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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

31 de octubre de 2010

El viejo Cacocum: una mirada

Por: Edith Santos Montejo


CACOCUM: SUS  POBLADORES A LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES
    Como el resto de la región holguinera el territorio del actual municipio Cacocum fue abrigo de la cultura prehispánica. Las hachas petaloides, adornos y artefactos encontrados en La Güira de Pesquero,  la zona de Lewinstong y Tomí, son evidencia de que en este territorio habitaron nuestros aborígenes. Lo que de ellos se ha encontrado en la zona permite clasificarlos en el grupo de los agricultores ceramistas.
    De los aborigenes que poblaban esta zona se han encontrados variados objetos de disímiles tamaños y formas, entre ellos:  pequeños ejemplares de hachas petaloides de color verde y pulido empleadas en los ritos de ceremonia y para el trabajo. Además objetos ornamentales confeccionados de conchas, piedras, huesos, dientes de animales, muchos de ellos con formas zoomorfas y antropomorfas. También fueron encontrados restos de vasijas de barro carentes de adornos, menos las cazuelas, que repetían en sus asas un mismo motivo decorativo. 
    El asentamiento de La Güira del Pesquero es considerado uno de los de mayor tiempo de duración en el país después de la conquista y uno de los lugares de más contactos del indio con los españoles. Así lo confirma el historiador y arqueólogo holguinero José A.  García Castañeda: “... también en el del Pesquero hemos encontrado gran cantidad de objetos materiales traídos por el colonizador español a la región holguinera, en cantidad tal que no ha sido superada en ningún otro lugar de Cuba y demostrativos de un largo contacto entre el indio y el español” (1).  Espuelas, clavos, herraduras para los caballos, así como restos de platos y otros objetos de cerámica y loza española ligados con los de los aborígenes muestran su contacto por mucho tiempo.

FUNDACIÓN DEL TERRITORIO
          Estas tierras estaban fundadas en el siglo XVI, perteneciendo sus terrenos en el último tercio de dicho siglo a Gabriel Salina y Alonso Cepeda, hermanos uterinos, quienes por escritura pública otorgada ante el escribano de cabildo de la villa de Bayamo D. Juan Guerra, el 9 de julio de 1599,  dividieron entre ambos los terrenos con sus ganados y demás patrimonio, tocándole al primero el asiento de Cauto, sus saos y la mitad del monte Y al segundo, los saos, Cacocum, con las vegas, yeguas,  vacas y todo lo de más. Marcando esta fecha la fundación del hato de Cacocum y la definición independiente del territorio, desconociéndose los linderos iniciales precisos del mismo.
    El hato de Cacocum a finales del siglo XVII se organizó bajo la forma de una hacienda comunera, estructura peculiar asumida por las haciendas ganaderas del centro y oriente cubanos, tipificada en el hecho de que los poseedores eran propietarios de una porción del valor total de la hacienda (pesos de posesión), cifra que podían vender a su libre antojo, mientras en la realidad la tierra se mantenía indivisa. Más tarde, luego de 1760, se permitió a los poseedores de más de 125 pesos de posesión cercar sus parcelas. En este tipo de hacienda el ganado pastaba a su libre albedrío, diferenciados sólo por la marca de hierro de sus dueños o hateros, los que periódicamente se reunían en comunidad para realizar su caza mediante las monterías, auxiliados por sus peones y esclavos. 
   El 1ro de noviembre de 1694, Juan Solano y Paula de Cepeda, hermanos uterinos,  otorgaron escritura de venta a Dionisio de Verdecía de 50 pesos de posesión que cada uno tenía por herencia de su madre Catalina, hija de Alonso Cepeda. El 3 de agosto de 1698, éste vende las dos partes de posesión y otros cincuenta pesos que había comprado a  Catalina de Cepeda; a Don Ambrosio del Corral Reinaldo y a Francisco Vázquez de Coronado. En 1703, Ambrosio, principal poseedor para entonces de la hacienda, trasladó su asiento al paraje denominado la Vega de Jerónimo Paneque, junto al río Cauto, y Lorenzo Batista, nueva vecina, pidió hacer asiento en el paraje Sabanilla de Cacocum.
El 5 de diciembre de 1749, el citado del Corral, presentó ante el agrimensor público, D. Baltasar Díaz de Priego que inspeccionaba la zona, denuncia de la demasía de terreno que poseía su hato Cacocum por contener más de doce leguas, al incluir ilegítimamente los terrenos de las posteriores haciendas de Algodones, Río Abajo y Sabanilla, pidiendo a la vez que se deslindasen las dos leguas que había de tener oficialmente a cada viento el hato, prueba de que esta hacienda ocupaba un extenso territorio en el siglo XVIII. 
   Sobre la explotación del ganado se fundaron las principales familias de la localidad y sus tradiciones culturales. Junto a los Corral, se destacaron en el siglo XVIII los Batista, los Torre Hechavarría, los Leyva, los Aguilera, los Fuentes, los Téllez, los Almaguer, los González y los Peña. En el siglo XIX llegaran otras como la importante familia Grave de Peralta, dueña de tierras en la zona y líder holguinera en los ideales independentistas del 1868.
  El primer asentamiento urbano, compuesto por unas casuchas y una ermita, nacidos a principios del siglo XIX, destruido luego durante las guerras de independencia, estuvo al lado de la “Laguna de Cacocum,” como se le conoce hoy, situada por el camino que comunica a Siboney con Cristino Naranjo, detrás del Preuniversitario.  A partir de 1873 los españoles trasladaron su cuartel a  la finca San Pedro y allí se creó un nuevo caserío. Al construirse el Ferrocarril Central a inicios del siglo XX se edificaron nuevas viviendas, comercios, fondas, panaderías y otros negocios, principalmente frente a la línea férrea, en la actual calle Frank País, dándole vida al pueblo. Con el decursar del tiempo el nombre de San Pedro se ha ido perdiendo, asumiéndose el de Cacocum, nombre indo cubano, perteneciente al tronco Arauco.


