Por Juan Albanés
La Revista El Fígaro de octubre de 1918, en número dedicado a Holguín, menciona al Presbítero Juan Casto Rosell y González, hijo de Holguín. Y de él cuenta que en 1868 servía en la iglesia de Santa Margarita de Cacocúm como coadjutor del anciano sacerdote Manuel Antonio García Ibarra.
Rosell y González participó en las luchas de los primeros años de la guerra por la independencia cubana de 1868, al lado de su hermano Justo Rosell y Carrión. Hecho prisionero el sacerdote fue recluido en la Casa Periquera, de donde pasó al puerto de Gibara y allí fue embarcado junto a otros presos en el vapor “Pájaro del Océano”. Guardó prisión en Isla de Pinos.
En 1918 el sacerdote holguinero desempeñaba el curato ultramarino de Regla, en La Habana.
Dice el escrito de El Fígaro, para concluir su artículo: “Holguín, cuna de tantos héroes y mártires no podía dejar de haber dado, también, una representación que integre la pléyade gloriosa de sacerdotes que se pusieron al lado de la justicia durante la cruenta lucha por la libertad. El presente artículo es buena muestra de lo que decimos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario