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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

18 de febrero de 2013

Segundo Sera Serrano, último alcalde de Holguín en el periodo seudorrepublicano. (1955-1959)


Por - Leyanis Luis Lahens
Tomado de su Tesis de Graduación, carrera de Historia, Universidad de   Holguín.

 Segundo Sera Serrano, último alcalde republicano de Holguín nació en Mayabe, barrio de La Cuaba, el 4 de marzo de 1904. Fue el sexto de nueve hijos. Su padre, José Sera Marrero, Comandante del Ejército Libertador, y su madre Dolores Serrano Manduley, también eran naturales de Holguín. Por otra parte, su tío paterno, Miguel Sera Marrero, alcanzó el grado de Coronel del Ejército Libertador, y su quinto hermano, José Agustín Sera Serrano, fue Cónsul de Cuba en Washington por 35 años hasta el triunfo de la Revolución.

Sera Serrano había sido nominado por el Partido Liberal, mientras que su contrincante que era en esos momento el alcalde municipal Dr. Eduardo (Guarro) Ochoa Ochoa, figuraba en las boletas de los Partido Acción Progresista y Demócrata.

Sera Serrano estudió Derecho, fue representante a la Cámara por el Partido Liberal, y juez municipal de Gibara. También notario público de Holguín, de 1929-1954.


El 2 de Noviembre de 1931 contrajo matrimonio con María Antonia Recio Montejo, (ella era prima hermana del Cardenal Arteaga por parte de madre), y doctora en Derecho. En 1948 María Antonia fue elegida representante a la Cámara. Dos hijos tuvo el matrimonio: Segundo Rafael y José Melchor.
En 1946, fecha de comicios parciales, Sera Serrano participó como candidato a alcalde por la coalición de los Demócratas y los Liberales, frente al candidato por los partidos Socialista Popular y los Auténticos: Eduardo “Guarro” Ochoa Ochoa. En  la primera vuelta, Sera Serrano solo obtuvo 18 910 votos y Guarro Ochoa 24 419. Para la segunda vuelta debían enfrentarse ambos candidatos, entonces Sera Serrano hizo maniobras para obtener apoyo para su candidatura. (El delegado Juan Bracho, acompañado de un grupo de liberales, trató de coaccionar la Asamblea para comprarla a favor de la candidatura de Sera Serrano). Pero al final ganó Guarro con 26 650 votos contra 25 322 de Sera Serrano.


En las elecciones de 1954 Segundo Sera Serrano volvió a figurar como candidato a la alcaldía por el Partido Liberal y su contrincante, Guarro Ochoa se postuló por la coalición de los Partidos Acción Progresista y Demócrata. Ahora sí que le sonrió la fortuna a Sera Serrano, que sube al sillón municipal para el período de 1955 a 1959. Le acompañó como presidente del Ayuntamiento Cándido Grave de Peralta.

Con la llegada de Sera Serrano a la alcaldía  de Holguín finalizó el período de gestión auténtico en la localidad, que se había abierto como consecuencia de la división de los liberales en 1940 (El alcalde liberal de ese año fue Juan García Benítez).  


En su primera intervención pública el alcalde Sera Serrano dijo: “Me propongo celebrar una entrevista con el Presidente Batista para hablarle de las cosas de Holguín, ofreciéndole al mandatario de la nación, la contribución efectiva de este gobierno municipal, para la terminación de las obras públicas que son vitales para el progreso de Holguín.” [1]

Pero a pesar de su buen deseo, (por lo menos eso parecía), tuvo que desarrollar su gestión administrativa en medio de un proceso muy dinámico y complejo de la República Neocolonial. Es ese el período en que Batista, “con el fin de preservar y estabilizar el sistema, agudizó aún más su propia crisis, y provocó la aparición de sectores sociales que impulsaban la alternativa revolucionaria.”[2] Desde el primer minuto en la Alcaldía, Sera Serrano se vio en la obligación de dar solución a lo que era muy difícil solucionar: la crisis depresiva, esto es la restricción de la producción y comercialización azucarera, la disminución de las conquistas obreras, y no existencia de alternativas de empleo ni de ingresos. 

Para neutralizar los efectos sociales de la crisis y atenuar la caída de empleos e ingresos, el gobierno batistiano diseñó  una política de gasto público (gastos compensatorios a cargo del Estado) mediante empréstitos. Por tal motivo, lo primero que salta a la vista en la gestión político-administrativa de Sera Serrano, es la política de obras públicas para atenuar los efectos de la crítica situación económica. 

Por tal motivo, la mayor evidencia de su gestión se expresa en el plan de obras públicas: la pavimentación de calles, la construcción de acueductos y alcantarillados, las construcciones de caminos vecinales, la reconstrucción y embellecimiento de los parques de Holguín, la construcción de puentes sobre los ríos de la ciudad, entre otras. Y todas esas dichas obras con fondos que provenían del desembolso de sumas estatales provenientes de la llamada Comisión Ejecutiva Nacional de Patronatos Locales Urbanos y Campesinos (CENPLUC). Esta comisión tenía “subordinadas las Comisiones Ejecutivas Provinciales (CEP) como encargados de los patronatos rurales, y las Comisiones Locales Urbanas (CLU), a nivel de cada municipio, para ventilar los asuntos del entorno citadino.”[3]

Veamos el trabajo de pavimentación de las polvorientas calles holguineras llevado a cabo por Sera Serrano. Estas fueron, principalmente, las del centro de la ciudad:

·        Arias, entre Maceo y Libertad.
·        Arias desde Maceo hasta Máximo Gómez.
·        Máximo Gómez, desde Arias a Aguilera.
·        Mártires, desde Agramonte hasta Aguilera.
·        Asimismo otras se nivelaron y ampliaron.
·        Se arregló, parcialmente, la calle “Paso de Cuba” en Pueblo Nuevo, desde el río marañón al río Milagros.[4]


Otra gestión llevada a cabo por Sera Serrano, según el periódico Norte, es la referida a la construcción de acueductos y alcantarillados. 

·        50 Alcantarillas en total[5]

Lo que era un asunto de vital importancia para los habitantes de la ciudad de Holguín, sobre todo porque “muchos habitantes hacen uso del agua de los profundos pozos o fosas a donde van a dar todas las inmundicias…”[6]


En el segundo lustro de la década del 50 se emprendió la construcción del acueducto y la presa Cacoyugüin, pero, lamentablemente las obras se detuvieron poco después. 

La reconstrucción y embellecimiento parcial de los parques de Holguín fue otras de las obras que caracterizó la gestión de Sera. Entre ellos se destacan:

·        El parque Infantil, al cual, el Ayuntamiento acordaría poner el nombre de Martha Fernández de Batista, esposa del general Batista, considerados los dos “benefactores de Holguín”.
·        El parque Julio Grave de Peralta, y el Parque Céspedes, este último uno de los más grandes y hermosos de Holguín. Asimismo, restauró la rotonda González Valdés.”[7]

Con el fin de reconocer los méritos de holguineros u otras personalidades, que de alguna manera hicieron obras o fueron promotores de estas, el Ayuntamiento aprovechó las construcciones de obras públicas para instituir un sistema de condecoraciones y títulos. Tal es el caso del otorgamiento de la medalla Calixto García a Fulgencio Batista y a su Ministro de Obras Públicas, el ingeniero Alfredo Nogueira.

Otra obra pública llevada a cabo durante la administración de Sera Serrano fue la construcción de puentes sobre los ríos holguineros: 

·        “Construcción de un puente sobre el río Marañón, en el cruce Peralejo.
·        Construcción de un puente en Luz Caballero.
·        Construcción de un puente sobre el río “Los Guillenes “en la salida del Reparto Vista Alegre por la calle Comercio.
·        Construcción de un puente sobre el río Miradero, en la prolongación del Reparto Pueblo Nuevo.
·        Construcción de un puente en el reparto La Quinta, calle que une con el reparto Vista Alegre.
·        Construcción de una placa de hormigón del puente sobre los ríos, Los Guillenes, en el cruce de la calle General Batista, Vista Alegre.”[8]

La construcción de estos puentes sobre los ríos y riachuelos de la ciudad, como es obvio, facilitaban la comunicación entre los barrios. Anterior a la administración de Sera Serrano, estos puentes se habían convertido en punto de campaña electoral, pues su terminación constructiva requería de una placa de mármol, con letras negras, y el nombre del alcalde que aprobaba el presupuesto para su construcción o culminación. Esta práctica garantizaba la continuidad en la preferencia del electorado.

Otras obras sociales hechas durante su mandato fueron:

·        Construcción de casas escuelas con la ayuda de Patronatos.
·        Casa de Socorros en el poblado de San Germán.
·        Acción de asistencia social y atención sanitaria.

Y con la cooperación de la CENPLUC y los Patronatos se construyeron, además,  180 Km de caminos vecinales:
·        Del “El Mijial “a San Luis. 9 Km
·        De “Punta Roja “a “Tranqueros. 6 Km;
·        De “San Lorenzo “al “Entronque de Guayabo “5 Km;
·        De “Montealto a “Cayo Alto”. 4 Km.
·        De Dagame a Santa Rita. 10 Km
·        Del central Cupey a Carretera Central, barrio de las calabazas. 10 Km
·        En el barrio de El Yayal. 10 Km.[9]

En febrero de 1955, como parte de la política de urbanización que se llevaba a cabo en Holguín, fue lanzada la convocatoria que incitaba “a todos los propietarios de terrenos ejidos o no, y los que se encontraban fuera de dehesa,  que si ostentaban elementos reales de urbanización debían presentar al Departamento de Obras Públicas Municipales el plano de división correspondiente a la urbanización que se proyectaba, y fueran inscriptos en el Registro, para considerarlos como ensanche de la población con todos los derechos inherentes a la urbanización.”[10]

De esta manera fueron declarados repartos urbanizados en febrero de 1955: Ciudad Jardín, San Andrés, Buenavista y Llenín.[11] Y en  1956, los Repartos Escalona y Recreo. 


En el período del Dr. Segundo Sera, un nuevo mecanismo constructor se implementó en Holguín, como componente de la política económica oficial, era ese el Patronato Municipal de Fomento y Mejoramiento de la Vivienda Campesina, del año 1955. Durante sus tres años y medio de actuación administrativa el alcalde destinó una parte de las nuevas recaudaciones fiscales, establecidas sobre fincas rústicas, para construir o reparar viviendas. Estas fueron en total 104 casas, sin embargo, solo el 14,9% fueron totalmente nuevas con paredes de madera, pisos de cemento, y techo de guano; las restantes fueron reparaciones de algún componente. 

A pesar de estar legislado un máximo de $ 500.00 por vivienda, la media de los trabajos realizados solo costó $321.54, y, como los concejales recordaron en varias sesiones de la  Cámara Municipal que dichas viviendas no debían limitarse a las cercanías de la carretera central, los miembros del patronato los concentraron en los barrios limítrofes con la ciudad de Holguín.

Luego le llegó al Alcalde uno de los bonos emitidos por el Banco para el Desarrollo Económico y Social (BANDES), por una suma de $7 259 870.96, y con ese dinero las construcciones continuaron siendo el centro de la actividad productiva, beneficiando algunos municipios cuando lo que se construía era una carretera, como la de Holguín-Gibara, Floro Pérez-Santa Lucía, Aguas Claras-Puerto Padre y Holguín-Cueto; (con excepción de la última, los restantes no tenían caja asfáltica en el año 1958)

La capital municipal recibió las restantes asignaciones para perfeccionar la cárcel y concluir la Escuela Profesional de Comercio y las labores de acueducto, alcantarillado y pavimentación, varias veces interrumpidas en espera de sumas presupuestales.

Estas demoras fueron la causa de que bajo los auspicios de la CENPLUC surgiesen dos patronatos urbanos en el reparto Peralta que, a partir de 1955 emprendieron la pavimentación de aquella aristocrática barriada al costo de $49 999.10. A ello se unió otro Patronato surgido en el poblado de Buenaventura mediante el cual fue construido un pequeño paseo.
La Comisión Local Urbana  promovió las restantes obras, entre ellas destacan una Casa de Socorros en el Central Cacocum, alcantarillas en barrios rurales, puentes sobre los ríos que atraviesan la ciudad y  una escuela y un mercado de abasto municipal en Pueblo Nuevo.

Bajo la administración de Sera Serrano la situación de la salud pública mostraba un cuadro deprimente. A las capas más pobres de la población, e incluso, a algunos sectores medios, se le hacía imposible acceder a los servicios médico, los cuales eran deficientes.

En 1959, “existían sólo 22 médicos e igual número de enfermeras. Dos estomatólogos, 9 clínicas particulares con capacidad de 242 camas, y 11 hospitales, 8 de ellos para el solo servicio de empresas, y 3 para la población con una suma total de 296 camas, la que, claro está, era insuficiente hasta para los que podían pagar la asistencia médica. Asimismo existían algunas Casas de Socorro pero muy mal equipadas. Un barrio como San Germán, el mayor contribuyente del municipio de Holguín, carecía del elemental servicio de salud.

La esperanza de vida al nacer estaba limitada a 50 años, y la mortalidad infantil sobrepasaba la tasa de 80 por cada mil nacidos vivos.

En Holguín existían dos dispensarios ONDI (Organización Nacional de Dispensario Infantil) con locales inadecuados y escaso personal, ineficaz hasta para los 8 000 niños inscriptos en el ubicado en la ciudad de  Holguín.
El precario sistema de salud en el país y el carácter privado de este servicio traía muchas inconveniencias, entre ellas, la de la producción de fármacos, los que, a veces, por su carácter lucrativo, eran manejados por intereses inescrupulosos.

Otro problema referido a la salud pública y la incapacidad del gobierno de solucionar o dar respuesta a ello, fue el  suscitado con el Dispensario Antituberculoso, el cual se encontraba inactivo porque el municipio carecía de los créditos necesarios para dotar de equipamiento necesario a este centro de salud.

Ejemplo de crisis e incapacidad para hacerle frente a los problemas sociales es el referido a la prevención de la poliomielitis. En abril de 1957, el ministerio de Salubridad y Asistencia Social autorizó al Gobierno Municipal de Sera Serrano, la compra de 224 bulbos de 9 cc de la vacuna antipoliomelítica para el uso del Departamento Médico Pediátrico de Holguín. Con ello se respondía al Plan de vacunación SALK contra esta enfermedad. 112 bulbos de 9 cc equivalían a 1008 vacunas. Este plan se hacia en tres etapas.  En la primera se vacunaban 504 niños, al igual que en la segunda vacunación, y a los 7 meses la tercera vacuna. A pesar de la buena intención, este plan de vacunación solo cubría una parte de la población infantil existente en el municipio, lo cual influía en que esa enfermedad cobrara con frecuencia la vida de numerosos niños.

