¿Ha estado usted en la Villa de Gibara?
Si ya la conoce me dará la razón; es la más encantadora y original de la Villas. Si no la conoce, visítela y quedará encantado; es única. Esta situada en la Costa Norte de la Provincia de Oriente, al occidente de la bahía de su nombre, y es la Capital del Municipio de Gibara.
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Irás con tu visita conociendo al gibareño, y te darás cuenta de que no hay quien quiera más a su pueblo que el gibareño; que no hay quien sea más regionalista que él; a su Villa y a sus cosas, van sus cantos.
Raimundo Sosa le canta:
Cuando la luna declinasu faz por “La Pelegrina”en el tramo que iluminauna palma se divisa;bate del Este la brisay hace la palma temblar,mientras la luna sin pardel horizonte se aleja,y con la luz que reflejabesa las aguas del mar.
Luis G. Cabrera:
A LA SILLA DE GIBARA
Como un castillo amorfo se levantaal franco sur del mar en un desierto,su altivo continente está cubiertopor una vegetación, como un amanta.
Indica al marinero la gargantacual promoción feliz de nuestro puerto;es una evocación, testigo cierto,que habla de Colón y de su planta.
Pues ella vio la flota al acercarsea nuestras bellas playas balanceándosesobre el manto tranquilo de sus aguas.
Y vio al mismo italiano bendiciendonuestra tierra feliz, mientras que huyendoiban los indios sobre sus piraguas.
Juan A. Estrada:
A LAS GIBAREÑAS
¿Surgistes del mar? ¿Del cielo has descendido?¿Qué ricos vergeles te han llamado dueña?¿En la gloria nacen mujeres trigueñaso en cuna solar tus glorias han nacido?
No sé si un arcángel me dijo al oídoque tú eras un lirio, una flor ribereñaque se convirtió en mujer gibareñapara dar más vida a su pensil garrido.
¡Espléndida mujer! Vive como las floresy podrás pedir a Dios por tu ternura,que azules tus días con sueños de amores.
Para ti que ostentas hermosa bondadespido un despertar de infinitas venturaso un florecimiento de felicidades.
Luisito Sánchez:
A GIBARA
Mirífica región, de entre las brumasque ensombrecen el piélago profundo,surgiste en el Edén del Nuevo Mundo,coronada de algas y de espumas.
Hoy que a ese encanto otros encantos sumas,al pié semejas de tu mar jocundo,blanca gaviota ufana del rotundoy nevado prestigio de sus plumas.
Magnificente y colosal proscenioa un tiempo pasmo y júbilo del Genio,visión arrobadora tras la crudagesta en que culminó el Descubrimiento,
Colón, desde los siglos, te saludaen la luz, en las olas y en el viento.
Baldomero González Reyes:
AL PUEBLO DE GIBARA
Me gusta contemplar del pueblo míosu inmenso litoral, su bella cueva,el murmullante y caudaloso río,el puente majestuoso que se elevadel túnel a su entrada oscura y fría,su artística Parroquia, la Estación,gallarda por su aspecto y posición.
Me gusta contemplar del mar las olassu loma gigantesca, “La Vigía”,al encresparse, azuladas, avanzar,y ver como se estrellan en las solasy abandonadas orillas al llegar;sentir la entonación de algo que encanta,un póstumo chasquido, que al chocarla ola que besa y en su beso cantaun Himno a la natura y al lugar.
Ver como en humo el agua convertidaen menudísimas gotas descender,y verla entristecer en su partidasin sus penas llegar a comprender;me gusta contemplar como se extiendesu muelle kilométrico hacia el mar,pareciéndome a veces que pretendesus aguas en un paso conquistar.
De Gibara me gustan sus mujeres,por virtuosas, por bellas y por puras,tal parece que Dios, en estos seres,ha puesto su bondad y su ternura;hay en sus ojos rasgados, soñadores,de pestañas negrísimas y arqueadas,un mundo de atractivos seductoresy un haz de luz divina en sus miradas.
Cuántas bellezas naturales tieneeste pueblo tan digno de admirar!todo el que, acaso, a conocerte vieneen un gesto sincero ha de exclamar:“Gibara es la más bella de las Villas”.“Gibara es un sueño, es un primor”.“En Gibara se encuentran maravillascapaces de incitarnos al amor”.
Todo el que como yo sepa sentirsegrandemente inspirado en lo que ella esy note el corazón de dicha henchidopor inmensa emoción de placidez,uniendo su recuerdo y su cariño,agitando las palmas en loor,el pueblo abandonado desde niñosaluda con afecto y con amor.
Cien años ha que despertó a la viday en medio de esa vida en el bregar,se supo mantener tan distinguidacomo gustamos de verla y conservar.
J. Zaldívar Ramírez:
¡ASI ES GIBARA...!
Prende el sol su esplendente luz de orosobre la Silla majestuosa y bella;es su brisa salubre, un gran tesoro;no hay mejor clima que el que tiene ella.
Siempre azul es su cielo inigualable;hay blancura en sus calles bien trazadas;para todos se hace inolvidabley han sido sus bellezas muy cantadas.
Con milagros de cáusticas proezas,una vez y otra vez fue señalada;su historia está sujeta de grandezas,y es por ello vilmente calumniada.
De ese mar que vinieron de otros maresle trajera la gloria en el pasado,hoy le llega el alivio a sus pesarespor ser su más leal enamorado.
Sus hijos que la quieren y venerany nostalgiosos moran muy lejanos,los quisieran acunar y que volvierana vivir junto a ella y sus hermanos.
Con sus cuevas, su túnel, su blancura,su añejo Cuartelón y su Portada,su oculto colgadizo y su hermosura,aquí está mi Gibara, tan amada.
Ángel Pérez. (Pombo)
LAS VISTAS DE GIBARA
Amigo, esta es Gibara,la preciosa “Villa Blanca”,donde el viajero se encantaviendo sus playas tan claras,el primer puerto que entrarael Almirante Colón,donde las mujeres sonReinas de la Simpatía,donde existe la Vigíay el antiguo Cuartelón.
Tenemos el Parque Garcíafrente al Ayuntamiento,donde pasar un momentode placer y de alegría,contemplando esa bahía,la brisa que corre aquí.tenemos el parque Martí,sus balnearios pintorescosy conocerás con estola Avenida De Rabí.
Siguiendo ese litoralllegarás al Boquerón,verás que esos baños sondel público en general.De allí se va al Hospitaly los Baños de Bolito,y si caminas un poquitohas de llegar desde luego,al barrio de Pueblo Nuevo,que corre un aire exquisito.
Y así, mi amigo, yo quieroque sin tener compromisoconozcas Los Colgadizosy También el Matadero;un rato alegre, yo espero,que usted ha de pasar aquíy diga, yo conocítodo el pueblo gibareño,y también con gran empeñoel barrio de Mayarí.
Aunque solo sea un instantey si el amigo desea,quiero que también veaa la Iglesia Protestante,y como buen caminanteque en nada te va el reflejo,allá en la playa a lo lejoso en la Playa del Vallado,te comas un enchiladode las masas de cangrejo.
Y en fin, mi amigo, si quierespasar un rato sabrosoescucha un son melodiosocantado por Ángel Pérez;y si una rumba prefiereso una canción cualquiera,todo lo que usted prefierassiendo al compás de un soncitoaquí tienes al Pombitoque te canta lo que quieras.
Juan Caballero se inspira y brotan los recuerdos de la Villa:
En mi Gibara muy bellay linda como ninguna,es para mí cual la luna,no puedo vivir sin ella;hermoso como una estrellaes mi pueblo idolatrado,aquí he vivido, gozado,he pasado mi niñez,mi juventud, mi vejez,mi presente y mi pasado.
Me siento muy orgullososi me dicen “gibareño”,es para mí como un sueñovivir en mi pueblo hermoso,por eso lleno de gozo,le dedico esta poesía,con gozo y con alegría;aquí nací y moriré,y siempre recordaréla linda Gibara mía.
