En 1899, sobre las cenizas del fuego mambí, comenzó
la recuperación de Banes con un impulso exterior decisivo: el establecimiento
de la compañía bananera norteamericana United Fruit Company, empresa
capitalista que monopolizó casi totalmente el territorio. Ya asentada la Compañía fue
evolucionando de gran empresa azucarera hasta que desaparecieron
definitivamente las plantaciones de guineo, que es como en la zona se le dice
plátano fruta.
Uno de los grandes obstáculos que tuvo que
enfrentar la United
fue la insuficiente mano de obra para la construcción de un central azucarero y
de vías férreas, entre otros proyectos, al extremo que importaron braseros,
fundamentalmente desde las Islas antillanas. Y cuando la Compañía ya hubo
alcanzado desarrollo económico, a Banes llegaron migraciones de diversas partes
del mundo, siendo la procedente de los Estados Unidos la más influyente.
Banes, 1910 |
El 17 de enero de 1910 Banes se constituido municipio, segregándose de Gibara. Desde entonces fue muy rica su vida social y cultural, sobre todo a través de las sociedades de instrucción y recreo. Sobresalieron entre ellas la Flor Crombet, fundada en 1903 por negros y mulatos de la clase media, la Colonia Española, abierta por inmigrantes de la otrora metrópoli en 1911, el Club Banes, que desde 1918 acogió a la burguesía blanca y el Club Americano o "American Athletic Club", centro cultural de la colonia americana al que también asistían altos empleados de la United Fruit Sugar Company de otras nacionalidades.
Asimismo la localidad contó con teatros y en los
predios de la literatura hubo un gran número de publicaciones, entre ellas los
periódicos y revistas “La voz de Banes”, “El Liberal”, “La Razón”, “Correo Semanal”, “El
Cubano”, “La Patria”
y “El Pueblo”, publicación esta última surgida en 1915 y desaparecida con el
triunfo de la Revolución
en 1959, y de la cual se conserva una
colección casi completa.
Pero entre las manifestaciones del arte en Banes,
fue la música quien mejor y más determinó el desarrollo cultural del municipio. Proliferaron en el pueblo academias,
notables instrumentistas, compositores, cantantes y agrupaciones de disímiles
géneros y formatos que han trascendido en la historia musical del país. Nombres
muy representativos fueron Emilio Rodríguez y Juana Pérez, gestores de
orquestas, academias y formadores de varias generaciones de músicos y pedagogos
de este arte, especialmente miembros de su propia familia; entre ellos quienes
obtuvieron mayor reconocimiento internacional fueron los integrantes del Trío Hermanos Rigual, autores de “Cuando calienta
el sol” y otras famosas canciones, el director de orquesta Absalón Pérez,
notable promotor de la música cubana en México, y asimismo el legendario
pianista Pedro Jústiz Rodríguez, Peruchín, que supo fusionar magistralmente los
ritmos cubanos con el jazz afro norteamericano.
También engrandeció la música cubana el sacerdote de
la iglesia parroquial Rafael Font, compositor de música sacra y director de un
memorable coro. Similar fue la obra de Jesús Avilés y su hijo Carlos en las
bandas de concierto y en la
Colonia Española se fomentó el Grupo Artístico Banense que
entre las décadas de 1920 y 1930 escenificó zarzuelas y otras obras de teatro
lírico con una sistematicidad y nivel artístico como ocurrió en pocas ciudades
de la Cuba
profunda.
Los diferentes gremios que desde los años 20
conformaban la Unión
Obrera de Banes, además de encabezar los enfrentamientos a la
poderosa compañía yanqui, también se encargaron de la organización de
actividades culturales y sociales. En 1925 impulsaron la realización del
carnaval, celebración que hasta ese momento sólo era dirigida por la burguesía
local. Para dichas festividades fue invitado el líder antiimperialista Julio Antonio Mella, quien además
de participar, realizó actividades revolucionarias, entre otras, dejar
inaugurada un aula de la
Universidad Popular "José Martí " en el local de la Unión Obrera. Esa
visita de Mella puso de manifiesto las proyecciones del movimiento obrero
local, la defensa de la identidad nacional y su integración con las corrientes
ideológicas y estéticas más avanzadas de la sociedad.
