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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

23 de mayo de 2017

La Columna No. 14, “Juan Manuel Márquez”. Leyendas y Realidades



 
¿Quién dirigió la Columna No. 14,  “Juan Manuel Márquez”? Una breve indagación hecha hace pocos años en relación a esa columna dio como resultado una diversidad de criterios extraña. Para los vecinos de  Gibara y Holguín el jefe de la Columna era Eddy Suñol, (quien en verdad era el jefe del pelotón que operó en esa zona). Para los  vecinos de Cacocum y zonas aledañas el jefe era Cristino Naranjo, (que era jefe de otro pelotón que actuó en Cacocum). Y para los vecinos de Buenaventura el jefe eran Orlando Lara o Arsenio García, (jefes de las guerrillas que operaron directamente allí).
El asunto de a quién consideran Jefe de la Columna se complica mucho mas al oír el criterio de los combatientes.
En sus testimonios y artículos sobre la guerra, Eddy Suñol no reconoce el mando de Orlado Lara como jefe. Los combatientes del pelotón dos, dirigido por  Cristino  Naranjo, en entrevistas realizadas por el autor, tampoco reconocen el mando de Orlando Lara como jefe de esa  columna. Y Arsenio García, único jefe de pelotón  de  esa  columna sobreviviente, niega rotundamente que Lara haya sido su jefe en algún momento.
Pero los más cercanos colaboradores de Orlando Lara afirman que él fue el jefe de la columna, y sin embargo nunca ha aparecido el nombramiento oficial. Sin embargo existen documentos firmados por Fidel dando por sentado que Lara tenía esa jefatura; un ejemplo es la carta con fecha 30 de septiembre de 1958 en la que Fidel le dice: "ese  territorio de Gibara pertenece a la columna tuya"[1].
Entonces, ¿cuál fue el papel de Lara en esa columna? O más interesante todavía: ¿por qué es la Columna No. 14 la única de las que sus integrantes ponen en duda quien la dirigía, cuarenta años después?
Probablemente la respuesta está en la personalidad de Orlando Lara. Aquel no tenía nada que lo hicieran repulsivo a sus  subordinados y a la población en general, sino todo lo contrario: era una persona  popular. Lo que ocurrió es que a él le ocurrieron hechos que explican este inesperado olvido de sus subordinados: Una vez, en un combate en la Sierra Maestra, fue herido en una pierna y eso hizo que bajara al llano mucho después que los hombres de su tropa, y cuando se incorpora, convaleciente como estaba, tuvo que disminuir sus desplazamientos. Y en las guerrillas, sobre todo las que actuaban en los llanos, la aceptación del jefe dependía más que de los nombramientos, de ver al Jefe a su lado, tomando disposiciones y combatiendo.
Otro asunto que ayudó a la confusión que hemos apuntado es el espacio tan amplio en que actuaba la Columna: los hombres del pelotón 1 estaban diseminados en el territorio que está entre Holguín, Las Tunas y Bayamo. Y el 2 en Gibara.  La ciudad de Holguín se interponía entre ambas fuerzas.
Por demás los pelotones habían salido de la Sierra Maestra por orden de Fidel, quien personalmente los había despedido. Y en la zona de operaciones, los jefes de dichos pelotones se escribían directamente con el Comandante en Jefe. Incluso, cada pelotón, por la cantidad de armas y hombres que los integraban, eran en la practica verdaderas columnas.
El Pelotón número 2, dirigido por Cristino Naranjo, es un caso muy peculiar. Esta fuerza ya existía en el llano al crearse la Columna 14 y su jefe había sido nombrado por Camilo Cienfuegos jefe de las guerrillas que operaban en el territorio donde luego se formó el Cuarto  Frente. Por tanto este pelotón fue incluido en la Columna No 14 sin tener ningún tipo de vínculo con ella.
Tampoco nunca se realizó una operación en la que participaran las fuerzas de los tres pelotones que integraban la Columna. En ese sentido únicamente se llevó a cabo una acción entre dos pelotones, el No. 1 y el No. 3, coordinada por el jefe de la columna; esa fue una incursión en la ciudad de Holguín para sabotear las elecciones del 3  de  noviembre de 1958.  Y otra acción de envergadura, el ataque a Puerto Padre, también tuvo la participación de varios  pelotones de la columna, pero esa fue coordinada directamente por el jefe del frente y no por el de la columna. Asimismo a finales de diciembre la parte mejor armada de las fuerzas del Pelotón 2 fue trasladada a la zona de Jiguaní  donde participó en operaciones junto a las fuerzas del Tercer Frente, por lo que en esa parte final y muy importante de la guerra, el núcleo principal del Pelotón 2  quedó por entero fuera del control del jefe de la Columna.
Por último, los pelotones 2 y 3 crearon su propia superestructura, o sea, hospitales y un aparato de logística y otras actividades indispensables para que una guerrilla pueda sobrevivir.
El  jefe de la columna, Orlando Lara, situó su campamento en Cauto el Paso y allí organizó un pequeño grupo de combatientes que realizaron algunas acciones. Los jefes de pelotones prácticamente no tenía contacto directo con él, por tanto es lógico que todavía hoy se dude quién fue el jefe de la Columna 14, “Juan Manuel Márquez”.



[1] Carta de Fidel Castro a Orlando Lara del 30 de  septiembre  de 1958. Oficina de asuntos históricos del Consejo de Estado. La Habana.

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