Empiezo por Mayaríy llego hasta Pueblo Nuevo,a los Colgadizos llego,cerca de donde nací;me estoy un momento aquíy sigo hasta la Vigía,aquí con gran alegríase me alegra el corazón,he llegado al Cuartelóndonde conocí a Lucía.
Después de andar otro ratome acuerdo de don Ramón,que siempre vendía lechóncerca del Número Cuatro;también al viejo Don Castro,amigo del corazón,me acuerdo de su cañónen tiempo de Menocal,donde solía dispararde bombazos un millón.
Cuando llego a Jijón,Joaquín ya sé dónde estoy,porque aquí vivió Potoycon su viejo carretón;también recuerdo a Turrónque trabajaba de herrero,y también al viejo Mero,amigo de Bacallao,carretero muy honrao,que vivia cerca de Tero.
Cuando al Cementerio llegome acuerdo del chino Nano,y de mi amigo Gracianoy de Nemesio, “El Gallego”;siguiendo mis pasos luego,ya estoy en la Tenería,pongo la memoria míaen don Virgilio y Terány en don Matías Alemány de su buena herrería.
Cuando al muelle viejo llegoveo la estatua de Laurent,me santiguo y digo amén,pues me acuerdo de Vallejo,aquí mis recuerdos dejogravados en “La Ferrolana”,y así quizás, si mañanallego hasta “El Cosmopolita”,y si Bolito me invita,yo le aceptaré con gana.
Llegué a “Puerto Escondido”cerca de la Plaza Fuerte,y aquí bendigo mi suerte,porque ya estoy en lo mío;llego al kiosko, está muy frío,y tomar algo propongo;Antonio Ramos y don Mongome vienen a la memoriay gano por esta historiala estrella de mondongo.
Siguiendo el itinerariollego al parque de Las Madres,y como es Día de los Padres,lo celebro en el Balneario,y como soy temerariome pongo a bailar un son,sigo luego al Boqueróny de aquí al baño Bolito,aquí me quedo en un mito,porque doy el resbalón.
Antonio Quintana, residente en Miami, siente la nostalgia de la Villa amada, y a ella va su sentimental canción:
GIBARA, Mi Villa Blanca, rincón querido donde yo nací,Aunque ausente, yo nunca te olvido,Todo mi anhelo es volver a ti.Tú guardas viejos amigos, a quien muy pronto yo quiero ver,Pasar con ellos momentos felicesRecordando el pasado ayer.
Nunca pienses que tus hijos son ingratos,El destino nos hizo partir,Donde quiera que se encuentre un gibareñoSus recuerdos serán siempre para ti.
Y continúa con su:
MONTUNO
Gibara mi Villa Blanca ___ Yo nunca podré olvidar,La belleza de tus playas ___ de tu cielo y de tu mar,No hay duda que te obsequió ___ la Madre Naturaleza,Tu nombre Perla del Norte ___ también la Tierra de Dios.
Cuando la luna se asoma ___ sobre Punta Pelegrina,Con su luz roja ilumina ___ el Cuartelón de la loma,Los millones de cangrejos ___ cuando van a desovar,Nos dejan su rico caro ___ antes de llegar al mar.
Ya tú no tienes las Balsas ___ sobre el río Cacoyugüín,En cambio ya hay carretera __ que nos lleva pronto a Holguín,Te queda el Puente de Hierro ___ los Colgadizos también,El Fuerte de San Fernando ___ más ya no existe el Taller.
Desde la Plaza del Fuerte ___ se ven los restos del Faro;También Santa Rosalía ___ y la Silla de Gibara;Recuerdo también el Túnel ___ la Avenida de Rabí,Las lomas de Cupeicillo ___ y la Punta del Barril.
Las Murallas españolas ___ tan solo un recuerdo son,Pero te quedan los Fuertes ___ del tiempo de la opresión;Pero fuiste la primera ___ en ver la bandera ondear,Que trajeron los Mambises ___ junto con tu libertad.
