LO ÚLTIMO

La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

19 de agosto de 2009

El Guayabero: Con la boca llena de risa

Autor: Bladimir Zamora Céspedes
Casi llegando a la medianía de los años sesentas del siglo pasado llegué a Bayamo a comenzar estudios secundarios. Venía del pleno campo, de estar siempre esperando lo imprevisible desde el maratón inmenso donde a la vera del río Cauto, por lo menos desde el siglo XVIII se empezó a cuajar el poblado rural llamado Cauto del Paso. Y claro, ya caminando por una ciudad multicentenaria, con los ojos iluminados con muchas más imágenes que en el rincón de mi nacimiento, me interesé por buscar las piedras de toque de la identidad de esa ciudad. Justo en ese plazo vi por primera vez a Faustino Oramas, a quien todo el mundo reconocía como “El Guayabero”.
Aquel hombre alto y delgado, tocado con un sombrero pariente del jipijapa y siempre con un tres al hombro, me pareció una de las más singulares formas de ser los hijos de Bayamo. Y tuve entonces más seguridad de ello cuando empecé a gozar de las ininterrumpidas jornadas del carnaval bayamés. Allí en la encrucijada de las calles Saco y Pío Rosado, o en la de Zenea, llegando a la Guariana, tuve mi iniciación con el canto y el toque de El Guayabero. Después que orquestas regionales o del más alto rango de la nación, habían desatado ante los apetecientes bailadores lo más convidador de su repertorio, este hombre se subía a la tarima en la única compañía del tres y comenzaba una función, que podía llegar hasta el amanecer.
Entonces su modo de tocar el tres, su voz rasgada por el aguardiente, los versos de muy aguzado filo humorístico y la sabia manera de nutrirse del peregrinar por incontables parajes, me era desconocido. Solo me sorprendía su capacidad de dejar inmóviles a los numerosos bailadores, a quienes a partir de su llegada, nada les era más grato que su discurso musical de entrañable picardía criolla. Todavía a estas alturas el entrañable músico cubano Pacho Alonso, no había cantado sus temas emblemáticos, lo que por supuesto significó un contundente espaldarazo para el autor de “Mañana me voy pa´ Sibanicú. Pasó el tiempo, y un águila por el mar, como se dice con sencillo desenfado popular y vine a La Habana a estudiar. Volví a Bayamo ya sabiendo que Faustino Oramas era un importante hijo de la provincia Holguín y que sus formas de tocar el tres, heredera de las maneras originarias de hacer el son en el oriente de la Isla, tenía una definición tan particular, a la altura de otros treseros clásicos como Isaac Oviedo y Arsenio Rodríguez. Por eso fue que me sentí muy alegre en el otoño de 1978, en la celebración de la primera Semana de la Cultura de Baracoa, al verlo caminando por la Villa Primada con las mismas energías que le conocí desde un principio.
Bueno nada, que uno, como el mismo Faustino vive moviéndose, y estuve de nuevo en la capital del país. Así se produjo la posibilidad de que en diciembre de 1990 yo viajara a Madrid, para participar en un encuentro de revisteros culturales de Hispanoamérica. Ya tenía yo mucha satisfacción asistiendo a aquel nutritivo contacto celebrado en la legendaria Residencia de Estudiantes, cuando recibí una llamada telefónica de la representante de Santiago Auserón, sin dudas figura preponderante del rock español. El quería verme y acepté la concertación de la cita, pero ignoraba que interés podría tener por intercambiar palabras conmigo.
Lo que son las cosas, Santiago había estado hacía pocos días en Cuba y en alguna tienda encontró un casete con la música de El Guayabero, y él que ya venía tratando de encontrar las claves de la realización del rock en idioma español, quedó muy bien impresionado. El son de raigambre originaria que es visible en el quehacer de Faustino lo animó a producir un disco con su música, para que en España se entendiera las capacidades del son para propiciar el más pleno desempeño del son en nuestra lengua.
Al final quedamos en que era mejor sacar al público hispano y del resto de Europa una antología de los más importantes cultores del son cubano y después proceder a discos fonográficos, donde por supuesto aparece una composición de Faustino. Por falta de perspectiva de la disquera, el proyecto que estaba en principio concebido para unos catorce volúmenes, se quedó en cinco. Y lo más penoso ahora, nunca llegamos a hacer el disco consagrado al Guayabero. Sin embargo, cuando esta colección se presentó en la capital española en febrero de 1992, Faustino estuvo presente. Tengo la dicha de haber viajado con él desde aquí, hasta un Madrid que nos recibió con desafiantes coposos de nieve. Dos días después se hizo el lanzamiento de la antología La Semilla del Son, en el centro nocturno “El Sol”. Todavía en ese tiempo se ofrecían discos de vinilo, casetes y empezaban a enseñar la oreja los emergentes discos compactos. El fin de fiesta de aquella noche fue un concierto de El Guayabero. El salón estaba colmado de jóvenes de la era Almodóvar y sentí mucho temor de que este añejo juglar, a quien había visto campear por su respeto en Bayamo y cualquier otra plaza de Cuba, no fuera capaz de hacer tierra con aquella gente. Pues no. Con sus canciones de siempre. Con esos pícaros versos, que no por casualidad ya con anterioridad me parecieron de linaje quevedesco, gozó con todos aquellos muchachos y paró cuando los dueños del local dijeron que no había tiempo para más.
Todo lo contrario que expresar que de aquellos polvos nacieron estos lodos, la presentación de la colección Semilla del Son hizo posible la realización del proyecto Encuentro del Son en Madrid en 1993. Fue entonces cuando apareció Jesús Cosano, uno de los más enteros promotores culturales de España y en especial de Andalucía. Ya venía él de antes tratando de explicarse la familiaridad entre nuestro son y la más característica música del sur español; pero sin dudas el contacto vivo con los músicos cubanos, lo acabó de determinar a celebrar, desde su gerencia en la sevillana Fundación Luis Cernuda, el Primer Encuentro entre el Son y el Flamenco, en el verano de 1994.
El Guayabero, a quien a inicios de ese año hubo que amputarle una pierna, no renunció por ello a la invitación de la iniciación de ese foro. Dando una muestra de voluntad entera por el servicio bohemio de la música, llegó a Sevilla en donde hasta las propias camisetas que identificaban el evento, exponían su efigie guitarra en ristre. La última conversación que sostuve con Faustino Oramas debió ser en el año 2000. Fui a su casa de Holguín, enrolado en un proyecto de documental, que nunca después supe si había llegado a condición de obra terminada. A pesar de sus condiciones físicas, dificultad para moverse y poca audición, aquel hombre, sin dudas el último de nuestros trovadores itinerantes a la manera de los viejos siglos griegos, mantenía intactos su humor y la hidalguía. Lo que más me impresionó en ese momento fue su respuesta, cuando le pregunté, siendo ya tan añoso, a quienes agradecía en la concreción de su carrera musical. Sin darle curvas a la respuesta me dijo: “Agradezco a Pacho Alonso, que cantó mi música, anunciando mi llegada de Oriente a Occidente de Cuba. Y al músico español Santiago Auserón, que confió en la importancia de hacer sonar mi música en su tierra”.
En el goce de su “buen tumbaito” y al pie del kilómetro cero de la Carretera Central he escrito todas esas líneas que están arriba. Las he ido hilvanando desde las primeras horas del día, a poco de saber que siendo marzo 27 —el día en que se estrenó la primera “Bayamesa” en 1851—; el Guayabero ha muerto en su ciudad. Hombre, da pena no poderlo volverlo a saludar digamos de manera convencional, pero a esa muerte no le tengo ningún miedo. Lo que nos queda en la memoria de su vocación andariega y las pocas y definitorias grabaciones de sus obras, que nadie nos podrá arrebatar, dan perpetua seguridad de su presencia.

Mal pensado de fila

Autor: Amado del Pino
Esta no será una crónica con abundancia de recuerdos personales. Nunca entrevisté al genial Faustino Oramas, ni creo recordar ninguna conversación con el genial trovador. Si me han llegado algunas anécdotas de primera mano es porque uno de los hijos de mi amigo —dramaturgo y holguinero— Carlos Jesús García (Carlín), formó parte de la agrupación musical de El guayabero. Supe por esa sana vía que aunque su edad fuese tan avanzada y el oído pareciera no responderle en la vida cotidiana, había que estar muy atento para seguir el ritmo de sus improvisaciones.
Ahora que ha muerto, que nos quedamos sin el buen chiste que hubiese sido verlo llegar al centenario, despedir al cantor oriental me desata varias certezas y preocupaciones. El guayabero representa la quintaesencia de una tradición riquísima de cultura popular, del ingenio criollo que se opone —sobria pero tenazmente— a la retórica o a las fronteras mentales que, de vez en cuando, asoman la cabeza. El mismo nombre que lo inmortalizó ya se sabe que viene de los celos de un guardia rural, un hombre torpe que amenazaba con usar el poder para reprimir al artista. Sí, porque allá en la finca nombrada El guayabero, la ira tenía que ver con unos celos corrientes, pero sospecho que también con la ceguera del torpe, la saña del pretencioso ante los encantos del arte.
Allí le querían “dar”, cantó para siempre Faustino, pero salió ileso de esa y de otras trampas y lo que le “dio” su público durante décadas fue amor, aplausos, complicidad.
Ahora recuerdo que una amiga —que andará cerrando con donaire su cincuentena— me contaba que en su adolescencia los muy “finos” (la gente “fista”, dirían en mi Tamarindo, “pija”, en España) le aconsejaban que se alejara de aquel hombre vulgar que recorría Cuba con su guitarra. El creador genuino siempre insistió en que sus coplas eran ingenuas, que éramos los oyentes o bailadores los mal pensados que las teñíamos de erotismo o picardía. En mi infancia —arrancando los sesenta— la aclaración nos parecía válida pero totalmente de broma. Es decir, parecía claro que el llamado “doble sentido” funcionaba como una forma de hacer sutil la presencia sexual o transgresora, dada con una gracia que la ponía a salvo de los censores a la vez que abría la verja al regocijo de los cómplices admiradores de la danza de Marieta o de cualquiera de esas deliciosas criaturas y situaciones. El guayabero nos representaba a nosotros los cubanos de a pie: alegres, desenfadados, ardorosos y sí, mal pensados. En este joven siglo —cuando la grosería tiende a convertir en explícito lo que siempre fue dulcemente picaresco— vuelvo a las coplas del inmortal trovador y vengo a entender mejor sus razones. En la obra de El guayabero hay, en efecto, ingenuidad, dulzura, candor. Como mismo agredió a santurrones muchas veces, tal vez hoy funcione como un llamado a la lírica popular, una forma de contrarrestar lo obvio a la hora de comentar un hecho o elevar un elogio cantable al cuerpo de una preciosa negra, que nunca dejará de bailar en nuestros corazones.

