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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

6 de enero de 2015

LA CASA DEL GRAN ALMIRANTE ESTA EN BARIAY.

Portu-Patris, un mito[1].

Por. Reynaldo López.     
           

(Tratase de un video que muestra en menos de dos minutos qué es Bariay)

Rico en discusión, en dialogo sincero y apasionado, así como lleno de conferencias de un alto nivel científico por importantes figuras de la cultura cubana, resulto el evento El V Centenario Visto por Cuba, celebrado en la Sala Polivalente del Hotel PerniK con la asistencia de casi un centenar de personas.

En cada día de los tres de intensas jornadas hubo momentos felices para los hombres que sueñan con encontrar la verdad en su incesante búsqueda de conocimientos de lo real maravilloso acontecido en los últimos 500 años.
El doctor Antonio Núñez Jiménez abrió el evento con una solidad intervención en la que apoyándose en el Diario de Cristóbal Colón, fue apuntando la presencia de los europeos en nuestras tierras y el importante papel desempeñado por los indios desde la llegada y partida de cada viaje.
No se quedó atrás el profesor Salvador Vilaseca cuando dibujó diez posibles sitios del encontronazo en un tono rico, fresco y lleno de una dulce ironía, para al final dejar las conclusiones a nuestro razonamiento. Sin interferir en lo absoluto.

Otro tanto hicieron los historiadores Julio le Riverand y Eusebio Leal, quienes en una oratoria coherente, con amplios argumentos, fueron desenredando las madejas de un acontecimiento con diversos matices y diferentes puntos de vista en el mundo.

Punto culminante resultó la ponencia Portus-Patris, realizada por un equipo de jóvenes de la provincia Las Tunas, quienes concluyeron en su exposición que realmente Puerto Padre fue el escenario por donde hace 500 años arribó el Almirante genovés.

El ensayo de los autores afirma categóricamente que por la bahía de puerto padre llegaron los marinos y advierten que el llamado por Colón Río de Mares es en la actualidad la bahía de Manatí.

Presentan otra serie de estimaciones, muchas de ellas en grado absoluto e incluso en algún momento llagan a herir a otros autores, a quienes se les sitúa en una posición desfavorable desde el punto de vista científico.

Rolando Bellido y Alfredo Álvarez, con su conferencia Acerca de San Salvador-Patris, pusieron el dedo en el detonador para aclarara algunas cosas, aunque el tono fue un poco fuerte.

Los autores explican paso a paso los errores apreciables por ellos en su estudio y llegan a plantear: Hay muchos ejemplos de tratamiento irreverente que linda con lo irrespetuoso.

Antonio Núñez Jiménez, al referirse al tema, observó que él había sido el autor más mencionado, “lo cuál, además, es una honra. Me fui viendo en el deber de exponer mis opiniones con la modestia que dan los años. Creo que algunas de las cuestiones negativas que se han señalado a los autores de Portus-Patris son consecuencia de una Juventud”.

“Yo voy a ser lo más honesto que pueda; trataré de ser lo menos hiriente posible. La primera observación que quiero hacer es que los compañeros no han leído el Diario de Cristóbal Colón y eso lo puedo probar en dos segundos, cuando dicen que Colón habla del río de San Salvador y en todo el folleto ocultan, y aquí lo hicieron otra vez, el dato de que Colón le dice Puerto de San Salvador”.

“Y voy a la prueba: Diario de Colón, página 28 de octubre de 1492: Llamo el Almirante aquel puerto y río de San Salvador.” Es otro dato clave cuando ellos dicen que Colón en primer lugar habla de un territorio llano, pero no dicen que en ese mismo párrafo el Almirante, el 28 de octubre, escribe que es lleno de montañas muy hermosas. Hay otras aseveraciones de los autores que no tienen nada que ver con el Diario de Cristóbal Colón.”

“Yo tengo por costumbre, desde muy niño, haber basado mis investigaciones sobre el terreno. Nunca escribí por lo que otros escribieron.”
“Para asegurar algo en relación con la famosa Mezquita de Colón, me fui a Andalucía…y alquilé un taxi en Granada. Le dije al chofer, un gitano parlanchín, que me hablara de todo lo que quisiera, pero que cuando llegáramos a la vista de la Peña de los Enamorados no me dijera nada. Al doblar la curva de un camino le dije al gitano: Oye, esa es la Peña de los Enamorados y él me respondió: ¿Pero tú habías estado aquí antes? Entonces le dije que no, que donde yo había estado era en Bariay con el Diario de Colón en la mano.” 

El experimentado científico detalló otros aspectos sobre su seguro convencimiento de que fue Bariay la zona del encontronazo y argumento que la información geográfica ofrecida por los autores de Portus-Patris es falsa.

Esa mañana no quedó dudas sobre el tema. Argumentos muy sólidos dejaron muy mal parada la tesis de Portus-Patris. En general fue el criterio que apreciamos después del ameno diálogo. Oportunidades habrá para volver al tema, pero de momento la casa del gran Almirante sigue en Bariay.