SITUACIÓN POLÍTICA
          En 1752 cuando Holguín se separa de Bayamo y es oficializada como Jurisdicción, Tenencia de Gobierno y ciudad, Cacocum pasa a su demarcación y desde entonces ha sido una de sus principales áreas políticas administrativas, por la importancia de sus suelos y su calidad de territorio limítrofe, con las Jurisdicciones de Santiago de Cuba y Bayamo.
    A fines del siglo XVIII, el Capitán General inicia la estructuración de las capitanías de partido o simplemente partidos, para lograr una mayor centralización del poder y fiscalizar la vida de los criollos, los que posteriormente llegarán hasta el nivel de los cuartones. En 1775, Cacocum es ya uno de los cuatro partidos rurales holguineros. En 1812 las autoridades españolas fundan la capitanía de Cacocum que comprendía un territorio menor, con El Pesquero, Cacocum, San Pedro de Guanaibas, Cuaba, Macío, Certeneja, Máguanos, Santo Cristo, El Canal, Arroyo Blanco y Damajagua, su máxima autoridad era el capitán pedáneo. El 4 de mayo de 1849 Cacocum  se componía de los cuartones Arroyo Blanco, Santa Inés, San José y Cabezuela. A partir de 1850 la integran  Santa Inés, El Cristo, San Vicente, San José, Arroyo Blanco, El Ciego y Damajagua. La administración política se componía de un capitán pedáneo, siete tenientes, dos guardas rurales, doce cabos de ronda.
    El 7 de septiembre de 1849 José Santos de Fuentes es su capitán pedáneo. A éste le sucedió el capitán de caballería,  retirado Eduardo Cordón y Arellano que estuvo hasta 1868.  Los límites entonces eran: “Al Norte el partido de Yareyal y Güirabo; por el Sur el de Cauto de Santo Cristo. Por el Este Guairajal y al Oeste Majibacoa y San Andrés, con una extensión circular de 27 leguas provinciales (2).
La carencia de derechos políticos se hacía sentir en esta región. Los cargos solo podían  ser ocupados por los propios españoles, ningún criollo podía aspirar a un puesto, ni siquiera en estas estructuras de gobierno. No se podía transitar libremente por el país, tenían que solicitar un permiso a las autoridades gubernamentales; la siguiente solicitud de permiso para viajar, así lo demuestra:
 “Don José Santos de Fuentes capitán del partido de Cacocum por el Excelentísimo Señor Gobernador Capitán General de la Isla de Cuba certifico: que Don Miguel de Cruz natural de Holguín de estado casado  ejercicio de campo y vecino de este partido, solicita licencia para transitar por la Isla y para que lo haga constar por la secretaria de la tenencia de gobierno doy este certificado; Cacocum y mayo 7 de 1856. Estatura alta  Edad como 30 años  Cejas al pelo. Nariz regular. Señales particulares: una cicatriz arriba de la ceja izquierda. Color trigueño.  Frente recogida.  Boca Ídem.  Pelo negro.  Ojos pardos.   Barba regular”
SITUACIÓN ECONÓMICA
           La actividad económica fundamental en la zona de Cacocum durante la Colonia era la ganadería y la agricultura de subsistencia; más tarde se incorpora la industria  azucarera, entonces complementaria a la ganadería, que ya en 1775 contaba con 6 ingenios. Las estructuras agrarias se correspondían con el resto del país, compuesta por potreros, haciendas y sitios de labor. La siguiente tabla sirve para comprender el comportamiento de este renglón económico.