Al Guayabero, esté donde esté, lo mismo en el cielo que en el infierno

Autor: Kaloian Santos Cabreras
Fotos del autor
Ahora mismo, en algún lugar, don Faustino debe estar dándole dolores de cabeza a “la pelona”. Seguro que la muerte, muy señorona ella, debió venerarse ante él cuando vino a buscarlo. Créame usted, que si había alguien que propinaba a cada rato a la “Parca” un… ¡golpe directo al mentón...! ese era Faustino Oramas. Una vez dijo: “Es la filosofía de la vida. Nadie se escapa. Cuando el tren para en tu puerta, no vale que “llévate a mi hermano que está más viejo”, “déjame vestirme” o “a ver si me pelo”… Ahí no hay escapatoria. Viene de golpe y porrazo”. Así de versado era el hombre. Claro, si sigo enunciando a Faustino Oramas de seguro es conocido por pocos; pero si digo “El Guayabero, rey del doble sentido”, es aclamado por muchos. ¿Por qué el rey del doble sentido?
Marieta a mí me pidió
tres pesos con disimulo
Y me dijo que me pagaba
con el tiempo y… sin apuros.
O esta que no es tan famosa.
Dos mujeres el otro día, formaron una gran disputa
Dos mujeres el otro día, formaron una gran disputa
Y una le dijo a la otra, te van a matar por… bruta.
Entonces entre las carcajadas de los presentes El guayabero le decía al público: “los mal pensados son ustedes. Santa palabra”.
Como parece ser tradición en la mayoría de nuestros trovadores, las canciones salidas de sus liras son poco grabadas. A pesar de contar con cierta fama añeja, Faustino no fue la excepción. Grabó muy pocos discos dentro de los que resaltan una recopilación de su obra titulada El Guayabero y El tren de la vida, su última producción. Picando sus 80 es que algunos sellos, sobre todo EGREM, se empeñan en registrarlo en sus catálogos. Así quedó fonográficamente en más de una docena de discos de diferentes artistas. Es quizá el legendario Buena Vista Social Club la producción más importante donde se encuentra un tema suyo, “Ay, candela”, interpretado por Ibrahim Ferrer: “Faustino Oramas y sus compañeros, / necesitan que me apaguen el fuego”. También quedó su obra en antologías, entre las que se destacan El gran tesoro de la música cubana. Vol. IV y V; Grandes voces del son cubano Vol. II; Pacho Alonso y El guayabero, Cuida’o con el perro y un homenaje de artistas orientales pertenecientes al sello Areíto. En nuestro Holguín estaba, vivito y todavía algo coleando la última vez que lo vi. Fue hace unos meses, acababa de cumplir los 96 años con que se fue. Se notaba la carga de casi un siglo, pero mantenía su estampa elegante, presidida siempre por su sombrero de pajilla. Para ser sincero más que verlo y visitarlo fue una intrusión de mi parte en una de sus últimas tardes. Luego supe que su estado de salud declinaba y vinieron los ingresos intermitentes hasta que escuché en Radio Reloj: “el emblemático trovador cubano Faustino Oramas falleció a las 06:30 horas de hoy martes 27 de marzo, luego de más de 30 días ingresado en la Sala de Cuidados Intermedios del Hospital Vladimir Ilich Lenin, de su natal Holguín”.
Otro intruso fue el que me llevó ante el autor de “Como baila Marieta”. Era su vecino Leandro Estupiñán, posiblemente uno de los últimos periodistas que lo entrevistó. Curiosa entrevista esa. El periodista llevó bien estudiado su cuestionario y el entrevistado respondió apenas algunos puntos con oraciones cortas y otras preguntas él lanzó a la desbandada frases incoherentes, pero llenas de humor. Hay un pasaje ya casi famoso sobre Internet.
Mi motivo primero era poder hacerle fotos sin molestarlo mucho. Si se podía, tratar de hablar con él. Porque, vamos, que El guayabero es de esos bardos que de a poco van quedando. La sesión de fotos pasó sin problemas y las palabras se tradujeron en sus sonrisas. Nos mostró su guitarra nueva, pero rayó su vieja caja con cuerdas, esa llena de pegatinas, la que debe tener tantos años como él. “Ya no quiso cantar y si usted le ponía ―así de literal― una guitarra entre las manos, solo lograba del viejo unos pocos acordes. Y que murmurara o, mejor, que cantara dentro de su cerebro la emblemática Marieta”, escribe Leo sobre ese día.
También hizo los acordes inspirados en aquella escapada de un pueblo del oriente cubano llamado Guayabero (hoy con el nombre de Mella). Y todo debido a sus ínfulas de Don Juan. Solo que en esa ocasión se atrevió a conquistar a la mujer del cabo de la guardia rural: Trigueñita del alma no me niegues tu amor, / trigueñita del alma dame tu corazón, / nunca pienses que un día/ pueda yo olvidarte. / ¡En Guayabero, mamá, me quieren dar!/ ¡En Guayabero, mamá, me quieren dar!
Se dice que no fue su única conquista, tampoco fue su única canción ni el único romance con una comprometida. Se dice más, tanto que hasta se han llegado a fabular leyendas en su nombre. Ahora, con su descenso, especulan que eso de los 96 años es solo en carné de identidad, que en la vida real, el viejo trovador pasó de largo por el siglo y ya le había robado tres años al nuevo. Una muerte nunca es bienvenida pero óigame, El guayabero las tenía reclaras con ese refrán popular de “vive la vida que es una sola”. Ya lo avizora otro bardo, lo que más joven: "Como dice El guayabero filósofo popular:/ Oiga, la vida es un pasaje de ida a la eternidad

5 de agosto de 2009

Oscar Albanés Carballo: un nombre injustamente olvidado por la historia de este pueblo de San Isidoro de Holguín

Autoras:
Lic. Dilma González Arbella.
M. Sc. Emma Medina Carballosa.
Departamento de Formación Pedagógica General.
Instituto Superior Pedagógico
“José de la Luz y Caballero”
Holguín, Cuba.


 

La loma de la Cruz es a Holguín lo que la Torre Eiffel a París; lo que la vieja farola del Morro para La Habana.

La construcción de la rotonda, Paseo y Escalinata González Valdés en la Loma de la Cruz, símbolo de la cultura hoguinera, es el fruto de la iniciativa y de los esfuerzos personales realizados por una figura, que resulta casi desconocida para el pueblo de Holguín: el Dr. Oscar Albanés Carballo. ¿Quién fue este hombre, que contó con el respeto y la admiración de la inmensa mayoría del pueblo holguinero durante el período republicano?

El Dr. Oscar Albanés Carballo (1891–1962) nació en el seno de una familia acomodada y de gran reconocimiento social, por la labor cultural que desarrollara en favor del pueblo holguinero. 

Su padre Juan Albanés Peña (1866–1942) y su madre Ascención Carballo Cruz, inculcaron en su hijo desde las edades más tempranas, el amor y el respeto por la familia, la poesía y la historia de su localidad, valores que mantuvo a lo largo de toda su vida y que condicionaron su desempeño profesional y personal. 

Su infancia transcurrió como la de cualquier niño de su clase social, rodeado de comodidades y de agasajos provenientes de su familia y de sus amistades más cercanas. 

Albanés Carballo inició sus primeros estudios en uno de los colegios privados más afamados de Holguín republicano “Los Amigos” y años más tarde ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza de Santiago de Cuba, en el que obtuvo el título de bachiller. Y en 1914 se graduó en la Universidad de La Habana de Doctor en Farmacia y Química. A partir de este momento consagró su vida al desarrollo de la cultura local, dando muestras de amor, dedicación y ansias de prosperidad hacia su ciudad natal. 


De relevante puede catalogarse su labor dentro de la prensa periodística de la ciudad, llegando a ser considerado el “decano” de los periodistas holguineros. A Albanés Carballo se le debe la fundación del primer periódico infantil de la etapa republicana: “El Holguinero”, confeccionado en la imprenta “El Volapuck”, propiedad de Don Antonio Oms, así como su colaboración honorífica en: “El Heraldo de Holguín”, “Eco”, “El correo de Oriente”, “El diario de la Marina” (1925), “Acción y triunfo” (1930) y en la revista “Mil amigos de Holguín” (1945). 

Oscar Albanés Carballo incursionó también en el campo de la política, carrera que inició en 1926, al ser elegido como Concejal del Ayuntamiento, cargo que ocupó durante dieciocho años. Por sustitución reglamentaria fue elegido alcalde y jefe de impuestos y de despacho del ejecutivo municipal. 

Su posición e influencia política le permitieron promover obras de carácter social al servicio de los holguineros, y ejemplo de ello lo constituyen:
  • La apertura de la primera biblioteca pública, que funcionó en la iglesia de San Isidoro en la que podía consultarse una valiosa colección de libros, entre ellos, su obra “Álbum Gráfico”
  • El 26 de marzo de 1922 fundó junto a otras personalidades de Holguín la Orden de los “Caballeros de San Isidoro” precursora de “Los Caballeros Católicos de Cuba”, con el objetivo de impulsar la cultura del pueblo, poner en práctica la moral cristiana e incentivar las fiestas del Santo Patrón de la ciudad (San Isidoro) y de la Semana Santa.
  • En 1923 organizó en esta ciudad el “Cuerpo de Exploradores” (Boy Scouts), con su banda de música, para estimular la educación, la disciplina y la servicialidad de la juventud, según su opinión.
  • La construcción de la glorieta “Ángel Díaz”, situada en el pintoresco parque “Julio Grave de Peralta”, en la que ofrecían conciertos la Banda Municipal de música y la banda de los “Caballeros de San Isidoro”. Esta glorieta se reconstruyó recientemente, y en reconocimiento a la labor de Albanés, ahora lleva su nombre.
  • La creación de la plazoleta “Padre Fernández” y el cementerio de “Las Biajacas”, en el barrio del Sitio del Guayabal en 1942, por la compra que hizo de estos terrenos al señor Américo Báster.
Muchos son los aportes que esta célebre figura hizo a la cultura del territorio, sin embargo, su mayor logro fue sin lugar a dudas, la reconstrucción del destruido fortín de la Loma de la Cruz que estuvo abandonado por muchos años, así como la realización de la rotonda Paseo y la escalinata de la Loma de la Cruz que se nombra González Valdés (coronel del Ejército Libertador y jefe del distrito militar de Oriente, en el gobierno de Machado). Esta construcción es única en Cuba por su originalidad y encantadora vista desde la que se puede divisar el casco histórico de la ciudad con su Plaza de Armas, su Teatro, La Periquera, la Plaza del Mercado, sus nueve parques (tres de ellos infantiles y dos plazoletas) y los corredores de la agitada vida comercial, con sus calles rectas conformadas por viviendas de mampostería de techos de teja y pocos edificios. 

Esta obra se inició en 1922 y se inauguró el 3 de marzo de 1950 gracias a los donativos públicos y a los recursos que destinaron algunos gobiernos de la ciudad. La escalinata quedó conformada por 458 escalones, que ascienden hasta el lugar donde está situada la cruz en lo alto de la loma. Esta construcción devino en símbolo de la localidad holguinera. 

Oscar Albanés Carballo fue el principal promotor del rescate de una de las tradiciones festivas de carácter cívico – religioso que se efectuaba en el mes de mayo en la ciudad, distinguiendo la cultura local de la del resto del país: “Las Romerías de Mayo”. Estas fiestas causaban gran regocijo popular y se iniciaban con el desfile del pueblo acompañado por la banda de música y la celebración de una misa el lo alto de la loma, al respecto planteaba el Dr. Albanés: “Tenían un carácter familiar. La sociedad y el pueblo eran un solo corazón. El tres de mayo, hacia arriba muchos, cuando había que vencer las escabrosidades del cerro y otros quedaban abajo escuchando la orquesta Avilés y oyendo los danzones que tocaba Juan el ciego”.

El 4 de abril de 1939 Albanés organizó la primera exposición agrícola, comercial, artística y arqueológica de la ciudad con ayuda del padre de la museología en Holguín: Eduardo García Feria. Para la organización de esta exposición se basó en las experiencias que adquirió en sus viajes por Europa, y especialmente, en la exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929. 