A veces, solo los parientes humildes que antes habían sido campesinos y que ahora se habían instalado en las áreas periféricas de la Ciudad, pudieron salvar de la indigencia a muchos de aquellos pobres niños, otros, la mayoría, debieron esperar por un milagro o las obras caritativas de las Sociedades Fraternales, Hermandades que tejieron verdaderas redes de solidaridad entre los más necesitados, pero que, por razones obvias, no pudieron llegar a todos
El problema de la electrificación, en el gobierno municipal de Sera Serrano, se desarrolló, como tantos otros, en circunstancias en que los gobiernos municipales, con presupuestos casi estáticos y exiguos, se desgastaron en una lucha casi siempre infructuosa y donde, generalmente, eran los intereses de las compañías las que resultaban victoriosas.

Ejemplo de esta lucha y que venía de períodos anteriores al de Sera Serrano como alcalde, fue el litigio del municipio holguinero con la Compañía Eléctrica del Norte de Oriente, en 1949. Entonces fue autorizada la Baystes Corporation, para el proyecto del Acueducto, la Pavimentación, Alcantarillado y Planta Eléctrica de Holguín pero la Compañía Eléctrica se interpuso considerando que sus intereses se verían afectados. Por eso se inició una nueva etapa en la lucha legal por los derechos del municipio contra ella.
Largo y complejo fue la batalla contra la Compañía Eléctrica y al final el municipio se rindió en 1955, fecha esta en que el alcalde Sera Serrano aprobó la transacción para dar término a todas las disputas entre el municipio Holguín y la Compañía Eléctrica del Norte de Oriente, entonces la Compañía estableció sus oficinas en este término municipal.


Supuestamente la Compañía  Eléctrica del Norte de Oriente ofrecería una tarifa reducida para el servicio de alumbrado público de la ciudad de Holguín, a razón de 8 centavos por KW para los primeros 27 000 KW mensuales concebidos, (que era entonces el consumo de la municipalidad en un mes), y siete centavos para  cada KW en exceso de los expresados 27 000 KW mensuales iniciales. Además la Compañía extendería sus servicios a  todas las zonas urbanizadas que rodean la ciudad de Holguín, y estudiaría la forma de ampliar los servicios eléctricos a los barrios de Uñas, San Andrés y el Cuartón de las Güiras en el barrio de Uñitas, siempre y cuando resultaran costeables.  Sin embargo, la realidad fue otra. Si bien para 1958 a los repartos urbanizados se les dotó de electricidad y se incrementó el presupuesto a este servicio, sólo una tercera parte de la población fue beneficiada en la ciudad, y una cuarta parte en el Municipio.  

En cuanto a la educación, durante el mandato del alcalde Sera Serrano se hicieron varias denuncias referentes al mal estado de la escuela en la salida hacia San Andrés, donde los techos estaban en condiciones pésimas, las vigas que sostienían los portales se encontraban en el suelo, y estaban los portales sostenidos por el enrejado que la impermeabilizaba y rajadas las paredes por distintos lugares.  Nunca se arregló es escuela a pesar de las solicitudes presupuestarias del alcalde para hacerlo al presidente de la República y al Ministro de Educación y, además, para la creación de dos o más escuelas primarias superiores que eran indispensables.

Uno de los logros de la educación en esta administración fue el de la aprobación de una universidad en Holguín en el año 1956, que finalmente debió cerrar sus puertas por el escándalo que provocó la entrega de títulos a personeros batistianos que jamás habían pisado sus aulas.

Durante el período alcaldicio de Sera Serrano se instalaron los primeros semáforos que hubo en Holguín y también se compró una Motoniveladora y un Cilindro para la reparación de todas las calles que necesitaran de ese servicio.
Aunque este período alcaldicio de 1955-1959, la opinión pública lo caracterizó como período de la “honestidad”, la falta de recursos y la no culminación de algunas obras fue una realidad palpable y visible.

El problema de la higiene pública era visible, era esta una ciudad con  más de 70 000 habitantes y solo contaba con un camión para recoger basura, eso en un período de tantas construcciones. Fue ese el motivo de que algunas de las áreas donde se levantaban las obras públicas terminaran convertidas en basureros. 

El período de gestión de Sera Serrano estuvo enmarcado en un período de efervescencia revolucionaria en el que crece y se consolida el movimiento revolucionario con la entrada a él de muchos adeptos que, justo es decirlo, fueron víctimas de la cruel represión. En 1955, esto es, en los inicios de esta administración, arribaron a la región los primeros 50  folletos de “La historia me absolverá,”, documento que debe ser considerado el programa de lucha del Movimiento 26 de Julio. Sin dudarlo fue la lectura de ese texto escrito por Fidel Castro el que más simpatizantes atrajo a las filas revolucionarias.
Durante ese año 1955 fue continua la labor dentro del movimiento juvenil, particularmente el que agrupaba a los estudiantes holguineros de la Segunda Enseñanza. Igual creció el acercamiento de un grupo de la juventud ortodoxa a los socialistas. 

Por otro lado las fuerzas de la oposición burguesa estaban representadas por el abogado Manuel Penabás, quien criticó a Batista, porque en  la ley de amnistía que se discutía, no se incluían los asaltantes del Moncada.
El año 1956, fue el de mayor actividad revolucionaria durante la gestión de Sera. Es en ese año cuando nacieron a la opinión pública y se consolidaron los líderes y también en ese año comenzó la cruel persecución contra ellos.
Las conmemoraciones históricas servían de pretexto para expresar la oposición al batistato. El 28 de enero, en el desfile por el natalicio de José Martí, los manifestantes fueron reprimidos, después que desde  uno de los balcones del Ayuntamiento un grupo de jóvenes del Instituto de Segunda Enseñanza quemó la bandera del 4 de septiembre, mientras que otro grupo gritaba: ¡Abajo Batista!, ¡Abajo el gobierno! De este encuentro violento resultaron gravemente heridos los estudiantes Manuel Vega Valcárcel y Joaquín Rey, otro grupo fue detenido. 

El pueblo holguinero repudió estas acciones sanguinarias de la policía. Tanto la Liga de Jóvenes Martianos como la Federación de los Estudiantes de Segunda Enseñanza emitieron declaraciones condenatorias a la brutal golpiza recibida por los jóvenes.

El 29 de enero se publicó en el periódico Norte una declaración de la Federación Estudiantil en la que se calificaba de “esbirros” a los  policías. Este hecho provocó el procesamiento judicial de un grupo de jóvenes por faltar el respeto a la autoridad.

Un terrible hecho conmocionó la sociedad holguinera en diciembre de 1956. La dictadura batistiana trataba de aplastar y descabezar el movimiento revolucionario en la zona para evitar, a todo trance, que los revolucionarios de la región norte de Oriente pudieran cooperar con los expedicionarios del yate Corinthia que trajo a Cuba y desembarcó por nuestra geografía a los expedicionarios mandados por el ex presidente Carlos Prío Socarrás. Veintitrés de los mejores hijos de la comarca fueron asesinados brutalmente el 25 de diciembre, por lo que el hecho pasó a la historia con el nombre de las Pascuas Sangrientas.  Casi un año después un Comando revolucionario ejecutó al Coronel Fermín Cowley Gallegos, principal asesino de tantos jóvenes revolucionarios de la comarca.

