En la vida ocurren hechos simultáneos y todavía no se ha inventado la
fórmula para narrarlo todo a la vez, por lo tanto, cronológicamente, los hechos
que se narrarán en este articulo ocurrieron paralelos a lo contado en el
anterior, cuando el autenticismo holguinero pujaba por llevar a Guarro Ochoa a
la alcaldía, e incluso, antes.
Antes de comenzar la campaña electoral de Guarro Ochoa en Holguín se
celebró la Asamblea
Nacional del PRC(A). En ella la delegación de Oriente que
llevó a Millo Ochoa al frente como correspondía al Jefe Auténtico en la
provincia, demandó la disolución del Gabinete Presidencial y la formación de
uno nuevo donde estuvieran representadas todas las provincias y donde dos
Ministerios estuvieran en manos orientales. Pero esta moción no prosperó por tener
en contra el enojo del Presidente Grau[1].
El motivo que provocó lo narrado anteriormente es que en la provincia de Oriente eclosionaba
un movimiento para alcanzar una mayor participación en las decisiones estatales
y, especialmente, para que la región tuviera la posibilidad de recibir un
tratamiento especial con respecto al resto de la nación y las causas de tal actitud: el atraso económico de Oriente en comparación con otras provincias.
Y como
dichas causas siguieron vivas, a pesar de no conseguirlo en la Asamblea Nacional
de la que hemos hecho referencia, se siguió pensando en ministro orientales,
incluso, en agosto de ese año (1946), cuando ya se había realizado la primera
vuelta de las elecciones parciales, se creó un tal Frente Unido Revolucionario,
que pedía la exaltación del holguinero Dr. Antonio Díaz Fernández al puesto de
Ministro de Gobernación, y se llegó a constituir en la ciudad de Holguín un
club de allegados, colaboradores y amigos del propuesto.
Porque el Frente
holguinero no consiguió los resultados que esperaba, poco después sus
integrantes se convirtieron en críticos de la actuación del gobierno y formaron
parte decidida de la sedición ortodoxa.
Millo Ochoa |
Luego se pensó en la posibilidad de que un oriental fuera candidato a la Presidencia de Cuba y
antes de la futura proclamación de Chibás como candidato, circularon en Holguín
unas hojas sueltas que decían: “Pueblo, (Fidel) Castro dice: Por un gran
presidente en 1948, Millo Ochoa es el indiscutible, Oriente lo presenta, Cuba
lo reclama”[2].
Los que pensaron en Millo como futuro Presidente lo presentaban como el
hombre de los orientales que iba a modificar las relaciones de la capital con
respecto al interior. Incluso se llegó a constituir una Asociación Política Pro
Dr. Emilio Ochoa para Presidente en 1948.
En la proclama donde se dió a conocer
la organización y donde se lanzó la candidatura de Millo se divulgaba el criterio
de que “Con un Presidente Oriental es que nuestra Provincia encontrará su sendero
de progreso, de otra forma inútiles serán nuestros gritos de protesta y
reclamos de ayuda. A nosotros como holguineros y orientales debe importarnos
más que a nadie que Millo Ochoa sea Presidente de Cuba en 1948”[3].
El movimiento a favor de Millo como Presidente de Cuba se inició en Holguín en la noche del 18 de mayo de 1945
y fue el padre de la idea Bienvenido Aguilera Aguilera que fue quien
hizo la proclamación en los salones del Liceo Auténtico de la ciudad.
A la hora
de la proclamación Aguilera dijo que se basaba tal determinación “en los
méritos personales de tan distinguido coterráneo y su amplia capacidad para
ocupar la poltrona Ejecutiva y proseguir la magnifica obra de gobierno que
realiza el Dr. Ramón Grau San Martín”[4].
Como puede comprobarse la propuesta holguinera se hizo sin pensar en un
rompimiento con el gobierno al que todavía se le creía realizando una labor
loable. (La reunión de proclamación estuvo presidida por el alcalde en
funciones Dr. Antonio Díaz Fernández y por Guarro Ochoa).
