Por: Zenovio Hernández Pavón y Ana Luisa Tamayo
En Holguín devino precursor y líder de la que se conoció como Nueva Trova, Ramiro Gutiérrez. Y con este artista, asi como con otros destacados trovadores oriundos de la región: Rodolfo de la Fuente (autor de Mujer si la distancia es esa huella); Augusto Blanca (Regalo número uno y El tercer deseo); José Antonio Rodríguez (Tu mirada) y Benito de la Fuente (Verano y Oxígeno); la canción de amor alcanza resultados de excelencia, ese es el caso de su hermosa pieza “Presencia simplemente”, ganadora del Gran Premio en el concurso Adolfo Guzmán de 1982, defendida por la voz de Pablo Milanes y asimismo con otras composiciones: “Teresa”, “Los sueños no son simples velas al viento”, “A un tiempo más” y “Crónica de un encuentro”.
Otros trovadores holguineros: Orlando Silverio, Fernando Cabreras, Edelis Loyola, Maximiliano Guerrero o Freddy Laborí (Chispa), poseen valores poéticos inmediatamente identificables, y lo mismo en la canción de amor como en la de corte patriótico, político o social. Algunos como Fernando y Rodolfo de la Fuente han escrito y publicado libros de poesía y casi todos han acudido a las creaciones de poetas como José Martí, Nicolás Guillén, José Jacinto Milanés, Pablo Armando Fernández o los holguineros como Lalita Curbelo y Ronel González para ponerles música.
Una de las composiciones que mejor refleja su estilo creativo y que ha sido publicada y grabada en selecciones y antologías dedicadas a la trova es Tomeguín del cantar del tiempo
Al mismo tiempo que Silvio, Pablo y
Noel Nicola gestaban a finales de los años 60 una nueva cancionística cubana,
otros jóvenes en los más dispares sitios de la Isla asumieron idénticos postulados estéticos y
formales. La causa de ese gusto por la canción de pensamiento y comprometida
con la realidad político-social era una necesidad impuesta por el contexto
cubano.
Presencia simplemente, (autor: Ramiro Gutiérrez) Pablo Milanés
En Holguín devino precursor y líder de la que se conoció como Nueva Trova, Ramiro Gutiérrez. Y con este artista, asi como con otros destacados trovadores oriundos de la región: Rodolfo de la Fuente (autor de Mujer si la distancia es esa huella); Augusto Blanca (Regalo número uno y El tercer deseo); José Antonio Rodríguez (Tu mirada) y Benito de la Fuente (Verano y Oxígeno); la canción de amor alcanza resultados de excelencia, ese es el caso de su hermosa pieza “Presencia simplemente”, ganadora del Gran Premio en el concurso Adolfo Guzmán de 1982, defendida por la voz de Pablo Milanes y asimismo con otras composiciones: “Teresa”, “Los sueños no son simples velas al viento”, “A un tiempo más” y “Crónica de un encuentro”.
Oxígeno
Autor: Benito de la Fuente
Cuando la vi no pude remediarlo,se fue metiendo corazón adentroy cautivado no hice ni intentode resistir la fuerza de su encanto,quise escuchar su voz a ver si hablandose provocaba en mi algún descontento,pero Señor cuando escuche su acentocasi pensé en estarme enamorando.Oxigeno,esa mujer me da oxigeno,con su sonrisa simpática,con su presencia magnifica,ay, oxigeno,para mi sangre y mi espíritucon la locura en el máximo,con el control en el mínimo.Con su sonrisa magnéticay ese aire algo enigmático,se me esfumo al poco ratono se si aparecerá,no se si vendrá.Tu pensaras que no era para tantopero no viste nunca su sonrisa,ni su cabello flotando en la brisaaquella noche de sábado largo,esa como por encargo de mi imaginaciónato la prisa,resulta ser que se acerca y me hechizacuando yo menos lo estaba esperando.Y ahora me ves como un naufragoañorando tierra firme,pero no voy a morirmesin cantarle mi cancion,Simpática, magnifica,magnética, enigmáticaPero como me gusta.
Oxígeno (Versión de Willy Chirino)
Otros trovadores holguineros: Orlando Silverio, Fernando Cabreras, Edelis Loyola, Maximiliano Guerrero o Freddy Laborí (Chispa), poseen valores poéticos inmediatamente identificables, y lo mismo en la canción de amor como en la de corte patriótico, político o social. Algunos como Fernando y Rodolfo de la Fuente han escrito y publicado libros de poesía y casi todos han acudido a las creaciones de poetas como José Martí, Nicolás Guillén, José Jacinto Milanés, Pablo Armando Fernández o los holguineros como Lalita Curbelo y Ronel González para ponerles música.
Claro que lo anterior
no es una singularidad de los trovadores holguineros, la musicalización de
textos poéticos es una de las características inherentes a buena parte de la
canción cubana desde sus orígenes. Sin embargo en Holguín casi nunca antes se
había hecho antes del surgimiento de la nueva trova.
Pero la trova no es
un género sino una actitud. La mayoría de los trovadores de Holguín han asumido
la creación desde los parámetros del bolero, la guajira, la habanera u otras
modalidades de la canción. En ese sentido es un caso muy particular: Fredy Laborí (Chispa), trovador
afincado en Velasco desde los años 60.
En Chispa, como en
Pablo Milanés, se evidencia la influencia del son y no podía ser de otro modo
si tenemos en cuenta que era nativo de Baracoa, una de las cunas del rítmico
género, de ahí que el trovador sobresalga por su talento para improvisar,
recreando de una forma muy personal el son, además de la guajira y el filin y
que obras suyas con textos martianos o propios tenga un especial énfasis los
temas de la naturaleza, el paisaje y el ámbito rural en permanente diálogo con
el hombre, sus emociones y sentimientos.
Una de las composiciones que mejor refleja su estilo creativo y que ha sido publicada y grabada en selecciones y antologías dedicadas a la trova es Tomeguín del cantar del tiempo
Tomeguín del cantar del tiempo,
cántaro azul
que huiste a la luz del tiempo
en busca de soles dorados.
Yo me siento contento
al llamar a un
amigo
y enseñarle el nuevo camino
y enseñarle el nuevo camino.
Yo me tomo el agua de la laguna,
pero quiero cantarles la canción
del presente,
para el hombre de pura mocha,
de idea clara.
Para el tomeguín que despierta
al son de la tierra, quiero cantar
Al son de la tierra,
al son,
al son de la tierra.
Otra característica de la nueva trova en Holguín es que como mismo Pablo,
Silvio y otros trovadores residentes en La Habana se nuclearon durante una etapa
significativa (1969-1978) en el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC y
luego han cantado con el respaldo de otros similares, los holguineros fueron
acudiendo a diversas formatos vocales-instrumentales ensanchando las posibilidades
expresivas y el poder de convocatorio de sus mensajes.
En 1975 en Holguín se fundó el grupo Yaguajay que siguió la línea del grupo de Experimentación
Sonora, y acompañó a Noel Nicola, Augusto Blanca y muchos de los trovadores de
la región oriental. Posteriormente surgieron otros de mucha calidad que
siguieron los derroteros de Manguaré y Moncada, recreando especialmente el
universo sonoro del folklore latinoamericano.
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