En esta actividad se mostraron los mejores trabajos artesanales, plásticos y de costura de las escuelas públicas y privadas, así como los productos de las industrias licoreras, pasteurizadoras, de mueblería y centrales azucareros del territorio. 

La exposición tuvo importancia no solo para los holguineros, sino para todo el país; muestra de ello fueron los comentarios que se hacían al respecto a través de medios de prensa de otros territorios, incluyendo la capital de la isla. 

En 1936 Albanés organizó una fiesta cívico – patriótica que trajo a esta ciudad la campana de La Demajagua, acompañada por el Dr. Carlos Manuel de Céspedes y Quesada (hijo del Padre de la Patria). Los holguineros acudieron en masa y como tributo se inclinaban ante la campana y la besaban.

Fue hombre versátil fue el Dr. Oscar Albanés Carballo, quien se desempeñó en disímiles esferas de la vida social. Desde la presidencia del Liceo de Holguín (1918) hasta su protagonismo político, este holguinero singular suscitó la crítica de intelectuales de esta etapa. No obstante, se debe reconocer, que mantuvo siempre una posición honesta. Sobre este asunto escribió: “No manché la honestidad de mi padre en nada. Él fue honrado y yo quise ajustarme estrictamente a esa conducta. Nada me llevé en las chaquetas del saco en los dieciocho años consecutivos de permanencia en la casa consistorial, ni un centavo, ni un solar, ni una finca”.

Su versatilidad se manifestó también en la destacada participación de Albanés en el deporte: campeonato de ajedrez en 1915, competencia de regata de remos (1915), carrera maratónica hasta Aguas Claras (1912). Y asimismo practicó la esgrima y fue el primer campeón de boxeo amateur que tuvo el Club Atlético de Holguín. 

Merecedor de varios reconocimientos, entre ellos cabe destacar el otorgado por su meritorio trabajo en el campo farmacéutico, por el que fue condecorado con la medalla al mérito en 1947, después de 30 años de servicio en esta rama. 

Un sitio de honor le corresponde en la historia holguinera al Dr. Oscar Albanés Carballo, quien supo poner su talento y su pluma en beneficio de su pueblo natal. Político, periodista, poeta, orador de palabra fluida y dicción impecable con un gracejo cubano que encantaba a todos los que le escuchaban. 

Esta personalidad a pesar de sus limitaciones políticas, como hombre de su tiempo y de la clase social a la que perteneció, dedicó su vida al pueblo que lo vio nacer y al que dirigió las siguientes palabras: “Holguín te beso, porque con esa demostración de cariño, creo besar a mi madre. Holguín admitiré un abrazo, como si fuera tan puro como los que diera muchas veces a mi padre”




4 de agosto de 2009

Un fakir en Holguín

Lic. Lizue Martínez Rodríguez
Esp. Sala de Fondos Raros y Valiosos
Colaboradora: :
Oleinis Desdín González
Estudiante de Téc.Medio en BCI
La cultura, la educación, la política, y las costumbres de toda nación siempre están presentes en sus publicaciones más actualizadas, los periódicos. La prensa escrita ha sido crucial en difundir el crecimiento de la cultura, la educación y la conciencia social y laboral de todo pueblo. En sus páginas podemos encontrar diferentes posturas públicas, artículos literarios, consejos a sus lectores, tiras cómicas, chistes y curiosidades que son el reflejo vivo de nuestras tradiciones.
Tal es el caso del periódico Norte que se publicaba en el territorio de Holguín entre los años 1952 y 1960 aproximadamente. Como resultado de búsquedas realizadas recientemente se encontró el siguiente suceso curioso dentro de la vida de los holguineros que fue calificado, en esta publicación seriada, como sensacional.
En el mes de noviembre de 1952, la ciudad de Holguín fue visitada por un singular personaje que sorprendió a sus pobladores con sus inusuales habilidades. Este visitante fue el Fakir* Urbano, un célebre ayunador brasileño que causó asombro en otros lugares de Cuba y el mundo entero.
Ante los curiosos espectadores y los miembros de las Fuerzas Armadas, la radio y la prensa, el Fakir Urbano se impuso en una urna de cristal con los labios completamente cosidos, en el Parque Calixto García donde todos los holguineros tendrían la oportunidad de verlo, a cualquier hora del día o de la noche. Y en esas condiciones se mantuvo sin comer o tomar ningún tipo de líquido por espacio de un mes. Durante todo el ayuno el periódico Norte realizó el seguimiento de tan singular demostración.
Luego de concluido el periodo de abstinencia, apareció en el Norte del 25 de noviembre en la página 6 la siguiente noticia:
“El gran Fakir Urbano acaba de terminar un ayuno de 30 días completos ganándose las simpatías de toda nuestra sociedad. Se habrá de despedir de nuestro público con un acto sensacional que habrá de verificarse en el Club Atlético en la noche del 17 de enero de 1953. Urbano habrá de enterrarse vivo permaneciendo por 3 horas bajo tierra.”
Además de la hazaña del Fakir, se organizó para esa noche un torneo deportivo que se desarrollaría luego del enterramiento para entretener al público durante las tres horas de espera y ansiedad. En este punto el lector seguro se pregunta si realmente enterraron a Urbano y si sobrevivió a semejante prueba. Pues no existen respuestas a estas interrogantes ya que el Norte no publicó el desenlace de tan pintoresco suceso.
Bibliografía:
Periódico Norte del 21 de noviembre de 1952, p'7.
Periódico Norte del 25 de noviembre de 1952, p'6
* Debido a que en los artículos del periódico la palabra de origen árabe faquir aparece con K, se decidió respetar la escritura original de la fuente.

13 de julio de 2009

Pájaro bobo prieto en Holguín: una visita inesperada

Por Alexis Rojas
Carlos Bruzón, vecino de la calle 18 del reparto El Llano, en la ciudad de Holguín, no daba crédito a sus ojos, cuando al amanecer del ocho de septiembre último, descubrió en el patio de su casa un raro pájaro, que resultó un Bobo Prieto.
Seguro lo trajo el huracán, pensó del “bicho” aquel, pero otras prioridades de las muchas que agobiaron a los holguineros en las primeras horas de ese día, tras el paso de El Leñador, lo hicieron olvidar momentáneamente al visitante.
Después observó que estaba herido en un ala, quizás por el choque con un cable eléctrico, quizás por otro objeto de los miles que volaron impulsados por los vientos de Ike esa terrible noche, uno de los cuales derribo al ave sobre su casa.
Pero como nada sabía sobre el recién llegado, ni ninguno de sus vecinos lo conocía tampoco, contactó tres días después con el especialista Carlos Peña, del Departamento de Recursos Naturales del Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales y Tecnológicos (CISAT) de la provincia, quien identificó al ave, una palmípeda perteneciente a la subespecie Sula Leucogaster, conocida como Bobo Prieto.
Para entonces el pájaro se había deteriorado ya bastante como consecuencia de la herida y golpes por la precipitada caída, y la falta de alimentos apropiados, luego de volar nadie imagina cuantas horas, tal vez desde algún islote próximo a la Gran Inagua, tal vez desde más allá…
Finalmente el pájaro murió, por lo que pasó a formar parte de las colecciones de estudio del museo de Historia Natural Carlos de la Torre y Huerta de la ciudad de Holguín.
Varios días pasados, el máster Carlos Peña, señaló que si grande fue la sorpresa de Bruzón, no menos lo fue para él, que no esperaba ver un ejemplar de Pájaro Bobo Prieto en la Ciudad de los Parques.
Particularmente por tratarse de un ave poco común, que vive en colonias en algunos de los pequeños cayos mar adentro al norte y sur de Cuba, distantes de la región oriental, pero que también habitan en el resto de Las Antillas, en las pequeñas isletas del Golfo de México y del Mar Caribe, y en algunas de la zona tropical del Océano Atlántico.
Agregó que estos pájaros no construyen nidos, depositan dos huevos de color azuloso en las rocas desnudas o en la arena, su dieta fundamental consiste en peces y calamares, y miden alrededor de 71 centímetros de largo.
Los adultos tienen color marrón oscuro que incluye garganta y pecho, en tanto el vientre es blanco, pico y patas de color amarillo y estas últimas tiene los dedos unidos por una membrana que recuerda al pato común.
Realmente, dijo Carlos Peña, es un ave que no gusta de las zonas costeras que bordean a la región oriental del país, por lo que debió ser atrapada por el Ojo de Ike y arrastrada hasta la ciudad de Holguín, evento reportado en la literatura científica como uno de los efectos de los huracanes que inciden sobre la biodiversidad, al constituir causa, a veces, de la colonización de especies procedentes de zonas continentales y de otras latitudes.

La loma de la Cruz: reino contemporáneo de una tradición

Por: César Hidalgo Torres




La loma y su escalinata de cuatrocientos y pico de escalones, es el primer personaje de la ciudad. Los demás, consciente o inconcientemente, somos los otros y sin que haya otra opción, vivimos prendidos a ella. De ella adquirimos su calidad natural, su fragancia y su tristeza, su esplendidez y su mansedumbre. Los holguineros u holguinenses como se decía antes, somos fruto del cerro silencioso y fruto al fin y al cabo, nos nutrimos de su savia y nos prendemos de sus ramas.



Sus laderas, pobladas de árboles algunas veces y otras sin ninguno, sirve de escenario para que las acaloradas mentes fantasiosas de los vecinos ubiquen mentirosos hechos de sangre. Y lo otro es la escalinata agobiante cuando de subirla se trata, en ella se han iniciado al sexo muchos adolescentes (quien escribe estas letras entre ellos, aunque hayan pasado varios años de aquella inolvidable vez…) Sola y larga escalera por donde subimos insistentemente para desde arriba ver la ciudad, allá abajo, dormidita en el valle, como mar casi verde. Desde “La Loma” Holguín es mapa en relieve y mientras, el viento alto besa y limpia. 
Holguín creció geométrica dentro del hueco llano que conforman las lomas protectoras y maternales que nos rodean. La ciudad es recta y horizontal. Una ciudad plana y durmiente sobre la tierra madre. Una ciudad que fue mediterránea y que no lo es desde el asesinato de los dos riítos que murieron para liberar a Holguín de las fronteras que ellos imponían. No intente buscar sus cadáveres, sus aguas se fueron arrinconando, amontonándose y murieron de evaporación y con ellas se fueron al cielo y todavía no regresan como aguaceros ni los jigües que los poblaban, ni los guajacones infelices.



Después de la muerte de los ríos y cuando ya sobrepasamos sus límites, la ciudad envalentonada creció prepotente pero ahora no tiene aguas donde reflejarse. Entonces fue la era absoluta del cerro cómodo que no es varón sino hembra, loma, muchacha coqueta, que gusta que miren y la admiren su belleza, que la monten, la suban y desde la cima entrega el regocijo de la ciudad vieja geométricamente recta con sus esquina de 90º aprisionada en el caos de los barrios posteriores nacidos sin líneas. 
El cerro es nuestro destino perpetuo por ser el holguinero un ser de tierra adentro en esta isla estrecha que habitamos. Es en la cima de “La Loma” adonde con mayor calidad llega el olor del mar que desde Gibara trae el viento. 
Se sube al cerro-loma para adquirir la ciudad entera sin sus palabras usuales, para poseerla acostada sobre su geografía, para cerca del cielo fabricarle un alma que cubra los tejados, que arrope los nidos que los gorriones colocaron en los viejos techos, que pula los fondos pedregosos de los aljibes y las piedras incrustadas en los patios…



Es obligatorio el ascenso, por el llamado perenne del reino de la tradición. Se sube a la loma, lo acabo de descubrir aquí, en lo altísimo de Holguín, para ser el autor de la ciudad por un instante. Porque es imposible negarse al viaje maravilloso de las posibilidades más impredecibles. Solo en la cima del cerro es posible fabricar fábulas para los vecinos por encima de sus hombros.

