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18 de julio de 2018

El gibareño Juan Antonio Calderón Rodríguez fue de los fundadores del Partido Revolucionario Cubano



Por: María Julia Guerra y Edith Santos
Estuvo junto a Martí en la noche del 4 enero de 1892 cuando los miembros de diferentes clubes revolucionarios aprobaron los proyectos de Bases del Partido Revolucionario Cubano y sus Estatutos secretos.
En septiembre de 1894, en carta de Martí a Serafín Sánchez, que estaba en Cayo Hueso lo menciona:
“[Ángel] Guerra está ahí. Calderón le escribió acá, por malas manos. Yo escribiré a Calderón, a fin de que entre de lleno en la confianza justa. Guerra dice en el Cayo que Gómez “como que desaprueba” nuestras gestiones, lo que va contra lo conveniente y lo verdadero. Y lo dice, téngalo por seguro, en los oídos de quienes lo repiten y me lo preguntan, y lo van repitiendo. Use el dato para remediarlo, y para que, por lo menos, vean nuestros amigos que no anda por ahí muy abundante la discreción”[1].
Juan Antonio Calderón Rodríguez, quien realmente debió apellidarse Calderón de la Barca[2], nació en Holguín el 30 de septiembre de 1849, hijo de Atanasio Calderón y Nicasia Rodríguez, y fue bautizado en la iglesia San Isidoro con el nombre de Félix María Juan Antonio Rodríguez Calderón. Su padre, el español Atanasio Calderón de la Barca y Villa, natural de Santibáñez de Carniedo (La Montaña, España 1817-Gibara 1875), llegó a Cuba en 1839 y se estableció en la ciudad de Holguín, donde fundó un comercio y prosperó. Años más tarde, ya con una pequeña fortuna y renombre, se casó el 23 de octubre de 1848 en la iglesia San Isidoro con la holguinera Nicolasa Rodríguez Ochoa, perteneciente a una familia de cierta fortuna en la comarca.

Atanasio Calderón de la Barca y Villa

El matrimonio tuvo nueve hijos: Juan Antonio, José Joaquín, (que falleció niño), Joaquín, Agustín, Gertrudis, Francisca Javiera, Rosa Victoria, Adelaida Atanasia y Nicolasa.
“Atanasio decidió establecerse en Gibara. (…) Pero, pese a vivir en esa Villa, durante bastante tiempo fue identificado como del comercio de Holguín”[3]. Después del 10 de octubre de 1868, cuando se inicia la primera guerra de independencia en Cuba, Atanasio se enfrenta a los insurrectos de manera activa, incluso llegó a formar un grupo de voluntarios a los que arma y lidera; y al crearse un nuevo Ayuntamiento en Gibara, es nombrado su primer alcalde (1874-1875). En 1875, cuando parecía que iba a dar su tan deseado viaje a España, le sorprende la muerte. 

Familia Calderón de Gibara

Coincidiendo con la muerte de Atanasio, su primogénito Juan Antonio había concluido sus estudios de licenciatura en Medicina en la Universidad de Valladolid y regresó a Gibara para ponerse al frente de los negocios de la familia.
Según el historiador Enrique Doimeadiós, en la década de 1880 Juan Antonio partió desde Gibara hacia los Estados Unidos, huyendo, pues iba a ser enjuiciado por un delito: él había hipotecado el ingenio de la famita y al no poder pagar la deuda, dicen que le prendió fuego a los almacenes donde estaban los bocoyes de azúcar.  
No ha sido posible corroborar o negar lo que el investigador e historiador Morlot plantea en cuanto a la actitud contraria de Juan Antonio Calderón Rodríguez hacia José Martí, lo que sí podemos afirmar es que era gran amigo del general holguinero Ángel Guerra, del cual escribió un folleto de 30 páginas, cuando este visitó los Estados Unidos en 1892. Es posible que fuera Ángel Guerra quien influyera en Juan Antonio contra José Martí.
Cuando hubo concluido la guerra, (1898) Juan Antonio Calderón regresó a Cuba y se estableció en la ciudad de Holguín. Al llegar venía casado y con hijos, entre ellos María, quien luego fue una eminente compositora musical.
Durante 1901 participó en la política, a favor de Tomás Estrada Palma, y fue proclamado Compromisario Presidencial, junto a Luis de Feria, Cornelio Rojas, José Balán y Ricardo Sirvén Pérez-Puelles[4].


[1] José Martí. Obras Completas Tomo 3, p. 259.
[2] Archivo Parroquial, Catedral San Isidoro, de Holguín. Libro 10 de Bautismo. Folio 238, número 1641.
[3] Aurelio González del Riancho y José Abreu Cardet . “Un carnedano y su descendencia en el oriente cubano. Atanasio Calderón de la Barca”, Altamisa, Revista del Centro de Estudios Montañeses. Gobierno de Cantabria. Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. Instituto de Estudios Cantabros. Tomo LX, Santander, España, 2002, p. 199.
[4] José A. García Castañeda. “La municipalidad Holguinera”, p. 9.

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