Comportamiento de la cría de ganado en el siglo XIX:

Año
Haciendas de Crianza
Ganado Vacuno
Ganado Caballar
Lanar y Cabruno
Ganado de Cerdas
Total
1849 60 2 103 483 251 1 275 4 112
1852 60 3 880 1 o41 260 1 534 6 715
1863 156 10 620 846
3 064 14 530
Fuente: Archivo Provincial de Holguín. Fondo Tenencia de gobierno y Ayuntamiento. Expediente 3441. Legajo 93 Expediente 3487. Legajo 94.

 La ganadería aportaba además de la carne y los animales de tiro, otras producciones de importancia. La elaboración de queso, entre otras, tuvo un auge palpable. En 1862 se produjeron 250 Arrobas y en 1863 se eleva la cifra a 700, notándose un rápido incremento en solo un año, debido su fácil elaboración, conservación y comercialización
    La agricultura fue otra actividad económica importante del territorio. Las condiciones geográficas, con suelos llanos y fértiles, la existencia de ríos y varios arroyos, facilitaban una agricultura que sólo se veía frenada por las intensas sequías y el difícil acceso a los diferentes lugares por lo malo de los caminos.
    La producción de azúcar en este territorio se remonta al siglo XVIII; pero las propias condiciones de los suelos llanos y fértiles crean las posibilidades de que la caña se cultivase complementariamente desde antes. En 1849 se informan cuatro ingenios y trapiches, ubicándose, generalmente pequeños: dos en Arroyo Blanco, uno en San José y uno en Cabezuela.  En 1853 existen siete: uno de ellos está en Jesús María,  perteneciente al Cuartón San José, propiedad de José Grave de Peralta, el padre de Julio y Belisario, arrendado a  José Agustín Ochoa Calderín.  En 1858, el más productivo fue el perteneciente a Rafael G. Sánchez, con una producción valorada en 31 200 Escudos.
    El ingenio de los Grave de Peralta, tipifica los rasgos de los otros existentes. Era de madera y 1.50 caballerías sembradas de caña. En 1857, tenía tres esclavos. Para 1866, en una muestra de la crisis de la esclavitud y el avance de la utilización del trabajador libre, un operario. Ese año el valor de la producción fue de 1 200  Escudos, con 800 de ganancia. Al estallar la Guerra de los Diez Años fue abandonado. 

