir estoy harto
y morirme desearía;
si suelto me veo algún día
ha de ser con el cencerro
que por doquier que llego
molesto con mí sonar
y me tratan de agolpear
si no, me “achujan” los perros.

En fin, Graciano, yo espero
tomes la resolución;
me mandes sin dilación
seis meses para un potrero
pues si sigo aquí me muero
trabajando noche y día
y yo mejor desearía
ir a morir a un lugar
donde no oyera mentar
la maldita tenería.
Que “Nano” Soler adquiere para el tejar un caballo, que como el mulo de Daguerre, por el exceso de trabajo y la poca alimentación se muere, “Paco” Garrido, otro de los versadores de la Villa, se inspira y nos da su:

LAMENTO DE UN CABALLO

Es triste mi desespero
solo me queda exclamar
¿cuándo me vas a soltar
cuatro meses a un potrero?
Pues si sigo aquí me muero
y sin poder comprender,
me dan poco que comer,
dando vueltas todo el día
y que desgracia la mía,
vendado para no ver.

Sé que estoy en un tejar,
es negra la suerte mía,
porque en una Tenería
hubo un caso singular;
cansado de trabajar
un mulo que era mi hermano
estaba gordo y lozano
y enclenque lo vi después
preguntando, qué hora es,
¿no me oyes, don Graciano?

Oye mi amigo “Nené”
de tu compasión yo espero
me mandes para un potrero
una semana o un mes;
tu alma bendeciré,
que no vayas al Purgatorio
porque es público y notorio
(grava esto en tu memoria)
que no vas a la Gloria
si te meto al Consultorio.

Anoche soñé “Nené”
que el mulo de Graciano,
me decía, buen hermano,
muy pronto te esperaré;
enseguida relinché
y desperté en el momento
y fue tal mi sentimiento
al ver que llegaba el día
y de nuevo empezaría
a dar de vueltas un ciento.

Virgen de la Caridad,
Caballo bueno, a ti acudo,
no me pase como al mulo
que nunca tuvo piedad;
yo tengo necesidad
que le digas a Soler,
porque se empeña en ver
a este caballo lozano
como el mulo de Graciano
que murió por no comer.
Que “Chano” Magariño choca con una niña, y a ésta se le cae al suelo el chorizo que había mercado; nos deja don “Chano” constancia en su:

A UN CHORIZO

Como salía la criatura
distraída de mercar,
y al tiempo de yo pasar
chocó con mi coyuntura,
ella, que apretar procura
entre sus manos el chorizo,
cayó al suelo, y lo que hizo
dijo llorando a don Chano:
cógemelo con su mano
con el mayor compromiso.

Yo enseguida me agaché
y el chorizo le he cogido,
más ella no lo ha querido
recibir, no sé por qué;
que está tirado en el suelo
yo no lo llevo a mi abuelo
lleno de tierra el chorizo,
y en este gran compromiso
se ha visto ayer el Cojuelo.

Al momento saqué un real
y se lo día a la chiquilla,
le dije, toma pepilla,
ve otro chorizo a mercar;
ella cesó de llorar,
porque recibió consuelo,
fija los ojos al cielo
y dice, válgame Dios,
tanta lástima me dio
que lo recogí del suelo.

Como era una inocente
esta niña y sin malicia,
tuve que hacerme justicia
sin ser yo el delincuente;
ella se quedó impaciente
y yo me agaché indeciso,
en esto llega Narciso,
¿qué estás haciendo, Cojuelo?
Recogiendo del suelo
a esta muchacha el chorizo.
Que don Antonio Ordoñez, “El Torero”, comprador de aves en la Villa, oficio que también lo era de don Francisco Rodríguez, “Pancho el Curita”, y que éste cierta mañana le da la mala a su compañero; don Mundo Sosa, en su fecunda imaginación, les dedica:

Estando Pancho “El Curita”
comprando una carga de pollo,
sin darse cuenta Antonio
por trasmano se la quita.
al verlo se escandaliza
y le dice sin pensar:
no me trates de engañar,
porque no te lo consiento,
pues soy un isleño, y siento
como cualquier animal.
Que Tomasito, “El Cochero” concurrente asiduo al café de Don Mundo Sosa, siempre hacía alarde de las cien gallinas finas que decía tenía en su patio; Mundo Sosa le dedica:

