1896,
Agosto 19
Rumbo
a Loma de Hierro
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Considera
el general García que ya es hora de una demostración de fuerza. Acampado en
El Cupey despacha a Mariano Sánchez con 50 hombres provistos de dinamita para
que destruyan la vía férrea cerca de Gibara, a Mariano Torres le da
instrucciones para que tirotee a Holguín, a Mario García Menocal le ordena
destruir la vía férrea Gibara-Holguín por el kilómetro 17, al coronel
Fernando Zamora le manda a tirotear el caserío de Auras, a Luís Martí le
ordena la destrucción e incendio de los caseríos circunvecinos…
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1896,
Agosto 20
Primera
gran victoria de la artillería cubana
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…y
emprendiendo él la marcha, muy de madrugada, se presenta frente al fuerte de
San marcos, construido sobre La
Loma de Hierro. El general se apresta a asestar un golpe
inédito al enemigo: emplaza un Hotchkiss de a doce libras en una colina. Dos
horas después el fuerte está en manos cubanas.
Loma
de Hierro es la primera fortificación permanente del enemigo que cede al
empuje de la artillería cubana.
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1896,
Agosto 21
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Al
día siguiente dice el Generalísimo Gómez desde Güaramanao, en las
inmediaciones de Holguín: “Orientales,
os cabe la satisfacción de ser los primeros vencedores con artillería. Loor y
gloria a vuestro General García, por su nombre, por su fama y por su gloria”.
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1896,
Septiembre 30
Baire
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Ese
mes lo pasa el general acampado en Baire. Y el último día le escribe a
Estrada Palma: “Mañana emprenderé
marcha a Camaguey pues aquí se vive en paz y no hay más remedio para pelear
que atacar pueblos fortificados”
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1896,
Octubre 9
Hacia
Camaguey
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Por
orden de Gómez el general se pone en marcha hacia el Camaguey con un
contingente de tres mil hombres, 25 carretas y 80 mulos cargados de armas y
parque. Por esos días el territorio se halla bajo una tempestad de agua que
dificulta el tránsito, haciendo de esta una marcha en la historia de Cuba.
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Los
orientales desertan porque no quieren salir de su geografía
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Debido
a que los orientales no querían abandonar su territorio, desertaban con
frecuencia y en gran número de soldados. Una mañana el general hace que la
tropa forme y entonces se desborda: “Soldados,
anoche han desertado doscientos hombres. Si seguimos de esta manera, nuestra
causa está perdida. El que no quiera seguir peleando por Cuba que dé un paso
adelante: los que así procedan seguirán siendo esclavos y nosotros moriremos.
Nadie respondió. –Vamos, un paso adelante. Nadie se movió y el ejército
continuó su marcha sin sufrir otra deserción”.
El
Capitán General de Cuba, enterado, comunica al Ministerio de la Guerra español: “El día 9 salió Calixto García para Puerto
Príncipe con tres mil insurrectos y dos cañones, piensa atacar a Tunas al
regreso”.
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Guáimaro
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Cuando
Calixto llega al Camaguey, Gómez había fracasado frente a la plaza de
Cascorro por falta de artillería, pero el General lleva su cañón Hotchkiss de
a doce libras con el que había tomado Loma de Hierro. Ambos jefes deciden
atacar Guáimaro, el lugar donde se promulgó la primera Carta Magna de la República y que el
enemigo consideraba una plaza inexpugnable.
El
capitán Fernando Fernández entrega al general García un plano del pueblo.
Está defendido por ocho fuertes y en el interior por sólidos edificios de
mampostería, que son el cuartel, el hospital y la iglesia. Muy pronto el
mando cubano descubre que la llave de la plaza lo constituye el fuerte Mella,
situado en una loma aledaña a Guáimaro. El General manda que sus hombres
construyan una trinchera a menos de cuatrocientos metros del fuerte, en un
lugar de poca visibilidad y allí emplazan el cañón. A la vez manda que su
tropa rodee el pueblo, ocupando todas sus entradas y salidas y también se
sitúan trincheras frente a cada una de las demás fortificaciones.
