Las fiestas y bailes forman parte también de las costumbres y tradiciones de Gibara. Desde mediados del siglo XIX hay referencias a estas actividades, primeramente en casas particulares, posteriormente y con el desarrollo que iba alcanzando la villa, en sociedades. Luego, con el triunfo de la Revolución algunas de ellas han sido revitalizadas o se han adecuado culturalmente a las nuevas realidades sociales. Entre estas fiestas y bailes pueden mencionarse:
-Fiestas de San Fulgencio.
Coincidían con la fecha de la fundación de la villa (16 de enero), día de San Fulgencio, patrono de Gibara. Se iniciaban el día 13 y se extendían hasta el 16 o 18 de enero. En la madrugada del primer día una orquesta recorrida la población tocando la diana mambisa. Se hacia una misa en la Iglesia Católica y luego una procesión. Durante estos días se hacia un programa de actividades, previsto y publicado con anterioridad, que incluía juegos tradicionales, verbenas, competencias entre equipos de la villa, como los de pelota, etc. En el parque Calixto García, cerrado con pencas de coco y adornado con banderas de colores, se desarrollaban actividades, así como en salones, sociedades y en diferentes calles. Bebidas, comidas y otros artículos se vendían en kioscos construidos para esa fecha.
Estas fiestas fueron auspiciadas por el Ayuntamiento Municipal y a veces sirvieron para recaudar dinero destinado a alguna obra social, como lo fue la estatua del Parque de las Madres. Sus patrocinadores celebraron el centenario de la villa en 1917.
La Fiesta de San Fulgencio se considera la más antigua festividad gibareña, perduró hasta el triunfo de la Revolución.
A partir de 1979, revitalizando gran parte de las actividades de las mismas y en similar fecha del año, se realiza la Semana de la Cultura gibareña, que ha ganado gran arraigo popular.
-Baile del Chivo Capón.
Comienza a desarrollarse en Gibara, precisamente en la zona rural de Managuaco alrededor de 1868.
Baile de parejas, jocoso y erótico, en la que un foráneo (El Chivo Capón), se gana por retadora arrogancia y buen pie a todos los muchachos presentes, desplazando a los jóvenes de la zona. Dentro de estos últimos aparece el bailador del patio que con sus movimientos elimina finalmente al visitante, quedando como único dueño del baile. El estribillo, muy conocido, se realizaba corto o largo según el interés de los bailadores. Decía así:
El chivo capón
De La Habana vino
¿Quién lo capó?
Se improvisa a gusto de los cantantes del grupo musical acompañante, ejecutantes de son montuno. Estos grupos utilizaban instrumentos musicales tradicionales, tales como: Guitarra tres, marímbula, bongoes. Era un baile muy utilizado en los llamados guateques campesinos.
En la actualidad, el baile del Chivo Capón ha sido revitalizado por jóvenes aficionados y se presenta en las actividades danzarias y eventos culturales del territorio.
- Fiesta del Gibareño Ausente.
Esta fiesta ha sido también un acontecimiento de carácter popular. La causa de esta celebración está en la emigración de gibareños como consecuencia del hambre, la miseria, la insalubridad existente en el país y agudizado en Gibara en los años pre-revolucionarios. La construcción de la carretera central influyó en la extinción del comercio portuario obligando a muchos hijos de este pueblo a abandonarlo.
No obstante, la familia dividida, la nostalgia por la villa, incitaban al reencuentro. Con ese fin, el desaparecido Faustino Pérez Ricardo, realizó una campaña a través de las páginas del periódico TRIBUNA LIBRE, para acercar aunque fuera por un día a los ausentes.
A propuesta del Concejal Antonio Silva Labrada se instituyó el DÍA DEL GIBAREÑO AUSENTE, en sesión efectuada el 11 de abril de 1953. La fecha escogida fue el 25 de julio, debido a que ese día, en 1898, habían hecho su entrada a Gibara, las tropas mambisas al mando del coronel Cornelio Rojas.
La fiesta del Gibareño Ausente tenía un programa que previamente y junto a una invitación se les hacía llegar a los coterráneos que residían fuera de la villa y que incluía actividades como: juegos tradicionales (corrida de cintas, de bicicleta, cucaña, palo ensebado, la peseta en la sartén, regatas de botes); retretas en el Parque Calixto García, paseos de carrozas y comparsas, elección y coronación de la reina y luceros, etc. También se condecoraban en acto público a los gibareños que más tiempo habían permanecido sin visitar la villa y regresaban con estas celebraciones, así como a aquellos que se habían destacado en las actividades que se realizaban.
Esta fiesta se dejó de realizar entre 1961 y 1962 y fue revitalizada en 1982, cuando recogiendo el sentir del pueblo, la Asamblea Municipal del Poder Popular, en su sesión ordinaria del 21 de noviembre de ese año, por sugerencia del Sectorial de Cultura, acordó celebrar el Día del Gibareño ausente el penúltimo día de las Fiestas Populares.
El 12 de agosto de 1982 el pueblo de Gibara se reunió para recibir a los gibareños ausentes, hecho que se repitió anualmente durante varios años y que luego, por razones económicas y de organización, se acordó realizar la Fiesta del Gibareño Ausente cada dos años.
Esta festividad se dejó de realizar debido a la critica situación del país al iniciarse la década de 1990 y aún cuando no ha podido volverse a desarrollar, la tradición se mantiene viva en los deseos del pueblo y en los gibareños ausentes residentes fundamentalmente en La Habana, quienes conmemoran en la capital la fecha y se encuentran organizados y en vínculo constante con la villa, en aras de volver a materializar esta festividad.
-Otros bailes y fiestas.
Entre otras fiestas tradicionales gibareñas habría que mencionar: la Fiesta de la Cruz, las Verbenas de la Calle Cemento (hoy Bernabé Varona), la fiesta de la Plaza de Armas (hoy Parque Calixto García); los bailes de disfraz, que se efectuaban en clubes, sociedades y balnearios y el “de las Flores”. Exponentes todos del acervo popular de la cultura en Gibara.
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Estoy ausente de mi querida gibara y cuanto la extraño.
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