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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

15 de octubre de 2016

Club Rotario de Antilla, Oriente, Cuba



En los albores del siglo XX y como parte de la construcción del Ferrocarril Central, surgió el pueblo de Antilla al lado de ese singular nudo de comunicaciones y puerto de vital importancia económica para toda la región nororiental de Cuba que hubo en la bella y extensa bahía de Nipe. 

Pueblo de Antilla, 1915


Desde antes de constituirse en municipio, en 1925, en el pueblo se fueron fomentando una amplia red de instituciones, entre ellas Sociedades de Instrucción y Recreo, cines y hoteles. 

Hotel Antilla, 1910
Banco de Canadá, filial en Antilla, Holguín, Cuba. 1915
Café El Boulevard, Antilla, Holguín, Cuba, 1916
Consulado de los Estados Unidos, Antilla, 1917


El permanente comercio con Estados Unidos influyó intensamente en la vida sociocultural del pueblo. Muestra de ello es la fundación el 11 de diciembre de 1934 del segundo club de Rotarios que hubo en la región holguinera.

Periódico “La Defensa”, Antilla, 1935

El 25 de mayo de 1935 se realizó la constitución oficial del Club Rotario de Antilla. El hecho se constituyó en gran acontecimiento para el pueblo. La prensa local y de otros lugares de la provincia de Oriente lo divulgó ampliamente. Específicamente el periódico “La Defensa” de 1ro de junio hizo una amplia reseña en su portada:

”(…) en el hotel Antilla se realizó la sesión-banquete, colocándose las mesas formando cuadro que remataban en la presidencial, la cual lucía tachonada de muchas flores. A la espalda la bandera cubana y una inmensa rueda dentada primorosamente confeccionada en Preston por el miembro del Club de Antilla Mr G. H. Kolwey”[1].


Para la ocasión contrataron en Santiago de Cuba al Trío Oriental de Maximiliano Sánchez (Bimbi), que amenizó con canciones cubanas las actividades a las que asistieron representantes de diversos clubes del país, principalmente de Holguín, cuyo club fungió de padrino. Desde Cienfuegos viajó el doctor Felipe Silva, Gobernador del Distrito 25 quien entregó la carta constitutiva y el decálogo del Rotarismo al novel presidente Manuel  Guarch Fernández, mientras que el doctor Teodorero Gutiérrez, Presidente del Club holguinero entregó la bandera de la organización. Varias destacadas personalidades realizaron discursos, y luego el doctor Diego M. Yebra obsequió a los asistentes hermosas conchas marinas con paisajes pintados por el artista Heredia. Posteriormente en la principal sociedad de Instrucción y recreo del pueblo, el Unión Club, se celebró un baile que se prolongó hasta la madrugada.


Durante la década de 1930 el Club realizó sus sesiones de cada viernes en el hotel Antilla. El doctor Julio Esperón que fue el Presidente durante varios mandatos organizó conferencias y actos patrióticos en fechas significativas como el 10 de octubre, inicio de las guerras independentistas cubanas, el 28 de enero, natalicio de José Martí y el 7 de diciembre, aniversario de la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo. En cada una de ellas intervenían profesores, periodistas e intelectuales como Ambrosio Ledesma y Joaquín Navarro Palomares. Esperón y rotarios antillanos tuvieron el privilegio de ser uno de los pocos orientales cubanos que sirvieron de anfitriones a un presidente de Rotary Internacional; este acontecimiento ocurrió durante la escala de una nave de la Pan American Airways en la que viajaba Mr. Walter D. Head. Y obviamente que el hecho que fue reflejado por el periódico local “El Sol” en su edición del 16 de enero de 1940.


En la década de 1940 se amplió el rotarismo antillano con la fundación de las Damas Rotarias. Ellas, cada 28 de enero entregaban una canastilla martiana a un niño nacido ese día y el 6 de enero repartían juguetes y atendían a los niños enfermos haciéndose acompañar por el médico Dr. Yebra, (1899-1952)

Busto en recordación 
al Dr. Diego M. Yebra Proenza 
en una de las calles principales del pueblo

El Dr. Yebra se convirtió en símbolo del Rotarismo local y fue encarnación perfecta del trabajador por la salud de su comunidad. Todo ello lo hizo acreedor del cariño eterno de todos los habitantes del pueblo. Prueba es que tras el fallecimiento del médico todos los antillanos dieron dinero para erigir un busto con su efigie en la avenida principal en abril de 1956, obra del escultor Fernando Boada. Desde entonces esa calle recibió del médico[2].  

A lo largo de su historia el club vivió momentos buenos y malos, uno de los peores ocurrió en los meses iniciales de 1946. Por esa fecha realizó su última visita como Gobernador, el Dr Echemendía y no se llevó la mejor impresión, por lo que en su informe a la organización internacional señaló deficiencias. Al asumir la gobernatura nacional el holguinero Paco Frexes, este recibe de Chicago una comunicación en la que señalan al club “algo desalentado y que requiere atención especial”[3]. El inquieto  Paco pronto levantó los ánimos de los antillanos con el apoyo entusiasta de todos, especialmente de Antenor de Feria, el nuevo presidente del club local.

Don Paco Frexes

Ya a mediados de diciembre de ese mismo año, llegó al club una carta enviada por Juan M. Roger, Jefe del Departamento Iberoamericano de la organización con sede en Chicago, en la que se felicitaba al club por los resultados positivos obtenidos durante la visita oficial anual del Gobernador del Distrito y, resalta, que “la gran inspiración rotaria que existe en el seno del club se debe seguramente a la magnífica  orientación de la Directiva”[4]. Y no se equivocaba el alto funcionario, pues  el Dr. Feria Santiésteban estaba llamado a convertirse en un nombre insoslayable en la historia de esa institución Antilla.