[1] Tomado del Periódico Ahora, Holguín, Cuba.  31 de Octubre de 1992.




Evento Científico El V Centenario Visto desde Cuba realizado entre los días 26 y 28 de octubre de 1992 en la ciudad de Holguín.



Programa.

Sábado 26:
8:30 p.m. Inauguración de la Exposición V Centenario.
9:00 p.m. Homenaje a Historiadores. Velada Cultural Noche Cubana.
                 Museo Prov. La Periquera.

Domingo 27:
8:00 a.m. Recorrido por Bariay.
10:00 a.m. Acto de proclamación del museo de Sitio Chorro de Maíta como Monumento Nacional.
2: 30 p.m. Conferencia Magistral. Dr. Antonio Núñez Jiménez. Titulada: A 499 años de la llegada de Colón a América.
4:30 p.m. Ceremonia de entrega de símbolos del Territorio. Plaza de la Revolución.

Lunes 28. Trabajo en Comisiones:


COMISIÓN No. 1.

8:30 a.m - 9:05 a.m.

Testigos arqueológicos de Cayo Bariay.
Dr. José Manuel Guarch del Monte.

9:05 a.m. - 9:40 a.m.

Trascendencia histórica y valores naturales de la bahía de Bariay y su entorno geográfico.
Licenciados. Ángela Peña y José Abreu.

10:00 a.m. – 10:30. a.m

Aproximación a la Vigencia del descubrimiento.
Licenciados. Armando Rodríguez y Eliécer Córdoba.

Trascendencia Cultural del encuentro entre el Viejo y el nuevo mundo.
Lic. José Vega Suñol.

10:30 a.m - 11:10. a.m.

Discusión.

11: 10 am. - 11:40 a.m.
Colonización y formación de la conciencia religiosa en Cuba.
C. Dr. Carlos Córdova.

Colonización  e identidad Cultural.
Licenciados Raúl Troya y Fidel Troya.

11:40 a.m - 12:20. p.m.

Discusión.

2:00 p.m. – 2: 45 p.m.

Consecuencia de la conquista para el nuevo mundo.
Licenciado Pedro Leyva y C. Dr. Samuel Olivero.

La destrucción y supervivencia del aborigen cubano.
Lic. Hernel Pérez Concepción.

Misiones y colonización en Hispanoamérica.
C. Dr. Carlos Córdova y Lic. Rigoberto Segreo.

2:45 p.m. - 3:45 p.m.

Discusión.

4:00 p.m. - 4:35 p.m.

Valoración Martiana de la conquista y colonización.
C. Dr. Arnaldo  Zaldivar.

4:35 p.m. – 5:05 p.m.

Enjuiciamiento de Cristóbal Colón.
Lic. Rigoberto Segreo.

5:05 p.m. – 5:40 p.m.

Novela y creación literaria en el V Centenario: Colón y los descubrimientos en  la nueva narrativa latinoamericana.
Lic. Eugenio Marrón. UNEAC.


COMISIÓN No. 2.

8:30 a.m. - 9:00 a.m.

Condiciones naturales: Clima, hidrografía, geomorfología y Relieve y geología de la Bahía de Bariay.
Ing. Cosme Casals Corella.

Caracterización de los parámetros ecológicos de los organismos en el Cayo   Bariay.
Lic. Manuel Fernández y otros.

9:00 a.m. - 9:40 a.m.

Discusión.

10:00 a.m. – 10:30. a.m 
Informe preliminar: Estudio biológico de los alrededores de las Bahías de Bariay y Jururú. Estudio de la flora vegetal de Cayo Bariay  y sus alrededores. Lic. Juan L. Verdecía, Celina Almaguer y Rogelio Ochoa.

Algunos Indicadores en la caracterización de la bahía de Bariay.
Lic. Carmen Zayas y otros.

10:30 a.m - 11:10. a.m.

Discusión.

11: 10 a.m. - 11:40 a.m.

Estudio de la flora y vegetación costera comprendida entre Bahía de Gibara y Bahía Bariay.
Lic. Jacobo Urbino y otros.

Proyecto de reforestación del río Bariay desde Bahía de Bariay hasta la sabana.
Especialistas Empresa Forestal. Rafael Freyre.

11:40 a.m - 12:20. p.m.

Discusión.

2:00 p.m. – 2: 45 p.m.

Informe preliminar de la fauna de Cayo Bariay.
Museólogo. Alejandro Torres y otros.

Caguayos de Bariay.
Lic. Raúl Agüero Cobiella.

Bariay: Su fauna medio milenio después.
Lic. Raúl Agüero Cobiella.
2:45 p.m. - 3:45 p.m.

Discusión.

6:00 p.m. - Conclusiones.