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1896,
Octubre 17
Dana
Osgood, jefe de la artillería mambisa.
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A
las ocho de la mañana la artillería cubana rompió fuego contra el fuerte
Mella. El fuego del cañón y también de la fusilería se mantuvo, metódico y
persistente, hasta las once y media de la mañana. A esa hora el general
García ordenó a Mario García Menocal que asaltara la posición. Menocal
organizó una pequeña columna de asalto con la infantería holguinera del
regimiento Martí y se lanzaron sobre el fuerte con tanto ímpetu que
infirieron el pánico a los defensores del fuerte, quienes huyeron.
Ocupado
el fuerte los mambises emplazaron allí el cañón y dirigieron sus disparos
contra el fuerte cercano y la torre de la iglesia. Desde este último lugar
algún gran tirador les causaba sensibles bajas. En la maniobra cayó herido de
muerte el heroico oficial americano Dana Osgood, jefe de la artillería
mambisa.
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1896,
Octubre 20
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Se
agota el parque. El general manda a buscar más balas, pero hay que esperar
que aquellas lleguen desde Mayarí.
Mientras
espera el General García se limitó a mantener el sitio, tiroteando
constantemente las posiciones del enemigo, y a la vez dispuso la construcción
de una amplia trinchera frente a los fuertes Monje, Tunas y Tarragona.
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1896,
Octubre 21
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El
Generalísimo Gómez y sus hombres se retiran de Guáimaro para impedir que las
tropas enemigas vinieran por el camino del Príncipe.
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1896,
Octubre 26
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Llega
el teniente Carlos Masó, de la escolta de infantería, quien en solo ocho días
ha cubierto la enorme distancia desde Mayarí hasta Guáimaro, llevando cuatro
acémilas cargadas con precioso parque de artillería[1].
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1896,
Octubre 27
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A
las siete de la mañana y desde la amplia y magnifica trinchera que está
frente a los fuertes Tarragona y Monje rompió el fuego de cañón que, además,
se dirige sobre la Torre
de la Iglesia
y así se mantiene durante todo el día.
A
las seis de la tarde, cuando el general cree que la defensa del enemigo está
quebrantada, dispone un ataque total. Desde cada una de las ocho trincheras
que rodeaban al pueblo salen con absoluto sigilo varios hombres que cortan
las alambradas y entran en Guáimaro y detrás de ellos, otros miles de
combatientes. A poco el general Cebreco tomó por asalto el fuerte Tunas y la
charanga que lo acompañaba comenzó a tocar el himno de Bayamo.
A
las dos de la madrugada ceden los enconados defensores de la iglesia,
entonces Luís Rodolfo Miranda sube al campanario y repica las campanas en
señal de victoria. Pero aún quedaban el cuartel y el hospital militar.
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1896,
Octubre 28
Toma
de Guáimaro
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En
los primeros claros del día y al son de la charanga que toca el himno de
Bayamo, entra el Gobierno de Cuba en Armas al pueblo de Guáimaro y se dirigen
al cuartel y al hospital, dando atronadores vivas a la libertad y a Cuba.
El
general ordena emplazar un cañón frente al cuartel y concede un plazo para la
entrega del mismo. Sus defensores capitulan.
Carta
de Calixto a Gómez: “Tomé Guáimaro; a
usted se debe el triunfo, porque me aseguraba que se tomaba y yo no lo creía.
Gracias por la victoria que le debo”.
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Sesiona
el Consejo de Gobierno de Cuba en armas
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En
Guáimaro sesiona el Consejo de Gobierno, reunido en sesión extraordinaria por
primera vez en un pueblo libre, bajo la protección de la espada victoriosa
del General Calixto García. En acta levantada dice que al hospital de
Guáimaro le fue concedida la neutralidad, conforme a lo acordado en el
Congreso Internacional de Ginebra, respetándose a heridos y sanitarios.
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[1] Desde Guáimaro hasta Mayarí y el
retorno a Guáimaro hay unos 700 kilómetros por terreno,
todo ello por lugares accidentados y cuajados de enemigos. Fue esa una de las
marchas más asombrosas de toda la historia de Cuba.
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