Holguín de noche vista desde la Loma
El viejo fortín español construido en la cima de la Loma.


La loma vista desde el centro de la ciudad
Vista de la ciudad desde la Loma


10 de julio de 2009

B

BÁEZ CORDOVÍ, Arsenio (Holguín, 14 de diciembre de 1945). Narrador y escritor para niños. Integró el taller literario Pablo de la Torriente. Colaboró en Diéresis. Aparece en Cuentos infantiles (1994) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006).
BAHR, Aida (Holguín, 27 de enero de 1958). Narradora, ensayista guionista y editora. Reside en Santiago de Cuba. Licenciada en Filología por la Universidad de Oriente (1981). Máster en Estudios Cubanos y del Caribe, Universidad de Oriente (1999). Actualmente es directora de la Editorial Oriente y de la revista SiC, así como miembro del consejo de redacción de la revista Del Caribe. Se desempeñó como especialista de literatura de la Dirección Municipal de Cultura, directora del boletín La palma e investigadora literaria de la Academia de Ciencias de Cuba, además de pertenecer al consejo de redacción de Perfil de Santiago, siempre en Santiago de Cuba. Miembro de la UNEAC. Integró la BHS. Escribió el guión de la película cubana En el aire (Director: Pastor Vega, ICAIC, 1989). Ha obtenido los Premios Alejo Carpentier 2006 (cuento) y Tercer Premio en el Segundo Encuentro de Narrativa Cubana 1982 (cuento), además de Mención David 1981 (cuento). Es autora de las selecciones y antologías De los cuentistas de ayer (Santiago de Cuba, 1991), El secreto de un héroe (1995), Mujer adentro (poesía, coautora, 2000) y Para subir al cielo (Ediciones Santiago, 2006). Realizó el prólogo de la selección Veinte años cuentan (Ediciones Holguín, 2006), donde además se recoge un cuento suyo. Aparece en Tres cuentos afortunados (1984), Cuentos de la vida y la muerte (1987), Camino de Santiago (en ruso, cuento, 1988), El submarino amarillo. Cuento cubano 1966-1991 (México, 1993 y Cuba, 1994), La isla contada (España, 1996), Estatuas de sal (cuento, 1996), Habaneras (1996), Diana (1998), Cubana (Estados Unidos, 1999), Cuentistas cubanas contemporáneas (Argentina, 2000), Cuentistas cubanas de hoy (Argentina, 2001), Irreverente Eros (cuento, 2001), Palabras de espuma (2001), De Cuba te cuento (cuento, Puerto Rico, 2002), Los caminos de Eva (cuento, Puerto Rico, 2002), Mujeres de Cuba. Coloquio Internacional de Burdeos 1998 (Francia, 2002), Marino Wilson Jay: La esperanza y el hombre (2002), Cicatrices en la memoria (2003), La paz no necesita de palomas (2003), Mi sagrada familia (cuento, 2004), Los últimos caníbales (Puerto Rico, 2004), Conversación con el búfalo blanco (cuento, 2005), Veinte años cuentan (cuento, 2006), Valoración crítica de José Soler Puig (ensayo, 2006) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). Ha colaborado en La gaceta de Cuba, Unión, Letras Cubanas, El Caimán Barbudo, Signos, Revolución y Cultura, La Revista del Libro Cubano, Alma Mater, Mujeres, Santiago, Del Caribe, SiC, Perfil de Santiago, Maniabón, Mambí, Ideas, Diéresis y Ámbito, así como La porte des poetes (Francia), Mango Season (Inglaterra) y Caracola (Venezuela). Obras suyas han sido traducidas al inglés y el ruso. Posee la Distinción por la Cultura Nacional. BIBLIOGRAFÍA: Fuera de límite. Santiago de Cuba, Ediciones Uvero, Serie Taller, 1983. Hay un gato en la ventana. Cuento. La Habana, Editorial Letras Cubanas, Col. Espiral, 1984. Ellas de noche. La Habana, Letras Cubanas, Col. Espiral, 1989. 2da. edición: Argentina, Ediciones La Amistad, 1994. Teatro. Santiago de Cuba, Ediciones Caserón, 1989. Espejismos. La Habana, Ediciones Unión, Col. La Rueda Dentada, 1998. Conversar con José Soler Puig. Santiago de Cuba, Editorial Oriente, 1991 [coautora]. Rafael Soler: Una mirada al hombre. Ensayo. Santiago de Cuba, Ediciones Renacimiento, 1995. Las voces y los ecos. Novela. Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor, Col. Cubana, 2003. 2da. edición: La Habana, Ediciones Unión, Col. Contem-poráneos, 2006. El sistema narrativo de José Soler Puig. Ensayo. Santiago de Cuba, Edi-ciones Santiago, 2006.
BAIRÁN SALAZAR, Teresa (Banes, 24 de agosto de 1964). Poeta. Graduada de Ingeniería Industrial. Integró la AHS. Pertenece al taller literario Roque Dalton. Aparece en La ensenada (poesía, 2001) y en Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006).
BANDERA TAMAYO, Alfonso (Holguín, 24 de agosto de 1949). Poeta, narrador, guionista y realizador de televisión. Miembro de la UNEAC y presidente de la Sección de Cine, Radio y Televisión en la provincia. Se desempeñó además como profesor de la Filial del ISA en Holguín. Actualmente se encuentra laborando en Venezuela. Aparece en El valle de las delicias (cuento, 1994), Los frutos del sol. Antología poética del oriente de Cuba (Venezuela, 2003) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). Ha colaborado en Ámbito.
BANDERA TAMAYO, Andrés (Holguín, 29 de marzo de 1948). Poeta. Miembro de la UNEAC. Integró la BHS y el taller Pablo de la Torriente. También laboró como cantante en el Orfeón Holguín. Aparece en Antología de Ámbito (poesía, 1990), Provincia del universo (poesía, 1993), El valle de las delicias (cuento, 1994), Los frutos del sol. Antología poética del oriente de Cuba (Venezuela, 2003), Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006) y el disco Un lugar para la poesía (1986-2006). Colaboró en Cayajabo, Diéresis y Ámbito. Ha traducido obras de poetas portugueses. BIBLIOGRAFÍA: Bajo el serio callar, el reino. [Poesía]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Antología mínima, 1990. Oru de Batá. [Poesía]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Antología de Ámbito, 1991.
BAQUERO, Gastón (Banes, 4 de mayo de 1914-Madrid, 15 de mayo de 1997). Poeta, ensayista, crítico, traductor y periodista. Graduado de Ingeniero agrónomo y Químico azucarero por la Universidad de La Habana. Fue miembro correspondiente de la Academia Nacional de Artes y Letras. Tuvo a su cargo, junto con Cintio Vitier, la sección “Antología poética del siglo XIX”, de la revista Grafos. Fue cofundador del mensuario de poesía Clavileño (1942-1943) y jefe de redacción del Diario de la Marina. También laboró en el diario habanero Información (1943). En Cuba colaboró en América, Archivo José Martí, Boletín [de la] Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, Baraguá, Clavileño, Espuela de Plata, Germinal, Grafos, Diario de la Marina, El Mundo, entre otras. En 1959 se radicó en Madrid, donde laboró en el Instituto de Cultura Hispánica, en Radio Exterior de España y como profesor de literatura e historia en la Escuela Oficial de Periodismo. Impartió cursos también en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, de Santander (España). Integró como académico correspondiente la Academia Nacional de Artes y Letras. Realizó la compilación Páginas españolas sobre Bolívar (Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1983) y prologó los libros La propagación de las plantas por vía agámica, de Jesús Cañizares (La Habana, Editorial Neptuno, 1953), José Rubinos. Selección de cien artículo y ensayos cortos (La Habana, Úcar García, 1957) y Lo que esta generación quiere, de Regino Díaz Robaina (La Habana, 1958, s.e.). Aparece en 300 años de arte en Cuba (ensayo, 1940), Anuario Cultural de Cuba 1943 (ensayo, 1944), Mi batalla por la banca nacional (tomo 1, 1947), Diez poetas cubanos 1937-1947 (1948), Santovenia, hijo eminente e historiador de Pinar del Río (ensayo, 1948), Cuadernos de la Universidad del Aire del Circuito CMQ, no. 19 (1950), Homenaje a Enrique José Varona en el centenario de su natalicio (ensayo, 1951), Julián Martínez Castells (1951), Cincuenta años de poesía cubana 1902-1952 (1952), Almanaque Hebreo. Vida Habanera 1943-1954 (tomo 12, 1954), Lyceum y Lawn Tennis Club. Exposición de flores 1954-1957 (tomo 4, 1957), Las mejores poesías cubanas (Perú, 1959), Sonetos en Cuba (1964), Poesía cubana contemporánea (España, 1986), Escritores de la diáspora cubana. Manual biobibliográfico (Estados Unidos, 1986), 200 poetas de hoy en España y América, I (España, 1987), Diccionario biográfico de poetas cubanos en el exilio (Estados Unidos, 1988), Eros en la poesía cubana (poesía, 1995), Libro de Buen Humor (poesía, 1995), Los pies del tiempo (poesía, 1998), Arpa de troncos vivos (poesía, 1999), Las palabras son islas (poesía, 1999), Doscientos años de poesía cubana. 