Por Arquímedes de Paz y José Novoa
En 1527,
después de la campaña centroamericana Pedro de Alvarado regresa a España. Se
libra de las graves acusaciones que pensaban en su contra y recibe los títulos
de Adelantado y Gobernador de Guatemala, el hábito de Santiago y como colofón,
se une en matrimonio con Francisca de las Cuevas, sobrina del duque de
Alburquerque[1].
Pero hombre
ambicioso y de grandes empresas, como era, no le era suficiente la gobernación
de Guatemala y enterado de las noticias que le llegaban sobre tesoros fabulosos
en los reinos del Perú, de ahí que en 1532 acordó con el Emperador que enviaría
a su costa una expedición a los mares del Sur en son de conquista de islas y
tierras no descubiertas.
Cieza de
León[2]
dice textualmente que Alvarado “envió un navío a costa del Perú por la mar del Sur para que
tomase lengua de lo que había y de lo que era la tierra. Y como jefe puso a un
caballero de Cáceres, llamado García Holguín.
Los
contrarios a la tesis de que García Holguín es el mismo que aparecerá más
adelante como personaje principal en Perú, aseguran que se trata de dos
personajes distintos con igual nombre, sin embargo pasan por alto cuando Cieza
de León dice que se trata del mismo que capturó a Cuauhtémoc en Tenochtitlán.
“Volvió
García Holguín diciéndole al Adelantado (de Guatemala) que la tierra del Perú
era muy grande y rica y adonde se podría bien descubrir”[3].
Y por ese motivo en febrero de 1534 Pedro de Alvarado se dio a la vela con una
poderosa armada que desembarcó en Caraquez, en el actual territorio del
Ecuador.
[1] García Añoveros, Jesús María. “Alvarado,
Biografía”. Real Academia de la
Historia. 2018.
[2] Cieza de León, Pedro de. “Crónica del
Perú. Tercera Parte. Descubrimiento y conquista del Perú”. Lima. Perú:
Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial: Academia Nacional de
Historia, 1987.
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