Por Arquímedes de Paz y José Novoa
La misma
fuente informa que en 1526 “García Holguín obtuvo la confirmación del Cabildo
de un ojo de agua y el terreno circundante, compuesto por cincuenta pasos en
cuadro hasta la pared de Chapultepec, que el Holguín había comprado a los
indios algunos años antes”. (La compra de la posesión la había hecho García
Holguín seis años antes, es decir en 1521, año de la caída de Tenochtitlán).
Y, lo más importante: durante los años 1523 y 1524, Hernán Cortés procedió al reparto de los pueblos y habitantes originarios del Estado Tarasco en Michoacán[5]. A García Holguín le asignó la encomienda de Ucareo y sus pueblos aledaños, en la región del Zinapecuaro.
Se puede tener información de otras veces en que Hernán Cortés favoreció a García Holguín siguiendo el juicio de residencia que le siguieron al primer en 1529[6]. Uno de los que declaró fue Francisco Verdugo, cuñado de Diego Velázquez y a la fecha del juicio, alcalde ordinario de Ciudad México: este individuo dijo que en julio de 1526 Hernán Cortés le había quitado los indios de Teotihuacán que Verdugo había recibido por cédula del tesorero y del contador y se los dio a García Holguín quien, según declara Verdugo, “era regidor de esta ciudad”.
En fin, que en México fue García Holguín dueño de solares, huertas, casas en zonas céntricas del nuevo entramado colonial de Ciudad México, de haciendas en zonas ricas y fértiles y señor y amo de muchos indios. Y por si fuera poco todavía, en los Libros de Actas del Cabildo de la Ciudad de México consta que García Holguín fue elegido y ejerció como uno de los doce regidores de la ciudad en los años 1526 y 1527. Y en 1ro de enero de 1531 recibe los votos del Cabildo para su elección como alcalde ordinario, cargo que ejerció durante todo ese año.
Códice azteca que recuerda el apresamiento de Cautémoc por García Holguín |
Apresar al
príncipe azteca fue el evento de la vida de García Holguín más minuciosamente
registrado por la historiografía colonial[1].
Y también lo hicieron historiadores modernos[2]
y otros contemporáneos[3].
Sin embargo, luego de dar cuenta de la victoria, los documentos, hasta ahora
conocidos, no hacen mención a la participación de García Holguín en los eventos
posteriores.
Es de suponer que estuvo presente en el aparatoso festín que ofreció Cortés a sus capitanes y soldados y, que allí, entre ruidosos brindis, se rememoró el episodio crucial protagonizado por Holguín y los tripulantes de su bergantín. Probablemente, en medio del jolgorio se habló de premios y recompensas, pero eso solo se puede inferir, conociendo los procederes acostumbrados de la organización administrativa colonial de la época.
Sin dudas, García Holguín fue recompensado. Porras Muñoz[4] citando el índice y Extractos de los Protocolos Notariales del Archivo de Notarías de México (1524-1553), dice que “en la primera repartición de solares en la traza de la ciudad, tocó a don García Holguín una esquina de las calles Tacuba y Brasil”. Parte de esas propiedades las vendió García Holguín a Francisco de Soto, barbero y vecino de Tenochtitlán en 1528 por 1 000 pesos oro de minas y la otra parte a Juan de Soldevila por 1 115 pesos de oro corriente. El precio indica que la propiedad estaba altamente valorada.
Igualmente Porras Muñoz conjetura que Holguín tuvo una casa en la calle de los Donceles, que era una de las más antiguas de Ciudad México y de las primeras donde se asentaron los conquistadores. Lo anterior viene de la anotación hecha en una de las actas protocolares de 1529: “que compró un solar el Licenciado don Diego de Delgadillo en los solares donde solía estar el monasterio de San Francisco, en la calle que va hacia la casa de García Holguín”.
Es de suponer que estuvo presente en el aparatoso festín que ofreció Cortés a sus capitanes y soldados y, que allí, entre ruidosos brindis, se rememoró el episodio crucial protagonizado por Holguín y los tripulantes de su bergantín. Probablemente, en medio del jolgorio se habló de premios y recompensas, pero eso solo se puede inferir, conociendo los procederes acostumbrados de la organización administrativa colonial de la época.