Con las guerras de independencia se desplomó esta industria. Sí en 1866 existían siete ingenios, de ellos cuatro en  Arroyo Blanco, uno en  Santa Inés, uno en Santa Ana y uno en Jesús María, en 1873 ya sólo existía un ingenio en producción, los otros abandonados como consecuencia de la guerra.

SITUACIÓN  SOCIAL
          Como el resto del país existía en la zona de Cacocum una sociedad dividida en clases sociales antagónicas, complicada por el peso de la esclavitud que dividía además a la población en castas sociales. La sociedad colonial puede calificarse de Terrateniente esclavista patriarcal, hasta el año 1886, cuando se abolió la esclavitud. Terratenientes medios, peones, campesinos y esclavos, eran las figuras sociales del entorno local.
    Según el censo de 1779 su población ascendía a 922 habitantes, de ellos 173 esclavos, 128 libertos y 631 blancos. Y en 1865 existirán 1 691 blancos, 345 libertos y 82 esclavos, para un total de 2 118l,  indicando un crecimiento  promedio de 13,4 habitantes durante esos  86 años, cifras demostrativas de que la ganadería extensiva predominante no originaba u amplio fomento de la población local (3).
    Siempre predominó la población blanca y dentro de ella, la criolla; eran pocos españoles. En 1861 sólo existían 20, procedentes: tres de Barcelona, dos de Extremadura, uno de Sevilla, dos de Santander, dos de Vigo y diez de Islas Canarias, representando el 0.1 % de toda la población del lugar.
    La cifra de la población esclava fue muy variable, en 1849 existían 103, y en 1856 descendió a 80, empleándose de ellos 65 en labores agrícolas y el resto en labores domésticas: En 1866  quedaban 19 en total, 14 en ingenios y 5 en otras fincas, otro índice de la crisis de la institución esclavista y de las propias dificultades económicas de los hacendados de la región (4).  
    Las viviendas eran una muestra del estado deplorable de la sociedad. En 1863, de las 222 casas existentes, sólo  ocho tenían paredes de tabla, 32 de embarrado y 182 forradas con yaguas, pero todas techadas de guano. En 1865, de un total de 325 casas, había una de mampostería, seis de tablas, 100 de embarrado, 218 de yagua, manteniéndose el mismo tipo de techo (5).
    Evaluando el poblado existente en la década de 1860, el historiador español Jacobo de la Pezuela escribió: "su única población, si es que tal nombre merece, es un grupo de míseras viviendas al lado de la antigua ermita de santa margarita de Cacocum,, cuya denominación ha tomado de la antigua hacienda de tal nombre" (6).
    La ocupación laboral de los pobladores era una muestra del panorama ganadero y agrícola, junto al bajo nivel de instrucción de la población. Para 1864 el fondo ocupacional lo componían un capitán pedáneo, 111 hacendados, 403 campesinos labradores y estancieros, 85 jornaleros, tres comerciantes, un abogado, un carpintero, un escribiente y un profesor de enseñanza primaria, todos hombres, mientras las mujeres representaban: 13 costureras, 23 lavanderas, 23 tejedoras de sombreros, 467 de quehacer doméstico, para un total general de 1133 ocupaciones, mayormente masculinas (7).  