1790-1990 (1999), Yo te conozco amor (poesía, 1999), Enciclopedia de escritores en lengua castellana (España, 2000), Las estrategias de un crítico. Antología de la crítica de arte de Guy Pérez Cisneros (ensayo, 2000), La ensenada (poesía, 2001), Ensayo cubano del siglo XX (México, 2002) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). Aparece en el Diccionario de Literatura Universal (Madrid, Editorial Océano, 2006). Colaboró en Verbum, Grafos, Espuela de plata, Clavileño, Poeta, Orígenes, Social, Revista Cubana, Baraguá, Orbe, Grafos-Havanity, América, Archivo José Martí, El Mundo, Información, Diario de la Marina, Revista de la Biblioteca Nacional José Martí, Islas, y en Revista de Poesía, Mundo Hispánico, El País, Ya, ABC, Versión Celeste y Cuadernos Hispanoamericanos (España), entre otros. Una entrevista suya, realizada por Bladimir Zamora, apareció en La Gaceta de Cuba en 1994. También aparecieron textos suyos en Credo, Vivarium, La Gaceta de Cuba, El Caimán Barbudo, Unión, SiC, Cauce y A contraluz. En el volumen Celebración de la existencia (1994) se recogen ensayos y poemas dedicados a él. En 1987, el poeta Felipe Lázaro publicó en España el libro de entrevista Conversación con Gastón Baquero por la Editorial Betania. Después de su muerte apareció su ensayo “La poesía como problema” en El Caimán Barbudo (número 282, s.f.). Tradujo al castellano obras de T. S. Eliot, George Santayana, Charles Peguy, Paul Eluard, Hilda Doolittle y Francir Thompson. Su nombre completo fue José Gastón Eduardo Baquero Díaz. Fue nominado varias veces al Premio Cervantes. BIBLIOGRAFÍA: Poemas. La Habana, Talleres de Serafín García, 1942. Saúl sobre su espada. [Poesía]. La Habana, Ediciones Clavileño, 1942. Ensayos. La Habana, 1948. Poemas escritos en España. Madrid, Cuadernos Hispanoamericanos, no. 127, 1960. Escritores hispanoame-ricanos de hoy. [Ensayo]. Madrid, Instituto de Cultura Hispánica, Col. Nuevo Mundo, 1961. La evolución del marxismo en Hispanoamérica. [Ensayo]. Madrid, 1966. Darío, Cernuda y otros temas poéticos. [Ensayo]. Madrid, Editora Nacional, 1969. Memorial de un testigo. [Poesía]. Madrid, Ediciones Rialp, Colección Adonais, 1966. Magias e invenciones. [Poesía]. Edición a cargo de Pedro Shimose. Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1984. Poemas invisibles. Madrid, Editorial Verbum, 1991. Indios, blancos y negros en el caldero de América. [Ensayo]. Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1991. Autoantología comentada. [Poesía]. Madrid, Signos, 1992. Acercamiento a Dulce María Loynaz. [Ensayo]. Madrid, Ediciones Cultura Hispánica, 1993. La fuente inagotable. [Ensayo]. Valencia, Pre-Textos, 1995. Poesía completa (1935-1994). Edición y notas: Alfonso Ortega Carmona y Alfredo Pérez Alencart. Salamanca, España, Fundación Central Hispano, Colección Obra Fundamental, 1995. [Ensayo]. Salamanca, España, Fundación Central Hispano, Colección Obra Fundamental, 1995. Antología 1937-1994. [Poesía]. Selecc.: Efraín Rodríguez Santana. Bogotá, Editorial Norma, 1996. Testamento del pez. [Poesía]. Selecc. y prólogo: Alfredo Zaldívar. Matanzas, Ediciones Vigía, 1996 [con ensayo de Antonio José Ponte]. Palabras en la arena. [Poesía]. Selecc.: Rosario Hiriart. Cáceres, 1997. Dos poemas de Gastón Baquero. Valladolid, Ediciones El Gato Gris, Col. Manuscritos de Poesía, 1997 [poemas manuscritos por el autor]. Poesía completa. Edición a cargo de Pío E. Serrano. Madrid, Editorial Verbum, 1998. I labirinti del tempo. Selecc. y traducción: Gaetano Longo. Trieste, Italia, Ediciones FPE, 1999 [antología]. La patria sonora de los frutos. [Poesía]. Prólogo: Efraín Rodríguez Santana. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 2001. Canciones de amor de Sancho a Teresa. [Poesía]. Nota introductoria: Jorge Ribaíl Reyes. Holguín, Editorial Cuadernos Papiro, 2006.
BARCIELA TAULER, José (Gibara, 1962). Poeta. Licenciado en Contabilidad. Reside en Holguín. En Gibara integró la AHS y el taller literario Armando Leyva, trabajó como contador en la hilandería Inejiro Asanuma. Ha desempeñado diversas responsabilidades, entre las que destacan presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Gibara y director de la Fábrica de Calzados Vernal. Aparece en Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). Colaboró en Cacoyugüín, Diéresis y Ámbito. BIBLIOGRAFÍA: La osadía del ascenso. Poesía. Gibara, Dirección Municipal de Cultura, Sección de Literatura, 1988.
BATISTA CABRERA, Raúl (Fray Benito, 14 de agosto de 1951-1996). Poeta. Graduado de Español en el ISPH. Se desempeñó como especialista de literatura de la Casa de Cultura de su municipio y metodólogo de enseñanza media en el municipio de Rafael Freyre. Obtuvo premio en el Concurso Juan Marinello 1993 (poesía). Aparece en Provincia del universo (poesía, 1993), Razones: Poemas y narraciones (1993), Los árboles de la heredad (poesía, 2003), Los frutos del sol. Antología poética del oriente de Cuba (Venezuela, 2003), Puente del tiempo (poesía, 2006) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006), así como en el Muestrario de poesía de la Asociación Prometeo de España. Colaboró en Fidelia, Ámbito y Diéresis. BIBLIOGRAFÍA: El mágico perfil. [Poesía]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Antología mínima, 1991. Cuando el tiempo es un duende en el camino. [Poesía]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Comunidad, 2001. El viento les hace coro. [Poesía]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Comunidad, 2001 [coautor].
BATISTA REYES, Alberto (Central Tacajó, 4 de marzo de 1945). Narrador y editor. Estudió la segunda enseñanza en Holguín. Cursó un año (1965) de la carrera de economía en la Universidad de Oriente. Entre 1966 y 1967 fue alumno de un curso de filosofía. En 1968 trabajó como profesor de filosofía en la Universidad de La Habana. Desempeñó labores de divulgación y propaganda en la Columna Juvenil del Centenario. Desde 1972 trabajó como capacitador en la Empresa de la Química. Dirigió la editorial y la revista Letras Cubanas. Autor y prologuista de la compilación Cuentos sobre bandidos y combatientes (1983). Aparece en Diccionario de la literatura cubana (tomo I, 1980). Ha colaborado en Letras Cubanas. Fue jurado de Concurso Aniversario del Triunfo de la Revolución del MININT 1988. Ha colaborado en El Bayardo -de la Columna Juvenil-, Adelante (Camagüey), Teoría y Práctica y Juventud Rebelde. En 1975 ganó premio en el Concurso 13 de Marzo por el libro de cuentos Uno de los mil días y el premio de testimonio en el Concurso 26 de Julio, de las FAR, con el libro Los nuevos conquistadores. Ese mismo año viajó a la Unión Soviética. Cursó la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad de La Habana. BIBLIOGRAFÍA: Los nuevos conquistadores [reportajes], 1975. Los filos del fusil [reportajes], 1981. Uno del onceno [Cuento], 1981. Cuentos sobre bandidos y comba-tientes. 1983. Infidelidades de tres hermanas. [Testimonio] 1986.
BATISTA VIRGILÍ, Caridad (Santiago de Cuba, 11 de noviembre de 1937. Poeta. Reside en Moa, donde laboró como auditora en la Empresa del Níquel Comandante Ernesto Che Guevara e integró el taller literario municipal. Aparece en El sitio que habitamos (poesía, 1989), Diccionario de escritores santiagueros (2005) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006).
BELLIDO AGUILERA, Rolando (Báguano, 10 de marzo de 1958). Ensayista, poeta y promotor cultural. Licenciado en Educación, especialidad Historia y Ciencias Sociales (1986). Doctor en Ciencias Históricas. Actualmente se desempeña como profesor en la Universidad de Holguín y la Escuela de Trabajadores Sociales. Miembro de la UNEAC y de Honor de la AHS. Preside la Sociedad Cultural José Martí en la provincia. Presidió el grupo municipal de Arte y Espeleología. Laboró como metodólogo municipal de Historia. Cumplió misión de cooperación en la República Popular de Mozambique en 1983 y 1984. Ha obtenido los premios Encuentro-debate Provincial de Talleres Literarios 1990 (cuento); Concurso Provincial de Historiadores del Deporte 1993 (monografía histórica); Concurso Provincial del SNTA 1994; Calendario 1997 (ensayo); Simposio Martiano del ISPH 1998 y 1999; Venga la Esperanza AHS 1998 y 1999; Primer Premio en II Encuentro Nacional de Experiencias de Trabajo Comunitario, Pinar del Río 2000; Segundo Concurso de Experiencias Comunitarias de la APC 2001; Concurso Frank País del SNTECD 2001 (poesía); José Martí y los desafíos del siglo XXI 2003 (ensayo), de la Ciudad de Holguín 2004 (poesía) y 2008 (historia),y Primera Mención en Concurso Provincial de Investigadores del Patrimonio cultural e histórico 1993; Primera Mención en Concurso Juan Marinello 1999 (poesía). Aparece en El árbol que silba y canta (poesía, prologuista, 2000), Antología de la décima cósmica de Holguín (México, 2003), la multimedia La décima espinela (2005), Puente del tiempo (poesía, 2006) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). Ha colaborado en La Letra del Escriba, Diéresis, La Luz, Ámbito, ¡Ahora! y boletín La Caguama, y La mesa de los sueños (Argentina), Arboleda (España). Posee la Medalla Octubre Rojo, Distinción Por la Educación Cubana, Distinción Beby Urbino, Escudo de la Provincia de Holguín y Premio Provincial de Trabajo Comunitario. Su nombre completo es Víctor Rolando Bellido Aguilera. BIBLIOGRAFÍA: Martí, la juntura maravillosa. [Ensayo]. La Habana, Casa Editora Abril, Col. Calendario, 1998. Imaginario de la esperanza. [Ensayo]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Comunidad, 2001. Sencillas reincidencias. [Décima]. La Habana, CIE Graciela Bustillos-APC, ¿2002? El mito de la poiesis. [Ensayo]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Comunidad, 2003. En el límite de las aguas. [Poesía]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Premio, 2005. Dialéctica de la lucidez. José Martí: concepto, metáfora y poiesis. [Ensayo]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Comunidad, 2007. [Coautor]. Otras cenizas de la gloria. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Comunidad, 2008.
BELLIDO AGUILERA, Oscar I. (Báguanos, 1950). Graduado de Arquitectura en la Universidad de Oriente (1979). Diplomado en Comercio Exterior y Trabajo Social. Actualmente realiza el doctorado en Trabajo Social Comunitario. Miembro fundador de la UNAICC. Se desempeña como profesor de Estudio Sociocultural del Turismo, en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Holguín. BIBLIOGRAFÍA: Dialéctica de la lucidez. José Martí: concepto, metáfora y poiesis. [Ensayo]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Comu-nidad, 2007. [Coautor].