El quinto centenario visto desde Cuba



Entre los días del 26 y 27 de octubre de 1992 se realizo el evento “El V(5to) Centenario Visto desde Cuba”, con sede principal en la Sala Polivalente del Hotel Pernik de esta ciudad de Holguín. Asistieron el Dr. Antonio Núñez Jiménez, el Dr. Salvador Vilaseca, los historiadores Dr. Julio le Riverand, Dr. Eusebio Leal Spengler, el arqueólogo Dr. José Manuel Guarch Delmonte y otras valiosas personalidades entre los que estaban varios investigadores de diversas instituciones. 
En el conclave se presento la muy polémica ponencia: “Portus Patris: La llegada de Colón en Cuba”, de Arnaldo A. Rueda Quintana, Armando Martínez Rueda, Orlando Martínez Rueda y Tomás N. Martínez Rueda todos de la provincia Las Tunas. Ellos, obviamente, expusieron que el verdadero lugar del arribo de Colób a es Puerto Padre.

(Nota de prensa publicada por el periódico Ahora).

Como oposición a dicha ponencia no solo se pronunciaron las intervenciones de los destacados historiadores, geógrafos, arqueólogos entre otros especialistas, sino que a continuación se presentó la ponencias delos investigadores holguineros Víctor Rolando Bellido Aguilera y AlfredoÁlvarez Almaguer, donde se demostraba la falta de fundamentación de la ponencia anterior, donde se decían muchas cosas de forma absoluta y sin evidencia ninguna que las demostrara, llegando, incluso, a herir a otros autores a quienes se les sitúa en una posición desfavorable desde el punto de vista científico.

La mesquita de Colón

Lógicamente el presidente de la Comisión Organizadora del evento, Dr. Antonio Núñez Jiménez, intervino para dar su criterio al respecto y la prensa publicó su intervención que ahora reproducimos. Dijo Núñez que había sido él, el más mencionado por los autores de la ponencia, “lo cuál, además, es una honra, pero a la vez me obliga a exponer mis opiniones, y lo haré con la modestia que dan los años. Creo que algunas de las cuestiones negativas que se han señalado a los autores de Portus Patris son consecuencia de su Juventud.

“Yo voy a ser lo más honesto que pueda y trataré de ser lo menos hiriente posible. La primera observación que quiero hacer es que los compañeros no han leído el Diario de Cristóbal Colón y eso lo puedo probar en dos segundos, cuando dicen que Colón habla del río de San Salvador y en todo el folleto ocultan el dato, y aquí lo hicieron otra vez, que Colón le dice Puerto de San Salvador. Y voy a la prueba: Diario de Colón, página 28 de octubre de 1492: Llamo el Almirante aquel puerto y río de San Salvador.

“Es otro dato clave cuando ellos dicen que Colón en primer lugar habla de un territorio llano, pero no dicen que en ese mismo párrafo del 28 de octubre, el Almirante escribe que está el lugar lleno de montañas muy hermosas. Igual hay otras aseveraciones de los autores que no tienen nada que ver con el Diario de Cristóbal Colón.

“Yo tengo por costumbre, desde muy niño, haber basado mis investigaciones sobre el terreno. Nunca escribí por lo que otros escribieron.
“Para asegurar algo en relación con la famosa Mezquita de Colón, me fui a Andalucía…y alquilé un taxi en Granada. Le dije al chofer, un gitano parlanchín, que me hablara de todo lo que quisiera, pero que cuando llegáramos a la vista de la Peña de los Enamorados no me dijera nada. Al doblar la curva de un camino le dije al gitano: Oye, esa es la Peña de los Enamorados y él me respondió: ¿Pero tú habías estado aquí antes?, entonces le dije que no, que donde yo había estado era en Bariay con el Diario de Colón en la mano”.

El experimentado científico detalló otros aspectos sobre su seguro convencimiento de que fue Bariay la zona del encontronazo y argumentó que la información geográfica ofrecida por los autores de Portus-Patris era falsa. Asimismo otros muy sólidos y científicos argumentos dejaron invalidada dicha tesis. 

El 28 de 0ctubre de 1992 el Dr. Armando Hart Dávalos, miembro del Comité Central del Partido y ministro de Cultura,  en el acto central conmemorativo del V centenario, celebrado en Bariay afirmo que “en Bariay lo que realmente se descubrió hace cinco siglos fue el camino del mundo” y en sus palabras de clausura ratificó “la veracidad de la llegada del valiente marino por Cayo Bariay y no por otro lugar, porque existen suficientes argumentos científicos para asegurarlo”.


20 de noviembre de 2014

Andrés García Benítez, pintor poco recordado en Holguín*


Andrés García Benítez nació el 10 de Julio de 1916, en la casa sita en la calle Libertad No. 73, frente al Parque Calixto Garcia, en esta ciudad de Holguín que luego fue ocupada por la Tienda Sears, ahora Hanoi.

Dos años de Bachillerato cursó en el Colegio "Holguin", pero una tarde, con todo el júbilo de su juventud en los ojos, aseguró a su padre que no seguiría estudiando el bachillerato para dedicarse a la pintura. Y el padre comprensivo vio en este gesto el signo de una vocación tan imperiosa, que no se resistió.

Aprendió Andrés a dibujar sin maestros y si bien es cierto que las Academias de Pintura ayudan a avanzar por los procelosos caminos del arte, se puede pensar que fue la falta de normas académicas la que le permitió al pintor holguinero a tener la originalidad que mostró y esa fuerza que exhibía en cada gesto suyo. Pasados los años, tarde, cuando era pintor ya, Andrés García Benítez estudió un poco en una Academia en New York.

Su primera exposición la hizo en Holguín. Fue aquella semi-privada y estuvo en la casa de Andrés Torres Ochoa. Entonces el artista no había cumplido los primeros 15 años de su edad. Y después expuso sus cuadros en el Círculo de Bellas Artes de la Habana; fue el 10 de Septiembre de 1934. Tuvo una critica favorable en la prensa nacional.

Otra exposición muy importante y exitosa fue la que presentó en New York y que a su regreso a la Habana puso en el Liceum, repitiéndola mas tarde en el mismo lugar.

Obtuvo Andrés el Primer Premio en el Concurso organizado por la más importante revista de Madrid "Mundo Hispanico", donde concurrieron artistas de distintos países. Después el Premio "Juan Gualberto Gomez" a la mejor portada del año. (Este es un premio que tiene gran importancia artística que se le ha concedido al holguinero en dos ocasiones).

Premio "Talia", otorgado por el Patronato del Teatro de la Habana. Luego declarado como el mejor escenógrafo del año. Primer Premio de Carrozas del Carnaval de la Habana. (La Volanta de la Casa Bacardi), que fue traída a Holguin para sus Carnavales.

Es trascendente el trabajo de Andrés García Benítez como diseñador de las portadas de la revista Carteles, trabajo este que se inició remitiendo el artista sus obras por correo desde Holguín. Veinte años se desempeñó Andrés en Carteles y en Vanidades, obligando a los críticos a decir que son únicas sus portadas por el estilo que ya todo el pueblo de Cuba conoce y admira.



Pero no menos importante ha sido su labor como escenógrafo y diseñador: Las Salas Teatros de la Habana: Prometeo, Talía, Las Mascaras y otras han presentan la mayoría de sus obras con la valiosa escenografía del artista holguinero. Recientemente y en la temporada teatral del "Martí" y el "Auditórium" hizo García Benítez la escenografía para "La Viuda Alegre"; "El Conde de Luxemburgo" y "Cecilia Valdés", mereciendo por este trabajo los mas altos elogios de la critica. Es también el holguinero escenógrafo del Cabaret Tropicana.

Frecuentemente viajaba Andrés a Europa (España, Italia, Francia, Inglaterra, Suiza) y también a México, donde disfrutan su arte.


NOTA. Andrés García Benítez va a residir en España en 1966, donde realiza proyectos y exposiciones. Luego viaja a Puerto Rico y allí continúa su trabajo. En 1980 regresa a Cuba y fallece en Holguín en 1981.

*Articulo tomados del Periódico Norte. Edición Monumental del jueves 21 de agosto de 1958.

En el Museo Provincial de Holguín se conservan todas las portadas hechas por García Benítez para "Carteles".


18 de noviembre de 2014

Pedro Vázquez Hidalgo, el niño héroe.




 General Pedro Vázquez Hidalgo


En su discurso en conmemoración del 10 de Octubre de 1868, en el Masonic Temple, Nueva York, 10 de octubre de 1888, dijo José Martí:

Señoras y señores:
Brevísimas frases, puesto que hemos empleado tanto tiempo, por el ardor inevitable del corazón, en dar salida a las pasiones evocadas por el recuerdo y la presencia de nuestros héroes, que ya no nos queda, a esta hora adelantada de la noche, espacio ni ocasión para rebajar con frías palabras de análisis, por necesarias que sean, por indispensables que sean...

(...)

Hoy mismo, evocando recuerdos, me hablaba nuestro presidente de lo que en Cuba presenció un ilustre irlandés. Era la noche. Era la victoria. Teas de júbilo ciñeron de pronto la hoya donde vigilaba el campamento de Calixto García Iñiguez. Ya se acercan los triunfadores, los que han quitado al contrario tres cornetas, diecinueve fusiles, ochenta vidas. En la procesión venía, levantado de codos sobre su camilla, un niño glorioso. Traía la pierna atravesada. Era horrenda la boca de la herida. Parecía enmarañada y negruzca, un bosque de sangre. El dolor le iba y venía al niño herido, a Pedro Vázquez, en olas de muerte por el rostro. Todos lo rodeaban con ternura. No bajaba la cabeza. No abría el puño cerrado. Los labios, apretados, para que no se le saliese la queja. Al irlandés le pareció el niño sublime. (...)

*Al irlandés al que se refiere Martí es James O´Kelly, corresponsal del The Sum que viajó a Cuba y publicó un texto: La Tierra del Mambí.

Compra que hace el General independentista Pedro Vázquez e Hidalgo.




