Por César Hidalgo Torres
El debate sobre el lugar de desembarco de Colón en Cuba
comenzó en 1825 con la aparición del Diario en la edición preparada por
Martín Fernández de Navarrete, “Colección
de los viajes y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines
del siglo XV”. Este autor dice que el lugar del arribo fue la Bahía de Nipe
y posteriormente su opinión es compartida por otros varios autores.
Por su parte Fray Bartolomé de Las Casas, a quien se le
debe haber transcripto el Diario de Navegación del Gran Almirante, al referirse al lugar en su obra “Historia de Las Indias” publicada
entre 1552 y 1564, escribió: “Este puerto
creo yo que fue el de Baracoa, al que puso nombre Diego Velázquez, el primero
que fue con gente española a poblar la dicha isla de Cuba al puerto de la
Asunción.”[Las Casas, 1827.vol.1].[1]
En 1936 el historiador local de Baracoa, Sr. Ernesto de
las Cuevas Morillo, en su obra titulada “Baracoa
fue el primer lugar de Cuba descubierto por Colón”, afirmó lo dicho por el
padre Las Casas.
La investigadora norteamericana Irene A. Wright en 1921
encontró un documento en el Archivo general de Indias fechado de 1607, donde
hay una faja que dice: “Indias General.
Borrador con notas para la historia general, descubrimiento y conquista de las
Indias por los españoles. Del Cosmógrafo García Céspedes: descubrieron la isla
que llaman los indios guanahaní de la parte del Norte, esta es una de las que
se disón de los lucayos y allí el Almirante y los que con él yvan huvierón
noticia de la isla de Cuba, e como aparecieron luego muchas isletas que están
en tornó de Guanahaní las llamaron las princesas y de allí fue a la isla de
Cuba, al puerto de Baracoa que es de la vanda del Norte”.[2]
La tesis de Baracoa también fue aprobada por Herrera y por
el pedagogo e historiador Miguel Jaume, pero con el tiempo esta se olvidó,
sobre todo porque entonces existían argumentos geográficos que demostraban su
invalidez. No obstante en 1995 el historiador baracoense Alejandro Hartmann en una
obra suya que titula “Los días de Colón
en Baracoa”, recuerda la tesis pero la desecha y luego pasa a recordar que
los días de Colón en Baracoa comenzaron el 27 de noviembre de 1492 cuando
arriban a la muy pronto Ciudad primada de Cuba dos de sus navíos, La Niña y la
Santa María.[3]
José García de Arboleya, en su “Manual de la Isla de Cuba. Compendio de su historia, geografía,
estadística y administración” de 1825, analiza el recorrido de Colón a lo
largo de las costas de Cuba y asegura que el lugar de arribo fue la Bahía de
Samá; mientras que el escritor Canario José Ignacio de Armas en 1889 se inclina
por la Bahía de Naranjo.
En 1851 G.V. Fox aseguró que Colón pisó tierra cubana por
Puerto Padre. Su tesis fue seguida
posteriormente por R. Cronau, José Silverio Jorrin y Francisco R. Pueyo. Hasta
el presente, increíblemente, la dicha tesis la sostienen Arnaldo A, Rueda Quintana, Armando Martínez Rueda,
Orlando Martínez Rueda, Tomás N Martínez Rueda, todos de la provincia Las Tunas.
En 1992 los citados autores publicaron en la tunera Editorial San Lope el
folleto: “Portus Patris: La llegada de
Colón en Cuba”. En ese mismo año la revista cultural del periódico Ahora de
Holguín publica una sonada respuesta por parte de los historiadores Víctor
Orlando Bellido Aguilera y Alfredo Álvarez Almaguer titulada: “Acerca de San Salvador Patris”. (A
este asunto dedicaremos una nueva entrada en el blog).
Washington Irving, en su obra “Life and voyages of Christopher Columbus” editada en
1858, considera que el verdadero lugar del desembarco de Colón en Cuba fue un
hermoso río ubicado al Oeste de Nuevitas del Príncipe, nombrado Boca de
Carabelas en la bahía de Sabinal. Esa tesis la sigue posteriormente Alejandro
de Humboldt y con él numerosos geógrafos e historiadores cubanos, entre los que
figuran Carlos de la Torre, José María de la Torre y Vidal Morales.