Millo Ochoa |
Caricatura de Millo Ochoa |
Es importante apuntar que en la candidatura de Millo está presente el
arraigo de éste en la localidad que lo vio nacer: “Millo era para nosotros un
político progresista, avezado, popular, que tenía la aureola de antimachadista
y de revolucionario, políticamente era hábil y fue el que comenzó a crear la
maquinaria política del Autenticismo, por lo tanto era un candidato prometedor
en el sentido del triunfo”[5].
Pero Millo Ochoa tenía una cosa en su contra, “él no era orador. El hombre que
sabía tejer los hilos de la política y aglutinar el partido, que sabía como
pocos buscar figuras con prestigio y condiciones económicas para pagar los
gastos de las campañas electorales, en las tribunas no era capaz de pronunciar
discursos que enardecieran a la multitud. Ese poder lo tenían Chibás, Manuel
Bisbé, Pelayo Cuervo y otras figuras del Partido Auténtico que estaban,
inclusive, en el mismo Comité Provincial en Oriente y que posteriormente se
pasaron a la ortodoxia”[6].
Eso sí, Millo Ochoa tenía un sólido control sobre el Partido en la
provincia de Oriente (como mismo lo tuvo posteriormente con el Ortodoxo). Puede
servir de ejemplo a la anterior afirmación saber cómo Millo pudo revertir el estado
de cosas en la
Asamblea Municipal del Autenticismo de Palma Soriano donde la
mayoría se oponía al acuerdo del Partido de respaldar al abecedario Mariano
Esteva para que este alcanzara la alcaldía. Millo derrotó a sus recios e
inteligentes adversarios porque era un político habilidoso y, sobre todo,
porque era un “hombre de mucha suerte en la política”[7].
Como la narrada, Millo pudo salir triunfante de otras varias crisis que se
manifestaron dentro del Autenticismo oriental (y posteriormente en la
ortodoxia) y pudo encarar a la dirección nacional de las dos organizaciones
políticas manteniendo una postura totalmente independiente. Fue esa postura la que
le permitió consolidar sus posiciones dentro de los orientales y buscarse
enemigos a montones que siempre estuvieron esperando la oportunidad para
ajustarle cuentas.
¿O Millo Ochoa o Chibás para presidente en 1948?.
Senadores orientales Millo Ochoa y Chibás |
Muchos orientales razonaban que si no era Millo el futuro candidato
presidencial entonces el otro más indicado para llevar a cabo las
transformaciones dentro del ámbito de la República burguesa era el también Senador y
Oriental, Eduardo Chibás. Solamente uno de los era quien podría cambiar el estado de
cosas en lo económico, lo político y lo social y, especialmente, aportarle
mayor protagonismo a las regiones alejadas de La Habana, que como monstruo,
devoraba el interior impidiendo un desarrollo parejo para toda la Isla.
Para la fecha Chibás visitaba constantemente a Oriente y a su vecina
Camagüey donde hacía campañas políticas que eran acogidas con satisfacción por
la mayoría de la población, sobre todo porque en voz del Senador estaban los
grandes problemas del oriente cubano.
Ya en 1943 gran parte de los habitantes de Oriente y Camagüey consideraba a
Chibás como el sublíder del Autenticismo en Cuba y así lo dice en una de sus
ediciones el periódico Oriente.
Obviamente el florecimiento de Chibás también
provoca que figuras del autenticismo comenzaran a actuar en contra de él porque
lo creían demasiado radical, propenso a la violencia de las masas y un insensato
que atacaba al gran capital. Dicha oposición irá creciendo en la medida que se
proyecta la candidatura de Chibás para la presidencia.
A la vez que Chibás es un posible candidato a la Presidencia por el
PRC(A), otros auténticos también lo son: José de San Martín, Alberto Inocencio
Álvarez, Manuel Supervielle y Carlos Prío Socarrás. (Millo Ochoa no). Y claro que cada posible candidato tiene seguidores dentro del Partido y
Millo Ochoa lo sabe y por eso el holguinero decide llevar a cabo una de sus más
audaces jugadas, proclamar a Chibás candidato a la presidencia sin contar con
la burocracia nacional del Partido.
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