Gral Pedro Vázquez Hidalgo
El 30 de agosto de 1901, seguramente que después de cobrar la pensión que le correspondió como General independentista que fue, Pedro Vázquez e Hidalgo, de 49 años de su edad, de esta vecindad de Holguín y empleado público, compra y regala a su legítima esposa Caridad Sánchez y Leiva, (Sic) de la misma vecindad que el esposo y de solamente 20 años de su edad, los sitios de labor y crianza nombrados Santa Teresa y La Caridad, ambos ubicados en la hacienda comunera de Cacocum. (No fue esta niña su esposa definitiva).


El primero con sus abiertos y sin casas, ni cercas ni labranzas y el segundo en iguales condiciones. Por el Santa Teresa paga 220.00 pesos oro español y 100.00 por el segundo.


Información tomada de: Notario Emiliano Espinosa. 1901. Tomo 2. Escritura 226


17 de noviembre de 2014

El marqués de Guisa, primer Teniente a Gobernador que tuvo Holguín.


Con datos tomados del libro: El Marquesado de Guisa de los historiadores Orlando Guevara Díaz y Aldo Daniel Naranjo Tamayo.

El padre del marqués de Guisa fue el fundador de la ciudad de Holguín y el marqués: el primer Teniente Gobernador.

Alcalde de Bayamo, como era, el padre del marqués, don Bartolomé Luis de Silva, en una de sus visitas de ordenanza a la silenciosa zona norte de la jurisdicción bayamesa (Holguín), convenció a los vecinos de la utilidad que era para todos, incluyéndolo a él, que tenía propiedades en la comarca, de reunirse en un punto y formar un pueblo para luego solicitar título al Rey y poder gobernarse por sí mismos.


No se ha podido precisar el día y el mes del nacimiento del luego marqués de Guisa, solo se sabe que nació en Bayamo en 1700 y que era el primogénito del matrimonio formado por don Bartolomé Luis de Silva y Ferral Tamayo y doña Ana María Ramírez de Arellano y Santiésteban, ambos naturales de San Salvador de Bayamo y gente de grandes propiedades. Los Silva eran ganaderos y productores de azúcar: dueños, entre otras extensas propiedades, del hato de Aguarás.


Obviamente que el hijo de tan grandes potentados hizo estudios superiores, primero en La Habana donde se hizo Bachiller en Leyes y posteriormente en España donde obtuvo el título de Abogado.



Una vez que el joven y riquísimo heredero regresa a Bayamo escoge mujer para hacer familia: se casa con otra rica heredera: Doña Ángela de Aguilera y Tamayo y con ella tiene una hija a la que nombraron Francisca Antonia del Rosario.


Es por entonces cuando muere el padre de don José Antonio de Silva, y este, el hijo mayor, hereda el título de Regidor Perpetuo y varios sitios del Hato de Aguarás. Luego él hace compras a su propia madre, consiguiendo con ellas hacerse dueño de la enorme hacienda de Santa Bárbara, ubicada cerca de Bayamo y a la que convierte en una finca para la cría de ganado vacuno de raza. (Es todo lo anterior lo que proyectan al futuro Marqués de Guisa como un hombre prominente dentro de la prominente oligarquía bayamesa). Y, además, como era costumbre entre los potentados bayameses, su participación activa en el contrabando, o sea, que vendió y compró a los corsarios y piratas que llegaban a las costas de Bayamo: carne y cuero de reses, y también tabaco y maderas preciosas a cambio de esclavos.


Entonces, repentinamente muere su primera esposa, don José Antonio de Silva se casa con una prima de aquella: Doña Antonia Tamayo y Aguilera, con quien tuvo un hijo: Juan de Paula.


…..


Como Regidor de Bayamo que era, don José Antonio de Silva ocupaba el cargo de Subdelegado de Marina y en 1730 salió electo Alcalde Ordinario de la jurisdicción[1].


En 1746, asume como Gobernador de Oriente el coronel de los Reales Ejércitos, don Alonso de Arcos y Moreno, quien era un amigo cercano de don José Antonio de Silva. Al año siguiente Silva vuelve a resultar electo Alcalde Ordinario[2] de Bayamo.


Aunque nos apartemos por varios párrafos de la biografía del marqués es precisa la siguiente disgregación para hablar del cargo de Teniente Gobernador. Este era un funcionario seleccionado por el Rey que tenía la misión de bajarle los sumos y obligar a los vecinos a cumplir las disposiciones reales. (Los Alcaldes eran elegidos entre los vecinos, por tanto ellos se beneficiaban con no cumplir las órdenes del rey, por eso la necesidad de un Teniente Gobernador).


Bayamo siempre fue una ciudad con alto grado de autonomía, esto es, que se mandaba por sí acatando pero no cumpliendo casi ninguna orden ni del Gobernador Provincial, ni del Capitán General ni del Rey. Incluso, hubo una vez en que se envió a Bayamo a un alto funcionario del Gobierno para obligar a los vecinos a cumplir con la orden de que no comerciaran más con los corsarios y piratas y un Regidor del cabildo bayamés acuchilló al enviado.