Las gallinas de Tomás
no son “jabá”, que son “prietas”,
y de pelear por la cerca
tienen cabeza “pelá”.
Que don Santiago Velázquez, “El Guapo”, al pasar por el frente del café suelta tremenda “mascá”; don Mundo Sosa a todos hace reír al dedicarle:

Soltó “El Guapo” una “mascá”
enfrente del paradero,
que si la halla un tabaquero
hace su felicidad.
De don Isidro Bacallao, carretonero de la Villa, con sus ochenta años de edad en el mismo oficio, don Mundo Sosa deja constancia:

La mula de “Bacallao”
come tierra, come fango,
come cáscara de mango
porque el tiempo está chivao.
Que “Candunga”, trata de mortificarlo, el mismo Mundo Sosa le dedica:

He de bajar a la tumba
aunque me coma el gusano,
por no hablar con un cubano
tan puerco como “Candunga”.
Que Pepe “Fiao” tiene una novia, y su compañero Nino “Cañón” se la quita, y éste solicita de Mundo Sosa una composición poética para reconquistarla:

Ningún trabajo me cuesta
dedicarle una poesía
a un amigo que hace días
le han quitado la galleta.
Pobre Pepe, se lamenta
de no conseguir su fin;
busca amigo otro jardín;
donde tú seas el jardinero
porque es triste ver a un cochero
en la calle y sin llavín.
Que este Pepe “Fiao” siendo cochero de Luis Corella, al que daba por la noche cuenta de la labor diaria rendida, trataba siempre de engañarlo, repitiéndose cada noche las mismas frases de mira, Luis, una peseta de la carrera que le di a Fulano; mira, Luis, otra peseta de la carrera que le día a Sutano; con la contestación de ¿y la que le diste a Fulano; y la que le diste a Sutano?, por parte de Luis: Cansado de su oficio de cochero, Pepe "Fiao" trata de irse de la Villa, a la que desde la Estación del Ferrocarril dedica en alta voz esta improvisación:

Adiós, Gibara la bella,
con sus murallas de guano,
ya se despide un cubano...
Y antes de poder decir el último verso:

“porque el hambre lo atropella”!
se escucha la voz de Mundo Sosa que lo termina diciendo:

“que acabó con Luis Corella”
Cuéntase en la Villa que este Raimundo Sosa tenía colocado en la pared de su café, situado frente a la Estación del Ferrocarril, un cartelón que decía:

Fiar es perder el amigo,
la paciencia y el dinero,
más vale decir no puedo
y así no tendré enemigos.
Si fío doy lo que es mío,
si presto, al cobrar me forman gesto,
y para evitar todo esto,
ni fío, ni doy, ni presto.
Que en la Villa vive “Traga Nickel”, a la que engañan con una moneda falsa; Juan Caballero le dedica unas décimas, parte de las cuales dicen:

Como a mi me cuentan todo
lo que pasa en Mayarí,
yo voy a contarle aquí
varias cosas a mi modo.
pero si a alguno incomodo,
entonces no es culpa mía,
porque en esta algarabía
que tal parece un ciclón,
se ve de noche un cordón
que sube por La Vigía.
Que Mayarí era uno de los barrios de la Villa, como también lo era el de La Loma, rivales ambos; y por ello los de La Loma no visitaban a los de Mayarí, ni éstos a aquéllos; llegando el odio a tal extremo entre ambos barrios, que Anita, vecina del de Mayarí hace colocar en el frente de la casa un cartelón en el que se leía:

Esta es la casa de Anita,
la Reina de Mayarí,
vengan, pues, a morir aquí,
los de la Loma maldita.
Que Paco Garrido, acompañado de Rafaelito Garrido, de Tavito Claro y de Toño González, en pos de trabajo, abandonan la Villa para dirigirse al lejano Central “Manatí”, procuran dejar constancia de esa aventura; y así “Paco” Garrido envía a sus amgios de la Villa los siguientes versos:

EXCURSION

Fuimos a buscar fortuna
de Gibara a Manatí,
y llegando luego aquí
caminando desde Tunas,
en noche oscura y sin luna;
yo dormí en un barracón,
se me afligió el corazón
y estuve al soltar el grito,
contemplando a Rafaelito
que tenía gran aflicción.

También contemplaba a Tano
y a mi amigo Primitivo,
hablaban de los nativos
diciendo que eran cubanos
y entonces les dije, hermanos,
diciéndoles con franqueza,
tenemos muchas traviesas
que vamos a atravesar,
está bueno de pensar,
que me duele la cabeza.