Al triunfar la Revolución en enero de 1959, Segundo Sera Serrano emigró hacia los Estados Unidos. Residió en el estado de Virginia. Desde allí le envió a su esposa María Recio Montejo, que estaba en Cuba, la certificación marital para que gestionara su salida hacia aquel país. En Elizabeth, New Jersey, murió Sera Serrano el 23 de Febrero de 1967, sus restos se encuentran,  en el “Flagler Memorial Cementery” de Miami. De sus 2 hijos: el Dr. en Medicina Segundo R. Sera Recio reside en Bethford, Indiana y José M. Sera Recio reside en Keysville, Virginia.


[1] Periódico Norte,  2 de junio de 1955, pág. 4.
[2] Francisca López Civeira: Cuba. Seis décadas de historia entre 1899 y 1959. Editorial Félix     
  Varela, La Habana, 2009, p. 51.
[3] Citado por: Minervino Ochoa Carballosa. Resurrección Holguinera de J.M. Keynes. Ediciones Holguín, Holguín, 2002. Pág. 59.
[4] Ibídem, 17  de octubre de 1956, pág. 3
[5] Ibídem, pág 5.
[6] Juan Albanés: Historia Breve de la Ciudad de Holguín. s/e,s/f, p.50.g
[7] Periódico Norte, 16 de octubre del 1956, pág 11.
[8] Periódico Norte, 6 de noviembre de 1957, pág 6.
[9] Periódico Norte, domingo  31 de julio de 1955, pág 4.          
[10] APHN. Gobierno Municipal de Holguín. Ayuntamiento Neocolonia. Cámara Municipal, legajo 12, Expediente 226.Libro de actas de sesiones del Ayuntamiento, folios 230 y 231, 21 de febrero 1955.
[11] APHN. Gobierno Municipal de Holguín. Ayuntamiento Neocolonia. Cámara Municipal, legajo 13, Expediente 237.Libro de actas de sesiones del Ayuntamiento, folios 230 y 231, 21 de febrero 1955.

Alcaldes holguineros 1898 - 1955


Después del fin de la dominación colonial en Cuba los alcaldes municipales fueron nombrados en noviembre de 1898, muy poco después de la evacuación de las fuerzas españolas. Y a la vez del  nombramiento del alcalde, en cada municipio se creó un Consejo que contó con comisionados ejecutivos para distintas áreas de la administración municipal: Instrucción Pública, Sanidad, Caminos Reales, Limpiezas de Calles, Recaudación, Tesorero y Secretario.  Se suponía que ese cuerpo ejecutivo municipal iba a ser reestructurado cada año.

Con el coronel del Ejército norteamericano Mr. Duncan H. Hood a la cabeza de la plaza de Holguín, se conformó el gobierno civil municipal con el general independentista Manuel Rodríguez Fuentes auxiliado por el Consejo de Secretarios. Asimismo la estructura ejecutiva incluyó el nombramiento de tenientes alcaldes en los barrios del municipio a la vez que  el alcalde designó un cuerpo de policía para las áreas urbanas y la policía montada para el campo, (que, obviamente, tenían la función de garantizar el orden público y que contaban, además, con el  auxilio de las autoridades militares norteamericanas, fuerzas interventoras, a las que podían recurrir en caso de necesidad).

En junio de 1900  se celebraron elecciones municipales, donde fue electo alcalde de Holguín el licenciado Francisco Fernández Rondán. Al año siguiente fue reelecto y como tesorero se nombró a Juan Angulo Rodríguez.

Una de las primeras actividades  administrativas  desarrolladas por el Ayuntamiento de entonces tuvo dimensión patriótica: consistió en el traslado de los restos de patriotas holguineros caídos en combate fuera del  territorio, así como la manutención a través de colectas a mambises a los que su condición racial y social limitaba su acceso a puestos de trabajo. Y también el Ayuntamiento dedicó su labor a cambiarle el nombre a las calles y espacios públicos que desde antaño tenían nombres extraídos del santoral católico y de hechos  españoles y que ahora recibían el de los patriotas mambises caídos por la independencia.

Igual la labor del Ayuntamiento estuvo dirigida a dirimir problemas tales como la higiene y embellecimiento de la ciudad, la atención al cementerio, a los parques, y a las principales arterias de la ciudad; a dotarla de redes técnicas, de terrenos para  la práctica del béisbol, que entonces era considerado expresión de modernidad, y con particular interés, al control sobre la prostitución y las tarifas de pasajes, entre otros.

Sin embargo estos problemas nunca pudieron ser resueltos sino, solamente paliarse porque las cifras de dinero que se le destinaban en los presupuestos eran muy bajas, y era poco el dinero porque no había para más. Y porque nunca hubo “para más” el dinero para atender las enfermedades de los pobres solamente alcanzaba para  atender a niños atacados de difteria. 

En la administración de Fernández Rondán no hubo muchas escuelas, pero, se fundó una que trascendió en el tiempo, la de Los Amigos, institución religiosa de carácter privado.

Fernández Rondán renunció al cargo en 1906 y lo sustituyó el Segundo Teniente Alcalde, José Ramón Torres quien murió en el desempeño en 1908. Acto seguido y ya durante la segunda intervención del ejército de los Estados Unidos fue designado como Alcalde de Holguín Manuel Grave de Peralta.

Durante la II Ocupación norteamericana  (entre 1906-1908) aconteció la reorganización de los partidos para las elecciones municipales de agosto de 1908. En estas circunstancias obtuvo el triunfo alcaldicio José A. García Leyva, candidato de los Liberales Históricos quién derrotó al representante de la coalición entre Liberales y Conservadores, José Tamayo Torres.

Los problemas sociales, lejos de resolverse, ahora fueron en aumento; tal es el caso de los menesterosos que deambulaban por todo Holguín. Y cómo no iba a ocurrir así si en un municipio de 50 mil habitantes nada más había un sanatorio con 25 camas. Dice la prensa de entonces que por la ciudad proliferaban menores de edad hasta altas horas de la noche; para evitarlo las autoridades adoptaron la Ley Campins, que decretaba que estos no podían transitar solos por las calles después de las 8 pm. Más el Gobierno no pudo resolver las causas que llevaban a los niños a andar por las calles y por eso ellos siguieron aquellos “mataperreando”.

Crear un Instituto de Segunda Enseñanza fue un anhelo de entonces que tampoco se logró. Lo que sí se pudo conseguir fue la tan polémica creación en la ciudad de una Zona de Tolerancia, que había sido solicitada el 2 de mayo de 1910,  por el edil Lancho Barriga, como medio de perseguir la prostitución clandestina y poder evitar con ello “el espectáculo inmoral de verlas por nuestras calles y poder controlar la propagación de enfermedades venéreas”. (Estuvo dicha zona de tolerancia en la calle Máximo Gómez, desde la de esquina de Garayalde hasta la Salida hacia San Andrés).

En las elecciones noviembre de 1912 la Alcaldía pasó a manos del coronel  Miguel I. Aguilera Feria, del Partido Popular, que derrotó al representante del pacto de menocalistas y miguelistas, Floridano Feria Savori. En 1916 el liberal Aguilera Feria es reelecto pero en 1917 el Alcalde se incorporó al movimiento antimenocalista (que intentaba derrotar al Presidente de la República Mario García Menocal,  conocido como “La Chambelona”). Vencidos los contrarios al presidente el alcalde de Holguín deja de serlo y sobreviene un período de inestabilidad política con varios alcaldes de facto: Justo Cuza, Salvador Torralba, Agustín Ochoa Ochoa, Gaspar  Beceña y el músico y edil Manuel Avilés Lozano.

