Por Arquímedes de Paz y José Novoa
Antes de la escritura del primer
libro de Historia sobre las tierras del norte oriental de Cuba, hubo dos textos
de importancia y asimismo los únicos que se conocen. Uno es el informe
eclesiástico del obispo Morell de Santa Cruz (de 1756)[1]
y otro el informe del Teniente Gobernador local Zayas y Armijo (de 1841)[2].
Los dos autores obvian la etapa primigenia de la historia de la comarca y no
mencionan a García Holguín por no interesarle, según aparentan, o por falta de
información.
Y después aparece don Diego de Ávila
y Delmonte. Este incónico historiador da a la imprenta en 1865 su “Memoria o
Apuntes Históricos sobre el origen y fundación del Hato de San Isidoro de
Holguín”. Dice ese texto que el primigenio dueño español de las tierras donde
posteriormente se construyó el pueblo que se llama Holguín, en Cuba, se llamó
Francisco García Holguín; que era natural de Cabeza de Buey en la provincia de
Extremadura, España; que llegó a Cuba con Pánfilo de Narváez, procedente de
Jamaica y participó en la conquista de esta isla; que en 1518 va en la
expedición de Grijalva[3]
y avista a México por primera vez y luego va a la conquista de ese territorio
bajo el mando de Hernán Cortés en 1519[4];
que García Holguín regresa a Cuba en 1523 y que como premio de la corona por su
participación en las anteriormente mencionadas campañas, recibe una posesión al
norte de Bayamo. En 1545 García Holguín nombra su hacienda ganadera con el
nombre de Hato de San Isidoro[5].
(Luego de narrar los acontecimientos anteriores, don Diego de Ávila y Delmonte
no hace alusión alguna a la presunta evolución de la comarca durante los
próximos 55 años y nada dice del destino de su presunto fundador ni la fecha y
lugar de su fallecimiento).
Veintitrés años después por de la
primera edición de su libro, don Diego de Ávila y Delmonte hace una segunda en
la que aclara que su obra aparece “corregida en lo posible y nuevamente
aumentada”. En ella cambia su versión sobre el otorgamiento de las tierras
recibidas por Francisco García Holguín: ahora no dice que fue en recompensa por
sus méritos en la campaña mexicana sino que la obtuvo cuando “los primeros
repartimientos de tierras realizados por Diego Velázquez (…) como compensación
generosa por sus servicios”; y párrafos más dice que una vez pacificada la isla
de Cuba, Diego Velázquez “dispuso el repartimiento del área correspondiente al
hato de Holguín”, por lo que esa afirmación sugiere que para la fecha ya
existía una hacienda destinada a la cría de ganado mayor, esto es, un hato.
Finalmente, en lo concerniente al tema que indagamos, dice el historiador que
“cúpole por suerte esta porción de tierra hacia la parte Norte (de Bayamo) al
capitán de Infantería don Francisco García de Holguín”.
Con lo visto hasta ahora parece que
el texto del primer historiador holguinero es una almacén de inexactitudes y si
verdad que las tiene, verdad es que el texto tiene “un indiscutible valor
historiográfico, citando documentos probablemente desaparecidos en el incendio
de Bayamo de 1869. Esos constituyen verdaderos testimonios de la génesis y
evolución de la jurisdicción holguinera; su limitación se encuentra en que
predomina la crónica histórica y que presenta documentos sin un auténtico
sentido crítico”[6].
[1] García del Pino, César:
“Morell de Santa Cruz. La Visita Eclesiastica, La Habana, editorial de Ciencias
Sociales, 1985.
[2] Zayas y Armijo, Francisco de.
“Apuntes para la historia de la isla de Cuba. Holguín”. En Memorias de la
Sociedad Patriótica de La Habana, XII. La Habana: Imprenta del Gobierno y
Capitanía General, 1841.
[3] Juan de Grijalva (Castilla
1490-Honduras 1527). Descubridor y conquistador español. participó en la
exploración y conquista de Cuba con Diego Velázquez (1511) de quien fue
capitán. Por orden de Velázquez y en una expedición sufragada por el dicho
personaje, Grijalva exploró Yucatán y Tabasco (1518), trayendo de vuelta la
buena nueva que en aquella zona había muchas tierras por conquistar y tesoros
fabulosos.
[4] En la cita no quisimos
repetir el error que comete Diego de Ávila y Delmonte al decir las fechas de
ambas expediciones, ubicando a la de Grijalva en 1516 y la de Cortés en 1518.
[5] En 1545 Isidoro, quien mucho
antes se desempeñó con obispo de Sevilla, aún no había sido canonizado.
[6] Calzadilla Anido, Laureano y
Carlos Córdoba Martínez. “De las tierras altas de Maniabón a Ciudad”. Holguín:
Ediciones Holguín. 2016.
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