Seguimos nuestro camino
siempre fuertes y decididos,
con los pies adoloridos
y casi al perder el tino;
pero cosas del destino
nos pusimos a descansar
al pie de un cañaveral,
que la brisa lo menea
y vimos la chimenea
de este colosal Central.

Pasamos por el Fortín
y sin poder comprender
nos llevaron al Cuartel
y yo no sé porqué fin,
pensé en seguida en Delfín
que era nuestro paisano;
en eso llegó Mariano
y les habló de esta manera:
déjense de guanajera
que son obreros cubanos.

Con que suerte se navega
pensando en el embeleso,
pues Mariano nos dio queso
de su Colonia “La Vega”;
esto es una suerte ciega
que algún santo la ilumina
pensando en que se camina
en estas tierras cubanas
por los montes y sabanas,
por los prados y colinas.

En fin fuimos al Batey
y al cabo de poco rato
nos fuimos al Sindicato
más estropeados que un buey
y como era la Ley
el buscar algún sustento,
yo puse un plan al momento
y se me frustró enseguida,
pues no apareció comida
y todo se volvió un cuento.

Y yo no se con qué fin
nos fuimos al Paradero
y por el mismo sendero
fuimos a ver a Delfín;
ya yo estaba que era un güin
por la falta de alimento,
pero Delfín muy atento
nos dio un ajiaco criollo,
mejor que un arroz con pollo;
por mi madre, no miento.

Gracias te damos paisano,
Rafael, Tivo y Garrido,
quedamos agradecidos,
lo mismo te queda Tano,
así ha sido Ud., buen hermano,
un hombre puro, sincero,
y en estos versos yo quiero
brindarte mi estimación
con todo mi corazón,
junto con mis compañeros.
Juan Caballero también se inspira:

Quisiera ser Espronceda
para llegar a la meta
y hacer buena esta cuarteta
a mi amigo Castañeda;
pero tan solo me queda
ofrecerte esta poesía,
de esta pobre musa mía,
de un humilde pescador,
que a la vez es cazador
y le gusta la jutía.

El pargo está en veda,
no lo podemos pescar,
dónde iremos a parar,
apreciado Castañeda;
ya tan solo nos queda
ponernos a coger conquinas
o sentarnos en la esquina
para ver si desde el Cielo
nos quita Dios este velo
y pescamos la sardina.

Joaquín es un buen amigo;
me encargó unos camarones
y le traje tiburones,
está muy bravo conmigo;
voy a ver si le consigo
para llevarlo a pescar
aunque sé que en alta mar
y en un bote tan chiquito
no va a querer ni un poquito
que lo vuelva a convidar.

Y para ponerle fin
a este verso tan opaco,
yo pienso llevar un saco
para meter a Joaquín;
quizá si en Cacoyugüín
pueda coger un sábalo,
porque pescar un escualo
hace dar escalofrío,
y así llevándolo al río
tal vez no se ponga malo.
Hace su llegada “Patoto”, la sensación del día, y Ángel Bolito le dedica un bolero:

¡Ahí viene Patoto!

¡Ahí viene Patoto!
cierra la puerta paisana que va a entrar.
Cuando Patoto llegó
a la Villa de Gibara
se formó una algabara
y un gran titingó.
Tráeme un jamón;
¿y la raspa del arroz...?
¡Alto el plato, se acabó
que ya Patoto llegó!
Y da motivo a innumerables chistes y composiciones poéticas, en la que todos intervienen, falta de ritmo, pero llevando al mérito de la actualidad:


                                             Todo el mundo se alborotó
Vicente Salermo                   y quiero que el pueblo vea
“El 20 de Mayo”                   que con los precios de Patoto
                                             Vicente se fue en diarrea.

                                             Nano Sánchez se recrea
Nano Sánchez                      mirando desde el balcón,
“La Popular”                        como Vicente no vende
                                             media libra de jamón.

Manuel Corrales                    Manuel Corrales comenta

 “Casa Corrales”                   con su primito Ramón
                                             como Patoto no deja
                                             “pa” un kilito de bombón.

                                             Ahora Asdrúbal se lamenta
Asdrúbal Corella                    y mira con atención
“Hotel Plaza”                         que si Patoto no se aleja
                                             se morirá del corazón.

 José Buere.                          José Buere con tristeza

 “Café El Suizo”                    le grita a Luis García,
 Luis García                          que si Patoto se queda
“Bar Caribe”                        se muere de pulmonía.

