Uno de los adversarios más acérrimos dentro del Partido Auténtico a la
candidatura de Chibás y de su candidatura lo fue el holguinero Rubén de León.
En declaraciones a la prensa dijo Rubén de León que Chibás había utilizado los dos años de
gobierno auténtico para atribuirse como propias las obras del Primer Mandatario
de la nación y que su último atrevimiento había consistido en intervenir en las elecciones alcaldicias de segunda
vuelta en Camagüey donde se declaró representante del Presidente a pesar de
contravenir la línea de alianza apoyando al candidato comunista Ramón Pereda
Pulgares, quien había sido vetado por la maquinaria burocrática del Autenticismo,
para instalar en su lugar instalar al candidato Republicano Antonio Aguilar
Recio.
Pero la oposición de León no quedó ahí, sino que inauguró una hora radial
denominada "La Voz
del Autenticismo" con el fin de restarle fuerzas a Chibás. Chibás acusó a León
reiteradamente de batistiano por su cooperación con aquel desde su paso por el
Partido Nacional revolucionario (realista).
Luis Baire Llópiz fue otro de los hostiles a Chibás, y también lo fue Carlos Prío
Socarrás, Presidente de la República y Secretario General del Partido Auténtico, quien aseguró que convocaría a la Asamblea Nacional
del PRC(A) con el objeto de enjuiciarlo al ir en contra de la Alianza
Autentico-Republicana en el poder.
Asimismo otras incontables personalidades de dentro y fuera del Partido se opusieron
a la tesis de Chibás de todo el poder para los auténticos en el oriente de la Isla, entre ellos el
comunista Juan Marinello que las consideró antidemocrática.
En la foto: Chibás, Millo Ochoa de frente y mirando a la cámara y otros |
Mientras y por entonces Chibás pensaba que para ser candidato del Autenticismo
y luego ganar las elecciones presidenciales solamente necesitaba de las
provincias del oriente cubano: “Oriente y Camagüey, las dos provincias que más
lucharon y sufrieron por la independencia de Cuba, las más auténticas de la República, (y sin
embargo) han sido siempre las más abandonadas. Ellas, las primeras en la
guerra, han sido las últimas en la paz. Generosas a la hora de contribuir con
su sangre a la fundación de la patria, han quedado luego al margen a la hora de
los beneficios. Es tiempo que se haga justicia a Oriente y a Camagüey, ya que los anteriores gobiernos
las olvidaron”[1].
Finalmente la maquinaria auténtica hizo pública la candidatura definitiva
de ese partido. Ese sería Carlos Prío Socarrás, un hombre menos
popular que Chibás, pero complaciente con la burocracia del partido y por tanto
contó con el apoyo del presidente Grau, aunque las relaciones de ambos siempre
fueron de una reconocida ambigüedad. A Chibás no le quedaba otra alternativa
que romper con el autenticismo y fundar un nuevo partido.
[1] Archivo Nacional de Cuba.
Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano (O). Expediente 9. Legajo 3.
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