Cuando Colón descubrió ___ el Nuevo Mundo hace tiempo,Fue en aguas de tu bahía ___ que su Carabela ancló,Y según cuenta la Historia ___ dicen que Cristóbal dijoSer la tierra más hermosa ____ que ojos humanos ha visto.
Ya vienen muchos turistas ___ la temporada a pasarPues todo el mundo conoce ____ el ser tu clima ideal,No te preocupes Gibara ____ nadie te podrá olvidar,Tus hijos ausentes sueñan ___ con muy pronto regresar.
Fernando Cuesta Mora, su sentimental e inspirado:
¡ADIOS A GIBARA!
Perla de mis amoresEn cuyos brazos se meció mi cuna,Ya no podré mirar tus lindas floresNi mis cruentos doloresPor la noche cantarlos a la luna.
Turquesa del Oriente,Gibara de mi amor, prenda querida,¡adiós! te dice el corazón dolientey un gemido del pecho brota ardienteque me acaba la vida.
No te olvido un momentoen mis noches de pena y de martirioy tengo trastornado el pensamiento,y parece que alumbra mi aposentola palidez de un cirio.
¡Qué triste es este díaEl cielo está cubierto de negrurasy siento que la mente se extravíay miro tu “Vigía”a través del cristal de la amargura.
¿Por qué te quiero tanto?Explicarlo no sé, pueblo adorado,más ya no puedo más, y rompo en llantoentre sombras al verme ensimismado.
Llevo enlutada el alma y un gran duelomi pobre corazón deja sentir,yo no necesito contemplar tu cielopara poder vivir.
Necesito también ¡oh, Villa Hermosa!contemplar tu marantes que en negra y olvidada fosalleven mi pobre cuerpo a descansar..._________________
Lejos suena una campana;yo me asomo a la ventana,es el toque de Oración.¡Qué triste pasan las horas!
Corazón... es que tú lloras¿porqué lloras, Corazón?
Suena otra vez la campanay yo vuelvo a la ventana.
Es la hora de dormir.¡De dormir! Cuánta tristezayo reclino la cabezatan sólo para sufrir.
Para sufrir y pensaren el cielo y el marde mi Gibara hechicero.
Pensamiento, vuela en posde mi pueblo, dile adiósy que sin él yo me muero.
El Dr. Antonio R. Díaz Fernández los visita y se nos vuele gibareños:
A GIBARA
Dormida, solitaria y silenciosa,oculta bajo el velo de la bruma,paréceme una aldea misteriosa,fabricada con seda vaporosa,con flores, con sonrisas, con espuma.
Contemplándote en la hora matutina,inundada en las luces de la aurora,he creído soñar con una ondinaque, formada de espumas matutinas,surgiera ante el mar deslumbradora.
Su cielo del color de los zafiroscon claros horizontes matinales,se diría que seres inmortaleslo hicieron con aliento de suspirosy con dulces miradas virginales.
Su hermano, Pompeyo Díaz Fernández, sube sobre las múcuras de la costa, lleva la mano a la cabeza, procurando no dañar su raya al medio y nos obliga a escuchar su kilométrica composición al pueblo que ama y admira:
CANTO A GIBARA
Sobre el orgullo de sus aguas plenasDe un arrullar eterno de colores,Aflora como un coágulo de perlasLa blanca Villa con Gibara el nombre.
Portal de las Américas; toda ellaTuvo un nacer aquí, desde aquel díaQue tres frágiles naves, su inocenciaViolaron para siempre con sus quillas.
En silencio dormía, en paz, serena,Sin odio ni rencor, siempre callada...Solo el indio sutil irrumpe en ella.Flores y espumas ciñen su piragua
Y medrosa la prosa abre la estela,Y agota en el encanto de su seno,El perfume gentil de la florestaY del añoso corazón del cedro.
Dos ríos dan en su fluir de sedasSus argentinas ondas a sus playas;Cual gigantescas sierpes que tiñeranEn iris infinito sus escamas.