Por eso es que el Gobernador Provincial, Arcos y Moreno, inmediatamente nombrado en el cargo, comenzó las gestiones para nombrar un Teniente Gobernador para Bayamo. Y cuando lo supieron los bayameses estuvieron inconformes, como era su costumbre, incluyéndose entre ellos al propio José Antonio de Silva, que, abogado como era, promovió muchas acciones para conseguir que el Rey no diera el visto bueno a un jefe superior mandando en la ciudad, que seguramente, lo primero que haría era prohibir el comercio de contrabando. No obstante, Arcos y Moreno puso el Teniente Gobernador. Al principio los bayameses se negaron a ir a saludar al nuevo gobernante, pero finalmente tuvieron que aceptarlo.


Quizás esto ya narrado fue lo que llevó a don José Antonio de Silva a un nuevo plan: Crear un pueblo en las tierras sin dueños o realengas que había alrededor de la bahía de Nipe. (Por allí no había jefe español alguno que prohibiera el comercio de contrabando...) Pero para conseguir aquellas tierras tenía que tener el visto bueno del Gobierno de Bayamo, que era quien mandaba en la zona y él, que estaba adentro del Cabildo sabía que Bayamo no consentiría desprenderse de Nipe. Por eso la idea de apoyar un viejo plan de su padre: Conseguir que a Holguín le dieran título de ciudad y entonces gestionar con el nuevo Cabildo aquellas tierras.


Entonces José Antonio de Silva y Ramírez de Arellano se convierte en defensor de la idea de que el Rey diera título a Holguín sin importar si era el de ciudad, villa o pueblo, a despecho de sus vecinos bayameses.


El Gobernador de la provincia, Arcos y Moreno, también apoyaba el nombramiento de Holguín, porque si Bayamo perdía aquellas inmensas extensiones de su terreno, sería más fácil domeñar a los orgullosos oligarcas de allí y por eso el Gobernador siempre trató y tuvo de su parte al rico ganadero don José Antonio de Silva: hombre clave en la región del Cauto.


Y cuando finalmente el rey Fernando VI firma la orden real que le da derecho a Holguín a tener gobierno independiente de Bayamo, el Gobernador Arcos y Moreno viaja a esta y trae con él a don José Antonio de Silva, a quien nombra Teniente Gobernador de Holguín, por lo que el abogado bayamés se convierte en el primer gobernante del nuevo municipio.


……


Al principio el doctor Silva no quiso aceptar el cargo que Arcos y Moreno le ofrecía en Holguín, dice en una carta,  porque ello perjudicaría sus intereses al tener que dejar su casa en Bayamo... Pero Arcos y Moreno lo convenció.


……


Una vez al frente del gobierno de Holguín, Arcos y Moreno vuelve su viejo plan de fundar un pueblo en la Bahía de Nipe; si lo conseguía podría comerciar cuanto quisiera con los corsarios y piratas sin que nadie lo molestara, pero, además, podría solicitar un título nobiliario, pues las leyes españolas decían que quien fundara un pueblo con su propio dinero podría ser marqués.


Nada más un mes después de ser el Teniente Gobernador de Holguín, el doctor Silva envió al Capitán General de la Isla un plano de la zona de Nipe y los argumentos centrales para que le aprobaran aquellas tierras como propiedad suyas. Pero el Capitán General no le respondió porque éste tenía intereses particulares con Nipe. Entonces el doctor Silva escribió al mismísimo rey.


Sin embargo, se sabe que los reyes no responden toda la correspondencia que reciben... Tres años después de la carta al rey, José Antonio de Silva le pide a su amigo Arcos y Moreno, Gobernador de Oriente, que interceda por él ante el rey y el Gobernador lo hace, pero el Consejo de Indias no le dio curso a la petición argumentando que “no convenía al real oficio”[3].


Para entonces decidido como estaba a fundar un pueblo para después solicitar título nobiliario, Silva decidió que si no era en Nipe sería en cualquier otra parte.


Al lado de su hacienda Santa Bárbara, ubicada en las cercanías de Bayamo, había otras tierras realengas o sin dueño, que el doctor Silva quiso para en ellas fundar el “dichoso pueblo que lo haría marqués”: por eso pidió al cabildo de Bayamo que le vendiera aquellas que se nombraban Guisa. Se las vendieron y entonces Silva pidió que lo liberaran del cargo de Teniente Gobernador de Holguín. Cuando ya no fue más el teniente Gobernador de Holguín, Silva regresó a Bayamo y decidió comprar una de las más hermosas casas de aquella villa y vivir en aquella mansión, como correspondía a quien aspiraba a ser un noble de España. (La casa que el doctor Silva compró fue la de un tío suyo, que estaba situada a escasos metros de la Iglesia Parroquial de Bayamo).

Guisa, Granma, Cuba
Actual pueblo de San José de Guisa.

Desde su casona señorial el Dr. Silva se dio a la tarea de crear pueblo en Guisa. Y cuando lo hizo buscó a sus amigos poderosos para que le apoyaran en sus planes. Estos escribieron muchas cartas al Rey en las que mucho se dice de la trayectoria del aspirante; entre ellas dice que en los cinco años durante los que Silva fue Teniente Gobernador de Holguín nunca quiso cobrar los mil pesos anuales que le correspondían como salario y además, lo recalcan como argumento de peso, que el padre del doctor Silva reunió a los holguineros que estaban dispersos y los llevó a fundar un pueblo en Holguín, pero que aquel nunca solicitó el título de nobleza al que pudo aspirar por aquel acto. Y dicen, además, que el doctor Silva era un hombre desinteresado que invertía su caudal en el fomento de las nuevas fundaciones.


Finalmente el 28 de noviembre de 1760, Silva envía la solicitud oficial de que le otorguen título de marqués. Ahora lo que seguía era esperar, pero el doctor Silva no tenía calma. Dos semanas después de haber enviado su carta salió rumbo a España para hacer las gestiones personalmente.


No habían trascurrido más de dos meses de la llegada del doctor Silva a la corte cuando ya el rey autorizaba al Consejo de Indias que iniciara los trámites correspondientes para otorgarle el título de Marqués de Guisa. Lógicamente para eso el aspirante tendría que pagar mucho dinero y luego someterse a las inspecciones que verificarían si verdaderamente se había construido el pueblo: Pueblo que tendría que tener, como mínimo, 30 casas y, sobre todo, una iglesia.


A decir verdad, el doctor Silva había hecho algunas casitas en Guisa pero nada más, realmente aquello no merecía el título de pueblo.


Probablemente por eso es que el casi marqués se apresura a regresar a Cuba para terminar lo que tiene que terminar antes de la inspección, pero antes de ir a Bayamo deberá por La Habana para otras gestiones iguales de importantes. De ahí que no baje en Nipe cuando el barco pasa por allí, sino que sigue viaje. Silva y Ramírez de Arellano estaba en la capital de Cuba cuando los ingleses atacan y toman La Habana.


Antes, cuando fue nombrado Teniente Gobernador de Holguín, el doctor Silva recibió los grados de capitán de milicias y ahora a todos los habitantes de La Habana se les llamaba para la defensa. El capitán de milicias José Antonio de Silva y Ramírez de Arellano marchó a ocupar su puesto, que fue uno de los más peligrosos en la batalla, más, de nada valió el arrojo del bayamés y de otros como él. Los ingleses tomaron la ciudad. Inmediatamente Silva se embarcó con el ánimo de volver a Bayamo, pero cuando el barco venía por Punta de Camayagua, un lugar que está en la costa sur de Camagüey, los alcanzó una tormenta que los hizo zozobrar. El casi marqués perdió diez mil pesos oro que llevaba consigo para los gastos del viaje.


Pero, parece, que diez mil pesos oro no eran una gran pérdida para el doctor Silva. Pérdida, lo que se dice pérdida, eran los 63 años vividos: ya no era un niño y su salud comenzaba a resentirse y sin embargo, a pesar de la aprobación del rey, los trámites burocráticos demoraban mucho, sin importar que por su destacada actuación en la defensa de La Habana, que al regresar a Bayamo, había sido ascendido por el Gobernador de Oriente al grado de Coronel de Milicias de Holguín y Jiguaní.


…….


Transcurrieron dos largos años desde la solicitud del título y todavía no llegaban ni la inspección a Guisa ni ninguna carta desde España. Por eso es que el doctor Silva acude al Gobernador provincial reclamándole que enviara una persona competente para que hiciera la inspección.


Tres meses después y el Gobernador Provincial tampoco respondía. El doctor Silva le escribió al Capitán General de la Isla y aquel comisionó al Teniente Gobernador de Bayamo para que hiciera la “dichosa” inspección.


Al parecer el informe del Teniente Gobernador de Bayamo rindió frutos. El rey escribió al Gobernador Provincial y le pidió que diera aprobación al doctor Silva para que siguiera sus trámites. Trámites que le costarían otros diez mil pesos oro. Pagó Silva el dinero. Ahora nada más hacía falta que el Obispo diera licencia para construir la iglesia. Pero el Obispo, que entonces lo era el conocido Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, se negó a autorizar la construcción[4]. Sin dudarlo, ese era otro gran escollo a resolver: Sin iglesia no habría pueblo y sin pueblo no se haría efectivo el nombramiento.


A pesar de la oposición del Obispo, el doctor Silva continuó sus planes y fabricó la iglesia y el 16 de agosto de 1765 el Gobernador de Oriente, que para entonces lo era el Brigadier Fernando Cagigal de la Vega, Marqués de Casa-Cagigal, en compañía de su asesor general y de un agrimensor visitaron Guisa y levantaron acta en la que se recogía que el pueblo cumplía con todos los requisitos, lo que quiere decir que Silva había cumplido con lo exigido por la ley para la fundación de San José de Guisa. Pero, insisto, no habría pueblo hasta que el Obispo Morell de Santa Cruz aceptara y aprobara la iglesia.