No obstante la penetración hegemónica de Estados
Unidos en Banes se hizo sentir fuertemente, incluso en modelos culturales y
espirituales, y claro, toda labor proselitista que la favoreciera, fue apoyada
por la United Fruit
Company. El desempeño del Club Rotario, sin desdeñar sus aportes a la comunidad
y a la preservación de la identidad nacional, también evidenció con creces
esa fuerte influencia que nos llegaba de
los vecinos del Norte.
CLUB ROTARIO EN BANES
En la noche del 11 de diciembre de 1934 fue
constituido el Club que, pese a su procedencia
norteamericana, conformación elitista y la postura conservadora y hasta plenamente
reaccionaria de algunos de sus líderes, también hizo mucho por el desarrollo
sociocultural de la localidad.
Anuncio insertado en la revista Casana, de Holguín, año 1956 |
La directiva provisional quedó formada por el Dr. Rafael Díaz Balart, presidente; Manuel Godínez, secretario; Avelino Torres, tesorero; Octavio Silva, sargento de armas; y como voales: Dr. Asuero Rosell, Ramón Sara, M. Moralejo y M. Caballero.
El 20 de abril de 1935 el club recibió la carta
constitucional en una memorable velada efectuada en el amplio y elegante Patio
Andaluz de la
Colonia Española. Para la sesión tan especial colocaron una larga
mesa que fue encabezada por el Dr. Díaz Balart y el Gobernador del Distrito 25
Dr. Felipe Silva. Asistió también el presidente del Club Rotario de Holguín,
que regaló a los banenses una bandera que representaba a la institución. Desde mucho
antes la sesión se anunció en la prensa local. El lunes 1 de abril de 1935
el diario “El Pueblo” dijo:
“Para el próximo día 20 de los
corrientes, está fijada la fiesta que organiza el Club Rotario de esta ciudad,
con el fin de recibir la carta fundamental del club, que será traída por el
Gobernador del Distrito. Ha de ser esa una fiesta espléndida, que dará comienzo
con un banquete y continuará con un regio baile, siendo el lugar escogido la
elegante sociedad de la calle general Marrero. Las invitaciones comenzarán a
repartirse en esta semana. El activo secretario del Club, mi estimado amigo
Manuel Godínez no descansa y organiza en unión de otros componentes de la
comisión de propaganda, una fiesta que sea digna del Rotary (…)”[1].
Una vez que tuvo carácter oficial el Rotarismo en
Banes inició la realización de importantes acciones que le ganó reconocimiento
y prestigio dentro de la sociedad.
Además de comerciantes y de funcionarios de la
compañía extranjera, en el Club se agruparon médicos, abogados y arquitectos,
entre otros exponentes de la pequeña y mediana burguesía; “unidos por la
amistad, el deseo de servir a su comunidad y
la defensa de sus intereses profesionales de la forma más honorable”,
según proclamaban su reglamento y la
publicidad originada en su seno.
Un elemento que distinguió al club fue el aporte
femenino. Su Comité de Damas Rotarias fue uno de los primeros que se constituyó
en la región, (a mediados de la década de 1930). Las mujeres rotarias banenses
siempre fueron muy activas y sobresalieron con
particular empeño en la entrega de la canastilla rotaria todos los años.
El día de su primera entrega, en enero de 1936, la prensa publicó lo siguiente:
(…) Dicha la canastilla será entregada
en sesión-comida que los rotarios celebrarán en la Colonia Española
el próximo viernes a las 7 p.m. con la asistencia del Gobernador Rotario del
Distrito 25, Sr. Mario. E. Dihigo y con las señoras rotarias que fueron las que
confeccionaron la canastilla.[2]
Las Damas Rotarias también organizaban todos los
años bailes caritativos con el fin de recaudar fondos para obsequiar juguetes y
golosinas a los niños pobres el 6 de enero, Día de Reyes. En la fecha además realizaban
visitas a los hospitales, tanto al de la compañía extranjera como al otro
existente en la ciudad, interesándose por los enfermos. Y cuando enfrentaban
problemas de salud que no podían resolver por ellas solas, hacían gestiones con
comités de otros lugares. En estos casos podía ser la falta de especialistas o
de algún equipo médico imprescindible. Lo anterior se evidencia la
correspondencia intercambiada entre la esposa del Secretario del club banense y
la señora de Cañas de Abril, uno de los más relevantes rotarios de Oriente.
Santiago de Cuba, enero 19 de 1946.
Sra. María Luisa C de Godínez
Secretaria de las Damas Rotarias,
Banes.
