Guitarrista,
arreglista y director de agrupaciones musicales. (Gibara, 14 de enero de 1931).
Estudió solfeo y teoría en su ciudad natal con el profesor Gerardo Fernández
Ramón y guitarra con el maestro Quesada. Como mismo sus tres
hermanos, integró la orquesta Villablanca entre 1944-1956.
Posteriormente se trasladó a la capital donde formó parte de varias
agrupaciones como guitarrista o pianista. A inicios de 1963 pasó a trabajar
como guitarrista y director del cuarteto Los Zafiros, agrupación con la
que realizó una labor muy meritoria durante 10 años.
En
1973 ingresó al grupo Batey, el que dirigió hasta 1997. Al año siguiente
se incorporó a Vieja Trova Santiaguera y más tarde al Buenavista
Social Club. En el 2002 grabó el CD “Mambo
sinuendo”, junto a Ry Cooder con el que obtuvo el premio Grammy.
Ha escrito algunas canciones, entre ellas “Por muy lejos”, “Oye Nicolás” y “Hoy
brilla el son”, todas popularizadas por el cuarteto Los Zafiros.
.........................................................................................................................................................................
Manuel
Galbán: Los Zafiros llenaron una época y todavía suenan.
Por: Josefina Ortega.
Tomado de: La Jiribilla
Largo y fecundo camino recorrió en la música Manuel Galbán
(14 de enero de 1931- 7 de julio de 2011), a quien se le reconoce como uno de
los músicos cubanos con más “horas de vuelo”. Fueron 67 años de vida artística
ininterrumpida desde que a los 13 años, en su natal Gibara, en Holguín, comenzó
como guitarrista de la orquesta Villa Blanca.
Ya en La Habana, desde 1956, para el joven inquieto y
deseoso de triunfar, vendrían otros proyectos. De los más conocidos el cuarteto
Los Zafiros, después el grupo Batey, la
Vieja Trova Santiaguera, el Afrocuban All Stars y el Buena Vista Social Club,
con el que nació en intercambio creativo con Ry Cooder, el disco Mambo
Sinuendo, ganador del Premio Grammy Latino en la categoría Mejor Álbum Pop
Instrumental en el 2003.
“Galbán y yo —diría Cooder— sentimos que había un sonido que
no se había explorado, un sonido de los grupos cubanos interpretados por la
guitarra eléctrica que pudiera recuperar la atmósfera de los años 50 con
belleza, singularidad y simplicidad.”
Manuel Galbán fue durante casi una década el guitarrista y
director musical del fabuloso grupo vocal Los Zafiros, que tejió su
leyenda en aquellas noches habaneras de
los 60. De ello ya se ha contado. Hasta en el cine con la película Zafiros,
locura azul, rodada en La Habana en 1997, y cuya exhibición conquistó un éxito
asombroso, incluso entre quienes no vivieron su época de gloria cuando en el
Olympia de París fueron aplaudidos durante nueve minutos y sus grabaciones se
repetían una y otra vez en las victrolas y radios de toda Cuba.
Los Zafiros (Alcentro, con guitarra, Manuel Galván) |
Hoy, Los Zafiros son pura nostalgia. Su historia comenzó a finales de 1962, en el barrio
centrohabanero de Cayo Hueso. Sus protagonistas: cuatro jóvenes mulatos,
barrioteros y muy musicales —El Chino, Ignacio, Miguelito y Kike—,deciden un
buen día montar un cuarteto. Como director y guitarrista los acompañará, no por
mucho tiempo, el compositor Néstor Milí, cayohüesero también.
Después ingresa en el grupo el guitarrista Óscar Aguirre,
que a su vez será sustituido por otro ejecutante de este instrumento; ni más ni
menos que Manuel Galbán, excelente músico de 32 años, mientras el cuarteto
tiene un promedio de apenas 20.
De común acuerdo fueron los cuatro vocalistas quienes
decidieron nombrar al holguinero su director, que para ese tiempo vivía en la
calle Campanario, también en Centro Habana.
Los Zafiros precisaban de una dirección adecuada. “Cuando
ellos —recuerda Galbán— vieron mi trabajo de montaje de voces, de arreglos y
acompañamiento, el “Chino” (Eduardo Elio Hernández) dio un salto y gritó: ¡Este
es el hombre que necesitábamos!”
A Galbán le tocó guiar al mítico cuarteto durante casi diez
años, “en una nave bien difícil de conducir con aguas muy turbulentas”, como
dijera el cronista musical Rafael Lam. Porque no sería sencillo “domar” a Los
Zafiros, buenos muchachos, pero que no estaban preparados para convertirse en
ídolos de la noche a la mañana. Aún así, llegaron a la cúspide de la
popularidad.
