Por: Julio César Urbina
Panameños hubo en la zona,
que llegaron cuando el ingenio comenzó a moler (en 1907), para servir como
maquinistas ferroviarios y luego quedaron asesorando al personal del
ferrocarril.
El mobiliario de que se disponía en cada cuarto era de 1 cama de (3’-6” x 6’-6’’), 2 asientos de mimbre, 1 tocador, 1 gavetero de (3’ x 2’), no siendo así, el mobiliario de las Suit que tenían otras características, 1 radio, 1 teléfono, 1 juego de living, 1 tocador, 1 gavetero, 2 camas, 2 butacas de mimbre y 1 mesa con 4 sillas. Su altura en el primer piso es de 12’ y de la segunda planta es de 10’.
Cartel de entrada a la zona actual |
Más, posteriormente a los
primeros llegaron otros dos, que son:
Joseph T. Arthur, nacido en Panamá el 18
de octubre de 1914, y que entró a Cuba por el puerto de Santiago de Cuba con
Numero de Pasaporte 110-060. Comenzó a trabajar con la UFSCo el 27 de marzo de 1935
en el puerto como eslingador de los sacos de azúcar. Culminó su contrato en
junio de 1937 y volvió a su país. No dejó descendencia en el batey.
Wilfredo Millers, nació el 14 de julio de
1916 en Panamá. Trabajó con la
UFSCo como Jornalero con un salario diario de $ 1.00, desde
el día 16 de enero de 1932. el 21 de marzo de 1940 pidió que cesara su contrato
y que fuera trasladado para la
Base naval de Guantánamo. Tenía el Numero de Pasaporte 109138 y no dejó
familia en los Valles de Preston.
Casi todos los panameños cuando
entraban a Preston eran hospedados en el Hotel Miramar o en la segunda
planta del Club de los Americanos, que eran utilizado para el alojamiento del
personal contratado por la compañía (hombres solteros).
El Club Pamm American se encontraba situado muy cerca del Hotel Miramar,
era de dos plantas hechas de madera, los pisos pulimentados. En piso superior vivían
empleados de la compañía que tenía buenas posiciones en su trabajo
(específicamente químicos, agrimensores, jefes de turnos, y algunos
extranjeros que pernoctaban por poco tiempo, pero tenían que ser solteros
para poder ser alojados en dicha construcción).
A principios del año 1930 y
hasta 1935, llegaron algunos de los asesores panameños acompañados de sus
esposas, porque su trabajo de asesoría al personal que atendía las máquinas
ferroviarias de vapor demoraba casi un mes. A ellos los hospedaban en el Hotel
Miramar, también perteneciente a la
UFSCo.
Fabricado de pino hondureño y techo incombustible, fibrocemento, el
hotel fue construido en 1929. Eran los pisos de madera machihembradas y pulimentados,
mientras que el piso de la carpeta era de mosaicos. Tenía 12 cuartos en su
primera planta y 2 suites. Todas las habitaciones tenían baños intercalados
con un pequeño vestíbulo cada baño. Todas las ventanas del hotel eran de cedro
y caoba con cristales y protegidas por tela metálica para impedir la entrada de
vectores, las puertas eran de cedro.
Igual el hotel tenía servicios de cafetería y comedor durante las 24
horas (Sus cocinero eran dos chinos) ambos de muy buen gusto para la alta
cocina Internacional. Disponía de un Bar y de barbería y peluquería y tenía un
patio en la parte trasera que era utilizado para fines festivos y deportivos.
En su primera planta también disponía de un salón para lecturas con una pequeña
biblioteca.
Cada baño tenia un pequeño vestíbulo con todas sus comodidades de
(9’ x 12’), en todo el Hotel, sus
ventanas de madera cedro – caoba (3’
x 6’), las
de los baños (3’
x 3’) y con
cristales y protegidas por tela metálica para impedir la entrada de vectores,
las puertas de cedro de (3’
x 7’), cada
cuarto disponía de 1 closet su puerta de (2’ x 7’).
Cómoda en uno de los cuartos del Hotel Miramar |
El mobiliario de que se disponía en cada cuarto era de 1 cama de (3’-6” x 6’-6’’), 2 asientos de mimbre, 1 tocador, 1 gavetero de (3’ x 2’), no siendo así, el mobiliario de las Suit que tenían otras características, 1 radio, 1 teléfono, 1 juego de living, 1 tocador, 1 gavetero, 2 camas, 2 butacas de mimbre y 1 mesa con 4 sillas. Su altura en el primer piso es de 12’ y de la segunda planta es de 10’.
En el Hotel se hospedaban altos dirigentes de la UFSCo que venían desde
Boston para la supervisión de sus intereses, como también grandes funcionarios
del Gobierno Cubano de aquella época (principalmente auditores, agrimensores,
asesores, banqueros, familiares de los norteamericanos asentados en el Batey, y
en algunas ocasiones se las tripulaciones de las aeronaves cuando la Compañía necesitaban de
un servicio de urgencia y fletaban un avión para esos menesteres, y asimismo se
hospedaban algunos de los oficiales de los vapores de la compañía.
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