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La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

28 de febrero de 2015

Reorganizacion partidista de Oriente en 1945 con vistas a las elecciones parciales de 1946 y generales de 1948.


Con vistas a las elecciones parciales de 1946 y a las generales de 1948 se iniciaron las reorganizaciones de los partidos políticos; a partir de ese momento comenzaba a hacerse visible la proyección que cada partido seguiría, incluyendo, claro está al muy popular Partido Auténtico. En éste  caso no precisamente en su programa sino en las figuras que deberían dirigirlos, en la captación de nuevos integrantes y los aliados que tendrían en futuras coaliciones que le asegurarían el mantenimiento del status político alcanzado. 

Es durante ese momento de reorganizaciones cuando se produce la renuncia del Senador Miguel Portuondo Domenech a la Jefatura del Partido Liberal en Oriente, quien, según el furibundo batistiano Mario Riera, fue “un buen jefe histórico”[1]. Lo sustituye el segundo al mando Juan Antonio “Tontón” Vinet, asimismo el holguinero José Sera Serrano sustituye al Dr. Jorge Mañach en la dirección del ABC. (Este partido se encontraba en franco descenso y el cambio de dirección no pudo hacerlo resucitar; los días del ABC estaban contados). Se promovió a la presidencia provincial por los demócratas a Ciro León, Ramón Corona continuó en la jefatura del Partido Republicano, César Villar en la de los Socialistas Populares (comunistas) y Emilio “Millo” Ochoa en la jefatura provincial del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico).

Millo Ochoa
Para mantenerse al frente de los auténticos orientales, Millo Ochoa tuvo que vencer la resistencia de una fracción auténtica que surgió dentro de la Asamblea Municipal de Holguín denominada Izquierda Auténtica (IA) y cuyo principal líder fue Manuel Cano Rojas. Por cierto, la dicha fracción se formó con el único fin de combatir la jefatura política del Senador Ochoa, aunque en una comunicación pública que hicieron circular decían que IA se formaba “primordialmente para la defensa y engrandecimiento del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico), para mantenerlo vivo, grande y fuerte, con el estimulo de nuestros entusiasmos”[2] 

Los de Izquierda Auténtica entendieron que enfrentarse a Millo en la Asamblea Municipal del partido era una forma de limpiar al Partido de elementos no afines con los intereses fundadores de la organización y consideraban a Millo como una persona que perseguía a todos aquellos opuestos a sus criterios, incluyendo entre sus presas al “infeliz auténtico del barrio que reclamaba sus derechos” y también a los revolucionarios y a los hombres de mérito. Sin embargo y a pesar de esos enfrentamientos, la victoria de Millo en la Asamblea Municipal del autenticismo holguinero fue por un margen significativo. Ello llevó al periódico Diario de Holguín a decir que Cano fue “aplastado y pulverizado por el carro triunfante que guía al senador Ochoa”.

Días antes de la Asamblea, Millo se encontraba en La Habana, pero cuando llegó a Holguín llamó a sus acólitos y les ordenó que había que ganar la mayoría de los Delegados. Para conseguirlo empleó toda la inteligencia y suspicacia política que había acumulado en su ya largo bregar partidista[3]. Y para colmo de males para IA, Manuel Cano Rojas no fue elegido para asistir a la Asamblea Municipal por el Barrio Sur, donde vivía. Su asistencia la logró gracias a que el aspirante por el barrio de Guabasiabo, Rogelio Barreras, le cedió su puesto. Este simple hecho nos habla de la fortaleza de Millo Ochoa en el Auténticismo holguinero y corrobora la debilidad de Cano, quien en otras varias ocasiones intentó acciones contra Ochoa.

Para comprender la disputa entre Millo y Cano Rojas hay que retrotraerse a la creación del Partido Auténtico en Holguín cuando Millo usó a Rafael Masferrer Landa para crear el Comité Gestor Municipal y cuando después que ese mismo Comité eligió a Masferrer a la jefatura holguinera del autenticismo, Millo consiguió que las direcciones nacional y provincial diera marcha atrás a la decisión y entonces él creó un nuevo Comité y nombró al frente del Auténticismo holguinero nada menos que a un abecedario que se había enfrentado al Gobierno de los Cien Días.

Cuando en 1945 Rafael Masferrer Landa se separa de la contienda política, es Cano Rojas el hombre que mantiene la oposición a Millo Ochoa por el Auténticismo y la creación de Izquierda Auténtica es una de las formas de esa oposición. Cano Rojas dijo que él conocía muy bien a Millo, sus cualidades y característica personales, por eso estaba seguro de que lo podría vencer, pero no pudo porque, como dijo el Diario de Holguín, Millo Ochoa era un “jefe cauteloso, sereno, inteligente, (…), un hombre templado para la vida política, imperforable por su sólida manera de actuar y desarrollar sus planes”[4]

El 1 de septiembre de 1946 el tristemente célebre por ser posteriormente jefe de un grupo paramilitar, Rolando Masferrer, hermano de Rafael, publicó en el periódico Heraldo holguinero un artículo titulado “La precipitación del ochoato” donde explica las causas de las contradicciones entre Millo Ochoa y la Izquierda Auténtica. Dice Rolando que era aquella “una vieja disputa que ya duraba, por lo menos, 12 años” cuando Millo Ochoa y otros, entre los que figuraba el Partido Comunista, se negaron a pagar los impuestos “para ahogar económicamente a la revolución (del 30)”[5]
 
Y asimismo la censura de Rolando Masferer a Millo incluyó la acusación de que durante la dictadura de Batista aquel se había mantenido en una “posición de oportunista neutralidad sin vivir riesgo alguno al amparo de su amistad y parentesco con el general Manuel Benítez, uno de los grandes responsables de los desmanes de la dictadura. Menos neutrales que Millo resultan sus amigos Oscar Albanés, Andrés Torres, Guarino Aguilera y Salvador López".




[1] Mario Riera. Ob. Cit. P. 479. 
[2] De la Izquierda Auténtica al Pueblo de Cuba. Archivo Personal de Hernel Pérez Concepción. 
[3] Política y políticos. Diario de Holguín. 26 de noviembre de 1945. P. 1. 
[4] Política y políticos. Diario de Holguín. 26 de noviembre de 1945. p. 1. 
[5] Rolando Masferer. La precipitación del Ochoato. Heraldo de holguinero. 1 de septiembre de 1946. p. 2.

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