Por Arquímedes de Paz y José Novoa
Por orden
de Pizarro los que habían llegado de Guatemala debían partir adonde él, y todos
se pusieron en marcha. A su paso por el valle de Chimú, cuando eran los meses
finales de 1534, mandó Pizarro que fundaran una población y que le pusieran
Trujillo por nombre, en honor a su ciudad natal. De esta forma García Holguín
fue de los treinta y un conquistadores que se convirtieron en fundadores y
primeros habitantes de la naciente ciudad.
Posteriormente
(en 5 de marzo de 1535), Francisco Pizarro instituyó las funciones del Cabildo
e hizo el reparto de las tierras e indios. A García Holguín correspondió los
repartimientos de Santa y Huambacho[1],
que según Zeballos Quiñones era una encomienda pobre y por tanto no rendía
tributos significativos; sin embargo a otros, como por ejemplo, Melchor
Verdugo, le asignaron Cajamarca, que era muy poblada y por tanto recibiría
abundante tributos.
[1] Varios autores dan fe de que es cierta esa
información, entre ellos: Busto Durthurburu, 1973; Puente Brunke, 1992; Zeballos
Quiñones, 1996; Bammert Bellido, 1997; Castañeda Murga, 2002; Chávez Marquina,
2015.
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