BERNAL, Erundino (Sagua de Tánamo, 23 de julio de 1941). Poeta. Reside en Segundo Frente, Santiago de Cuba, donde es miembro del taller literario Ramón Torres. Obtuvo el Primer Premio en Concurso 11 de Marzo, Segundo Frente, 1988 y 1989 (décima). Aparece en La décima popular (1961), Diccionario de escritores santiagueros (2005), y la multi-media La décima espinela (2005). Ha colaborado en Paisajes y recuerdos.
BERNAL RAMÍREZ, Juan Alberto (Mayarí, 17 de junio de 1961). Poeta. Reside en Las Tunas. Fundador del taller literario Cucalambé. Ha trabajado como escritor de radio. Ha obtenido premios y menciones en los Encuentros Debates Municipales y Provinciales de Talleres Literarios. Obtuvo Gran Premio de Literatura de la Dirección Nacional de los CDR y del CPLL de La Habana. Ha participado como ponente en Coloquios Iberoamericanos de la Décima en Las Tunas. Aparece en la multimedia La décima espinela (2005). Ha colaborado en Caisimú, Para cantarle al amor y El vendedor de pararrayos (España).
BESIL GUILLEM, Magda (Holguín, 6 de diciembre de 1956). Investigadora y profesora. Licenciada en Educación en la Especialidad de Español y Literatura. Profesora asistente. Ha laborado en el ISPH, donde dirigió la Cátedra Martiana de la Facultad de la Infancia. Miembro de la SCJM y la APC. Ha obtenido los premios de la Ciudad 1996 (ensayo) y José de la Luz y Caballero (investigación). Aparece en Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). BIBLIOGRAFÍA: Flores y ensueños. Diez años de literatura infantil holguinera. [Ensayo]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Premio de la Ciudad, 1999 [coautora].
BETANCOURT GUERRERO, Jorge (Banes, 1969). Poeta y artista plástico. Reside en La Habana. Integró el taller literario Roque Dalton. Aparece en La ensenada (poesía, 2001) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006).
BETANCOURT LAFFITA, Antonio (Tony). (Banes, 7 de mayo de 1921-Nueva York, 8 de diciembre de 2003). Dramaturgo. Desde muy joven escribía teatro. En el teatro Heredia, de Banes, llegó a estrenar su obra La gente del Puff, aunque no se consigna fecha. Su primera obra de reconocimiento nacional fue El hijo del mambí y en La Habana puso en escena la comedia musical Misión sobre ruedas (1953), en la que participaban Daniel Santos, Celia Cruz y la Sonora Matancera. También en este género estrenó Las chicas del mambo, en cuyo reparto se encontraba Luis Carbonell. En 1961 se radicó en Estados Unidos. Allí estrenó obras como Popa en New York, interpretada por la actriz Lilia Lazo, televisada para el canal hispano de Nueva York y llevada al cine por el propio autor en 1974. Muchos de sus trabajos fueron llevados a las tablas por los grupos teatrales IATI y El Portón, y eran presentados en los años 70 en las salas Jefferson, en Manhattan; Teatro Boulevard y Teatro Puerto Rico, en el Bronx; y Río Piedra y Comodoro, en Brooklyn. Otras obras suyas fueron Café y antipatía, ¿Quién engaña más, Eva o Adán?, La ciudad pintada, ¿Quién está loco aquí?, La P de parada, La cama de Libertad y La factoría, esta última comedia abordaba los problemas sociales de los hispanos en una factoría de Manhattan. En los últimos años sus obras eran presentadas por el grupo Tocando Puertas, de Nueva York, y el 19 de diciembre de 2003, poco después de su muerte, se le dedicó un homenaje en el Red Carpet de Nueva York. Sus restos fueron cremados y esparcidos, por su voluntad, al pie de la Estatua de la Libertad en Nueva York. La crítica lo consideró un continuador del teatro bufo cubano en el extranjero y uno de los creadores del teatro popular latino en Estados Unidos.
BIM Y CANTO, Martín (España ¿?, Gibara, febrero de 1918). Periodista y promotor. A finales del siglo XIX se estableció en Gibara donde fundó una librería y una imprenta, en ella publicó en 1886 el libro Poesías inéditas del Cucalambé, y posteriormente, La Toma de Tunas, de Fernando García; Alma de la aldea, antología de escritores gibareños (1914) y otros libros y revistas. Durante muchos años dirigió El Triunfo, periódico defensor de los intereses locales donde también colaboró.
BLANCA GIL, Augusto (Banes, 24 de junio de 1945). Poeta y cantautor. Reside en La Habana. Graduado de pintura en la Escuela de Artes Plásticas José Joaquín Tejada (1967), y de Música en el Conservatorio Lauro Fuentes, ambos en Santiago de Cuba, ciudad donde residió hasta 1984. Fundador del Movimiento de la Nueva Trova (MNT) y del Grupo Teatrova. Miembro de la UNEAC. Se ha desempeñado como diseñador teatral y actor. Integró los grupos Teatro Estudio, Teatro Mío, Okantomí y Trébol Teatro. Es autor de las piezas teatrales “Romance de Arlequín y Corista” y “Tríada bajo la luna llena”. Colaboraciones suyas aparecen en los boletines Catálogo y Boletín del poeta. Aparece en La ensenada (poesía, 2001), La música en Holguín (2001), Diccionario de escritores santiagueros (2005) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). Ha merecido la Distinción por la Cultura Nacional, Medalla Alejo Carpentier y Miembro Fundador del MININT. BIBLIOGRAFÍA: Luciérnaga de todas las noches. Santiago de Cuba, Dirección Sectorial de Cultura, Col. Plegables, 1978. BLANCA GIL, Leyda (Santiago de Cuba, 14 de noviembre de 1942). Poeta. Reside en Banes. Obtuvo premio en el Concurso Municipal Juan Marinello 1995 con el cuaderno inédito Locura de volar y Mención en este mismo concurso en 1993 (ambos poesía). Aparece en La ensenada (poesía, 2001), Diccionario de escritores santiagueros (2005) y Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006).
BLANCO FURNIEL, Armando (Auras, actual Floro Pérez, 12 de septiembre de 1912-La Habana, 4 de diciembre de 1969). Poeta y periodista. Comenzó a trabajar como tabaquero en Holguín. Fue alumno de Manuel Lastre Manduley y más tarde estudió Periodismo en la Escuela Márquez Sterling. Laboró en los periódicos Continente Americano y Heraldo Holguinero. Establecido en La Habanaa fines de la década del 40, fue inspector del Ministerio de Agricultura y redactor jefe de la revista Agronomía. Después de 1959 participó en la Campaña de Alfabetización (1961) y fue controlador y chequeador de programas artísticos de CMQ-TV, donde llevó a la pantalla las obras Dos vidas y Lamento de amor. Aparece en Antología de la poesía cósmica cubana (tomo III, México, 2002) y Antología de la poesía cósmica de La Habana (México, 2005). Colaboró en Diario de la Marina, Social, Continente Americano, Agronomía y Heraldo Holguinero. BIBLIOGRAFÍA: La costumbre del muro. Prólogo: Jorge Mañach. La Habana, Editorial La Milagrosa, 1948. Mundo inoportuno. [Poesía]. La Habana, Imprenta La Milagrosa, 1954.
BONET SEGURA, Héctor Emilio (Holguín, 1 de abril de 1959). Profesor e investigador. Ha laborado en la Universidad de Holguín. Aparece en Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). BIBLIOGRAFÍA: Martí, un teórico de la traducción. [Ensayo]. Holguín, Ediciones Holguín, 2001.
BORGES ANGULO, Rita María (Jesús Menéndez, Las Tunas, 1958). Investigadora. Máster en Historia y Cultura Cubanas. Miembro de la UNHIC. Obtuvo Premio de la Ciudad 2003 (historia). Cumplió misión internacionalista en la República Popular de Angola. Actualmente se desempeña como profesora asistente en el ISPH. Aparece en Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). BIBLIOGRAFÍA: La lucha contra bandidos en Holguín. [Investigación histórica]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Premio, 2004 [coautora].
BORJAS MARTÍNEZ, José Ángel (Holguín, 1954). Historiador e investigador. Licenciado en Historia y Ciencias Sociales por el ISPH. Máster en Ciencias. Labora como profesor auxiliar en la Universidad de Holguín. Aparece en Catálogo de Ediciones Holguín. 1986-2006 (2006). BIBLIOGRAFÍA: El Partido Conservador Nacional Cubano. 1907-1921. [Investigación]. Holguín, Ediciones Holguín, Col. Comunidad, 2006.
BORREGO DÍAZ, Orlando (Holguín) Economista e investigador. Doctor en Ciencias Económicas. Asesor de la Cátedra Ernesto Che Guevara, de la Universidad de La Habana. Integró la Columna 8 Ciro Redondo, del Ejército Rebelde. Alcanzó el grado de Primer Teniente. Después de 1959, ocupó los cargos de Jefe de la Junta Económica Militar del Regimiento de La Cabaña, Viceministro primero del Ministerio de Industrias, Ministro del Azúcar y asesor del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros. Actualmente colabora en la Oficina del Programa Martiano y es asesor del MITRANS. BIBLIOGRAFÍA: El Che en la Revolución Cubana. La Habana, MINAZ, 1966. La ciencia de dirección. Antecedentes y enfoques actuales. La Habana, MITRANS, 1989. El Che en el socialismo. 1989. El Che del siglo XXI. 1997. Che: El camino del fuego. Caracas, Editorial Fuego Vivo, 2004. 1ra. ed.: 2001. Che. Recuerdos en ráfaga. La Habana, Editorial Ciencias Sociales. Rumbo al socialismo. Problemas del sistema económico y la dirección empresarial. Ensayo. Pról.: Fernando Martínez Heredia. Preámbulo: Nicolás Maduro. La Habana, Editorial Ciencias Sociales, Col. Economía, 2006.
BRUZÓN CALZADILLA, Armando (Holguín, 19 de diciembre de 1972). Poeta. Licenciado en Ciencias Militares por la Escuela de Cadetes Interarmas Mayor General José Maceo, de Santiago de Cuba. Actualmente cursa la Licenciatura en Estudios Socioculturales en la Universidad de Holguín. Fue miembro del taller literario Reeducar es amar (REAM) y profesor en el programa audiovisual Por nuevos caminos. Aparece en Antología de la décima cósmica de Holguín (México, FAH, 2003) y en la multimedia La décima espinela (2005).

