La loma y su escalinata de
cuatrocientos y pico de escalones, es el primer personaje de la ciudad de
Holguín.
Los demás, consciente o inconcientemente, somos los otros y sin que haya otra opción, vivimos prendidos a ella.
De ella adquirimos su calidad natural, su fragancia y su tristeza, su esplendidez y su mansedumbre.
Los holguineros u holguinenses como se decía antes, somos fruto del cerro silencioso y fruto al fin y al cabo, nos nutrimos de su savia y nos prendemos de sus ramas.
Los demás, consciente o inconcientemente, somos los otros y sin que haya otra opción, vivimos prendidos a ella.
De ella adquirimos su calidad natural, su fragancia y su tristeza, su esplendidez y su mansedumbre.
Los holguineros u holguinenses como se decía antes, somos fruto del cerro silencioso y fruto al fin y al cabo, nos nutrimos de su savia y nos prendemos de sus ramas.
➲La Loma de la Cruz: reino contemporáneo de una tradición
No hay comentarios:
Publicar un comentario