Por: Ventura Carballido
El
equipo acababa de asegurar el segundo puesto e iría a discutir el título. La
afición saltó al terreno. Indescriptible fue lo que ocurrió en el estadio Mayor
General Calixto
García. Los peloteros locales fueron cargados en hombros de la multitud que,
además, burlándose, se defendió de los gestos obscenos que el explosivo y
perdedor Víctor Mesa les hacía. (Generalmente a Víctor Mesa se le va la mano,
pero esa vez sobrepasó cualquier límite).
Ante
el equipo de Holguín se levantaba, como muralla nunca antes franqueada, tener
como rival en semifinales a
Villa Clara, (en esa serie los villaclareños habían sido victimarios del
Campeón Nacional Santiago de Cuba).
Tradicionalmente
los villaclareños eran el colectivo más difícil para los holguineros. Pero no tenían
otra opción, si es que querían ser los campeones, los de Holguín tenían que
ganarle.
El
primero de la serie pactada a siete encuentros, con la obligación de ganar
cuatro, se efectuó en el estadio holguinero. “Esa noche el estadio Mayor
General Calixto García parecía que iba a reventar, repleto como estaba. Por
doquier se leían los carteles que portaban los aficionados alusivos al paso
victorioso de Holguín, y provocativos, pero simpáticos con Villa Clara y su
mentor, el súper inquieto Víctor Mesa. Peñas Deportivas por allá y por acá,
orquestas, conga, todo un peculiar carnaval”. (Periódico ¡Ahora!, Calixto
González).
Luis Rguez |
En
este contexto comenzaron los enfrentamientos. En cada uno de ellos el equipo
holguinero vino de abajo en el marcador y los ganó los dos. En el primero de los juegos, en el sétimo inning, con
hombres en primera y tercera, Luís Rodríguez conectó jonrón que
puso el marcador 5-4.
Juan Rondón |
En el segundo los de Las Villas llegaron al 9no inning
ganando con dos carreras contra una que tenía Holguín. Parecía que todo estaba
decidido, sobre todo porque el pitcher contrario había conseguido ponchar a los
dos holguineros que fueron al bate. Con su acostumbrada prepotencia Víctor Mesa
ya celebraba, pero entonces uno de los hombres de Holguín consigue embasarse y
luego Juan Rondón conecta un largo cuadrangular que pone la pizarra 3-2.
En
los dos partidos siguientes de la semifinal se celebraron en el estadio Augusto
César Sandino de Villa Clara, pero Holguín no fue el mismo de las anteriores
presentaciones: Se vio desacertado en la mecánica de la defensa, los bateadores
ansiosos y los lanzadores no pudieron detener la acometividad de los bateadores
contrarios. El marcador se igualó a dos victorias para cada equipo.
Juan Pacheco |
El
quinto enfrentamiento también se jugó en el terreno particular de los
villaclareños. (Como se sabe, una derrota sacaría al equipo de la serie y
tendría que conformarse con el tercer lugar). Sin embargo los holguineros se
recuperaron: con dos hombres en circulación Juan Pacheco conectó jonrón. Así la porfía regresó al Calixto García, donde
se jugaría el sexto juego y también el séptimo si hacía falta.
El
sexto partido celebrado durante la noche del 15 de junio de 2002, parecía que
lo ganarían los villaclareños, quienes llegaron al final del noveno ganando
2-1. Los holguineros fueron a su última oportunidad.
Waldo Denis |
Consecutivamente conectan
hit Denis, Luis Rodríguez y Pacheco. Víctor Mesa cambia a sus pitcher después
del segundo de sus lanzamientos en un frenético nerviosismo que contagia a sus
peloteros. Finalmente era Yuliet López quien lanzaba. Lamarque batea por
Holguín con dos out. Conecta linea que pica en el jardín izquierdo, entran las
dos carreras que ponen a Holguín por encima. ¡Holguín estaba en la gran final
de la serie con una proeza que nadie hubiera imaginado, acababan de desbancar a
Villa Clara, el más ranqueado (fogueado) de los participantes en aquella serie.
Para conseguirlo fue muy útil el relevo del pitcher Orelvis Ávila, que para
entonces ya se había convertido en Caballo de Batalla de los holguineros.
Orelvis Ávila |
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