Vivir en la literatura/Bio-bibliografía del poeta y escritor holguinero Ronel González Sánchez

Este segmento de la Aldea está tomado de la bio-bibliografía de Ronel González confeccionada por Ana Li Pérez. El texto completo se encuentra en la sala de fondos raros y valiosos de la Biblioteca Provincial Alex Urquiola de Holguín y en la Biblioteca Nacional José Martí de Ciudad de la Habana.
--------------------
Hablar de poesía en Holguín significa aludir a uno de los más sólidos movimientos expresivos de la Isla. Por el interés que despierta, selecciono la figura joven más importante: Ronel González Sánchez, quien dentro de ese fenómeno posee ya una obra que lo sitúa, al decir del crítico Virgilio López Lemus, entre las nuevas voces cubanas más representativas de finales del siglo XX en Cuba.
La bibliografía personal es un valioso instrumento de consulta para recuperar la información originada por un autor o sobre él. Particularmente, por ser Ronel una personalidad literaria, este repertorio se confecciona con el objetivo de brindar referencias bibliográficas sobre su obra, actualizarla documentación relacionada con la literatura cubana, específicamente holguinera y demostrar cómo un joven talento puede evidenciarse aún con las limitaciones editoriales vividas en Cuba en los años 90 de la centuria XX.
Para la recolección de los documentos se comienza con una investigación exhaustiva, compilando libros y artículos incluidos en publicaciones seria-das, existentes en el fondo de la Biblioteca "Alex Urquiola" y en el archivo del autor.
Preceden a esta colección unos apuntes biográficos del poeta, hechos que confirman su labor artística.
Nació en Holguín el 4 de abril de 1971 y fue a residir a Caguairanal, zona rural distante a 8 kilómetros del municipio de Cacocum. Aunque su nombre es el mismo de un destacado maestro de su pueblo natal, proviene de la región francesa de Tarn, situada en los Pirineos Centrales.
Cursó sus primeros estudios en las escuelas Argelio Vega Castellanos (Caguairanal), Expedicionarios del Corinthia, 28 de septiembre y la ESBU Gilberto González Rojas, estas últimas de Cacocum.
A los ocho años, viviendo ya en el poblado de Cacocum y cursando el tercer grado, escribe sus primeras poesías a raíz de los sucesos del puerto habanero del Mariel, y a los doce crea por vez primera una décima, tomado como modelo del libro Décima y folclor del Indio Naborí, iniciando un proceso de aprendizaje, que incluiría cientos de espinelas, poemas y sonetos, antes de publicar su cuaderno inicial.
Junto a su madre Reina Sánchez, fue fundador del Taller Literario Miguel González Miranda, de Cacocum, en 1984, y participó en esporádicas tertulias; hasta que, en 1985 obtuvo Primera Mención en décima, en el XII Encuentro- debate Provincial de Talleres Literarios, hecho que iluminó el camino literario escogido por él definitivamente.
Al año siguiente, participó en la Asamblea Nacional Pioneril 25 Aniversario, antecedente de los congresos pioneriles cubanos e inició los estudios preuniversitarios en el IPVCE José Martí de Holguín. Obtuvo Mención en poesía y Primera Mención en literatura para niños, en el Premio de la Provincia; Primera Mención en poesía para niños en el XIII Encuentro- debate Nacional de Talleres Literarios; y Mención en este mismo género en el concurso "Ismaelillo", de la UNEAC. En 1987 recibió Primera Mención en poesía, en el Premio de la Provincia, Primera Mención en el Concurso Provincial de la Asociación Hermanos Saiz Nueva Primavera, Mención en décima en el Encuentro- debate Nacional de Talleres Literarios, Mención en poesía para niños en el concurso Ismaelillo de la UNEAC y fue seleccionado por la AHS entre los diez artistas jóvenes más laureados del país en ese año.
Obtiene en 1988, el Premio de poesía del Concurso Provincial Nueva Primavera; Primera Mención en el premio Adelaida del Mármol de las provincias orientales; Mención en poesía en el concurso David de la UNEAC y Mención en décima en el XIV Encuentro- debate Nacional de Talleres Literarios.
En 1989 aparece publicado, sin su consentimiento, Si los gorriones olvidaran el cielo, en la Colección Bahías de las ediciones de la Casa del Joven Creador de Ciudad de la Habana, su primer cuaderno de poesía. Alcanza Mención en el concurso Adelaida del Mármol, Premio en poesía y Primera Mención en décima en el XVI Encuentro- debate Nacional de Talleres Literarios. Participa en el XIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en Pyongyang, R.P.D. de Corea. En septiembre comienza la Licenciatura en Historia del Arte, en la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se le otorga el Premio de Poesía José María Heredia, que entonces convocaba la Filial de la UNEAC de Santiago de Cuba para las provincias orientales, en 1990 y 1991; por las obras Los juicios de la sombra y Sagrados testimonios, respectivamente, publicándose sólo este último en 1995 por la Editorial Oriente. Las Ediciones Holguín publican en 1990 Reflexiones de un equilibrista, en la colección Antología Mínima.
En 1991 recibe Mención en el premio David y el Premio de la Ciudad de Holguín en décima, con su libro Algunas instrucciones para salir del sueño. Es seleccionado aficionado destacado de la FEU. En este año contrae matrimonio con su compañera de aula Lilliam Susel Zaldívar de Los Reyes y se establece en el reparto Abel Santamaría de Santiago, donde se publica, en 1992, su plaquette Días del hombre.
Nuevamente en 1992 recibe el Premio de la Ciudad de Holguín, pero esta vez en décima y en literatura para niños, publicándose sus obras Todos los signos del hombre y Un país increíble. Nuevamente es seleccionado aficionado destacado de la FEU, a nivel nacional.
Por su parte, 1993, es un año particularmente importante para su obra: obtiene el Premio de la Ciudad, por tercera vez, con Dictado del corazón (décima); el premio Regino Boti, convocado desde Guantánamo para los autores de las provincias orientales, en cuento para niños, con Doceleguas; y una Mención por su poema «El viento», en el concurso Encina de la Cañada, de la Asociación Prometeo de Poesía de Madrid. Además, en el Concurso Nacional 26 de Julio de las FAR obtiene menciones en décima y poesía; en el certamen Manuel Navarro Luna convocado por la institución homónima de Manzanillo recibe Primera Mención en poesía y en el José María Heredia recibe Mención. En marzo de este año ingresa en la UNEAC.
Nuevamente en 1992 recibe el Premio de la Ciudad de Holguín, pero esta vez en décima y en literatura para niños, publicándose sus obras Todos los signos del hombre y Un país increíble. Nuevamente es seleccionado aficionado destacado de la FEU, a nivel nacional.
En 1994 se le otorga el Premio de la Ciudad, nuevamente en décima y en poesía, con Rehén del polvo e Incendio y otras historias. Termina la enseñanza superior obteniendo Título de Oro y la condición de Vanguardia en Cultura.
Divorciado de su primera esposa, al concluir los estudios universitarios se traslada para la ciudad de Holguín y comienza a trabajar como investigador sociocultural en la Casa de Iberoamérica. Comienza 1995 con Segunda Mención en el Primer Concurso Nacional de Décimas de amor, convocado por la Casa Iberoamericana de la Décima, de Las Tunas; Primera Mención en poesía para niños en el concurso nacional La Edad de Oro; el Premio Nacional 17 de Mayo, de la ANAP. Obtiene, además, el Premio Nacional Cucalambé por el libro El mundo tiene la razón, coescrito con José Luis Serrano, poeta con el que había comenzado a participar en la vida literaria de la ciudad de Holguín en 1994; recibe, además, el Premio Nacional de Décima Mural, con su poema «Mi casa se halla entre el día y el sueño» y en Octubre recibe el Segundo Premio de poesía en el concurso internacional Jaime Gil de Biedma, que convocó la Asocia­ción de Jóvenes Escritores Españoles (ASEJE), de Alcalá de Henares.
En 1996 se divorcia de su segunda esposa Ana Li Pérez Pérez, con la que había contraído matrimonio seis meses atrás. Recibe el Premio Nacional de poesía Delia Carrera, convocado por la Asociación Jovellanense de La Habana y la UNEAC; además, obtuvo el Premio Santiago de ensayo para las provincias orientales y se publicaron sus libros Sagrados Testimonios y El mundo tiene la razón. Fue condecorado en la ciudad de Las Tunas con la Medalla Cucalambeana en su edición dorada.
En 1996 obtuvo los premios de décima Raúl Gómez García que convoca el Sindicato de la Cultura y el premio Rubén Martínez Villena de la CTC Nacional, y resultó seleccionado entre los artistas holguineros más destacados del año. Comienza noviazgo con Nancy Ivette Borrego Carbonell con la que contraerá matrimonio en 1998.
En 1997 recibió nuevamente el Premio Nacional de Décima 17 de Mayo, el Premio Nacional de Ensayo José Antonio Portuondo que convocó el Sectorial Provincial de Cultura de Las Tunas por un trabajo acerca del poeta holguinero Delfín Prats; el Premio Nacional de Poesía Regino Pedroso que convocó el Periódico Trabajadores y el Premio Especial de la UNEAC en el mismo concurso.
En enero de 1998 se presentó en la Feria Internacional del Libro de La Habana su poemario Desterrado de asombros. En mayo las Ediciones La Luz de la AHS publicaron su selección Zona franca y, por su labor literaria, fue distinguido con la réplica del Escudo de la Provincia de Holguín. En mayo recibió el Tercer Premio Nacional de Décima del Festival Cubano- Canario que convocó la Asociación Canaria de La Habana. En este año obtuvo además Primera Mención en Poesía en el Concurso Internacional de la revista Carta Lírica (Estados Unidos) y en octubre fue distinguido con la réplica del Aldabón de la Periquera, símbolo de la Ciudad de Holguín. En 1999 se presentó en la Feria Internacional del Libro de Miami, Estados Unidos, su libro de sonetos Consumación de la utopía, prologado por el poeta Francisco Henríquez y publicado por el Frente de Afirmación Hispanista de México. Ese mismo año fue reconocido como Personalidad por el Ministerio de Cultura de Cuba.
En el 2000 las Ediciones Unión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba publicaron su selección de décimas La furiosa eternidad, libro prologado por Virgilio López Lemus y con palabras de contracubierta de Jesús Orta Ruiz el Indio Naborí. Ese año recibió el tercer Premio en el Concurso Internacional de la Revista Carta Lírica y comenzó a trabajar como metodólogo de literatura en el Centro Provincial de Cultura Comunitaria.
En el 2001 recibió el Premio del Festival Cubano-Canario de la décima de la Asociación Canaria de La Habana, el Premio del Concurso Internacional de Poesía Nosside convocado por el Instituto Bossio de Italia, el Premio Nacional de Investigaciones Memoria Nuestra durante las Romerías de Mayo de Holguín, Segundo Premio en el Festival Nacional de la Radio en el género Programa, de mejor reflejo de la cultura cubana, con una muestra de su programa fundado en el 2000 «Viajera peninsular» dedicado al Indio Naborí y, por su labor intelectual, el Ministerio de Cultura de la República de Cuba le otorgó la Distinción por la Cultura Nacional durante el Primer Congreso de la Asociación Hermanos Saiz.
En enero del 2002 fue reconocido como Hijo Destacado de la Ciudad de Holguín durante la semana de la cultura holguinera y la Editorial Oriente de Santiago de Cuba presentó en la Feria Internacional del Libro de la Habana y de varias provincias su poemario para niños El arca de no sé, impreso en Colombia. En abril del mismo año el Frente de Afirmación Hispanista de México publicó Antología de sonetos cósmicos de Raúl Hernández Novás con prólogo suyo, y regresó a trabajar nuevamente como investigador sociocultural en la Casa de Iberoamérica. En septiembre se divorcia de Nancy Ivette Borrego.
En diciembre de ese año obtuvo Gran Premio a la maestría artística, Premio al mejor programa cultural, Premio en guión de programas culturales, Premio en guión Venga la esperanza de la AHS y Premio de la Casa de Iberoamérica en el XVI Festival Provincial de la Radio. En la feria del libro de la Semana de la cultura holguinera, realizada en enero del 2003 se presentó su investigación Selva interior, estudio crítico de la poesía en Holguín (1862-1930) coescrito con Zenovio Hernández y Anicia Cruz y publicado por Ediciones Holguín; en febrero se dio a conocer su Antología de la décima cósmica de Holguín, publicada en México por el Frente de Afirmación Hispanista y en julio apareció La resaca de todo lo sufrido, decimario coescrito con José Luis Serrano y publicado en Santa Clara por la Editorial Capiro. Publicó, además, La inefable belleza por Ediciones Holguín y el folleto Holguín, ínsula embrujada por las Ediciones del Taller de papel de Holguín. Ese año obtuvo Mención en el Festival Nacional de la Radio y en el Premio de la Ciudad por un programa «Viajera peninsular» dedicado a las décimas escritas por Faustino Oramas (El Guayabero), Premio en el Segundo evento provincial de investigadores jóvenes, Segunda Mención en la única edición del Premio Especial Bi-centenario de José María Heredia, convocado por la Editorial Oriente de Santiago de Cuba y Mención en décima en el Premio Iberoamericano Cucalambé. También en el 2003, entre el 6 y el 20 de octubre participó en la gira nacional de poetas y trovadores La estrella de Cuba, dedicada al bicentenario del poeta José María Heredia.
