LO ÚLTIMO

La aldea a la mano (Holguín, Cuba)

29 de abril de 2012

Mi esposa María Luisa



Mi esposa María Luisa
José Lezama Lima


En la azotea conversable,
con riesgo de tu vida,
lees la Biblia.
Era toda su casa
que ahora tropieza con el humo.
Lees la Biblia
donde una hoja
traspasa el agua
y las generaciones.
Lees con temblor,
recordando los hermanos
muertos, el Salmo 23.
Tu madre se lo leía
al hijo que se va a morir.
La hija se lo lee
a la madre a la hora
de la paz de Dios.
Eres la hermana que se fue,
la madre que se durmió
en una nube frente a la ventana.
Las cuatro, a mi lado,
me levantan todos los días
para fortalecer la mañana
y comenzar el hilo de la imagen.
Lenta, con dignidad silenciosa,
rompes la silla de los escarnecedores.
Cuando sacudes las almohadas
llenas de plumas de ángeles,
recuerdo en lontananza y repito
con precisión: en delicados
pastos me hará yacer.
Cuando la muerte sopla la puerta
de entrada, en la muralla momentánea,
traes la vara y el cayado.
Así mido la nueva extensión,
allí hay que caminar como un ciego.
Con el cayado sorprendo
la altura de la marea desconocida
y palpo la esponja de entresueño
para volver a la tierra.
Contigo la muerte fue anterior
y efímera y la vida prevalece
por amor de su nombre.
                                                Enero y 1972

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LO MAS POPULAR DE LA ALDEA