Por su parte fue el investigador chileno F.A.Vernhagen el
que en su trabajo “Descripción de las
rutas del descubridor Cristóbal Colón” publicada en 1864, dijo primero que
todos los otros que lo repitieron, que el lugar al que Colón nombró San
Salvador y que fue por donde arribó a Cuba fue Gibara. Luego el chileno reitera
su tesis en el texto de 1889, “Investigaciones históricas y geográficas.
Rutas del Almirante Cristóbal Colón en costa de Cuba”.
Tres años después de las publicaciones de Vernhagen
vieron la luz trabajos del investigador gibareño Herminio C. Leyva y Aguilera
nombrados: “Derrotero de Cristóbal Colón
por las Bahamas y costas de Cuba” y “Primer
viaje de Colón. Estudio acercas del primer puerto visitado en la isla”. En
ellos se incluye la obra del
almirante español don Patricio Montojo, “Las
primeras tierras descubiertas por Colón” escritas con motivo del IV
Centenario del Descubrimiento en 1892. Estos dos autores también reafirman la
tesis de que fue por Gibara. Y que Herminio Leyva volvió a argumentar en 1888,
entonces apoyado por la Sociedad Geográfica de Cuba.
En 1922 la dicha Sociedad designó una Comisión especial para
validar la tesis de Gibara como lugar del desembarco. Los notables pensadores
que la integraron, que fueron Alberto de Carricarte, José Carlos Millás, Juan
M. Lagomasino, José I. del Corral, Enrique J. Montoulieu, Francisco J. Dumois y
Miguel Villa, se pronunciaron en favor de la tesis. A ellos se sumó el historiador
Gerardo Castellanos, por lo la opinión nacida en la década del 60 del siglo XIX
recibió un fuerte espaldarazo. A dicha tesis debe sumársele otra obra, la del
canario Antonio Maria Manrique Santiago de 1890 que se titula: “Guahananí. Investigaciones históricas -
geográficas sobre el derrotero de Cristóbal Colón por las Bahamas y costa de
Cuba que comprenden la situación exacta de la primera tierra descubierta del
Nuevo Mundo”.
A pesar de que la teoría de Gibara había sido ampliamente
aceptada, en 1936 la Sociedad Colombista y el Lyceum de la Habana convocaron a
un concursos para determinar la ruta exacta seguida por el Almirante a lo largo
de la costa de Cuba durante su primer viaje.
En 1937 el Concurso declaró que no había “certidumbre
histórica” para determinar con precisión el tal lugar exacto del desembarco,
pero que existía una zona probable en la que se encontraban los puertos de
Gibara, Jururú, Bariay, Vita, Naranjo y Samá, teniendo Bariay las mayores
posibilidades y asimismo premió al ex Capitán de la Marina Mercante José M. Van
del Gucht y al Ingeniero Saturnino M. Parajón, por el trabajo titulado “Bariay fue el primer puerto por donde
Colón desembarcó en Cuba”, dicho trabajo apareció publicado ese mismo
año en la Revista Selecta en la Habana, y en 1943 sale como libro bajo el
título “Ruta de Cristóbal Colón por
la costa Norte de Cuba, en el viaje del descubrimiento de América, 28 de
Octubre al 5 de diciembre de 1492” (Van de Gucht y Parajón,
1943). Otro concursante, el Dr. Carlos Iñiguez, llegó a la misma conclusión de
Van del Gucht y Parajón, mediante la filmación de una película cinematográfica
de los lugares del litoral cubano descritos por Colón en el Diario.
[1] Casas, Fray Bartolomé de Las: Historia
de la Indias. Madrid, 1827. 3 volúmenes.
[2] Fragmento citado por Castro Lores. José Ignacio, (1977): Baracoa, apuntes para su Historia.
Editorial Arte y Literatura. La Habana.
[3] Hartmann Matos. Alejandro, (1995): Los días de Colón en Baracoa. Publicado por la Diputación
Provincial Costa del Azahar. España.
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