Fue aquel un hombre de recia personalidad y que entre sus antepasados tenía libertadores de Cuba. Por sus méritos presidió  el club durante dos mandatos consecutivos, entre 1946 y 1948. En ese período impulsó sólidamente el quehacer rotario local hasta ubicarlo entre los primeros internacionalmente que sus 24 miembros donaran los diez pesos per cápita para la fundación del Instituto de Comprensión Internacional, última voluntad de Paul Harris, el artífice de la organización quien al morir en 1947 pidió que no lo despidieran con flores, sino que donaran esa cifra en la creación de un Instituto dentro del Rotarismo para defender la paz, la amistad y la cooperación entre los pueblos víctimas de dos las guerras mundiales y otras criminales acciones bélicas.


Como la anterior, otras múltiples iniciativas de Antenor fueron de importancia para el Club y de calurosa acogida popular. Una de ellas fue la compra, en 1947, de un poderoso aparato extintor de incendios con  una bomba Allis que impulsaba quinientos galones de agua de la bahía a 276 pies de elevación por minuto. Desde entonces muchos en el pueblo durmieron tranquilos, porque Antilla había estado a punto de desaparecer en más de una oportunidad a causa de la acción voraz del fuego.


Otras  ideas llevadas a cabo  bajo su guía fueron la creación de la Revista Rotaria de Antilla y la gestación de la Comisión de Acción Cívica. En esta última, Manuel Guarch y otros rotarios se distinguieron gestionando en las altas esferas del gobierno la realización de obras públicas para ese municipio, entre ellas el Dispensario y la Casa de Socorros. Por su parte la Revista, dirigida durante varios años por José Conde,  reflejó en sus páginas el quehacer del club y de la organización en general. En ella colaboraron eficientes periodistas como Joaquín Navarro Palomares, director del periódico  local “La Defensa”, que además era un rotario devoto de la obra de José Martí y también de la de todo cubano que enalteciera los valores de la patria, principio este que aprendió de su madre, la capitana mambisa, (independentista),  Doña Luz Palomares. Fueron los rotarios junto al club de leones del pueblo quienes más y mejor apoyaron la propuesta de la entrega a la gran capitana mambisa de la Cruz de la Orden Carlos Manuel de Céspedes. Finalmente la condecoración le fue  concedida en 1948  por el presidente del país Carlos Prío Socarrás.


Asimismo, como lo hacía el Club de Leones, cada 24 de octubre, Día del Periodista, los rotarios antillanos homenajeaban a Navarro Palomares, y a José Conde, Enrique Causarás Abella  y los otros profesionales de la información que hicieron de esa villa portuaria, una de las poblaciones más relevantes en la historia del periodismo regional.


En la década de 1950 los rotarios antillanos siguieron laborando intensamente en bien de su comunidad. Históricas fueron sus gestiones ante senadores y Representantes a la Cámara y ante el mismísimo dictador Fulgencio Batista, reclamando la construcción del acueducto y un hospital, el dragado del puerto y otras obras de beneficio colectivo. Entre estas últimas estuvo la denuncia que hicieron de la contaminación del medio ambiente[5] y la creación de una beca al mejor expediente de sexto grado para que el ganador continuara sus estudios en un colegio privado de la localidad[6].


En 1957 el usurpador del poder en Cuba, Fulgencio Batista, visitó el pueblo y con su acostumbrada demagogia prometió obras que nunca se realizaron[7]. Seguramente que entonces el dictador no se imaginó que tres años después comenzaría otra historia para Antilla y todo el pueblo cubano.









[1] Periódico “La Defensa”. Antilla. Un acontecimiento social y fraternal resultó la inauguración del Club Rotario de nuestra villa. 1 de junio de 1935. P. 1.

[2] Periódico “Norte”. Holguín. Emotivos actos en honor de Diego Yebra en Antilla.17 de abril de 1956. P.1

[3] Archivo Provincial de Historia de Holguín. ). Fondo Movimiento Rotario Legajo 1 Expediente 2 Folio 62 Carta de José .M. Abraira del Departamento Iberoamericano de Rotary International, fechada el 14 de agosto de 1946 en la que le informa al Dr  Francisco Frexes sobre las deficiencias señaladas por el anterior Gobernador en sus últimas visitas a los clubes de la isla.

[4] Archivo Provincial de Historia de Holguín (APH). Fondo Movimiento Rotario Legajo 1 Expediente 2 Folio 38 Carta de Juan  M. Roger al Dr. Antenor de Feria Santiésteban, Presidente del Club de Antilla fechada en Chicago el 1 de diciembre de 1946.

[5] Periódico “Norte”. Holguín. Mostos provocan gran  mortandad de peces en la bahía de Nipe. 6 de junio de 1956. P.1.

[6] Periódico “Norte”. Holguín. De Antilla. 12 de octubre de 1956. P.3.


[7] Periódico “Norte. Holguín. Entusiasta recibimiento tributó Antilla al Presidente Batista. 11 de septiembre de 1956. P.1 y 3.


1 comentario:

  1. "Seguramente que entonces el dictador no se imaginó que tres años después comenzaría otra historia para Antilla y todo el pueblo cubano" : Comenzaría la debacle y hundimiento total de Antilla y de toda la nación.

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