Querida compañera:
Al llegar de La Habana nuestra presidenta
Pastora Portilla de Salcines, me hace entrega de su carta del 3 del actual que con
mucho gusto le contesto. He entrevistado al Dr. Cinea, Director del Hospital
Civil y este ha puesto a nuestra disposición una cama para el niño que ustedes
enviarán lo más pronto posible. Será atendido por el Dr. Feria, y si tiene
necesidad de algún aparato se lo compraremos nosotras. Le rogamos nos avise el
día de la llegada del niño a esta ciudad
para recibirlo en la estación del ferrocarril con una ambulancia. Esperamos sus
noticias y deseándole muchas felicidades en el año que comenzamos quedamos de
usted; muy atentamente:
Margot Caballero de Cañas
Presidenta Comité Pro Niños Lisiados[3].
Por otra nota publicada posteriormente en el
periódico El Pueblo, se sabe que ese niño, llamado Ariel Santiesteban, fue
llevado por su madre a Santiago de Cuba, donde tres Damas Rotarias le esperaban
en la estación de trenes con una ambulancia y que fue llevado al hospital,
siendo operado por el Dr. Feria Mora. Las Damas Rotarias de Banes, ante aquel gesto
humanitario, enviaron una carta de reconocimiento tanto a la presidenta del
Comité Pro Niños Lisiados de Santiago de Cuba como al médico que operó
satisfactoriamente al pequeño.
Por otra parte, la presencia de socios que
cultivaban las letras, el periodismo y otras expresiones del arte, favoreció al
club. Desde su fundación los banenses organizaron veladas culturales, tertulias
literarias, proyecciones de películas, conmemoraciones de fechas históricas y
homenajes, abriendo caminos al disfrute espiritual de parte de la población.
De forma especial la literatura jugó un papel
importante: los socios tuvieron a su disposición obras clásicas y otras representativas
de su época gracias a las gestiones que hicieron para intercambiar libros con
otros clubes nacionales e internacionales. Figura sobresaliente en esa modalidad
fue Rolando Gómez de Cárdenas.
Rolando Gómez Cárdenas, notable intelectual y rotario de Banes, Cuba. |
Parque Cardenas, en Banes |
LOS ROTARIOS BANENSES. EL ARTE Y LA LITERATURA:
Gómez de Cárdenas (1908-1990), está considerado uno
de los tres periodistas más relevantes del Banes republicano, junto a Ricardo
Varona Pupo y Eduardo Abril Amores. Fue fundador de la Revista “Portada” en la
década de 1950, semanario independiente de información y cultura. Además de ser
su director, Gómez Cárdenas realizaba ilustraciones basadas en xilografías.
Dentro de su obra como ilustrador destaca el personaje de Adiv Cará o Voyme, que
como El Bobo de Abela, fue creado para hacer críticas sociales. Asimismo creó
el personaje de “Pamela”, que era una simpática jamaiquina que interpretaba Romilio
Márquez, un destacado actor radial que representó a su pueblo en múltiples
escenarios. Gómez de Cárdenas además creó e imprimió en su revista valiosos
grabados de personalidades de la cultura, las ciencias y la historia cubana
como Agustín Acosta, Carlos J Finlay, Antonio Maceo y Julián del Casal.
Otra figura destacada fue el abogado, narrador y
periodista Víctor Amat Osorio
(1912-1993). Este escribió una de las obras imprescindibles de la narrativa
holguinera, titulada “Seis cosas viejas” (Banes, 1937). Del texto el
importante crítico literario y rotario santiaguero José Antonio Portuondo, dijo
a través de una radioemisora nacional:
[Lo que escribe Víctor Amat en su
obra] (…) es cosa de hoy. Del hoy humano y del ahora literario que saben y
practican Luís Felipe Rodríguez y Carlos Montenegro. Del ahora que escribe y sirve
en su México agrarista Mariano Azuela, cuya influencia está patente en este
cuento de Amat que narra un supuesto accidente de la Revolución Mexicana.
Y si es cierto que la lengua de sus personajes no está siempre conforme con su
condición, también es cierto que vale mucho más el vigor con que hablan esos
personajes y la vida caliente que late en
las páginas fuertes de este
cuento.
En la “Estampa de tierra y sol”
advertimos de inmediato, que el campo descrito sabe a nuestro campo cubano más allá de las
influencias mayores de algunos grandes narradores contemporáneos de nuestra
América como Jorge Isaac y José Eustasio Rivera. Y en esta influencia hay mucho
también del congénito sentido de la tierra del hombre americano, que provoca
coincidencias notables entre los que ya tienen nombre conquistados y este
Víctor Amat, que tiene derecho a obtenerlo.
El campesino de Amat en la “Estampa de
tierra y sol”, como el de Icaza, como el de Rivera y como el gaucho de
Guiraldes, es un ser empequeñecido ante su campo, que se pierde devorado por la
angustia de sus bejucos y sus pastizales(…) Víctor Amat, lo dicen sus “6 cosas
viejas”, tendrá pronto derecho- mañana mismo si él quiere, a decir en alta voz
sus cuentos donde lean los suyos Azuela y Jorge Icaza, César Falcón o Luís
Felipe Rodríguez[4].
El Club
Rotario, además, organizaba concursos martianos en las escuelas públicas de la
ciudad, patrocinaba y apoyaba recitales,
conferencias de escritores y encuentros con personalidades como Jorge Mañach,
Emilia Bernal y Enrique Serpa[5],
este último un destacado narrador y periodista del diario El País, que recibió
un homenaje en 1946 por los rotarios banenses en acto que fue reflejado en el
periódico “El Pueblo”. El club también reconoció al bardo banense Gastón
Baquero, uno de los grandes renovadores de la lírica cubana. En 1944 obtuvo
Baquero el premio Justo de Lara al Mejor trabajo periodístico, por ese motivo
el club acordó enviarle una carta de felicitación.
A los
rotarios se debe la creación de la primera biblioteca pública de la localidad.
El dinero que les hizo falta lo consiguieron organizando verbenas, como las de
los días 10 y 11 de julio de 1937 en el parque Domínguez:
“El Club
Rotario, esa noble institución que forman cultas y distinguidas personas de
nuestra ciudad, ha acordado celebrar una verbena. ¿Cuál es su fin? Pues uno que
seguramente aplaudirá todo el pueblo: el de dotar a Banes de una magnífica
biblioteca pública. Y esto para un pueblo es muy importante, ya que en ella el
adelanto cultural lo puede obtener todo el que lo desee. (…)”[6].
La
donación de libros por parte de los socios del club más las compras realizadas
por el gobierno local, permitieron acumular una considerable colección. De esa
forma contó Banes con su primera biblioteca pública, a la cual se le puso por
nombre Rafael María de Mendive, en homenaje a ese insigne maestro cubano. La
inauguración tuvo efecto el 14 de noviembre de 1937, pero hay que destacar que
en esos años en Banes, como en todo el país, el analfabetismo era elevado y esa
dura realidad impedía a muchos el acceso a las fuentes de cultura y recreación
que son los libros.
Durante julio de 1939 el Club
organizó conciertos con jóvenes valores en los municipios de Banes, Antilla y
Mayarí con el fin de recaudar fondos para incrementar las colecciones de la
biblioteca.
La música fue la otra
manifestación cultural que más presencia y trascendencia alcanzó en el quehacer
de los Rotarios de Banes: frecuentes eran las presentaciones de las orquestas
Melodías de Cheveto y la Avilés
de Banes, esta última dirigida por el profesor Carlos Avilés, ya fuera en las
sesiones del Club o en verbenas,
tómbolas y actividades de otro tipo. Generalmente esas se organizaban
para recaudar recursos para edificar la iglesia católica, construir parques,
carreteras u otras obras de beneficio a la comunidad.
Organizaron también magníficas
presentaciones de artistas que hacían música de concierto. Una de ellas fue la
preparada por las Damas Rotarias en los salones del American Club en la noche
del 5 de mayo de 1944, en esa ocasión la soprano santiaguera Carmen Mascaró de
Mestre interpretó piezas de Mascagni, Saint Saens y compositores cubanos. “A ese
acto, según reseña el cronista social
Arsenio Camilo, brillante y emotivo, asistió un numeroso público (…) Las
horas pasadas fueron de verdadero deleite espiritual, en un marco de elegancia
y distinción. El acompañamiento al piano fue de la rotaria banense Belén Godoy
de Horta, la que en unión de dos músicos de la localidad, Marino Armando Oviche
en el violín y Pascual Oliván en el violonchello, interpretaron un trío de Mendelssohn, el eminente compositor alemán”[7].
LOS ROTARIOS BANENSES. LA POLITICA
Cualquier valoración del Rotarismo
desde las ciencias sociales contemporáneas, así como desde el pensamiento
político sustentado en Cuba en los años de Revolución, obliga a no obviar la
influencia del pragmatismo norteamericano y la democracia burguesa en los postulados
enarbolados por la organización. Detengámonos en la militancia política de los
integrantes del club, porque sería ingenuo o manipulador ignorar que es el propio orden social burgués el que obliga a
la existencia de este tipo de institución.
La membresía proveniente de
diversas profesiones, aunque limitada y muy selectiva, permitía que entre los
Rotarios hubiera socios de cualquier militancia política. Banes, al fundar el
suyo, era un centro neurálgico, por su diversidad de partidos y por lo apasionados
que eran sus líderes. Por lo anteriormente dicho, adentro del Club banense
convivió un amplio abanico de posiciones políticas. Entre ellos el socialista
Rolando Gómez de Cárdenas, el Liberal Víctor Amat, el Auténtico Jaime E. Pozo y
los Díaz Balart, fundadores del PAU, (este Partido respaldó la dictadura de uno
de los hijos más tristemente célebres de la localidad: Fulgencio Batista y
Zaldívar).
Varios rotarios banenses fueron miembros
de los desgobiernos de Batista, o de los no menos corruptos del Autenticismo. Algunos
de ellos nada más llegaron a Concejales del Ayuntamiento Municipal, pero otros fueron
Representantes a la Cámara,
Senadores, Ministros y líderes políticos que se aliaron a esos siniestros
círculos de poder y que al triunfo en 1959 se marcharon del país y continuaron
su militancia contra revolucionaria, como aún lo siguen siendo los herederos
del presidente fundador del club, Rafael
J.Díaz Balart.
Y aunque según los Estatutos del Club, entre los Rotarios no tenían cabida los debates políticos, en más de una oportunidad en la tribuna pública, y hasta en los órganos de prensa, hubo enfrentamientos entre los rotarios banenses: Díaz Balart, por ejemplo, criticó el proceder como Alcalde del veterano mambí Octavio Silva y Víctor Amat condenó el golpe dado por Batista el 10 de marzo de 1952 pero, poco después, aceptó cargos en esa dictadura.
LOS ROTARIOS BANENSES. LUCHAS CIVICAS.
Al margen de que algunos socios hicieron
uso demagógico y manipulador de la oratoria o de determinados cargos en
beneficio de sus partidos políticos y su provecho personal, se puede afirmar que
en sentido general el Club Rotario de Banes se destacó por la realización de
actividades cívicas y patrióticas.
Centro de veteranos de la Independencia de Banes. |
Entre las fechas históricas que con más frecuencia festejaban estuvieron el 28 de enero, natalicio de José Martí, el 10 de octubre, inicio de las guerras de independencia en Cuba, el 24 de febrero, reinicio de esas guerras, y el 20 de mayo, instauración de la República en Cuba[8].
En las propias sesiones plenarias del
Club realizaban discursos diferentes personalidades que lo integraban, como
Víctor Amat, que poseía excelentes dotes de orador; y también colocaban
ofrendas florales dedicadas a los próceres de la independencia cubana y
organizaban desfiles cívicos. Uno de ellos es el que fue anunciado por la
prensa local de la siguiente manera:
“En la
noche del 24 de febrero en los salones de la Colonia Española
se llevará a efecto una velada artístico-literaria para festejar de esa forma
tan gloriosa efeméride patria. La velada ha sido organizada por el Club Rotario
de esta localidad. El acto será exclusivamente para los socios en quienes hay
verdadero interés por disfrutar de esas horas de expansión espiritual. La parte
musical estará a cargo de la orquesta de Alemany”[9].
Respecto a las conmemoraciones del
natalicio y muerte del Apóstol cubano, el club organizaba charlas sobre su vida
y obra en instituciones y escuelas
públicas, concursos de poesía, plástica, escultura, construcción de rincones
martianos, así como la ya mencionada canastilla martiana que se entregaba a
propósito de su nacimiento cada 28 de enero.
Otras conmemoraciones que
festejaban era el día de las madres.
También el deporte tenía un
espacio en esa sociedad, prefiriendo el basketball y el fútbol. Cada fin de año
los Rotarios convocaban a juegos en los que se involucraba a todas las
sociedades de recreo existentes en la ciudad, y también organizaban las
competencias rotarias interclubes a la que asistían delegaciones de Antilla,
Mayarí, Holguín, Gibara y Puerto Padre. Algunos de estos eventos deportivos se
hacían con el fin de recaudar fondos para destinarlo a acciones de bien
público.
Los
rotarios de Banes y las vías de comunicación del pueblo.
Las vías de comunicación para
Banes eran una cuestión que se venía exigiendo desde mucho antes de la
fundación del club, incluso desde cuando estuvo en el territorio el líder
estudiantil comunista Julio Antonio Mella en 1925. Por supuesto que esas
carreteras traerían mejoras para la localidad en diversos órdenes, sobre todo
para la industria, la agricultura y el comercio y más si lograban unir a Banes con Holguín y de esa forma enlazarse con la Carretera Central.
Precisamente esa carretera se debe, en gran medida, al esfuerzo rotario. En una
de las sesiones efectuadas por los rotarios del pueblo, la carretera a Holguín
fue objeto de debate:
“Los
rotarios y la carretera a Holguín
La
carretera que conectando en Báguanos nos una con Holguín fue el tema central
tratado por el Club Rotario en su sesión del pasado lunes para conmemorar el 13
aniversario de haberse fundado en Banes (…) El presidente del Club se refirió a
la necesidad de luchar intensamente por la carretera de Banes a Holguín. El
señor Irizarrry Ortiz es un entusiasta propagandista de esa obra y labora por ella
dentro y fuera del club. Sobre esa vía de comunicación hablaron distintos
rotarios y también el alcalde Pozo. Este último informó sobre las gestiones
hechas ante el Ministro de Obras Públicas y de la participación activa que en
esas gestiones ha tenido el distinguido rotario Paquito Frexes. Agregó el
alcalde Pozo que el ingeniero Lora le había dicho que estos eran los momentos
oportunos para que Banes lograra unirse por carretera con Holguín (…)”[10].
Igual entre los aportes del Club a
la vida pública de la localidad estuvo la construcción de la carretera
Banes-Samá, obra esa de gran envergadura que comunicó la cabecera municipal con
aquel poblado que resultó ser un enclave de gran importancia económica para la
región. Los rotarios estuvieron al tanto de la obra y en momentos en que estuvo
paralizada por diferentes causas, enviaron cartas al presidente de la República. De igual
forma mantenían informado al pueblo a través de la prensa de todo lo que
sucedía al respecto:
“Los
rotarios banenses hacen encomiables esfuerzos para que finalmente se acabe de
construir la carretera que va desde esta localidad hasta Samá, uno de los
sitios bananeros más importantes de toda esta comarca. Se dice que el coronel
Batista vendrá para su inauguración, lo que quiere decir que esa obra tendrá
que dejar el paso de tortuga que hasta ahora ha venido llevando para coger el
de gigante a marcha forzada”[11].
En 1957, la prensa local hace
énfasis periódicamente en la poca atención que el gobierno y el ayuntamiento
local, le brindaban a las obras que requería la población y sobre todo a aquellas
que aún iniciadas continuaban paralizadas. En respuesta a esta situación, en
reunión efectuada por el Club Rotario el 13 de julio de ese año en el Ceibón
Club; se acuerda continuar trabajando en lo referente al acueducto, una de las
necesidades más apremiantes de la ciudad, la carretera hacia Punta de Mulas,
riego de asfalto a la carretera que conducía a la playa Baní (Guardalavaca) y
la instalación de lámparas de mercurio. Con respecto a este tipo de
alumbrado el periódico El Pueblo
reseña:
“Tal como lo acordó en una de sus últimas sesiones
el Club Rotario de Banes procederá en breve, por cuenta de su peculio
particular a instalar las luces de mercurio en los alrededores del Palacio de
Justicia, situado al final de la avenida de Cárdenas. En esa noble iniciativa
suya, el Club Rotario ha tenido la cooperación decidida de nuestro alcalde
municipal señor Francisco Pérez San Juan y de la Planta Eléctrica
de Banes, contribución que consiste en técnicos y otros detalles. Solo falta
que el Alcalde determine en qué lugares se fijarán esas luces, para
inmediatamente proceder a su instalación”[12].
La instalación de esas luces de mercurio fue uno de los últimos
aportes del Rotarismo banense a su comunidad, porque con el triunfo de la Revolución, igual que
todas los otros clubes, sociedades cívicas, de profesionales e instrucción y
recreo, los Rotarios desaparecieron.
LOS ROTARIOS BANENSES. OBRAS HUMANITARIAS Y DE
BENEFICENCIA.
Los Rotarios de Banes se caracterizaron, además, por el desarrollo de
obras humanitarias y de beneficencia,
sobresaliendo entre ellas las colectas públicas. Una fue destinada al hospital
Flor de la Caridad
en un momento en que aquel estuvo en crisis por la carencia de alimentos y
medicinas. También apoyaron las campañas de la Liga
contra el cáncer, las del Comité Pro Bani Semper (similar al Mil Amigos en
Holguín), entre otras.
En la campaña de la Liga
contra el cáncer efectuada el 3 de febrero de 1945, las Damas Rotarias aportaron
31.76 pesos convirtiéndose en la institución que más tributó en esa jornada.
Otro problema que ayudaron a
resolver fue la mendicidad callejera: “Y aunque no lo conseguimos de una manera
terminante, por la mucha miseria que nos azota, fue muy disminuida, creando la Casa del Necesitado, gracias
a la cooperación de la
United Fruit Company, dando albergue en la misma a más de una
veintena de niños abandonados por sus padres, y una suma igual de mayores de
ambos sexos. Este asilo lo administra con gran pulcritud el Ejército de
Salvación”[13].
LOS ROTARIOS BANENSES. RECONOCIMIENTOS.
Habitualmente una vez a la semana los
miembros del club se reunían en instituciones locales como la Colonia Española,
el Club Americano, el Ceibón Club y el Hotel Comercio de la ciudad, y allí
analizaban el funcionamiento, las potencialidades y limitaciones que tenían. A
una de esas reuniones, efectuada en el Hotel Comercio, asiste el Gobernador
Rotario de Cuba en el bienio de
1939-1940, Carlos Gárate Bru. Este dijo al concluir que había quedado muy
satisfecho del funcionamiento, de la actividad y del entusiasmo del club.
“Visitando
otros clubes es como se siente uno contento y orgulloso de pertenecer a la gran
familia rotaria, muchas gracias a estos compañeros por sus atenciones y
bondades”[14].
Tenían los rotarios
condecoraciones de honor y otras distinciones destinadas al reconocimiento de
los valores morales, culturales, científicos y deportivos de personas e
instituciones que lograran destacarse. Entre ellas era el máximo reconocimiento
la Copa de
Honor, otorgada cada año al club que más se destacara en las actividades que
eran de vital interés para el desempeño de su funcionamiento, que eran la
asistencia a las reuniones semanales, conferencias y asambleas regionales y de
Distrito, así como la participación en eventos internacionales. Al de Banes se
le confirió en dos ocasiones esta alta condecoración, una de ellas fue reseñada
de la siguiente forma por la revista Bayamo Rotario:
“Espléndida
la noche de ayer donde tuvo su fin la Asamblea Regional,
después de haber tratado asuntos tan importantes que tienen mucho que ver con
el desenvolvimiento del rotarismo cubano (…) Al finalizar el acto fue premiado
el club de Banes, por su nutrida representación en la misma con una Copa de Honor,
bellísima copa de gran valor artístico y a la vez espiritual. Un llamado de
atención a los demás clubes para que sigan este ejemplo (…)”[15].
Otro reconocimiento de gran valía
era la Rueda Rotaria
Especial, dada al rotario que más socios aportara al club. En el año 1954, esa
máxima distinción fue conferida al
veterano secretario del club, Manuel Godínez por su aporte de 8 nuevos
socios.
Y una forma de homenaje que
trascendía a todo el país era la inclusión en los Cuadros de Honor de la Carta Mensual del
Gobernador o en las publicaciones de los clubes, en las que eran reflejadas las
instituciones o socios que alcanzaran más de un 75% de asistencia en las
reuniones o en el pago de las cuotas financieras. El club banense figuró en varias ocasiones en esos
listados honoríficos.
[1] Periódico “El Pueblo”. Vida Social,
Banes, 1 de abril de 1935, p. 4.
[2] Periódico “El Pueblo”. Vida Social,
Banes, 27 de enero de 1936, p. 4.
[3] Periódico “El Pueblo”. Noble acción
de las Damas Rotarias, 5 de febrero de 1946, p 4
[4] Periódico “El Pueblo”. El libro de
la semana, 8 de Julio de 1937, p. 1.
[5] Serpa fue creador de una obra
amplia, sobresaliendo entre ellas la novela “Contrabando”, donde hace una
crítica a los males de
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