Fueron las elecciones de noviembre de 1918 las más fraudulentas de todas las celebradas en Holguín. Entonces la mayoría la tenía el Partido Liberal, pero una maniobra tramposa dirigida por Pedro Rojas Cano escamoteó las aspiraciones liberales, y provocó el ascenso al candidato conservador Gaspar Beceña González.

Esta dicha fecha marca, además, el inicio del movimiento obrero organizado con la Asociación de Torcedores de Holguín, un gremio de tendencia reformista. Para 1919, se encontraban organizados los panaderos, los ferroviarios y el gremio de chóferes de Holguín, con lo cual iniciaban la batalla por demandas económicas a sus patronos.

El alcalde Gaspar Beceña González acordó la ampliación del cementerio de la ciudad, ya que no se pudo hacer otro por falta de dinero. En 1923 se crea la Banda de Música Municipal, compuesta de un director, un segundo director, cinco músicos de primera, siete de segunda, ocho de tercera y dos educandos.

Seis años después, 1924, retornaron los liberales a la alcaldía con José García Portelles. Para esos momentos  los servicios de salud se encontraban en franco abandono y centralizados por la gobernación nacional. En Holguín el Ayuntamiento acordó crear una Casa de Socorro, con personal calificado que estuvo muy mal equipada y que, además, era conocida como “Casa de Botellas” porque del presupuesto designado a ella cobraban muchos que no trabajaban allí.

Las elecciones presidenciales de 1925 fueron ganadas por Gerardo Machado, candidato del Partido Liberal. Un  año después, el liberal José García Portelles renunció a su cargo de alcalde de Holguín y se postula como candidato a representante por su partido. Lo sustituyó Antonio Infante Maldonado quien se impuso en las urnas al conservador Federico Carbona Lotti y al popular Celestino García Bracho. Pero antes de marcharse del sillón municipal, García Portelles aprueba (13 de abril de 1925), donar un terreno en el cementerio local para el panteón de  los Veteranos de la Independencia. Lo sustituye en la alcaldía Maximino Parra, que está en el cargo hasta 1933.

Infante Maldonado dedicó toda su administración al arreglo de los caminos vecinales, adquiriéndose para  ello, un tractor de 10 toneladas, una máquina de hacer caminos, una niveladora, una zanjadora, un tractor de 17×28 caballos de fuerza… (Arreglar los pésimos caminos municipales era una de las más caras y viejas aspiraciones de los holguineros). Para hacerlo como Dios manda el Ayuntamiento acordó la compra de una aplanadora y gran cantidad de asfalto, cemento, piedras picadas, arena ,cal ,etc, pero la idea no pasó de ser un acuerdo, jamás lo materializaron.

En diciembre de 1927 se pide que el solar de  Luz Caballero y Mártires sea destinado a la construcción de un moderno edificio, capaz de albergar el Vivac Municipal, Cuartel y Oficinas de la Policía Municipal, la Banda de Música, la Academia de Música, Cuartel de Bomberos y la Casa de Socorros. (Es ese otro de los caros sueños holguineros nunca satisfechos).

Llega 1928, año de elecciones presidenciales. Machado forma lo que en la historia de Cuba se conoce como cooperativismo que lo llevaría como único candidato. Casi todas las facciones de la sociedad se organizan para hacerle frente al general-dictador. Se encontraban en la oposición todas las tendencias políticas de la Isla, los izquierdistas  CNOC, el Partido Comunista, el grupo Unión Revolucionaria de Antonio Guiteras, los centristas del  Directorio Estudiantil Universitario, los grupos de corte fascistas como el ABC y el grupo de derecha “Unión Nacionalista” dirigido por Carlos Mendieta. Machado pone en vigor la Ley de Emergencia Electoral y prohíbe la reorganización de los partidos con lo que consigue que la asociación Unión Nacionalista (UN) pasara a ser uno de ellos. Unión que había nacido en Holguín al separarse un grupo de liberales de su partido capitaneado por José García Portelles, más otros militantes que les llegaron de otros partidos conservadores y populares.

El 27 de agosto de 1933 ocupaba el cargo el alcalde municipal en Holguín Carlos Dominicis. El nuevo alcalde procedía del ABC radical que se opuso a la mediación norteamericana; por tal hecho el alcalde contó con el apoyo de los sectores revolucionarios, en especial, de Unión Revolucionaria.

Es en ese período cuando, impulsados por el Partido Comunista, se crearon nuevos sindicatos, como las Obreras de la Aguja, (más tarde Sindicato de  sastres, costureras y similares), el de los trabajadores del comercio y el de  los empleados de hoteles, fondas, cafés. Todos ellos fueron aceptados después como miembros de la Federación Regional de Holguín y de la CNOC en la Conferencia Obrera Zonal efectuada en Holguín. En este ambiente de  lucha se incrementaron las huelgas, los paros laborales en demandas de mejores condiciones de trabajo y del nivel de vida.

El golpe del 4 de septiembre fue secundado por los militares de baja graduación de la ciudad, bajo la dirección de los seguidores de  Guiteras. En Holguín, los menocalistas, nacionalistas y abecedarios se opusieron al él por considerar que se anulaba el gobierno nacido de la confabulación mediacionista. El alcalde Dominicis mantuvo el poder al contar con cierto apoyo de los sectores revolucionarios que integraban el Comité Ejecutivo Revolucionario (CER) emergido del golpe. El CER se caracterizó por una izquierda muy fuerte, representada por los seguidores de Guiteras, y en particular, por la presencia de Luis Felipe Masferrer Landa.

Poco después el alcalde Dominicis fue acusado de representar a los abecedarios y proteger a viejos políticos liberales. El 6 de noviembre de 1933 lo sacan de la alcaldía nombran como alcalde provisional de Holguín al comunista Luis Felipe Masferrer Landa, por considerar que reunía las condiciones “para el desempeño  del puesto, y al  mismo tiempo cooperar en la labor de  renovación y reforma que corresponde a un Gobierno Provisional producto de la auténtica revolución”. Luis Felipe, con solo 24 años de su edad fue el alcalde más joven de todo el período republicano holguinero.

Este precario poder popular con Luis Felipe Masferrer Landa a la cabeza dictó, entre sus primea medidas, la destitución de algunos renombrados machadista de sus cargos municipales, la intervención del Alambique, propiedad de Gerardo Machado y de dos holguineros, la de la fábrica  de vino de Tomás Torralba y Machado y la incautación del central Cacocum donde le fue dada a familias campesinas muy pobres seis rosas de tierras abandonadas de las colonias Robainas y el Júcaro y así también el reparto de carnes a familias de escasos recursos,  el despliegue de una activa acción policial contra el juego, y por la mejora de la Casa de Socorro.

Pero sin dudarlo: la más radical y revolucionaria medida la toma el nuevo gobierno provisional de Holguín a solo cuatro días de su toma de posesión. Fue esa una resolución que regulaba las tarifas a pagar por los usuarios de teléfonos y de electricidad en la localidad. Estaba dirigida la disposición contra las compañías norteamericanas Cuban Telephone y Chaparra Light  & Power Company, que controlaban esos dichos renglones. En los por cuantos del decreto se justificaba la medida diciendo que se tomaba por la crisis que vivía la población cubana, agudizada por la dependencia de EE.UU y porque las tarifas se mantenían invariables desde hacía 14 años, esto es, durante todo  el gobierno de Machado, sin tener  en cuenta la situación de crisis durante la que en lugar de bajar, los precios habían subido.

Tres días después del hecho, en alocución impresa al pueblo, Luis Felipe define su posición política: Comienza analizando que tomaba posesión, “convencido de los mismos principios democráticos que han guiado todos mis pasos y actividades. (…) Yo me creo con capacidad para interpretar rectamente los anhelos de esta colectividad; y no otra cosa.”  Igual reconoce su capacidad para interpretar los anhelos  del pueblo, “no en abstracto, no con palabras huecas, como los políticos tradicionales”, sino con su actuación. Y dice que su obra perdurará al interpretar los intereses populares. A continuación se detiene en el análisis de la situación de los cubanos en esos momentos: “Las necesidades del pueblo son ilimitadas, no cabrían en ningún cálculo estadístico y las posibilidades de este gobierno para cubrirlas son restringidas. Con la vista fija en ello empuño el timón. La herencia de la explotación y de la opresión sale ahora a la superficie, aplastando a las masas trabajadoras de nuestro país; la desconfianza y el miedo descubierto se apoderan del capital.”

Luis Felipe consideraba que a los holguineros no era posible… “hacerle promesas después de más de 30 años de olvido y desgobierno” y recalcaba que no sería él quien vendría a “prometer habilidosas mejoras sino estoy plenamente convencido de que, así tan luego de la palabra, vendrá la acción.” Para el alcalde Masferrer la preocupación era resolver la crisis económica que se abatía sobre el país, y en particular sobre el municipio. Se debía solucionar la situación de hambruna generalizada en los sectores populares, dijo. De él son estas proféticas palabras: “Mientras haya hambre habrá revolución.” Su posición política la definió diáfanamente cuando afirmó, que “rompía con el caudillismo de barrio y la politiquería de asamblea” para inmediatamente subrayar: “A estas alturas debemos convencernos de que la política está en las masas y no en las asambleas.”  Estas últimas palabras demostraban los intereses que él iba a defender durante su alcaldía; pero comprendió que en esos momentos se estaba “sacudiendo briosamente el yugo del imperialismo yanqui el cual, en todas las épocas, ha sido un fantasma de nuestros políticos.” Según el joven alcalde socialista de Holguín “la subordinación de nuestros políticos al imperialismo es igual a la sumisión de los voluntarios a la metrópoli española” (…) “y nosotros nos ponemos frente a frente a ese poder, por eso tenemos que formarnos economía propia a costa de cualquier sacrificio. Frente a nosotros está el porvenir, y en nuestras manos el presente. Servir de puente salvador a este enorme abismo es nuestra tarea.”

Otra de las características de la administración municipal del alcalde Masferrer fue tratar de desarticular a la oposición, para ello encarceló y expulsó de la ciudad a “casi todos los politiqueros”, entre ellos al procurador José Antonio Martínez, que era representante a la Cámara. Otro de los detenidos fue uno de los célebres Albanés quien, para evitar el encarcelamiento se hizo pasar por enfermo, pero el médico Dr. Avilés negó que en verdad lo estuviera.

El 3 de junio de 1936 Luis Felipe Masferrer apareció ahorcado en un hotel de México.

Al finalizar la Revolución del 30, la figura que definió los derroteros de Cuba fue el general Fulgencio Batista: el militarismo se enseñoreó en la Isla para decidir en la política de turno. Para entonces se instauraba el Gobierno de Concentración Nacional Caffery-Batista-Mendieta.

En este período es designado alcalde de facto en Holguín José García Portelles. (que asume en 1934 cuando Masferrer es sacado de la alcaldía y está en ella hasta marzo de 1936). En el año 36 es electo el liberal Rafael Ángel Aguilera, a quien su campaña caracterizó como “modelo de sencillez, y de  paternal mandato”. En verdad no hay imputaciones esenciales que hacerle al alcalde, pero sí, mucho, al presidente del Ayuntamiento, Oscar Albanés, en sus peticiones respecto al aumento y creación de impuestos municipales sin nada importar la crisis horrorosa que vivía el país.


La victoria de las elecciones de 1940 la obtuvo el auténtico Dr. Juan José. García Benítez, apoyado por su partido, por el ABC y por Acción Republicana. El programa presentado por el elegido alcalde auténtico respondía a lo preceptuado en la Constitución del 40 enrumbado a las necesidades locales. Desde su toma de posesión García Benítez comenzó a cumplir con el compromiso contraído con las fuerzas que lo llevaron al poder. Transcurridos siete meses de su gobierno se había pavimentado la calle Luz Caballero desde Maceo hasta el Cementerio y se inauguró el Dispensario médico montado a la moderna, edificio que compartía el Vivac Municipal. La labor de José García Benítez “…no ha dejado nada que desear”, en opinión  de la prensa local. “Él encontró la alcaldía en completo estado  de desbarajuste, en un nido de desaciertos políticos; fielmente ha sabido interpretar el programa del partido auténtico para provecho y beneficio del pueblo holguinero”. 

Realmente este gobierno local hizo mucho más de lo que hasta esos momentos otros habían hecho, y eso que ha de tenerse en cuenta la afectación del país por los primeros años de la Segunda Guerra Mundial, (afectación que también padeció el siguiente gobierno alcaldicio).

Sustituye a García Benítez en el sillón municipal el auténtico-republicano Antonio Díaz Fernández. Su gobierno alcaldicio duró 17 meses, desde el 15 de septiembre de 1944 hasta febrero de 1946. En enero de 1945 se creó el Comité Pro-Acueducto, Alcantarillado y Pavimentación y se prestó atención a los caminos que se dirigían desde Holguín a la Palma y Sao Arriba, barrios estos sumidos en un casi total aislamiento. Por cierto, después de estos trabajos es cuando comienza a gestarse la idea de construir caminos a través de los cuales llevar el turismo hacia la playa Guardalavaca.

También en el gobierno alcaldicio de Díaz Fernández es cuando cobra fuerza la idea de constituirse en Holguín la provincia del Norte de Oriente. Fue el 15 de enero de 1945 cuando se creó el primer comité para la lucha y propaganda en pro de dicho fin. (Aspiración reforzada en 1950, sobre todo porque el gobierno había prometido apoyar la creación de la Séptima Provincia. En 1951 el comité despliega el más intenso movimiento  comprometió a todas las instituciones y fuerzas vivas de Holguín, y al pueblo en general tratando de lograr la cara aspiración).

En las elecciones de 1946 obtuvo la victoria el auténtico Eduardo “Guarro” Ochoa Ochoa. Durante su período alcaldicio Guarro presentó un proyecto de Autonomía Municipal, que establecía que se entregara a los gobiernos municipales el importe de las recaudaciones que, centralmente, dominaba el Estado, con el propósito de emplearlas en las Obras Públicas municipales, pero como tantos otros el deseo del alcalde fue una simple fantasía. Muchas de las principales obras sociales tuvieron que ser promovidas, proyectadas y financiadas por asociaciones civiles como el patronato “Mil Amigos de Holguín.” Otra vía para tener “dineros” para obras públicas en el gobierno de 1946 fue crear un pequeño presupuesto inicial que, supuestamente, se completaría con la aportación popular.

Entonces este municipio no se diferenciaba mucho de los del resto del país: El abandono estaba entronizado, y el carácter participativo del pueblo en la gestión de gobierno no sobrepasaba el acto electoral. Ciudadelas enteras, dentro de la ciudad carecían de servicios de alumbrado público y electrificación, tampoco tenían esos servicios importantes barrios. Tan así era que fue en estos años cuando los dos barrios más poblados del Holguín de entonces se electrifican, (Vista Alegre y Pueblo Nuevo).

No obstante ha de mencionarse el nombre de Guarro Ochoa cuando del despegue urbanístico de Holguín se hable. Fue este alcalde el que consiguió que la Baystes Corporation hiciera estudios sobre las posibilidades de construir  Acueducto, Pavimentación, y Alcantarillado en Holguín, y la instalación de una Planta Eléctrica. El Consistorio también se ocupó de cuestiones dirigidas a enaltecer y preservar los valores del municipio: En 1944, se creó por decreto la Comisión  de Monumentos, Edificios y Lugares Históricos de Holguín.

En los comicios de junio de 1950 resultó reelecto Guarro Ochoa Ochoa como alcalde de Holguín y el 2 de noviembre de 1950 se le crea al municipio una institución judicial largamente batallada: La Audiencia de Holguín. De este modo quedaba saldada una promesa hecha a los holguineros por el presidente Prío Socarrás, en una visita que hizo a la ciudad en agosto de ese año.

La gestión alcaldicia de Guarro Ochoa se desarrolló movido por dos propósitos, uno, mantenerse en el poder, y otro, contribuir al progreso de la ciudad. Cada una de las obras publicas y, en especial, de los puentes construidos sobre los ríos que rodean el centro de la ciudad, se convirtieron en grandes actos de su campaña electoral, y en ellos quedó adheridas las placa donde rezaba el nombre del alcalde que había aprobado el presupuesto para su construcción. Sin embargo Guarro no consiguió que el presupuesto municipal alcanzara para sostener el Orfanato Anna Walker, dedicado a prestar auxilio  y atención a niños sin amparo filial.


En 1955 se convierte en el alcalde de Holguín  Segundo Sera Serrano. 

(Leer: Segundo Sera Serrano, último alcalde de Holguín en el periodo pseudorepublicano. 1955 - 1959)


10 de febrero de 2013

Brevísima historia de la Diócesis Holguín - Las Tunas


Por - Julia Elena Cedeño Cruz*

Los antecedentes más antiguos de la diócesis de Holguín  se remontan a los dos primeros siglos coloniales cuando el Cabildo de Bayamo pagaba a sacerdotes para que viajaran, una vez al año, y brindaran asistencia religiosa a unas pocas familias que vivían dispersos en las Tierras Altas de Maniabón.

Esa dicha situación cesó cuando se levantó un templo con carácter de ermita en 1692 en el hato de Managuaco. Templo que mudan para el paraje de La Guázuma en el hato de Las Cuevas en 1709. Por entonces y debido al aumento del número de hatos y al crecimiento relativo de la población de esta comarca,  se consolida  la idea de fundar  un poblado, que debía tener como centro una iglesia parroquial

En 4 de abril de 1720 la itinerante parroquia es vuelta a trasladar, ahora hasta Cayo Llano, donde, según la tradición, estaba en abrevadero del viejo hato de García Holguín. Era el día de San Isidoro y a la primera misa en la nueva parroquia asiste el obispo Fray Gerónimo Valdés.

Es un breve paréntesis de esta historia la presencia en Holguín de los frailes franciscanos quienes levantaron una capilla en el lugar donde hoy se encuentra la iglesia de San José. Fue la política ilustrada de la dinastía Borbón, que no mostraba mucha simpatía por las órdenes monásticas, la que impidió la consolidación de esa orden en Holguín, no obstante como permanente recordatorio de su presencia se encuentra la cruz que levantaron en el cerro de Ballado, hoy loma de la Cruz.

En el plano eclesial, culmina el siglo XVIII en el territorio de la actual jurisdicción de la diócesis de Holguín, con la creación de la iglesia de San Jerónimo de Las Tunas.

Y aunque en el siglo XIX el desarrollo es lento también es permanente en  la jurisdicción holguinera y en los territorios aledaños de la jurisdicción de Santiago de Cuba, como Mayari y Sagua de Tánamo. Ello provocó la creación de una red de parroquias en Gibara, Mayari y Sagua, y también en los importantes poblados de San Andrés, Fray Benito, Auras (Floro Pérez) y Las Bocas.


En la primera parte del siglo XX se levantan templos católicos en los poblados de Puerto Padre, Banes y Antilla, e igual  en algunos centrales azucareros como Jobabo, Chaparra, San Germán y Prestón.  En la década de los años cincuenta, la Iglesia Católica construye pequeños templos en el municipio Gibara, exactamente uno en La Naza y otro en el Recreo, a los que hay que sumar otro que quedó inconcluso en Candelaria.

Es después de la década de los ochenta cuando la Iglesia Católica reinicia su labor constructiva, ahora principalmente dedicándose a la reconstrucción y mejora de sus edificaciones. De lo anterior es un magnifico ejemplo la transformación de San Isidoro en Catedral y también lo hecho en la  Iglesia de San Fulgencio en Gibara. Además de la construcción de un soberbio templo en el pequeño poblado de Candelaria Munilla en el Municipio de Gibara, inaugurado por Monseñor Peña en 2005.

Esta brevísima reseña nos permite determinar las distintas etapas de la organización eclesiástica en el territorio donde posteriormente se creará la diócesis de Holguín.

La diócesis de Holguín fue fundada 8 de enero de 1979 y con ella se inició la ampliación de la estructura eclesiástica de la Iglesia Católica en Cuba socialista, con el objeto de lograr una re-evangelización de la población, y además acercar las estructuras eclesiásticas a la nueva división política administrativa.

Esta diócesis tiene una extensión de 14,089 kilómetros cuadrados e incluye las provincias de Holguín y la mayor parte del territorio de Las Tunas, (de esa provincia solo se exceptúan los municipios de  Amancio y Colombia que pertenecen a la archidiócesis de Camagüey). Según datos aportados por la institución, en 2006 la de Holguín contaba con unos 435 000 feligreses, lo que representaba el 27.1 % de la población que habita en el territorio de la diócesis. Además la de Holguín tiene 28 parroquias y 30 sacerdotes y 49 religiosos y religiosas.

El primer obispo de la Diócesis de Holguín fue Héctor Luís Lucas Peña Gómez, quien nació en Velasco, Holguín, el 18 de octubre de 1929. Peña fue ordenado sacerdote el 26 de junio de 1955, el 12 de enero de 1970 nombrado arzobispo auxiliar de Santiago de Cuba, el 19 de mayo de 1970 fue ordenado obispo titular de Novilacian y el 8 de enero de 1979 obispo de Holguín. Jubilado el 14 de noviembre del 2005 Peña ostenta la condición de obispo emérito.

Es el actual obispo de la diócesis Holguín – Las Tunas Monseñor Emilio Aranguren Echevarría, hijo de Santa Clara, en el centro de la Isla en 2 de septiembre de 1950, ordenado sacerdote el  primero de febrero de 1976, nombrado obispo de Cienfuegos el primero de abril de 1995 y obispo de Holguín el 14 de noviembre del 2005

Escuchar una conversación con Monseñor Aranguren en Barajagua, el lugar donde se veneró por primera vez la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, el 8 de septiembre de 2012, 500 aniversario de la aparición de la imagen

El centro de la diócesis Holguín – Las Tunas es la Catedral de San Isidoro, situada en el centro de la ciudad de Holguín. Esta iglesia fue levantada sobre las bases del primer templo holguinero y fue consagrada con la dignididad de catedral por el enviado del Papa, Cardenal Camilo Ruini, el 4 de enero de 1994.