En el 2004 recibió el Premio Nacional Calendario de la Asociación Hermanos Saiz en ensayo y publicó por Ediciones Holguín La noche octosilábica; historia de décima escrita en Holguín (1862-2003) y, junto al poeta Renael González, el libro de textos de amor El más perfecto modo por la Editorial Sed de Belleza de Santa Clara. Entre el 16 y el 21 de agosto de ese año participó en la Feria Internacional del Libro de La Paz en la que presentó dos libros e impartió dos conferencias acerca de José Lezama Lima y Eliseo Diego, y participó como facilitador en otra acerca de Alejo Carpentier. El 27 de diciembre, comenzó a vivir en Avenida de los Libertadores, número 210 e/ Mario Escalona y Fábrica Turquino, Reparto La Aduana, junto a la artista plástico Dayamí Pupo y su hija Camelia Ricardo.
En enero de 2005 fue reconocido como Hijo Ilustre de la Ciudad de Banes. Este año recibió el Premio Nacional Todo décima en ensayo, convocado por la Casa Iberoamericana de la Décima de Las Tunas, el Gran Premio Nacional de Investigaciones Culturales Memoria Nuestra, convocado durante las Romerías de Mayo de Holguín, y el Premio Provincial de Investigaciones Socioculturales. Publicó, además, la segunda edición de su sonetario Consumación de la utopía, por las Ediciones Unión de la UNEAC.
En el año 2006 la Editorial Abril publicó su ensayo La sucesión sumergida. Estudio de la creación en décimas de José Lezama Lima, por el que había obtenido el Premio Calendario 2004. En julio recibió el Premio Iberoamericano Cucalambé. En septiembre fue incluido en la segunda edición del disco Un lugar para la poesía.
El 26 de octubre, a las 8 y 18 PM, según el taxista, tuvo un accidente de tránsito junto al poeta José Luis Serrano. El 18 de octubre, recién operado, recibió en el Museo La Periquera el Reconocimiento XX Aniversario de la Asociación Hermanos Saiz. En marzo de 2007 integró la delegación artística que viajó a Guatemala y realizó lecturas de poemas para la misión médica cubana en Huehuetenango, Uspantan, Quiché, Petén, Xayaxché, Poptún, Cobán, Izabal, Chiquimulilla y Ciudad Guatemala. La Editorial Sanlope de Las Tunas publicó su decimario Premio Iberoamericano Cucalambé 2006: Atormentado de sentido; para una hermenéutica de la metadécima, prologado por el importante poeta cubano Roberto Manzano y el 18 de octubre recibió la medalla Abel Santamaría otorgada por el Consejo de Estado en el Mausoleo José Martí.
Ha sido incluido en numerosas antologías en nacionales, así como en México, Estados Unidos, Venezuela, Argentina, Galicia y Rumania.
Ha participado como jurado en varios concursos literarios y como ponente en algunos eventos, en los Talleres de Poesía del Festival de la Cultura de Origen Caribeño, en Santiago de Cuba y de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, de Holguín; además, en la Jornada Cucalambeana de Las Tunas, los Seminarios de Invierno del Instituto Cubano del Libro, la Fiesta de la Cubanía de Bayamo, los eventos Al Sur está la poesía de Pilón (Granma), las Romerías de mayo, entre otros.
Es miembro de la Cátedra Benito Juárez de la Universidad Oscar Lucero de Holguín, del Consejo Asesor de la Casa Iberoamericana de la Décima de Las Tunas y Miembro de Honor de la Biblioteca Nacional José Martí.
Fundó, en 1995, la peña de la décima «Con sed nueva de cantar» que funcionó durante tres años en la Casa de Iberoamérica de Holguín y el concurso nacional Vicente Espinel que contó con dos ediciones. En el 2002 fundó el grupo literario Escuela Holguinera de la Décima, también en la Casa de Iberoamérica, y en el 2003 convocó, desde esa institución, el concurso nacional Adolfo Martí Fuentes.
Ha publicado en numerosas revistas y periódicos nacionales y extranjeros y está incluido en el Índice de Poetas de la Lengua Española, de la Asociación Prometeo de Poesía. Su biobibliografía presentada como resultado científico en varios eventos provinciales y su obra en décimas fue objeto de un trabajo de diploma de un colectivo de estudiantes del Instituto Superior Pedagógico José de la Luz y Caballero de Holguín.
Algunas opiniones acerca de su obra
Ronel González Sánchez, figura entre los jóvenes poetas más descollantes de Cuba, no tanto por las irregularidades estróficas, modernistas ni por las pretendidas innovaciones extrínsecas de la Vanguardia, como por su entrada triunfal en ese mundo abstracto y mágico que es la poesía. Sus imágenes visionarias, que nos revelan una madurez precoz, no salen del cráneo frío sino del corazón caliente. Conmueven sus poemas, incluso sus décimas cuando el poder transformador de la emoción recordada sustituye e individualiza los significados, cumpliendo así la ley intrínseca de la expresión poética.
Jesús Orta Ruiz (Indio Naborí, carta de febrero y 1998)
En oportunidad opuesta a la exteriorización, con altibajos, se encuentra Ronel González Sánchez, natural de Cacocum, provincia Holguín. Es el más joven de todos y uno de los más jóvenes de Cuba; prácticamente recién venido en 1971, es sin ambages, un poeta de acendrado dominio del verso, el idioma y las técnicas poéticas. Acercarse a los poemas de Ronel implica un cumpleaños del lenguaje, un holgorio del asombro, protagonizado por alguien que apenas rebasa las dos primeras décadas de vida.
Marino Wilson Jay, se refiere al cuaderno Días del hombre, publicado en 1992, en Peligro: aquí se habla de poesía. Santiago de Cuba, Ed. Oriente, 2000, p. 90.
Las décimas de Ronel González y José Luis Serrano [se refiere al libro El mundo tiene la razón] me parecen francamente estupendas. Rezuman inteligencia, oficio, cultura, fantasía y sentido del humor. He leído el cuadernillo un par de veces y pienso volver sobre él. Me asombran la juventud de los autores, la libertad que han sabido hallar en la estrofa y la originalidad y la actualidad de ese mundo al que, apenas cerramos el cuaderno, advertimos, algo turbados, que nos han dado acceso.
Orlando González Esteva (poeta cubano residente en los Estados Unidos, en carta al poeta Waldo González del 14-9-1996, enviada desde EUA)
En Holguín pude comprar algunos libros tuyos. El que más me agradó fue Sagrados testimonios, con sus referencias bíblicas." Vivimos tiempos de amor/ tiempos de traidores [...], es un magnífico poema. Les tengo gran cariño a los escritores valientes de Holguín, como tú.
Dr. Martin Franzbach (Investigador de la literatura cubana, en carta del 22 enero 1999 enviada desde Bremen, Alemania)
Ronel González es uno de los más valiosos poetas de la joven generación holguinera y, sin dudas, del resto de nuestro país. Es notable su dominio de todas las formas estróficas de la poesía clásica en lengua española, tanto como del versolibrismo, dentro del cual se mueve a sus anchas. Debemos felicitarnos por contar con su precioso talento y por su temprana madurez lírica.
Adolfo Martí Fuentes (Poeta e investigador cubano. En carta al poeta el 4-3-1998)
Sus más de diez libros publicados en apenas un lustro (verso libre, décima, soneto, poesía para niños) corroboran en Ronel González una y otra vez talento, cultura y oficio nada comunes. Como un Rimbaud tropical, el poeta holguinero, con honda praxis, descuella en su promoción y en las letras cubanas de los 90.
Waldo González López (Poeta e investigador cubano. En carta del 4-3-1998)
El amor por la poiesis en su sentido original (el conocimiento); la pasión por la infinita búsqueda del azoro ante la existencia; el sueño eterno del triste sabor que nos deja la sangre: tal se nos presenta en este libro el joven poeta Ronel González Sánchez, para hacernos meditar, gracias a su aliento, más que reflexivo, filosófico. Fluye en sus versos una riqueza expresiva unida a una carga metafórica que se apoya en la sugerencia y la intuición. A través del verso libre, el soneto, la décima y otras estrofas, su discurso - también lírico- se vuelca a una idea del mundo multiforme e insólito que acontece cada día.
Nota de contracubierta del libro: Desterrado de asombros (1997).
Sin duda Ronel González Sánchez es una de las nuevas voces poéticas latinoamericanas que nos trae auténticos valores para un resurgimiento de nuestras letras. De una relación profunda y acorde al decir con la imagen que embriaga pero deja los pies en la tierra, este poeta ha sabido transmitir una nueva percepción de un mundo gastado por el hombre de nuestra época. Desde la filosa hora llena de azares de la reflexión consecuente y la apertura dolorosa y febril de los sentidos hasta el abandono de determinados espacios y tiempos, González se ha inscrito en esa tradición más que heroica de arrancar del paladar del suceder, segundo a segundo, lo que guarda volumen y estatura dignos para el enriquecimiento del ser. Sus versos son resguardados por una voz fecunda, cercana a lo íntimo que invade y obliga al lector a detener su andar y transfigurarse en sus quimeras, que brotan directa y paulatinamente en las páginas de sus ya numerosos poemarios, los cuales precoz, pero sabiamente, ha escrito.
Moisés de Alberto Jurado (Revista Ateneo, Venezuela, No. 12, 2000 )
La virtud esencial de las décimas de Ronel consiste en mostrar que el artista de la palabra no se conforma con el sonsonete rítmico y de la rima, para buscar y hallar expresión, anchura de sentidos y diversidades temáticas. Sabe imprimirle al impersonal octosílabo el registro de su personalidad poética, lo que, en Cuba, tiene en el José Martí de los Versos sencillos al maestro más consumado.
Virgilio López Lemus (prólogo al libro La furiosa eternidad, escrito en mayo de 1996)
El nombre de Ronel González, nacido en aquel “pueblo de escurridizos trenes", y que vive y crea en la ciudad de Holguín - su ciudad, nuestra ciudad- se encuentra ya entre los consagrados, pese a su juventud. Prueba de ello es que poemas suyos han sido publicados en revistas y antologías nacionales y extranjeras, y que su nombre aparece en índices de poetas e historias de la literatura y de la décima cubanas, en Alemania, España, Argentina y Cuba. Queda demostrado, pues, que con Ronel está dejando de ser cierto aquel dicho popular de que nadie es profeta en su tierra, aunque esa tierra sea una provincia de una isla valerosa y bella, pequeña y grande a la vez dentro de la inmensidad del mundo. En sus búsquedas incesantes por los caminos de la poesía, se remonta el poeta a los mitos de la antigua Grecia; a autores de nuestra América como Borges y Darío; a su conocimiento de escritores europeos -Rilke, Thomas Mann, Wilde-, a pasajes bíblicos que lo han conmovido particularmente. Este complejo conjunto (se refiere al volumen Consumación de la utopía) me hace suponer que Ronel González trata de hallar nuevas sendas que lo conduzcan a lo que su alma de poeta pueda considerar su verdad, verdad que no encontrará en el laberinto sino dentro de sí mismo, salvado por la luz, la esperanza y la poesía misma, que lo harán “vencer el desamparo".
Dra. María Dolores Ortiz
Sutilmente signado por el paso del tiempo El arca de no sé (2001) es un comentario fabulado de la familia y de los sueños de cualquier niño, pero Ronel González lo dota de un lirismo lúcido y puntual. No escojo los adjetivos a la deriva, al menos en este caso. Me gustaría hacer notar la manera en que este libro roza el tema del dolor, sin regodeos innecesarios, pero sin risibles omisiones. El arca de no sé (...) es capaz de dejar que sus personajes hablen sin grandilocuencia y con seriedad; jocosos o esperanzados, y en este juego de circunstancias fantasiosas o palpables está siempre la imagen, lo que, tras las palabras, sigue sonando. Me gustaría que mis hijos jugaran con este tipo de libros.
Rogelio Riverón. Periódico Granma, 3 de junio del 2002.
El libro que tiene el lector en sus manos está escrito con la pasión del que se encuentra consciente de su nueva estimativa del arte y del mundo. Dialoga ferozmente con todos, pero sobre todo con los artistas, con la gestualidad del que quiere instalar una luz entre los ciegos. El dominio de la décima es absoluto: las formas están convertidas en segunda naturaleza, que es lo que se llama maestría. Y todos los planos del lenguaje, dentro de esa estructura proteica, se enderezan hacia nuevos ángulos de exploración artística.
Roberto Manzano, prólogo al libro Atormentado de sentido; para una hermenéutica de la metadécima (2007).

LO MAS POPULAR DE LA ALDEA