La lucha dentro
del Partido Auténtico se agudizó a lo largo del año 1946 y llegó a un clímax que dio lugar al surgimiento del Partido Ortodoxo.
De esa lucha Holguín no estuvo ajeno, antes bien fue en este lugar
norteoriental de Cuba donde se dieron con más fuerza las contradicciones
auténticas, o por lo menos, fue en Holguín donde radicó el impulsor de la
formación de un nuevo partido, Millo Ochoa.
Porque Millo
Ochoa es, indudablemente, quien compulsó la separación de los rebeldes ortodoxos del PRC(A) y la creación
del PPC(O), por lo tanto su figura antes y durante la ortodoxia necesita un
estudio profundo: él no solo fue uno de los jefes más importantes de ese
partido sino que, por la trascendencia de su personalidad, Millo Ochoa fue uno
de los más importantes lideres locales y nacionales de los veinticinco años
finales de la República
burguesa cubana.
Para algunos
Millo fue el padre de la ortodoxia, no solo porque fue quien proclamó la
candidatura presidencial de Chibás enfrentando la burocracia auténtica, sino,
también, porque fue quien desde el principio propuso la separación de los que
seguían a Chibás del autenticismo y la figura más radical a favor de la
creación del nuevo partido.
Suárez Rivas
es del criterio que sin el aval de Millo como jefe Auténtico de oriente, no
hubiera cristalizado la ortodoxia[1],
porque, dice, el holguinero poseía una masa de adeptos que puso a disposición
de la nueva empresa y, en especial, la burocracia del Autenticismo oriental que
trabajó sin desmayos en función del nuevo partido que se formaría.
La prensa
holguinera dio cuenta de las maniobras de Millo Ochoa y del respaldo que tuvo
dentro del autenticismo local primero y dentro de la ortodoxia después. Veamos
ejemplos de la anterior.
El periódico
La Doctrina
con fecha 10 de marzo de 1947, dijo: “La Asamblea Municipal
del PRC(A) respaldó plenamente al senador (Millo Ochoa) en su actitud frente al presidente Grau. (…) El ex alcalde
municipal Juan J. García Benítez fue únicamente quien levantó su voz para
defender al actual gobierno y pedir la unificación de las fuerzas auténticas”.
(Pero esa actitud de García Benítez varió muy rápido y desde entonces estuvo
siempre entre los que se opusieron a Grau).
Y sigue La Doctrina haciendo la
crónica de la
Asamblea Municipal Auténtica del 10 de marzo del año 1947:
“…los retratos de Grau fueron quitados, rotos y quemados”. Era aquel un acto que dejó
bien claro cuál era y sería posteriormente la postura de los auténticos de la
ciudad de La
Periquera, o dicho en términos definitorios, ese día los auténticos
holguineros quemaron sus naves y se lanzaron al combate por la formación de un
nuevo partido, incluso, fue en esa reunión donde públicamente Millo Ochoa
anuncia que renunciará su puesto de Jefe del Autenticismo oriental para
dedicarse por entero a la organización del movimiento ortodoxo.
Por ser Oriente un
lugar importante y especialmente Holguín, se recibieron aquí las visitas de
líderes importantes durante el proceso de constitución de la ortodoxia, Chibás
y Millo Ochoa entre ellos y los también senadores Galano y Fico Fernández Casas, los
representantes a la
Cámara Rafael Díaz Fernández, Claudio Álvarez Lefebre, Julián
García Benítez, Luis Ochoa Rojas, Rubén León García, Roberto García Ibañez,
Javier Vivero, el jefe del ABC José Miguel Sera, y los alcaldes Alberto Saumell
de Bayamo, Raúl Cabrera de Puerto Padre, Nicolás Gómez Sedano de Sagüa de
Tánamo, José Hernández Cruz de Victoria de Las Tunas, Ricardo Pérez Mongado de Baracoa y Alberto
Sánchez de Mayarí. (Estos dos últimos volvieron al Auténticismo). Obviamente el
alcalde de Holguín, quien, además, era hermano de Millo Ochoa, Guarro Ochoa,
también apoyaba la formación del partido Ortodoxo.
Sin lugar a
ninguna duda que las visitas de Chibás tuvieron un papel importante en el
proceso de organización de la ortodoxia; él era el principal promotor del
partido y su voz más autorizada. En Holguín, como en el resto de Oriente,
siempre era esperado con ansiedad por los pobladores sin importar la clase
social a la que pertenecían. Sirva de ejemplo uno de esos recorridos, que no el
único, realizado el 21 de septiembre de 1947, a muy escasos días de la creación del
PPC(O).
Esta jornada
Chibás la comenzó el 19 por Bayamo, luego fue a Palma Soriano, Santiago de
Cuba, Gibara y finalmente Holguín. El acto se inició a las 8.30 de la noche,
luego del arribo de Chibás a Holguín procedente de Gibara, donde había hablado
a las 3.00 de la tarde.
El discurso
de Chibás en Holguín fue transmitido por radio. Dijo que sentía una gran
satisfacción por estar de nuevo en la ciudad, “al lado de ese magnifico y
valiente paladín de la cruzada del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), el
compañero Millo Ochoa”. Luego se refirió a los hechos de Marianao, donde
pistoleros del Inciso K habían hecho una matanza y entonces comienza a analizar
aquellos hechos sangrientos, enjuicia las violaciones del Ministro de Educación
de Grau y finaliza asegurando que “el Apóstol de la Cubanidad se ha
convertido ya en apóstol de las pandillas. Más, no importa, porque el pueblo
cubano aquí en Holguín, en la provincia entera de Oriente, en la República toda, harto de
tanto crimen y de tanto robo en un régimen de fango y de sangre, se ha puesto
de pie para decir a los pandilleros: ¡No pasarán!. El pueblo de Cuba tiene la
palabra”[2].
Dos días
después del acto el Comité Ejecutivo Municipal de la Sección Juvenil
Auténtica de Holguín, en 23 de junio, después de haber consultado a sus
integrantes, decidió disolverse y pasar en pleno a la Sección Juvenil
del Partido del Pueblo Cubano (O), a la vez que informó a la opinión pública que
consideraban que el Gobierno de Ramón Grau había incumplido con el programa de la Revolución y que en vez
de reformar la sociedad cubana, había permitido la corrupción y había
favorecido a políticos de otros partidos, por tanto ellos lo acusaban de “traidor,
por haber violado y prostituido los principios revolucionarios que originaron
la fundación del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico)”. Los firmantes se
constituían en Comité Gestor Municipal del PPC (O)[3].
[1]
Suárez Rivas, Eduardo. Un pueblo crucificado. Miami. Florida, USA, 1964. p.
226.
[2]
Archivo Nacional de Cuba. Fondo Eduardo R. Chibás. Partido del Pueblo Cubano
(Ortodoxo). Expediente 198. Legajo 6.
[3]
A la opinión pública. Este documento lo firmaban como miembros del Comité
Ejecutivo Municipal de la
Sección Juvenil Auténtica de Holguín: Ángel González Tamayo,
Douglas Bosch, Rafael Fernández, Nicolás de la Peña Rubio, Joaquín
Serrano, José Geada Rubio, Fermín Santos Cuquejo, Claudia Mir, Pedro Rogena
Camayd, Javier Aguilera, Aracelis Hernández y aparecen sus nombres pero no su
firma de Julio Patiño y Luis Alonso Reverter.
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