Se intercambiaron varias cartas entre el doctor Silva, que para entonces tenía 65 años, y el Obispo. El Obispo escribió al rey diciéndole que aquello que se decía era un pueblo de 30 casas habitadas no lo era tal, que las casas estaban construidas de materiales muy precarios y que los vecinos eran los propios trabajadores de Silva, que él los había obligado a ir a vivir allí, y que cada vez que un vecino decidía irse, el doctor Silva tenía que salir con sus monteadores a buscar gente que fuera a vivir al pueblo y que no dudaba él que los cazaran a lazo y los obligaran a mudarse.


El doctor Silva le escribe al Obispo y le dice que es verdad que las casas están hechas de materiales endebles, pero no así la iglesia, que es de mampostería. Sin embargo el Obispo continúa en sus trece.


Pero el doctor Silva, como se hace evidente, era un hombre muy poderoso que por entonces escribe muchas cartas: al Capitán General de la Isla, al Gobernador de Oriente y al mismo Rey Carlos III.


En abril de 1766 el Rey escribe al Obispo criticándolo por su resistencia en relación a la petición del doctor Silva, y también al Gobernador de Oriente pidiéndole que le rinda un informe sobre la situación real del pueblo de Guisa.


Sin embargo pasan cinco meses y el Gobernador no responde a Su Majestad, por lo que éste le escribe al Capitán General y le dice que quiere esos informes con urgencia.


El Capitán General le escribe al Gobernador de Oriente y este visita una vez más Guisa. El informe es favorable al doctor Silva. Entonces el rey insiste con el Obispo y dice que escribirá él al Papa, para que sea Su Santidad quien dé esa aprobación. Finalmente el Obispo accede aunque de mala gana.


…..


Entre una y otra gestión burocrática, el doctor Silva demoró 15 años para tener título nobiliario, pero al final llegó el 15 de mayo de 1774, fecha en la que ya había cumplido sus primeros 74 años de edad. Ese día el Rey firmó la siguiente carta: “La calidad y circunstancia de vos don José Antonio de Silva, coronel de milicias de la Isla de Cuba, y del particular mérito que habéis contraído en la Fundación y Poblamiento del nombrado Guisa en la enunciada Isla y todo a vuestra costa y propio caudal, por decreto señalado de mi real mano, he venido a haceros merecedor del título de Castilla para vos, vuestros hijos y herederos y sucesores. Por tanto y porque habéis elegido la denominación de Marqués de Guisa, mi voluntad es que para siempre os podáis llamaros y titular MARQUES DE GUISA”.


Había que pagar para recibir el título: al doctor Silva le costó 3 mil 750 maravedíes de oro. Pero ser marqués del pueblo le daba todas las prerrogativas de un señor feudal: Serían él y sus herederos quienes seleccionarían a quienes gobernarían, nunca el pueblo tendría un teniente gobernador porque en aquellas tierras ya no mandaba el rey, sino el señor marqués. Y asimismo, todos tendrían que pagarle, siempre y para siempre, por vivir en Guisa y tendrían que pagarle también los que cruzaban por los caminos.

……


Finalmente una curiosidad, el primer marqués de Guisa solo lo fue por cuatro meses y once días. Después de ese tiempo el señor marqués, de 74 años de su edad, renunció al título y se lo legó a su hija doña Francisca Antonia del Rosario de Silva y Aguilera, y cinco años después murió.


Su hija, la señora marquesa, murió poco después sin dejar hijos, por que el título pasó a manos de su esposo, que lo ostentó unos pocos años, hasta que murió él también y entonces comenzó la primera guerra de independencia de Cuba que duró diez años. El marquesado quedó vacante y luego, a pesar de los muchos pleitos judiciales por obtenerlo, nunca volvió a manos de nadie.



(El marquesado de Guisa fue una maldición que solo trajo discusiones y muertes).






[1] Téngase en cuenta la fecha: para entonces ya existía el pueblo de Holguín que había creado el padre de José Antonio de Silva, pero todavía éste era gobernado desde Bayamo. 
[2] La alcaldía se obtenía por votación de los regidores y se ostentaba por un año. 
[3] Lo que hacía bueno a Nipe para Silva es lo que lo hacía malo para el rey: que el pueblo a crearse estaría en lugar tan apartado y por ende lo más lógico era que allí ocurriera es que se iniciara trasiego de mercancías con corsarios y piratas: Eso no le convenía al rey que aspiraba a que todos los productos de Cuba fueran a parar a sus arcas. 
[4] No es posible saber por qué el Obispo Morell de Santa Cruz se negaba a autorizar la construcción de la iglesia, aunque al parecer fue porque si el doctor Silva era nombrado Marqués sería señor feudal de Guisa y por tanto podría él seleccionar al cura que quisiera sin que el Obispo pudiera hacer nada.

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