Solo alguien como Galbán, con su paciencia y disciplina,
podría encaminarlos, tanto organizativa como musicalmente. Asumía el montaje de
voces, junto con Leoncio Morúa, el “Kike”. Componía, arreglaba y tocaba la
guitarra y el piano de forma magistral.
Con sus conocimientos musicales logró campear el temporal de
una forma admirable. “Pero quiero ser sincero, ese grupo vocal, desde que
apareció en el escenario, despertó el interés; mi labor consistió en apoyarlos,
perfeccionarlos y desarrollarlos todo lo posible”.
“Amaban mucho su oficio. Tenían talento natural. Se movían
al ritmo de la clave. Todos bailaban muy bien, como un metrónomo. Yo me guiaba
por sus pasos para llevar el ritmo”.
Con sus voces hicieron maravillas. Ignacio —al decir de Galbán— era sobrenatural, un tenorino
(más que un falsete) que daba un Re sobre agudo. Era el Tony Wilson de Los
Platters, en su versión cubana. El “Chino” era el gran cantante de los mejores
éxitos, la mayoría de las grabaciones las cantaba él: bolerista, rumbero con
guapería de barrio, una voz con un bajo excelente, era el más cubano. “Kike”
(Leoncio Morúa) era la voz picadita, muy ritmático para cantar twist, calipso y
bossa nova. Miguel Cancio ya tenía experiencia de cuarteto, con Facundo Rivero.
Debutaron en el programa televisivo Juntos a las nueve,
dirigido por Manolo Rifat. Les llamaban
cuatro voces y una guitarra, ya los pianos habían comenzado a desaparecer de
los escenarios nocturnos. Pero en las grabaciones Galván les formaba un piquete
musical de primera, entre los que tocaban Tata Güines, Guillermo Barreto y
Papaíto Hernández. El propio Galván tocaba el piano.
Grabaron tres discos LP de pasta negra con un solo micrófono
para todas las voces, y sin embargo, cómo suenan.
Poco antes de morir en La Habana de sus triunfos, a los 80
años, Manuel Galbán confesó que se sentía un músico realizado. “Adoro mi
patria, mi música y mi familia”. Y a la pregunta de Rafael Lam si seguía
recordando a los Zafiros, respondió: “La etapa de Los Zafiros fue de vinos y
rosas, como dice una película, siempre los recuerdo como uno de los momentos
memorables de la música cubana, ellos llenaron una época y todavía suenan”.
Ver película: Zafiros, locura azúl (Completa)
..........................................................................................................................................................
Falleció Manuel Galván, fundador del cuartero vocal Los zafiros
Tomado de Cubadebate
El ministerio de Cultura y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba expresaron en un mensaje a sus familiares el pesar por el deceso del destacado músico, cuyo cadáver fue cremado por voluntad expresa. Sus cenizas serán sepultadas mañana en la Necrópolis de Colón.
Nacido en la ciudad oriental de Gibara, Holguín, en 1931, comenzó su carrera artística a los 13 años como guitarrista de la orquesta Villa Blanca hasta dirigir en 1963 el cuarteto vocal Los Zafiros, uno de los grupos más populares de la época.
Durante una década ininterrumpida se mantuvo al frente de la agrupación y en 1974 se incorporó a la banda Batey, de la que también formaron parte los músicos Bernardo García, Luis Palau y Luis Rodríguez. Con ellos viajó por países de Europa y América Latina.
En 1998 su carrera cobró nuevo auge tras unirse a los miembros de la Vieja Trova Santiaguera y a Afrocuban All Stars. Meses más tarde recibió el llamado del guitarrista y productor estadounidense Ry Coorder para el proyecto Buena Vista Social Club, al que contribuyó con su guitarra.
Galván recorrió el mundo al lado de sus colegas Ibrahim Ferrer, Omara Portuondo, Cachaito López, Compay Segundo, Eliades Ochoa y El Guajiro Mirabal, entre otros, llevando la música cubana a escenarios de Europa y Estados Unidos. Ese trabajo fue recompensado con un Grammy.
Ganador de otro gramófono en 2004 por el CD Mambo sinuendo, fonograma elegido por la revista Town Beat como mejor disco revelación 2003, durante sus más de seis décadas de trabajo fue distinguido con múltiples premios entre los que se encuentran la Orden por la Cultura Nacional y la medalla Raúl Gómez García, otorgados por el ministerio de Cultura.
Al morir dejó grabado su último sencillo Blue cha cha, que saldrá a la venta próximamente por el sello Montuno Productions.
No hay comentarios:
Publicar un comentario