Plaza o Parque de Cacocum

El actual Municipio de Cacocum, posee una extensión territorial de 659.9 km2, que representa el 7.7 % del territorio de la provincia de Holguín, con una población de 44 392 habitantes y una de densidad poblacional de 68.3 hab/km2. Limita al Norte con el municipio Holguín; al Sur con el municipio Cauto Cristo de la provincia Granma; al Este con los municipios Urbano Noris y Báguanos y al Oeste con el municipio Calixto García. Por su posición geográfica se encuentra al sur de la provincia de Holguín, entre los 20.6º  y 20.8º de latitud norte y a los 76.3º y 76.7º de longitud oeste en la región oriental de la isla de Cuba.
    Su topografía o relieve es predominantemente llano, con ligeras ondulaciones en su parte noreste, que oscila entre 100 y 200 metros de altura.
    Su red hidrográfica es de baja densidad, lo atraviesan los ríos Holguín, Matamoros y Colorado, este último alimenta la presa Magueyal con una capacidad de embalse de 13,5 millones de m3.
    El clima es subtropical moderado;  un régimen de lluvia pobre, las precipitaciones del centro hacia sus límites oscilan entre los 1000 y los 800 mililitros de lluvia acumulada anualmente. Tiene una humedad relativa media de 65 % y la temperatura es como índice general  entre los 22,9 y 30.1ºC. El manto freático regularmente fértil y potable, excepto la parte este que predominan las aguas con intensa salinidad.
   Los suelos son negros y pardos rojizos pedregosos, con buena fertilidad favorable para variados cultivos. La vegetación está compuesta por palmas reales, de yarey, yuraguano y cocoteros, guásimas, tamarindillo, algarrobo, júcaro; cítricos en general, frutales como mango, mamoncillo, aguacate y otras especies maderables y frutales que se fomentan con la reforestación.
   La fauna es muy pobre en especie, representada por algunos faisanes y gallinas  de guinea en fase de extinción, garzas, gorriones que son los que más abundan, cuando las primaveras son muy fuertes emigran al territorio yaguasas, yaguasines y patos de la florida, en pocas cantidades viven el totí, la lechuza, la sencerenica, el sinsonte, tojosas, entre otras.
  Por su actividad económica fundamental es un municipio agroindustral.  Está integrado por tres asentamientos poblacionales fundamentales: Cacocum, que constituye la cabecera y le da nombre al municipio, Cristino Naranjo y Antonio Maceo Y 69 barrios o sentamientos rurales.



Referencias: 
1- García Castañeda, José A. Cuaderno No 6 “El Siboney”, Archivo Museo Provincial de Holguín La Periquera.
2- Archivo Provincial de Holguín. Fondo Tenencia de Gobierno y Ayuntamiento. Expediente 3441 Legajo 93. 
3- Idem. Expediente 3510 – 94. 
4- Ídem. Expedientes 3440 – 93, 3444 – 93, 3586 – 96. 
5-  Archivo Provincial de Holguín. Fondo Contaduría y Tesorería. Expedientes 3686 – 99.          6- Pezuela, Jacobo de la: Diccionario Histórico, geográfico y Estadístico de la Isla de Cuba. Imprenta de Mellado,   1863, Tomo I, p. 28. 
7- Archivo Provincial de Holguín. Fondo Contaduría y Tesorería. Expediente 3686 - 99






1 comentario:

  1. Edith Santos Montejo
    Estaba navegando en busca de información de interés y cual fue mi sorpresa y emoción cuando vi en EcuRED un sitio de Cacocum dedicando un espacio a héroes de la patria, en el pude ver la foto y una síntesis biográfica de Miguel González Anzardo (caído en Angola). Éramos primo hermano; recuerdo cuando nos llegó la trágica noticia, fue muy doloroso para todos nosotros que éramos muy unidos. Mi tía contaba que las cartas que el envió para Cuba estaban llenas de optimismo y de planes futuros, pero la muerte lo tronchó todo. En aquel entonces yo estaba trabajando como oficial de automatización en el Estado Mayor del Ejercito Central en Matanzas, y le pedí al Jefe de Reclutamiento que me pusiera en lista para ir a Angola, al cabo de los días me dijeron que no podía ser, que la especialidad mía no era necesaria en ese momento, que esperara. Ese momento nunca llegó, sin embargo en nuestra familia además de Miguelito, fueron y combatieron junto a los angolanos mi hermano Guillermo y mi primo Jorge Arturo. Nuestra familia contribuyó a saldar la deuda con la historia. Muchas gracias a Edith Santos por su trabajo de dar a conocer a nuestros héroes. José Antonio Hernández Anzardo, Matanzas, 19/12/2010.

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