Obviamente que durante los años 1947 y 1948 se conformaron las
alianzas partidistas para ganar el electorado cubano. Los Auténticos se unieron
con los Republicanos y los Liberales con los Demócratas. Por su parte los
partidos Socialista Popular y Ortodoxo presentaron candidaturas independientes.
Los auténticos-republicanos llevaron como candidatos al auténtico
Carlos Prío Socarrás como candidato a la Presidencia y al republicano Guillermo Alonso
Pujol como candidato a la vicepresidencia. Y los liberales-demócratas al
liberal Ricardo Núñez Portuondo para presidente y al demócrata Gustavo Cuervo
Rubio[1]
para vicepresidente. Los Socialistas Populares presentaron a Juan Marinello
para Presidente y al hasta entonces Secretario General de la CTC, Lázaro Peña para vice y
los Ortodoxos a Chibás como presidente y a Eduardo Agramonte para
vicepresidente.
Acostumbrados a las coaliciones, Chibás tuvo que enfrentarse a la
postura de la mayoría de los jefes provinciales de su partido que estaban a
favor de pactar con los demócratas, Millo Ochoa y otros orientales eran los que
antes y durante el proceso electoral hicieron mayor fuerza en esta dirección.
Antes de la celebración de la Asamblea Nacional
ortodoxa, que era en definitiva donde se aprobaría o no el pactismo, los tres
senadores por Oriente y militantes del partido Ortodoxo, Millo Ochoa, Fico
Fernández y Adriano Galano, publicaron un documento que se tituló “A los
Delegados de Barrios del Partido del Pueblo Cubano (ORTODOXOS) en la provincia
de Oriente”[2],
en el que se oponen a la intención manifestada por Chibás de hacer firmar a los
Delegados de Barrios electos el 30 de noviembre de 1947 para que no aceptaran
ningún entendimiento electoral con otros
partidos para las elecciones presidenciales. Decían los firmantes del documento
que se vivían momentos muy graves en la República, por lo que la única forma de vencer al
“nefasto gobierno de Grau San Martín” era por medio de un pacto partidista.
En el mismo documento los senadores orientales dijeron que confiaban
en que Chibás rectificaría su postura antipactista como mismo rectificó cuando
no quería abandonar el Autenticismo[3].
A principios de enero de 1948 se celebró la Asamblea Ortodoxa
de Camagüey. A ella llegaron Chibás y seguidores esperanzados en que a pesar de
que sus delegados estaban indecisos triunfarían en sus posiciones antipactistas.
Pero de nada valió el verbo encendido del líder ortodoxo. Los allí reunidos
estuvieron por la tesis sostenida por Millo Ochoa. Cuando supo que sus ideas
habían fracasado, dijo Chibás: “tiren al corazón, la ortodoxia necesita un
mártir”[4].
Todavía Chibás maniobró más con el objetivo de evitar el triunfo de sus
oponentes dentro de la ortodoxia en lo referido a que el partido no hiciera
pactos para las presidenciales: entonces os pactistas le exigen que convoque a
una Asamblea Nacional, él lo hace: los ortodoxos quedan convocados para el 28
de enero, pero sin posibilidad alguna para la formación de pactos.
[1]
Raúl Roa desató una enconada campaña de prensa contra este candidato al
considerar que representaba los intereses de Batista, por lo que llamó a la
formación de un frente en el que estuvieran todas las fuerzas democráticas y
revolucionarias para crear un valladar contra el “machadato que vuelve”. Oramas
León, Orlando. Raúl Roa. Periodismo y Revolución. La Habana, editorial Política,
1983. p. 58
[2] A
los Delegados de Barrios del Partido del Pueblo Cubano (ORTODOXOS) en la
provincia de Oriente. La Habana,
diciembre 6 de 1947. Imprenta Librería Moderna, Santiago de Cuba. Archivo
Personal de Nicolás de la
Peña Rubio.
[3] Un
mes antes del texto citado, en 26 de noviembre de 1947, Millo Ochoa había hecho
una alocución al pueblo oriental donde se había pronunciado de la misma manera
[4]
Revista Bohemia. Sección En Cuba, 4 de enero de 1948, p. 48.
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