Barbados

Con información de Julio César Urbina.

Proveniente desde Panamá y entrado por el Puerto de Preston, llegó el barbadense Edward Philips, quien nació el 23 de octubre de 1901. El 10 de junio de 1921 comenzó a trabajar en la zona de Guaro y terminó en 1943, siempre como Motorista del Taller. Tenía No. de Pasaporte 92959.

  

Muestra de uno de los carros que manejara ese dicho extranjero y que era utilizado para realizar los pagos en las zonas agrícolas

Era, dicen, de tez negra y de muy educados modales, hablaba algo de español. Se adaptó muy fácilmente a la costumbre de los demás ingleses asentados en la zona de Guaro.

Dejó descendencia en la zona pues casó con una jamaiquina y tuvo cuatro hijos, dos hembras y dos varones.

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Otro barbadense fue Eugene Davis, (nacido el 28 de Febrero de 1895 en Harrison, y con la chapa No 734). Este comenzó a trabajar con la UFSCo en el Valle de Preston en febrero de 1936, desempeñándose en el Departamento de Ingeniería y Proyectos como Plomero, con un salario mensual de $ 85.27.

Davis estuvo en su puesto hasta enero del año 1957, que es la fecha en que perdió la vida producto de un accidente ferroviario en la zona de Herrera.

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Otro más: Naaman Throtman, nacido el 22 de Septiembre de 1902 en The Crane y con el Numero de Pasaporte 48717. Era este de profesión Retranquero y obrero del Departamento de Trafico. Comenzó a trabajar en febrero de 1922 y culminó con la UFSCo en mayo de 1937. Soltero siempre, no dejó descendencia en el batey.

Equipos pesados como el de la fotografía eran manejados por los barbadenses de Guaro

El grupo de barbadenses, en el que se incluye a otros varios de los que no quedó información, entraron al Valle de Preston por la zona de Guantánamo, especialmente desde la Base Naval de Guantánamo adonde habían llegado provenientes de las obras del Canal de Panamá. Además de su labor en la industria del azúcar, estos emigrantes eran vistos trabajando como operadores de equipos pesados en la zona de Guaro, otros eran  mecánicos automotores, plomeros, retranqueros, carpinteros, y algunos trabajaban como personal de servicios generales en lo que relacionado con limpieza de baños en hospital, en el hotel, en los clubes o en algún centro comercial.

Los más viejos vecinos del lugar continúan recordando a los barbadenses plomeros encargándose de la atención de la toma de agua del carro de bomberos del batey y asimismo atendiendo otros hidrantes, 88 en total, varios de ellos ubicados en Guaro. Consistía su trabajo en pintar cada toma de agua, siempre de rojo, engrasar las tapas y cada seis meses comprobar la presión de agua con un manómetro. Esta tarea era controlada por los Guarda Jurados y por el Departamento de Ingeniería.