Juan Silva                             Dicen que Juan Silva
“Casa Silva”                          le decía a Martín Tejeda,

Martín Tejeda                       que se va a sacar boniato
Bodega “La Caridad”            si Patoto se nos queda.
                                             Lo que causa alboroto
Pepín Longoria                      y a Pepín causa espanto,
Banco “Núñez”                     es que Patoto dice
                                            que piensa poner un Banco.

                                            Ya Patoto tienen a Fino
F. Escalona                           todo lleno de agravio,
“La Miscelánea”                   ya no quiere oír su nombre
                                            ni aunque fuere por la radio.

                                            Domingo Salermo de haberse ido de Gibara,
                                           Ya que Patoto no deja
                                           ni pá un plato de ensalada.

                                          Dicen que Paco Labrada
Paco Labrada                     está triste comentando
Bodega                              que si Patoto se queda
                                          Se le verá serruchando.

                                          Toño muy acongojado
Toño Cardona                    se recuesta al mostrador;
Bar “La Mía”                     Patoto, si te quedas
                                         Me veré de pescador.

                                          Pobre Pedrito Salermo,
Pedro Salermo                   como llora y se lamenta,
“La Chiquita”                     desde que vino Patoto
                                         no vende ni una pimienta.

                                        Rubén Andrés rugía
Rubén Andrés                   que parecía un León;
Bar “La Gibarita”              y en un rugido decía
                                        Yo mato a ese Patatón.

                                        Un hombre se ha desmayado
                                         Los del Teatro en la esquina de la Unión,
                                         Unos dicen que es Panafón,
                                         Otros dicen Pepillón,
                                         Otros dicen Rugerón
                                         Y por fin fue Cenefón;
                                         Y al volver en sí Paquito
                                         Llamó enseguida a Magón,
                                         El Teatro no nos lo quita
                                         Ni Patoto y su escuadrón.
                                         Dicen que Patoto vende,
Juan Seva                         anillo, pulsa y reloj,
Platería “El Jordán”           y al enterarse Juan Seva
                                         de pura rabia lloró.

                                         Carlos no vende ni un jarro
Carlos Escalona                desde que llegó Patoto,
“El Bazar”                         su negocio se ha roto,
                                         y se le formó el titingó.

                                         Dicen que Mario Barciela
Mario Barciela                  se está muriendo de espanto,
“La Rancherita”                 después de gastarse tanto
                                         haciendo nueva su tienda.

                                         A Salermo el ferretero
Fulgencio Salermo             se le oxidan las puntillas,
“La Miscelánea”                no vende ni una cabilla,
                                         al cantar está el manisero.

                                         Lola “La China”, comenta
Lola Jiménez                     con Toñito Gavilán,
“Casa Lola”                      si Patoto pone fonda,
                                         yo quito mi restaurant.

                                         Gavilán le dice triste,
                                         Cabizbajo y perezoso,
Toño Gavilán                    yo vendo pan muy sabroso,
“La Moderna”                  pero si él se queda aquí
                                        y pone aquí panadería,
                                        que será Lola de mí,
                                        me voy para La Vigía.

                                        Chino Sampera se aflige
                                        Y llora sin compasión,
                                        Pues le han dicho que Patoto
                                        al vender los terminales,
                                        no anda mirando reales
                                        y dará más comisión.

                                         El buen Padre el otro día
Ángel Padre                      a Patoto maldecía,
Librería                             pues estaba comentando
                                         Que pondrá una librería.

                                        Un cartel ha puesto Enrique
                                         Diciendo que no fía más,
Enrique Herrera                 pues desde que llegó Patoto
Quincalla                           todo le ha ido pá tras;
                                         y mientras los comerciantes
                                         lloran y se lamentan,
                                         todo el pueblo de Gibara
                                         muy feliz se carcajea.

                                         Las cosas de Pepe “El Chino”
José Chi San                     no tienen comparación,
“Hotel Camagüey”            quiere comprar un avión
                                         para meter a Patoto
                                         y mandarlo pa Cantón.

                                        Bringa muy acongojado
                                         le decía a Guardito,
Carniceros Gerardo,          estamos perdidos,
                                         Patoto mató un puerquito.

                                        Monguito se ha vuelto loco
Ramón Hernández             y dice que va a cerrar,
Bodega                             pues lo ha hecho quebrar
                                        El maldito de Patoto.
                                         cts. cts. cts.

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