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Por: David Cabrera Araújo
Esta segunda etapa de la historia de la prensa periódica en la provincia Holguín se inicia con la República mediatizada, enmendada y ocupada por el imperialismo yanqui.
La característica principal de la prensa de esta etapa va a ser la proliferación de periódicos: 30 en los quince primeros años de “República”, que son editados en la provincia. Esta proliferación de órganos de prensa tiene varias causas, las principales son:
La libertad de expresión otorgada a todo ciudadano en el artículo 25 de la Constitución de 1902.
El que tenían muchos sectores de la población para expresarse libremente.
La lucha por el poder político que se inicia con el tristemente célebre primer gobierno de la República de Cuba.
LOS PRIMEROS PERIODICOS DE LA REPUBLICA
El Correo de Oriente sale en 1902, editado en Holguín por Julio Albanés Peña y fungiendo como director Wifredo Albanés P., con el seudónimo de “L. Herbert Cassien”. José María Heredia Almaguer, uno de los grandes periodistas holguineros, comienza a dirigir en 1903 el bisemanario político La Situación, que defendió los intereses del Ejército Libertador ante el rejuego político e intervencionista.
En el mismo 1903 sale a la luz pública lo que podría considerarse el primer semanario infantil editado en la ciudad, El Holguinero, que dirigió Abelardo Manduley.
En el vecino Banes se editó en 1905 el periódico bisemanal El Liberal, conducido por Jesús Manduley; el título de este periódico recuerda la lucha política que tuvo lugar en toda Cuba entre los Partidos Liberal y Conservador.
En 1905 sale en Holguín Vida Militar, que dirige el prestigioso periodista y general mambí José Miró Argenter. También La Justicia, fundado y dirigido por José M. Heredia, quien se mantiene en el cargo hasta 1926 cuando pasa a ser dirigido por Ramón Díaz Betancourt, y después lo dirigen Carlos R. Heredia y Ángel J. Legrá Heredia. La Justicia es uno de los pocos periódicos holguineros que rebasó más de una generación. En 1917 pasó a llamarse Mercurio y en 1921 vuelve a aparecer como la Justicia, hasta 1933 en que dejó de aparecer.
Como revista de literatura se fundó en 1905 El Holguinero Ilustrado, y en 1906 sale en Mayarí La Aurora de Nipe, fundada por Rogelio Sigarreta y dirigido por Amado Sigarreta.
Nuevamente es José M. Heredia Almaguer el director de un periódico holguinero, El Pueblo, en 1907, como órgano político que cambió del Partido Liberal para los Liberales Independientes. Es ésta la época de la segunda intervención yanqui en Cuba, la que se prolongó hasta 1909. Durante la intervención se convocó a elecciones presidenciales, en las que primó el fraude. Las ganó José Miguel Gómez.
Azul aparece en 1908 como semanario infantil y deportivo, del cual estaba encargado Raimundo Castellanos Z. Azul cambió su nombre por el de La Verdad.
En octubre de 1909 sale el primer número de La Doctrina, como órgano oficial de la Asamblea Popular de Holguín, que fundó J. M. Grave de Peralta y dirigió en su primera época José M. Heredia y en la segunda Nicasio Vidal Pita.
Los periódicos de esta época duran lo que duraba una campaña política o la permanencia de algún politiquero en un cargo público. Pero hubo periódicos que circularon durante varias décadas, como el ya mencionado La Justicia y el Heraldo de Holguín, que fundó como interdiario político y de información general, Julio Albanés en 1912. A partir de 1915 sale todos los días y era su director Manuel de J. Lastre Manduley hasta 1917, año en que lo vuelve a dirigir Julio Albanés, luego lo dirige Enrique García y Waldo Ramírez Sánchez, quienes lo transforman en gaceta política. Es digno de destacar que Heraldo de Holguín fue “el primer periódico de la provincia en utilizar la máquina linotipia”, lo que significa un gran avance en comparación a la composición manual de que disponían los otros periódicos. Esto también pone de relieve los poderosos medios económicos y políticos que se manejaban detrás del periódico.
La Primera Guerra Mundial se desarrollaba en Europa, envolviendo en ella a decenas de países. En Cuba se encontraba en el poder Mario García Menocal, del Partido Conservador, lo que motiva la salida de varios periódicos en la provincia, unos a favor del “Mayoral” y otros en contra de su gobierno entreguista.
En Sagua de Tánamo comienza a salir en 1914 El Tanameño, que fundó Mariano Oliver y Lerma como semanario independiente de información y literatura. En Gibara se funda el periódico Pro Patria ese mismo año, el que tiene carácter político; Gibara Ilustrada se edita en esa localidad como magazine de salida mensual; en Holguín se editó el semanario Luz.
En Antilla sale El Progreso de Nipe en 1915 con salida semanal y en Holguín El Campesino dirigido por Antonio Aguilera Ochoa, como órgano defensor de los intereses agrícolas en la región. Mariposa fue un semanario literario editado ese año en Holguín, mientras en Gibara salía Cascabeles como semanario satírico humorístico y en Mayarí, Alpha, del cual fue director F. Domínguez, revista editada en el central Preston (Guatemala), que divulgaba noticias y temas literarios.
En la villa de Gibara, pueblo de rica traición periodística, se edita en 1916 El Provincialista, semanario político. Holguín conoce un nuevo periódico, Alma Holguinera, que es otro de los muchos intentos holguineros de la época de tener un órgano literario, pero como los anteriores y otros muchos posteriores, no pasó de un segundo número. Excepción en este tipo de prensa es la revista Azul, fundada y dirigida por Elías Pavón Tamayo y Alberto Cardet Hijuelos. Azul, como revista literaria, sentó época y dejó un grato recuerdo en los amantes de las bellas letras. Cuando llegue el momento de escribir sobre las letras holguineras habrá que buscar en las páginas de Azul el acontecer de esos años.
Para finalizar esta etapa de la prensa periódica en Holguín mencionaremos dos órganos que salieron en 1917; el primero es Mercurio, dirigido por José M. Heredia, como prensa comercial, industrial y de información general. La otra es El Derecho, de orientación política, dirigido por Jesús Menéndez Salazar.
Todos estos periódicos holguineros se editaron en la ciudad de Holguín, salvo algunos de los poblados vecinos y los de Gibara, que utilizaban la llamada prensa plana de composición manual. Varias imprentas existían en la ciudad de Holguín, donde tomaban cuerpo los periódicos por los hombres del “plomo, la grasa y la tinta”. Mientras los dueños del periódico y la imprenta se llevaban las tajadas de los anuncios comerciales y la propaganda política, los hombres del taller gráfico eran explotados. Esto los unió en asociaciones de socorro primero, en gremios de artesanos después y definitivamente en sindicatos. Cuando se habla de periódicos no se puede dejar de hablar de los que hacen posible que estos medios salgan.
(Publicado en “Ahora”, domingo 23 de diciembre de 1979)
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