Es nuestra Catedral uno de los edificios más bello y emblemático  de Holguín. Allí se atesora la única estatua de Juan Pablo II existente en Cuba, que fue debelada  por Monseñor Peña el 26 de junio del 2005, ante la presencia de todos los obispos cubanos en la clausura del Congreso Eucarístico Diocesano.

Por su parte la sede del obispo es un edificio moderno  y funcional que está situado en la calle Martí No. 36 entre las de  Máximo Gómez y Pepe Torres.

La diócesis inició con solo 12 sacerdotes y sin una estructura adecuada a la labor que se planteaba. Pero en  la actualidad (2011) la diócesis ha tratado de organizar su red parroquial acorde a las características socioeconómicas y culturales de los distintos territorios de su jurisdicción. En el presente cuenta con 8 zonas pastorales:

1.   Ciudad de Holguín
2.   Holguín rural
3.   Centrales azucareros
4.   Zona de turismo
5.   Zona de Gibara
6.   Zona del Níquel
7.   Zona de las Tunas
8.   Zona Tunas norte.

En cada zona funciona un número determinado de parroquias.  
En la Ciudad  de Holguín existen cinco parroquias: San Isidoro, San José, Jesucristo Redentor, San Joaquín y Santa Ana y Nuestra Señora de los Dolores.

En la Zona Rural de Holguín se existen las parroquias de San Andrés, San Pedro (Cacocum) y Buenaventura (Calixto García).
La Zona de los Centrales Azucareros comprende las parroquias de El espirito Santo (Tacajó), Sagrado Corazón (Báguanos) y San Germán.

La Zona de Turismo está integrada por las parroquias: Santa Florentina (Fray Benito), Nuestra Señora de la Caridad (Banes) y Nuestra Señora del Carmen (Antillas).

En la Zona de Gibara se encuentran las parroquias de San Fulgencio (Gibara), Jesús del Monte (Floro Pérez) y Nuestra Señora de Los Ángeles (Velasco).

La Zona del Níquel comprende  las parroquias de Nuuestra Señora del Carmen (Cueto), San Gregorio (Mayarí), Santa Teresa  de Jesús (Guatemala) y La Santísima Trinidad (Sagua de Tánamo).
Pertenecen a la Zona de Las Tunas las parroquias de San Jerónimo (Ciudad de las Tunas), San Juan Bosco (Ciudad de las Tunas), San José (Jobabo) y San Miguel Arcángel (Manatí).
A la Zona Las Tunas Norte corresponden las parroquias de San José (Puerto Padre), Nuestra Señora de la Merced (Delicias) y San Antonio de Padua (Jesús Menéndez).

Al valorarse esta red parroquial no es difícil comprender que la Zona Minera es la más débil, en especial hacia el este de la misma, por la inexistencia de templos católicos en los municipios de Frank País y Moa, (esta última, como se sabe, una importante ciudad minera con alta densidad de población).


Instituciones diocesanas

En los últimos años la diócesis ha ampliado su accionar a través de varias instituciones:
-Preseminario San Lucas, situado en la calle Pepe Torres No. 174 entre Frexes y Martí, que tiene como objetivo el trabajo con jóvenes que presentan vocación hacia el sacerdocio.
-Casa de la Divina Misericordia, Calle de Aguilera No. 187 entre las de Morales Lemus y Narciso López, que funciona básicamente como comedor para ancianos y otras personas que requieren  atención social.
-Cárita Diocesana, en Calle Peralejo número 19, que realiza las funciones de institución universal de la Iglesia a nivel local.
-Centro de formación y promoción laical “San Arnoldo Jansen”, en la calle de Máximo Gómez No. 149 entre las de Frexes y Martí. Es esta una especie de universidad católica que imparte diversos cursos, incluyendo Diplomados y Maestrías. De estos cursos de postgrados el de mayor aceptación fue la Maestría de Bioética auspiciada por la Universidad de Valencia, España.
-Casa pastoral juvenil  “Padre Varela”, en calle Máximo Gómez 380, entre Cables y Ángel Guerra, con el objetivo de la formación religiosa de la juventud.
-Casa de acogida, “María, Reina de Paz”, en Gibara, Holguín.
-Casa de convivencia, en la Playa de Herradura, municipio Jesús Menéndez, (Chaparra), Las Tunas.
-Casa de convivencia, Playa Macabí, Banes.


Publicaciones de la diócesis:

La revista diocesana “Cocuyo”, con periodicidad trimestral y cuyo perfil incluye variados temas: formación, información y promoción integral. Se publica en formato digital, pero su acceso está limitado a la red diocesana.


El texto es un fragmento de la Tesis de Graduación como Licenciada en Historia por la Universidad de Holguín.

4 de febrero de 2013

El primer texto sobre historia de la comarca o término de Holguín por don Francisco de Zayas

Ante la negativa del Gobierno español de abrir sus Archivos a los miembros de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que tenían el afán de escribir la Historia de Cuba, estos decidieron que, toda vez que todos sus miembros eran personajes influyentes en los Ayuntamientos locales, escribir las historias de las localidades.


Don Francisco de Zayas, Teniente Gobernador de Holguín escribe la que ha de considerarse primera historia de Holguín, (anterior al clásico texto de don Diego de Avila), que apareció en las Memorias de esa célebre y culta Sociedad, tomo XXII.

(Para ver el texto grande hacer clic sobre la imagen)










31 de julio de 2012

Protestantismo en el Holguín republicano (Introducción)

Por: Dr. Alejandro Torres Gómez de Cádiz Hernández

Los estudios sobre religión en Cuba han logrado, en la última década, una saludable apertura, que enriquecen el contenido de la cultura nacional. Sus tendencias giran más bien sobre la perspectiva de la conciencia religiosa, así como su expresión, pero pocas veces aducen al factor institucional y normativo.

La notable presencia norteamericana en la región nororiental de Cuba determinó un crecimiento singular de diversas denominaciones, todo ello aparejado al crecimiento socio económico que experimentó el área en aquel entonces.

A pesar de que no abundan datos integrales de la historia de este fenómeno, el acceso a documentos pertenecientes a las propias denominaciones permitió al autor introducirse en el asunto desde una perspectiva socio antropológica, lo cual brinda un resultado eficaz en la comprensión y orientación del tema, sin abandonar el rigor del contenido en su contexto y complejidad.

En el siguiente ensayo se estudia la labor educacional de estas denominaciones en el territorio de la actual provincia y asimismo las asociaciones que crearon. (Leer más)


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ALEJANDRO TORRES GÓMEZ DE CÁDIZ HERNÁNDEZ (Banes, 1972). Máster en Historia y Doctor en Ciencias Filosóficas. Es investigador y profesor del Centro de Estudios sobre Cultura e Identidad en la Universidad de Holguín. Obtuvo los premios nacionales Carlos Valdés Gárciga (1998) y Pedagogo Novel (2007), otorgados por la Asociación de Pedagogos de Cuba; Memoria Nuestra (2004, 2006) y Venga la Esperanza (2007) de la AHS.












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