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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

21 de junio de 2020

Donde se ofrece información sobre García Holguín, que es el más antiguo mito de Holguín, al norte oriental de Cuba, o la proeza de Arquimedes de Paz y José Novoa Betancourt



































10 de mayo de 2020

García Holguín murió en Trujillo, Perú

Por Arquimedes Paz Pérez y José Novoa Beatncourt


Para 1550 García Holguín estaba en Trujillo y “(…) gozaba de una renta anual de 1 300 pesos otorgada por el Presidente La Gasca en el reparto de Huaynarima”[1]. Según Busto Duthurburu, La Gasca favoreció en el reparto a muchos de los que a última hora desertaron del campo de los encomenderos rebeldes y aceptaron el perdón real, (Zevallos Quiñones dice que García Holguín fue de ellos y que se plegó a La Gasca con armas y caballos[2]).
Seguidamente continuamos esta historia a partir de lo narrado por el historiador holguinero contemporáneo José Novoa Betancourt[3].
Recién regresado Verdugo de Panamá, La Gasca lo recriminó por sus desafueros y violencia y luego le aconsejó que se alejara definitivamente de Panamá y del Perú. Verdugo, obedeció y se fue a España, donde aspiraba a disfrutar sus muchas riquezas y, lo más importante para él, obtener el perdón de los reyes por los varios crímenes que había cometido. Y al parecer lo consiguió porque el Rey firmó una cédula que le permitía volver al Perú y volvió, el temible Verdugo volvió al lugar donde había sido rebelde contra la corona española. En Perú encontró que el Presidente de la Audiencia había entregado a García Holguín casi todos sus indios, creyendo como creía que Verdugo no regresaría jamás, y como es fácil de imaginar el eterno rival de García Holguín entabló un litigio judicial.
Holguín no logró ver el final del proceso que cada vez se hacía más largo. Murió el 20 de mayo de 1557 sin dejar descendencia[4]. Lo enterraron en la Iglesia Mayor de Trujillo y luego su viuda doña Beatriz de Isásaga continuó el pleito.
Verdugo murió diez años después que Holguín y todavía los jueces no habían dado su veredicto, por lo que las dos viudas retomaron el engorroso litigio.


[1] Busto Duthurburu, José Antonio del. “Dos personajes de a conquista del Perú”. Lima: Editorial Universitaria, 1969 y “García Holguín”. “Diccionario histórico-biográfico de los conquistadores del Perú”, Arica, Lima, 1973
[2] Zevallos Quiñones, Jorge. “Los fundadores y primeros pobladores de Trujillo del Perú” Vol. I. Las Semblanzas. Trujillo: Fundación Alfredo Pinillos, 1996.
[3] Novoa Betancourt, José. “García Holguín, nueva visión”. Holguín: Ediciones Holguín, 2010.
[4] Archivo General de Indias, Sevilla. Consejo de Indias: Jordana Mejías contra Beatriz de Isásiga. 1570b, Justicia, 415, No. 2, Folio 15.

Conflicto entre García Holguín y Melchor Verdugo (II)

Por Arquimedes Paz Pérez y José Novoa Beatncourt


Para continuar la historia del enfrentamiento entre Melchor Verdugo y García Holguín hay que regresar en el tiempo al instante en que inician las Guerras Civiles en el Perú.
En el enfrentamiento entre Pizarro y Almagro, Melchor Verdugo fue pizarrista. Y después llegó Vaca de Castro nombrado por la Corona juez comisionado y gobernador del Perú y concluyó el enfrentamiento entre seguidores de uno u otro bando.
Le sigue cronológicamente la llegada del primer Virrey Blasco Núñez Vela quien amparado por las Leyes Nuevas quitó posesiones a los encomenderos; estos se sublevaron y capitaneados por el hermano menor de Pizarro, Gonzalo Pizarro presentaron un proyecto de separación de la corona.
Los seguidores de Gonzalo Pizarro causaron desmanes y saqueos de todo tipo en Perú y también en Panamá y Nicaragua. Sin embargo, Melchor Verdugo y García Holguín, que eran encomenderos perjudicados, apoyaron a Gonzalo Pizarro. Pero posteriormente Verdugo se alió con el Virrey y los encomenderos rebeldes fueron por él, lo apresaron y le exigieron explicaciones convincentes para no ser ejecutado.
Al final los seguidores de Gonzalo Pizarro le perdonaron la vida a Verdugo pero este, para no tener que tomar partido en las acciones rebeldes, se refugió en Trujillo y se fingió enfermo.
Precisamente en ese momento es cuando Verdugo ideó una estratagema para salir de Trujillo con armas y dinero y proclamar nuevamente su lealtad al rey[1]. Esto fue lo que hizo: con el supuesto de su supuesta enfermedad logró atraer hasta su casa a varios de los vecinos principales de Trujillo, entre ellos a García Holguín, y una vez dentro, los encerró, los tomó como rehenes, los acusó de deslealtad al Rey y les exigió dinero como rescate que él, aseguró, entregaría como contribución a la causa real.
A la vez y con los rehenes a buen resguardo, Verdugo arengó a la población y logró captar adeptos que se sumaron a la revuelta e, incluso, saquearon algunas casas.
Cuando los prisioneros hubieron pagado por su libertad, Verdugo y sus secuaces los llevaron hasta la playa y confiscaron el barco nombrado Santiago, que se hallaba fondeado. “Seguidamente ordenó que los soltaran a todos menos a García Holguín y a Cristóbal Angulo, a los que hizo subir al barco y se los llevó consigo”[2]. Según Duthurburu “parece la causa de que Verdugo no liberara a estos dos personajes es que García Holguín no quiso pagar su rescate y Angulo no tuvo con qué”. Siguiendo al mismo autor los sucesos ocurrieron el 31 de octubre de 1544*, día de San Quintín[3].
Verdugo navegó hacia Nicaragua donde sus hombres causaron todo tipo de desórdenes[4]; después, atravesando el Lago de Nicaragua salieron por su desaguadero al Mar Caribe, en arriesgada travesía.
La documentación hasta ahora revisada no aporta información sobre cuál fue el destino de García Holguín durante o después de la travesía con Verdugo hasta el Mar del Norte, como se le llamada entonces al Océano Atlántico. La próxima referencia sobre el personaje es de 1547 cuando algunos documentos señalan su presencia en Trujillo nuevamente[5]. 

*Se subraya esta fecha porque resulta relevante en cuanto al cotejo de fechas y hechos registrados por la historiografía tradicional de la región de Holguín, Cuba. Esa dice que García Holguín estaba en este lugar en abril de 1545 y que en esa fecha reabrió su hacienda, dedicándola ahora a la cría de hatos de reses y caballos.


[1] Busto Duthurburu, José Antonio del. “Dos personajes de a conquista del Perú”. Lima: Editorial Universitaria, 1969 y “García Holguín”. “Diccionario histórico-biográfico de los conquistadores del Perú”, Arica, Lima, 1973
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] Lockhart, James. “El mundo hispanoperuano 1532-1560”. México: Fondo de Cultura Económica, 1982.
[5] Pérez de Tudela Bueso, Juan. Editor. “Documentos relativos a don Pedro de la Gasca y a Gonzalo Pizarro”. Vol, I. Archivo Documental Español. Madrid: Real Academia de la Historia, 1964.

Conflicto entre García Holguín y Melchor Verdugo (I)



En plena etapa del gobernador Vaca de Castro estalló el conflicto entre García Holguín y Melchor Verdugo (que antes hemos esbozado).
El gobernador, en cumplimiento de las ordenanzas recibidas de Carlos V para reformar las encomiendas, decidió en 1543 dividir la perteneciente a Verdugo, considerando que dicho repartimiento poseía un número excesivo de indios tributarios[1]: siete “guarangas”*.
De las siete guarangas que le habían pertenecido a Verdugo, tres se entregaron a Hernando de Alvarado. A la muerte de este pasaron a Diego de Urbina y posteriormente a García Holguín. Verdugo, no satisfecho con la decisión inició un largo litigio contra García Holguín con el objeto de recuperar lo perdido**.


*Siguiendo el sistema e organización Inca, una guaranga era igual a siete pachacas y una pachaca igual a cien familias.
**En los Archivos de Indias en Sevilla aparece abundante documentación sobre el proceso, que es accesible a través de Internet.


[1] Sánchez Zorrilla, Manuel. “La encomienda de Cajamarca: apuntes para su historia”. Repositorio. Monografías.com, octubre de 2015.

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