Allí Colón, al descender contemplaLo bello del contorno, sus montañas,Perfumadas, ni grandes ni pequeñas;¡Hermosas, indolentes, solitarias!
Enmudecido de estupor se queda,Y la presencia de una cruz reclama;Junta sus manos, ora y se encomienda.¡No sabe qué decir...! ¡Y todo calla!
Mas al cielo mirando se serenaY se escucha su voz ronca de sal:“Por esta cruz que mi destino vela,al mundo quiero y a la historia hablar”.
“Esta es, ésta, la más fermosa tierraQue ojos humanos vieron”. Luego calla,Y es que es él, él, sí, que prendado quedaEn el mudo sopor de ti, Gibara.
Y singular el caracol resuena;Voz que al disperso siboney reclama,Por orden del cacique, y todos sepanDe aquella insólita irrupción extraña.
Mi estro se inquieta, con ardor regresaAl día culminante de la raza,En que aromados de alquitrán y breaLlegáronse los blancos a tus playas.
No más ya de natura, el candor seaEn la isla fiera; muere con el indioSu virginal bondad, y la inocenciaDe amores que se expresan no escondidos.
Arrancar la belleza que en sí lleva
Nunca nadie después, nadie ha podido;Ni los hechos terribles de la guerraNi del hombre moderno el egoísmo.
Y la belleza a su quietud se aferra,Como la piedra en el joyel se incrusta;Implícita en su ser, y no la amenguaLa técnica, el comercio, ni la industria.
Cuando la triste enfermedad aquejaY el cuerpo dobla y mústianse los ojos,Tu sol los salva, el cuerpo se endereza,Vuélvense de carmín, pálidos rostros.
Yo deseo que nunca se perdieraDe tu hijo el natural de los afectos,Amplio su corazón el bien lo anega;Fecúndase de amor al descubierto.
Y estos versos que cálidos resuenan,Mérito alguno a mi favor otorgan;Hondo el nidal de tu beldad los crea,Libres, atisban cumbres... y remontan.
Alados ya perpetuarán doquieraLa mística dulzura de tu fama.¡Aunque no ha menester, su gloria seael romance del cielo con sus aguas!
Hasta el Humón bendigo cuando llega;Su manto de azul todo lo circunda;Toma el cetro la paz; ella es quien vela...La mente calla... y el dolor se acuna.
Del Cuartelón un día, vi a su veraLas angélicas huestes y albos dioses,Cual si un mudo certamen compitieranPletóricos de luz y de colores.
A darte ese reír que te alboreaCon su magia sutil de resplandores;A darte ese donaire de princesa,Y ese traje de luz hecho por dioses.
Regentes de lo bello, lucen reinasDe emociones ardidas, tus mujeres;Nada a su gracia el hado regatea;Las colma de pasión y de esbelteces.
En las orillas de sus aguas quedas,Dolido muchas veces me asilaba,Para vencer al mundo, en mi conciencia,Y encontrar del espíritu la llama.
Para robar así desde una quiebraProfundo meditando en los misterios,Un trozo de esa paz que mi alma hoy llevaY prodigo a los hombres en silencio.
Miraba al pescador en su faenaDe la tarde al caer; la algarabíaDel cerco de chicuelos que lo esperanY en besos darle su panal de vida.
Gibareño tenaz que no lo arredraEl furor de las aguas, no lo asustaSi el temido huracán lo balanceaCuando el sustento de sus hijos busca.
Allí donde el Señor para él lo creaPingue, en la onda voraz del océano;Así él y sus pequeños se sustentanY en humilde estrechez, crecen honrados!
El afanar del mundo aquí no llega;La ambición desmedida se desdobla;Al mirar tanta, tanta gente buenaQue conviven tranquilos en sus costas.
El hijo de esta Villa que se ausentaPor la vida forzado y el destino,En el dolor y en el placer la sueña:
“NUNCA, JAMAS, GIBARA, YO TE OLVIDOSIEMPRE, GIBARA, SIEMPRE TE RECUERDO”.