Sin dudas, García Holguín fue recompensado. Porras Muñoz[4] citando el índice y Extractos de los Protocolos Notariales del Archivo de Notarías de México (1524-1553), dice que “en la primera repartición de solares en la traza de la ciudad, tocó a don García Holguín una esquina de las calles Tacuba y Brasil”. Parte de esas propiedades las vendió García Holguín a Francisco de Soto, barbero y vecino de Tenochtitlán en 1528 por 1 000 pesos oro de minas y la otra parte a Juan de Soldevila por 1 115 pesos de oro corriente. El precio indica que la propiedad estaba altamente valorada.
Igualmente Porras Muñoz conjetura que Holguín tuvo una casa en la calle de los Donceles, que era una de las más antiguas de Ciudad México y de las primeras donde se asentaron los conquistadores. Lo anterior viene de la anotación hecha en una de las actas protocolares de 1529: “que compró un solar el Licenciado don Diego de Delgadillo en los solares donde solía estar el monasterio de San Francisco, en la calle que va hacia la casa de García Holguín”.
Apresamiento de Cautémoc, detalle. García Holguín con barba tupida. |
Y, lo más importante: durante los años 1523 y 1524, Hernán Cortés procedió al reparto de los pueblos y habitantes originarios del Estado Tarasco en Michoacán[5]. A García Holguín le asignó la encomienda de Ucareo y sus pueblos aledaños, en la región del Zinapecuaro.
Se puede tener información de otras veces en que Hernán Cortés favoreció a García Holguín siguiendo el juicio de residencia que le siguieron al primer en 1529[6]. Uno de los que declaró fue Francisco Verdugo, cuñado de Diego Velázquez y a la fecha del juicio, alcalde ordinario de Ciudad México: este individuo dijo que en julio de 1526 Hernán Cortés le había quitado los indios de Teotihuacán que Verdugo había recibido por cédula del tesorero y del contador y se los dio a García Holguín quien, según declara Verdugo, “era regidor de esta ciudad”.
En fin, que en México fue García Holguín dueño de solares, huertas, casas en zonas céntricas del nuevo entramado colonial de Ciudad México, de haciendas en zonas ricas y fértiles y señor y amo de muchos indios. Y por si fuera poco todavía, en los Libros de Actas del Cabildo de la Ciudad de México consta que García Holguín fue elegido y ejerció como uno de los doce regidores de la ciudad en los años 1526 y 1527. Y en 1ro de enero de 1531 recibe los votos del Cabildo para su elección como alcalde ordinario, cargo que ejerció durante todo ese año.
[1] Herrera y Tordecillas, 1601; Solís y
Rivadeneyra, 1838; Díaz del Castillo, 1853; Cervantes de Salazar, 1971;
Torquemada, 1975; López de Gómara, 2007; Alva Oxtilxóchitl.
[2] Alamán, 1844; Hurtado, 1892; Orozco y
Berra, 1880.
[3] Busto Duthurburu, 1973; Porras Muñoz,
1982; Dammert Bellido, 1997; Miralles Ostos, 2004; Thomas, 2004; Novoa
Betancourt, 2010.
[4] Porras Muñoz, Guillermo. “El gobierno de la Ciudad de México en el
siglo XVI”. Serie de historia novohispana. México: Universidad Nacional
Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Históricas. 1982
[5] Pérez Escutia, Ramón Alonso. “Explotación,
despojo y resistencia en las comunidades campesinas de la región de Zinapecuaro
en la época colonial”. Tzintzun: Revista de Estudios Históricos, No. 7
[6] López Rayón, Ignacio. Editor de; “Sumario
de la residencia tomada a don Hernán Cortés, gobernador y capitán general de la Nueva España, y a
otros gobernadores y oficiales de la misma. 2 vols. Archivo mexicano.
Documentos para la historia de México, 1852