Por: María Julia Guerra y Edith Santos
Estuvo junto a
Martí en la noche del 4 enero de 1892 cuando los miembros de diferentes clubes
revolucionarios aprobaron los proyectos de Bases
del Partido Revolucionario Cubano y sus Estatutos
secretos.
En
septiembre de 1894, en carta de Martí a Serafín Sánchez, que estaba en Cayo
Hueso lo menciona:
“[Ángel]
Guerra está ahí. Calderón le escribió acá, por malas manos. Yo escribiré a
Calderón, a fin de que entre de lleno en la confianza justa. Guerra dice en el
Cayo que Gómez “como que desaprueba” nuestras gestiones, lo que va contra lo
conveniente y lo verdadero. Y lo dice, téngalo por seguro, en los oídos de
quienes lo repiten y me lo preguntan, y lo van repitiendo. Use el dato para
remediarlo, y para que, por lo menos, vean nuestros amigos que no anda por ahí
muy abundante la discreción”[1].
Juan
Antonio Calderón Rodríguez, quien realmente debió apellidarse Calderón de la
Barca[2],
nació en Holguín el 30 de septiembre de 1849, hijo de Atanasio Calderón y
Nicasia Rodríguez, y fue bautizado en la iglesia San Isidoro con el nombre de
Félix María Juan Antonio Rodríguez Calderón. Su padre, el español Atanasio
Calderón de la Barca
y Villa, natural de Santibáñez de Carniedo (La Montaña, España
1817-Gibara 1875), llegó a Cuba en 1839 y se estableció en la ciudad de
Holguín, donde fundó un comercio y prosperó. Años más tarde, ya con una pequeña
fortuna y renombre, se casó el 23 de octubre de 1848 en la iglesia San Isidoro
con la holguinera Nicolasa Rodríguez Ochoa, perteneciente a una familia de
cierta fortuna en la comarca.
Atanasio Calderón de la Barca y Villa |
El matrimonio
tuvo nueve hijos: Juan Antonio, José Joaquín, (que falleció niño), Joaquín,
Agustín, Gertrudis, Francisca Javiera, Rosa Victoria, Adelaida Atanasia y
Nicolasa.
“Atanasio
decidió establecerse en Gibara. (…) Pero, pese a vivir en esa Villa, durante
bastante tiempo fue identificado como del comercio de Holguín”[3].
Después del 10 de octubre de 1868, cuando se inicia la primera guerra de
independencia en Cuba, Atanasio se enfrenta a los insurrectos de manera activa,
incluso llegó a formar un grupo de voluntarios a los que arma y lidera; y al
crearse un nuevo Ayuntamiento en Gibara, es nombrado su primer alcalde
(1874-1875). En 1875, cuando parecía que iba a dar su tan deseado viaje a
España, le sorprende la muerte.
Familia Calderón de Gibara |
Coincidiendo con la muerte de Atanasio, su primogénito Juan Antonio había concluido sus estudios de licenciatura en Medicina en la Universidad de Valladolid y regresó a Gibara para ponerse al frente de los negocios de la familia.
Según el
historiador Enrique Doimeadiós, en la década de 1880 Juan Antonio partió desde
Gibara hacia los Estados Unidos, huyendo, pues iba a ser enjuiciado por un
delito: él había hipotecado el ingenio de la famita y al no poder pagar la deuda,
dicen que le prendió fuego a los almacenes donde estaban los bocoyes de azúcar.
No ha sido
posible corroborar o negar lo que el investigador e historiador Morlot plantea
en cuanto a la actitud contraria de Juan Antonio Calderón Rodríguez hacia José
Martí, lo que sí podemos afirmar es que era gran amigo del general holguinero
Ángel Guerra, del cual escribió un folleto de 30 páginas, cuando este visitó
los Estados Unidos en 1892. Es posible que fuera Ángel Guerra quien influyera
en Juan Antonio contra José Martí.
Cuando hubo
concluido la guerra, (1898) Juan Antonio Calderón regresó a Cuba y se estableció
en la ciudad de Holguín. Al llegar venía casado y con hijos, entre ellos María,
quien luego fue una eminente compositora musical.
Durante 1901 participó en la política,
a favor de Tomás Estrada Palma, y fue proclamado Compromisario Presidencial,
junto a Luis de Feria, Cornelio Rojas, José Balán y Ricardo Sirvén
Pérez-Puelles[4].
[1] José
Martí. Obras Completas Tomo 3, p. 259.
[2] Archivo
Parroquial, Catedral San Isidoro, de Holguín. Libro 10 de Bautismo. Folio 238,
número 1641.
[3] Aurelio
González del Riancho y José Abreu Cardet . “Un carnedano y su descendencia en
el oriente cubano. Atanasio Calderón de la Barca”, Altamisa, Revista del Centro
de Estudios Montañeses. Gobierno de Cantabria. Consejería de Cultura, Turismo y
Deporte. Instituto de Estudios Cantabros. Tomo LX, Santander, España, 2002, p.
199.
[4] José A.
García Castañeda. “La municipalidad Holguinera”, p. 9.
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