Para
el completamiento de una nueva visión del cementerio fue necesario, además de
los aspectos biológicos, la revisión de sus detalles culturales.
Precisamente
muchos de esos detalles culturales eran los que aportaban la imagen más reconocida
del lugar, pero, antes de estos estudios, su verdadera naturaleza era casi
desconocida.
Este
capítulo discute los estudios de identificación y distribución de los
materiales vinculados a los restos humanos. Ello, consideran los expertos, es
una parte clave para entender el lugar porque es ese material el que precisa
grande cantidad de información sobre la cultura de los “muertos de El Chorro de
Maíta” y porque aportan referentes cronológicos.
Los
nuevos estudios, asimismo, rectificaron errores de determinación de la
naturaleza y origen de las piezas, y cambió radicalmente la percepción que se
tenía de esas piezas y su significado.
Las
prácticas mortuorias se reconstruyeron combinando datos diversos, entre ellos
los tafonómicos. En los siguientes textos se discute sobre la variabilidad de
esas prácticas y el impacto que en ellas tuvo la interacción o convivencia de
los aborígenes con los europeos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario