LO ÚLTIMO

La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

2 de marzo de 2015

Los temores que embargaban a los nuevos ortodoxos.



La esperanza que representaba el nuevo partido que nacía con Chibás de líder hacía que muchos temieran que la organización se malograra como antes había ocurrido con otros partidos, el Auténtico, por ejemplo.

En carta desde Antilla le decían a Chibás que en el pueblo se oían rumores de que el ortodoxo sería “un partido igual a los demás, toda vez que usted va a unirse con Mongo Pillería (Ramón Zaydín) y otros de esa camarilla”[1]

También le escribió a Chibás el decano del Colegio Notarial de Oriente, Dr. Ernesto BuchLópez. “Tengo fundada esperanza de que usted sabrá orientar este sólido movimiento de opinión. Si nuestro Partido no ajusta sus primeras iniciativas a la formación de un núcleo de selección, idealista y consciente, caeremos en la misma órbita de desenfreno que ha caracterizado las anteriores organizaciones. Se está en tiempo de evitar esos males”[2]

Pero lamentablemente la ortodoxia nació, también, de la mano de intereses espurios y de figuras de dudosa trayectoria y ese era el motivo del miedo de tantos. Figuras aquellas que antes habían sido muy criticados por sus posturas políticas y morales, pero que fueron aceptados buscando una base heterogénea.   
 
Un caso claro para entender lo anteriormente dicho fue Federico Fernández Casas, alias Fico. Este individuo era uno de los grandes magnates azucareros que decidió dedicarse a la política y que llegó a senador. Pero asimismo Fico Fernández era opositor al Diferencial Azucarero, mientras que Chibás era uno de sus defensores, coincidiendo con esta postura con los comunistas.

En dos ocasiones estuvo Chibás en el feudo de Fico Fernández para discutir públicamente las ventajas del diferencial. En la segunda de ellas Chibás llegó acompañado de Lelio Álvarez, Presidente de la Confederación Campesina de Cuba, de dirigentes de la federación agraria de Oriente, la de la FEU y de estudiantes santiagueros. El mitin que organizaron en el central América duró dos horas. Fico no apareció[3].

La entrada de Fico a la ortodoxia fue uno de los muchos sucesos que le sirvieron al pueblo para chotearse de los políticos de la época. En un editorial de la revista carteles dice:

“Este señor (Fico Fernández Casas), según confesión propia, estaba desorientado en medio del tormentoso mar de nuestra política; pero a la vez sentía la llamada angustiosa de la Patria, que seguramente buscaba en él un faro de salvación. El señor Fernández Casas entonces, al igual que los célebres patricios de antaño, se sintió urgido de consultar el Oráculo que habría de decidir sus futuros cauces políticos. Y en busca de sibilina inspiración asciende al Olimpo de sus barracones y bateyes y allí celebra singular Congreso. La Voz del Pueblo, piensa, es voz divina. Y la divinidad discurre y pronuncia el fallo que habrá de ser inapelable en la conciencia del opulento hacendado: “afíliate al Partido de Chibás”[4].

En la “consulta” de Fico a sus trabajadores, el 86,71 % le sugirieron el PPC(O), pero muchos de ellos, que conocían bien al patrón, dejaron escrito en una de las boletas: “Si con Grau usted rompió a los dos meses, con Chibás romperá al mes”[5]

Tomado del Diario de la Marina

Como mismo con Fico Fernández, los militantes ortodoxos no entendían la incorporación al suyo de figuras provenientes de otros partidos donde habían defraudado a las masas. “Alerta. Aurelio Álvarez, que pulverizó al Partido Laborista al querer imponerse dictatorialmente, y Martínez Sáenz, que dirigió el Partido ABC, al que unas veces lo vendía al Gobierno y otras a la oposición por unas pesetas son los líderes más destacados de entregar la ORTODOXIA a una entente politiquera que dirige desde los Estados Unidos el señor Fulgencio Batista Zaldívar”[6].

Ciertamente, aunque representaba los intereses nacionales de todos los sectores que conformaban la nación cubana, desde su nacimiento la ortodoxia fue invadida por individuos que amortiguaron la acción revolucionaria de las masas populares. Y cuando la alta dirección ortodoxa fue incapaz de estar a la altura de la exigencia popular nacional fueron los jóvenes, generalmente ortodoxos, aunque también los hubo militando otras direcciones partidistas, quienes guiaron al pueblo por el cauce de la Revolución.

La explicación que daba Chibás a la entrada a su partido de figuras controvertidas fue que era el Ortodoxo una organización política de amplia “base popular y de procedimientos democráticos”, por lo que, recalcaba, que “podrían surgir diferencias tácticas, pero ellas no afectarán la identificación que todos los dirigentes ortodoxos tienen en la realización de los propósitos fundamentales del Partido”[7].

Pero quien conociera la Historia de Cuba sabía inmediatamente que la llegada al partido de figuras como Fico Fernández Casas y otros varios debilitaba la credibilidad de la organización ante el pueblo. La existencia de Chibás como líder del movimiento favorecía la unidad y no permitía que tantos intereses diferentes lo destruyeran, pero muerto el líder, otra cosa diferente ocurriría. Era el ortodoxo un partido personalista.

(A la muerte de Chibás el PPC(O) se fracturó, convirtiéndose en un partido electoralista)


[1]   Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo). Expediente 432. Legajo 16.
[2] Ibídem.
[3] Revista Bohemia. Sección en Cuba, 4 de abril de 1946. P. 30.
[4] ¡Y a esto llamamos democracia!. Editorial de Carteles. La Habana. 29 de junio de 1947. p. 35.
[5] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo). Expediente 432. Legajo 16.
[6] Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo). Expediente 278. Legajo 9. La misiva era de un tal Rogelio García Haqrenor. Concejal Peredista.
[7] Ibídem. Expediente 217. Legajo 8.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LO MAS POPULAR DE LA ALDEA