1878,
Enero
|
Otra vez está
doña Lucía en Madrid, gestionando, sin conseguirlo, el traslado del hijo de
la horrible Pamplona.
|
1878,
Febrero
Pacto
del Zanjón
|
En Camaguey se
firma el Pacto del Zanjón y concluye la guerra sin la independencia. Parecía
que todos los prisioneros serían puestos en libertad, pero por la actitud de
Maceo y los orientales que le seguían, quienes protestaron el pacto en
Baragüá, Calixto y Tomás Estrada Palma continuaban en prisión.
|
1878,
Mayo
|
Escribió Fernando
Figueredo que en el momento en que Martínez Campos despedía a los
representantes del gobierno revolucionario cubano, que marchaban al
extranjero, concertada ya la paz, preguntó él al Capitán General por qué
Calixto y Estrada Palma continuaban guardando prisión a pesar del Convenio
del Zanjón, a lo que le respondió Martínez Campos: “Hoy mismo pediré por telégrafo su libertad”.
|
1878,
Junio 8
Liberan
a Calixto
|
Liberan a Calixto
de su cárcel en Pamplona. Este de inmediato pone un telegrama a Lucía, que se
encontraba en Madrid, le dice que lo espere allí, hacia donde se encamina.
|
Calixto
avisa a sus amigos que se marchará de España
|
A su llegada,
dice Rojas Oria, Calixto se reúne con sus amigos en la casa de un compatriota
que los obsequia a todos con un ajiaco criollo, que tanto gustaba al general.
El general avisa
a sus amigos que solo espera poder embarcar a Lucía para Cuba y entonces
también él se marchará. Quiere reunirse con Isabel y sus hijos que lo esperan
en Nueva York, aunque antes desea encontrarse con algunos amigos que están en
París.
|
El
General va a París, se entrevista con el Dr. Betances
|
Recién llegado a
París, Calixto se hospeda en la casa de su amigo Eusebio Hernández, para
entonces graduado como médico. Calixto se entrevista con el puertorriqueño,
Dr. Betances, líder de la revolución cubana en Europa. La entrevista, dice
Casasús, constituye una segunda protesta del Zanjón. En ella Calixto declara
su inconformidad con el pacto y hace público su propósito de reanudar la
guerra contra España.
|
En
Nueva York Isabel se entera de la próxima llegada del esposo
|
Cuando Isabel se
entera de la inminente llegada de Calixto a Nueva York, sacó a sus tres hijos
de los centros internados donde estudiaban y los llevo a su casa.
|
A
Calixto le apura dejar París y reunirse con la familia en Nueva York
|
Pocos son los
días que Calixto está en la casa de Eusebio Hernández, apurado como estaba
por llegar a Nueva York. Cuando llega la hora de la partida, ambos médicos,
Betances y Eusebio Hernández lo acompañan a los muelles del Havre. En el vapor
“Alicia” parte el general rumbo a Inglaterra, pero es poco lo que está allí.
Continúa su camino a América.
|
1878,
Septiembre
|
Dice el periódico
“La Independencia”
de Nueva York: “Hace pocos días llegó a
ésta, procedente de Europa, el General Calixto García. Viene bastante
repuesto de su quebrantada salud, que tanto sufrió en cuatro años de
encierro, en prisión española de la que se vio liberado hace tres meses”.
|
La
familia se reúne después de siete años
|
Al reencontrarse,
el matrimonio se estableció en un humilde apartamento de un edificio en 360
Oeste calle 45 y 44 Novena Avenida. Los niños comenzaron a asistir a escuelas
públicas. Leonor a la del Este calle 13 y Calixto y Carlos a la de la calle
Oeste 52.
|
|
La dirección del
Comité Revolucionario Cubano de Nueva York[1] le
entregó a Calixto García la presidencia. De inmediato el veterano mambí se
dedicó a la organización de la que luego sería conocida como Guerra Chiquita.
|
|
|
|
Anterior Siguiente
|
[1] Aún estaba el general García preso en Pamplona,
cuando un grupo de cubanos emigrados crearon el Comité Revolucionario Cubano de
Nueva York, con el fin de apoyar a los insurrectos que continuaban peleando en
los campos de la Isla,
muy a pesar de la firma del Pacto del Zanjón. Y cuando todos los patriotas se
vieron obligados a salir de Cuba, el Comité devino en un instrumento para
organizar la nueva contienda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario